¿Por qué los perros y (gatos) comen popó?

Perro Come Popo

Historia en Breve

  • La coprofagia es un comportamiento desagradable, pero muy común en las mascotas, especialmente en los perros
  • Créalo o no, en realidad hay una etapa en la vida de las gatas o perras cuando se presenta la coprofagia
  • Un problema médico subyacente o deficiencia alimentaria puede causar que un perro desarrolle coprofagia
  • La coprofagia también puede provenir de problemas conductuales y ambientales, tales como el aburrimiento, curiosidad e imitación a otras mascotas del vecindario
  • Cuando la actividad es de larga duración y conductual por naturaleza, podría ser difícil de extinguir
  • Existen varios pasos que puede tomar para detener el comportamiento de que su mascota coma popó

Hoy voy a hablar de un tema muy desagradable.

La coprofagia es un término simpático de la ingestión de popó.

Aunque la idea de esta actividad es totalmente asquerosa, en realidad hay una etapa en la vida de un animal cuando se presenta la coprofagia.

Cuando la madre de los perros y las gatas tienen camadas, consumen deliberadamente las heces de sus cachorros o gatitos para ocultar su olor mientras son vulnerables y están resguardados en la madriguera.

Más allá de eso, el consumo de popó o heces - a pesar de ser una queja muy común entre las macotas y dueños de perros en especial – es simplemente asqueroso.

Las 3 Principales Razones Detrás de la Conducta de Coprofagia

La coprofagia tiene su origen, sobre todo en problemas digestivos, y las siguientes tres razones requieren la atención más urgente:

Deficiencia enzimática

Un páncreas saludable es vital para el bienestar general de tu mascota, ya que produce enzimas que les ayudan a digerir los nutrientes de sus alimentos.

Cuando tu mascota carece de estas enzimas, la mayoría de los nutrientes no serán absorbidos de forma correcta y simplemente serán eliminados a través de sus heces.

Los perros tienen varias enzimas digestivas que pueden producir por sí mismos, sin embargo, necesitan obtener el resto de su alimentación.

Con el tiempo, la deficiencia enzimática puede hacer que tus mascotas pasen hambre, pierdan peso y, finalmente, recurran a comer sus heces porque están tratando de obtener esos nutrientes tan necesarios.

En otros casos, los perros pueden comer las heces de animales más saludables. La popó de conejo es una de las fuentes más ricas, no sólo de enzimas digestivas, sino también de vitaminas B. Muchos perros, si se topan con excrementos de conejo, las devorarán de inmediato.

Los perros con deficiencias van a "reciclar" al consumir heces ricas en enzimas. Asqueroso, lo sé, pero es cierto.

Parásitos

Según el Dr. Benjamin Hart de la Universidad de California, Davis, los parásitos intestinales pueden desempeñar un papel en la coprofagia.

Explica que puede ser un rasgo ancestral para ayudar a proteger a los miembros más jóvenes de la manada, de la ingestión de parásitos en su guarida, por lo tanto, para evitar la propagación de las enfermedades entre los pequeós, los miembros más viejos consumen las heces en su lugar.

Yo recomiendo que cada seis meses se revisen las heces de los perros en el consultorio del veterinario con el fin de asegurarse de que están libres de parásitos.

Los perros saludables pueden adquirir parásitos intestinales al consumir popó, por lo que un análisis de heces dos veces al año es una gran idea para todos los perros.

Alimentación Deficiente

Los perros que son exclusivamente alimentados con productos procesados, alimentos secos y que no consumen alimentos vivos en absoluto, buscarán intencionalmente otras fuentes de enzimas digestivas para compensar su propia deficiencia de enzimas de toda la vida.

Los gatos con deficiencias enzimáticas, mala absorción, o que son alimentados con dietas de baja calidad pueden dar tentaciones a la caja de arena a los perros de la familia.

Muchos alimentos secos y baratos contienen ingredientes que no son biodisponibles, por lo que los ingredientes se pasan sin digerir a las heces, proporcionándoles a los perros carroñeros la posibilidad de "buscar comida en la basura".

Alimentar a su mascota una dieta que contenga proteínas de calidad humana, probióticos y enzimas digestivas suplementarias podría ser útil para detener el impulso de buscar fuentes enteras de enzimas libres en todo el patio o en la caja de arena.

En otros casos la coprofagia podría ser causada por problemas ambientales y de crianza como:

Limpieza: una perra podría comer las heces como una manera de mantener limpia el área donde se encuentran sus cachorros.

Edad: los cachorros y los gatitos son muy curiosos sobre su entorno y eso los hace hacer desastres.

Aburrimiento: una mascota aburrida podría comer las heces por el hecho de que no tiene nada que hacer.

Evitar al castigo: si castigas a tu mascota por haber defecado en cierto lugar, podría desarrollar coprofagia para evitar que lo castigues otra vez.

Imitación: tu perro podría imitar las mañas de otros perros del vecindario, incluyendo la coprofagia.

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La Coprofagia También Puede Ser un Problema de Comportamiento

Otro motivo de la coprofagia en perros es el comportamiento.

Algunos perros, especialmente aquellos que viven en perreras, pueden comen las heces, ya que están ansiosos y estresados.

La investigación también sugiere que los perros que son castigados por sus dueños por la eliminación inadecuada, desarrollan la idea de que defecar en sí es malo. Así que tratan de eliminar la evidencia al consumir sus heces.

Otra teoría que parece tener algo de verdad es que la coprofagia es un rasgo observado en todos los caninos — lobos, coyotes y perros domesticados — y surge cuando la comida es escasa.

Por desgracia, yo veo esto con mayor frecuencia en las granjas de perros. Los cachorros que pasan hambre y que son destetados demasiado jóvenes, tienen que luchar por un puesto en el plato de comida, o se ven obligados a sentarse durante semanas en una pequeña jaula sin nada que hacer, están en alto riesgo de desarrollar un comportamiento habitual de ingerir heces el cual será un problema difícil de frenar.

El comportamiento o conducta coprófaga puede ser un comportamiento aprendido. Los perros mayores con este hábito repugnante pueden enseñarlo a otros perros más pequeños en el hogar.

Como un juego disfuncional que imita las acciones de otro animal, un perro puede enseñarles que hacer al resto de la manada mientras pasean por el patio trasero.

Cuando la Ingestión de Heces Es un Problema Compulsivo

Algunos científicos creen que los perros comen heces, simplemente porque es delicioso para ellos.

No estoy de acuerdo con esto.

Algunos perros tienen "normas" muy extrañas sobre las heces que ingieren. Es extraño pensar que cualquier norma se aplica a las heces como un grupo de alimento, pero por ejemplo, algunos perros solo consumen heces congeladas (en mi practica nos referimos cariñosamente a estos como poopsicles (paletas)).

Otros consumen sólo las heces de un animal específico. Y otros sólo comen heces en ciertas épocas del año.

Por lo que algunos perros que se tropiezan con las heces deciden probar eventualmente, mientras que otros se obsesionan con el consumo de ciertas heces.

Consejos Para Frenar el Repugnante Hábito de Su Perro

Lo que sí sabemos con certeza es que los perros no comen heces debido a que tienen una deficiencia de heces

Afortunadamente, hay algunas maneras de sentido común para reducir el hábito de la coprofagia en su perro.

En primer de la agenda es recoger inmediatamente las heces de su perro, justo después de que haya defecado. No deje las heces anteriores en su lugar para defecar.

A continuación, si usted tiene gatos, consiga una caja de arena de auto-limpieza o coloque la caja en un lugar en su casa donde el perro no pueda llegar a ella.

También recomiendo mejorar la alimentación de su mascota tanto como sea posible, y añadir enzimas digestivas y probióticos a la hora de la comida.

Ofrézcale a su perro  juguetes que desafían su cerebro y calmen su aburrimiento.

Suficiente ejercicio también es crucial para mantener el cuerpo y la mente de su perro estimulada. Los perros aburridos tienden a desarrollar hábitos y conducta mucho más rara e inquietante que los perros que hacen mucho ejercicio y estimulación mental.

Por último, considere la posibilidad de probar uno (o más de uno) de los muchos productos de disuasión de coprofagia vendidos sin receta. Estos son polvos que puede espolvorear sobre la propia materia fecal o se lo puede dar junto con sus alimentos para crear heces sin olor. Pero tenga en cuenta que estos polvos contienen MSG, incluyendo la mayoría  de los remedios que podría comprar en línea.

También, puede ser que le hayan recomendado agregar un ablandador de carne a los alimentos o a las heces para desalentar el consumo por su perro, pero la mayoría de los productos ablandadores de carne también contienen MSG.

Le recomiendo que busque un elemento de disuasión no tóxico que no contenga glutamato monosódico o MSG.

Si el comportamiento coprófago de tu mascota parece empeorar, asegúrate de hablar con el veterinario acerca de tus preocupaciones. En definitiva debe descartar cualquier motivo médico subyacente de este problema de comportamiento tan asqueroso, pero tan común.