En el siguiente video, con ayuda de mi dulce boston terrier, Rosco, muestro cómo lograr un corte de uñas sin estrés ni dolor. En esa grabación, Rosco ya había tomado un baño, le habían limpiado los pliegues faciales y las orejas, así que lo único que faltaba hacer era cortarle las uñas.
Lo más importante que debes recordar es que este procedimiento puede ser doloroso, en gran medida, por cortar más de lo necesario. Entonces, la solución es evidente: ¡no lo hagas! Por lo general, el estrés que siente tu mascota se debe a que le estás sujetando las patas y eso no le parece natural. Esta es la razón por la que los perros, de forma instintiva, intentan quitar sus patas cuando alguien las toca. Además, si te sientes nervioso, tu perro percibirá tu estrés.
Cómo lograr que tu perro permita que le toquen las patas
Para el momento en que grabamos el video, Rosco ya estaba acostumbrado a que le cortara las uñas, ya que lo había hecho durante más de una década. Pero, cuando lo rescaté, era evidente que había desarrollado algunas fobias a temprana edad, por mencionar una de ellas: no le gustaba caminar con correa. Podríamos decir que nunca superó eso. De igual forma, tenía fobia a los cortes de uñas, pero trabajé con diligencia para que no le tuviera miedo al proceso, ¡y llegó el momento en que se sintió tan cómodo que me daba la pata solito!
Los premios son una excelente idea cuanto se realiza un corte de uñas, sobre todo para los perros que adoran la comida, como Rosco. Como se aprecia en el video, a pesar de que se sintió un poco nervioso, logré calmar su ansiedad con ayuda de los premios. Aun así, si un perro está demasiado inquieto, es probable que no acepte premios. Así es como te das cuenta de que ha superado su umbral de respuesta al pánico y que la situación se siente como una amenaza mortal.
En cuanto me percaté de que Rosco no quería que le tocaran las patas, comencé a desensibilizarlo, de manera que las toqué y las manipulé con suavidad durante las sesiones de caricias. Si no tocas las patas de tu perro más que para cortarle las uñas, sabrá qué es lo que vas a hacer de inmediato y reaccionará en consecuencia cada vez que sostengas sus patas.
Respeta el umbral de tolerancia al estrés de tu perro
Una regla que debes tener presente es que siempre puedes retocar una uña y cortarla un poco más si quedó muy larga, por otro lado, no puedes deshacer el daño si la cortas demasiado. Si la experiencia es dolorosa para tu perro, siempre asociará el cortaúñas y el procedimiento con la sensación de estar herido.
Mientras me preparaba para cortarle las uñas a Rosco, pude sentir su corazón latir a mil por hora, aún antes de comenzar. Es por eso que no solo le doy premios, sino que también solo le corto una uña por día. Cuando saco el cortaúñas y los premios, él sabe lo que va a suceder. Le pido a otra persona que lo sostenga, le corto una uña, le doy algunos premios y digo: "¡Eso es todo, Rosco! Bien hecho", y así termina la sesión.
Es importante que sigas el umbral de tolerancia al estrés de tu perro para determinar si es buena idea cortar solo una, la mitad o todas sus uñas durante una sesión. Dado que Rosco tenía muy poca tolerancia al estrés, me aseguré de que cada sesión fuera tan rápida y placentera como para que no sintiera ansiedad.
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Herramientas y técnicas para realizar el procedimiento
Con Rosco, utilicé un cortaúñas mecánico; sin embargo, muchas personas usan una herramienta rotativa inalámbrica para limar las uñas en lugar de cortarlas. Cualquiera de estos instrumentos puede funcionar, pero algunos perros se estresan por el ruido o la vibración de la herramienta rotatoria, como le pasa a Rosco. Si ese es el caso de tu perro, solo podemos usar cortaúñas. Es importante leer el lenguaje corporal de tu perro para que elijas la herramienta que sea mejor para él, de manera que la experiencia no le genere estrés.
Rosco tiene uñas blancas y negras. Las uñas negras son todo un reto, ya que es imposible ver el tejido, que es el vaso sanguíneo que nutre la uña por dentro, sangra si se corta y produce dolor. En el video, puedes ver que la punta de la uña de Rosco es color blanco y luego hay una parte color rosa.
El área rosa es donde se encuentra el vaso sanguíneo, que es lo que hay que evitar. Ni siquiera intento acercarme. La sección blanca de la punta es la parte que se puede recortar sin ocasionar una dolorosa hemorragia.
Mientras Rosco se entretiene con los premios, tomo su pata y corto un poco de la punta blanca de la uña. Como sigue tranquilo, corto un poco más. Un cortesito más y llego a la unión entre el área blanca y la rosa, así que dejo de cortar esa uña.
Comienzo con una uña negra y, de nuevo, la corto solo un poquito. Todavía veo queratina y no veo el comienzo del tejido, así que vamos bien. Algunos cortaúñas, como los que empleo, cuentan con un protector. Puedes levantar la protección y solo te permitirá quitar una pequeña cantidad de uña, si acaso un octavo de pulgada.
Cuando muevo el protector hacia atrás, es posible ver la pequeña cantidad que estoy recortando y, de esta forma, puedo asegurarme de que no cortaré el tejido. A medida que me acerco a él, veo un círculo al centro de la uña, en el interior: ese es el vaso sanguíneo, así que dejo de cortar.
En términos generales, Rosco no disfruta mucho que le corten las uñas, pero es una experiencia neutral, lo cual está bien. Intenta que el procedimiento le genere el menor estrés posible, ya que es algo que tendrás que hacer durante toda su vida y debes lograr que, en el peor de los casos, sea una experiencia neutral que ni le guste ni le disguste.
Si reacciona con un miedo excesivo al corte de uñas y esto hace que se aleje de ti o te tema durante cualquier parte del proceso, es imperativo que te detengas. No vale la pena que le cortes las uñas en casa a costa de perder su confianza y perjudicar la relación que tienen.
¡No olvides el polvo astringente!
Algo importante que hay que recordar antes de comenzar el proceso de corte de uñas es que debes tener a la mano polvo astringente (ya sea para mascotas o para personas) o polvo hemostático en caso de que cortes el tejido de la uña. La clave es tenerlo al alcance antes de empezar a cortar las uñas de tu perro.
Si lastimas la uña de tu perro, la cantidad de sangre que produzca esa pequeña herida puede ser impresionante. De hecho, la cantidad puede ser tan abrumadora que es posible que ambos entren en pánico. Si ambos están asustados, hay sangre por doquier y no están preparados, el sangrado puede ser difícil de detener.
Es por ello que debes contar con el polvo astringente, en caso de que cortes la uña más de la cuenta y le ocasiones una hemorragia por accidente. Lo que hago es humedecer un cotonete, poner un poco de polvo en uno de los extremos y aplicarlo sobre la uña para detener el sangrado. Si tienes suerte, nunca tendrás que usarlo, ¡pero debes estar prevenido, por si acaso!