¿Tu perro es feliz? Descúbrelo con estas 10 pistas

senales de perro feliz

Historia en Breve

  • Los dueños de perros tienen un deseo sincero de hacer felices a sus mascotas y siempre buscan señales para comprobarlo
  • Los perros demuestran su felicidad a través del lenguaje corporal y las vocalizaciones
  • Una de las señales más obvias de que tu perro es feliz es cuando “menean todo su cuerpo”
  • Algunos perros felices se ríen mientras juegan

Si eres como la mayoría de los dueños de perros, tal vez pases una cantidad considerable de tiempo preguntándote qué trata de comunicar tu mejor amigo canino con su lenguaje corporal y vocalizaciones. Es posible que te hagas preguntas como “¿Por qué me sigue a todas las habitaciones?”, “¿Por qué mueve la cola mientras gruñe?” o “Parece que tiene hambre. ¿Cómo es posible que tenga hambre? ¡Acaba de comer!”

Los perros tienen su propio idioma y, en la naturaleza, aprenden a entenderse entre sí porque sus vidas son similares en la mayoría de los aspectos. En su hábitat natural, es esencial que los animales de la misma especie, en especial los que viven en manadas, sean capaces de transmitir mensajes e información de un lado a otro.

Los perros domesticados tal vez no se entiendan entre sí porque se han adaptado a sus historias individuales, entornos y el comportamiento de sus humanos. Esto significa que no solo vives con una especie diferente, sino que está muy alejada de la versión original de un canino debido a la domesticación y sus experiencias de vida. ¿Es normal que tengas tantas preguntas?

Sin embargo, quizás la pregunta más común que tienen la mayoría de los dueños de mascotas es: "¿Mi perro es feliz?" Queremos que los miembros peludos de nuestra familia sean felices, ya que significan mucho para nosotros. Descubre las 10 señales de que tu perro es feliz.

10 señales de que tu perro es feliz

  1. Los ojos y los párpados se encuentran relajados, parpadea mucho, y su mirada y su entrecejo se muestran suaves. Sus orejas también están relajadas, sin apuntar hacia arriba o a los lados. Su boca está un poco abierta y muestra algunos dientes, su lengua puede estar colgando e incluso puede parecer que sonríe.
  2. Se muestra relajado en lugar de estar tenso o rígido. Sostiene su cola en alto y la mueve con tanto gusto que todo su cuerpo se mueve. Por otra parte, su cola permanece en una posición más neutral, y se mueve de manera más suave y lenta.
  3. No muestra comportamientos destructivos, incluso cuando está solo en casa. Los perros que se muestran felices suelen recibir estimulación física y mental. Los perros aburridos, poco estimulados y con falta de ejercicio tienen probabilidades más altas de destruir cosas y sufrir ansiedad por separación.
  4. Le encanta jugar. Los perros felices siempre están listos para jugar, pasear o subirse a un automóvil. Dado que el ejercicio y el juego son muy naturales para los perros, si tu mascota no parece interesada, es posible que tenga un dolor o enfermedad, y es momento de consultar a un veterinario.
  5. Se recuesta boca arriba y saca la lengua. Los perros felices tienden a mostrar sus barrigas y lenguas mientras se frotan sobre su espalda. Estas exhibiciones son diferentes a rodar sobre su espalda de manera sumisa en donde su boca se encuentra cerrada y su cuerpo rígido.
  6. Su apetito es bueno e indica que es feliz y se siente bien. Un cambio notable en su apetito puede indicar una afección subyacente.
  7. Ladra feliz. Algunos perros casi no ladran, pero los que lo hacen con frecuencia tienden a emitir ladridos más agudos y menos prolongados cuando están contentos.
  8. Se inclina de manera juguetona. Muchos perros se inclinan hacia adelante para jugar con su humano o amigo favorito.
  9. Se inclina hacia ti. Si tu perro está feliz se apoyará en tu mano cuando lo acaricies y se mantendrá en contacto con tu cuerpo cada vez que pueda.
  10. Se emociona al verte. Sin duda, los perros felices se emocionan al ver a su humano, ¡incluso si solo salió un minuto para verificar el clima!
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¿Los perros felices se ríen?

Si estás seguro que tu perro es feliz, la siguiente pregunta obvia es: "¿Los perros se ríen?" El investigador Konrad Lorenz abordó por primera vez la risa de los perros en su libro Man Meets Dog publicado en 1949. Lorenz afirma que cuando las comisuras de los labios de un perro están flojas y comienza a jadear muy rápido, es más o menos el equivalente a la risa de un humano.

En el año 2000, la investigadora Patricia Simonet, registró los sonidos que hacen los perros cuando juegan y prestó especial atención al que se manifiesta cuando exhalan de manera forzada y entrecortada que, en su opinión, representa la risa de la especie. Parece que los perros hacen ese sonido incluso cuando el juego no es tan intenso como para jadear.

Así que Simonet procedió a realizar un análisis comparativo entre ambos sonidos y descubrió que la risa de los caninos tiene rasgos que la diferencian del jadeo común.

Unos años más tarde, llevó sus grabaciones a un refugio de animales que se ubicaba cerca de su casa para comprobar si el sonido de la risa de otros perros podía aliviar el estrés y la depresión de los que residían ahí. Dogster reportó lo siguiente:

"Al reproducir sus grabaciones para 120 perros del refugio durante seis semanas, Simonet descubrió que los perros que escuchaban la ‘risa canina’ dejaron de prestar atención a lo que hacían, incluso si se encontraban aislados, y casi todos guardaron silencio de inmediato.

Muchos voltearon hacia la fuente del sonido y algunos ‘sonrieron’, mientras que otros comenzaron a mostrar comportamientos de juego. Los más jóvenes tenían mayor probabilidad de comenzar a hacer esas ‘exhalaciones entrecortadas’ o risa canina.

A partir de estos resultados, Simonet propusó que la exposición regular a estos sonidos podría ayudar a reducir la frecuencia con la que los perros de los refugios experimentan estrés, al igual que el tiempo que permanecen en los mismos".

Si deseas obtener más información sobre dicho experimento, accede a los resultados del estudio de Simonet que se presentaron en las Actas de la Séptima Conferencia Internacional sobre Enriquecimiento Ambiental del 31 de julio al 5 de agosto de 2005.

+ Fuentes y Referencias
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