La Increíble Manera en que los Niños Comprenden la Muerte de una Mascota

Niños con Mascotas

Historia en Breve

  • Un pequeño estudio reciente analizó las reacciones y sentimientos de los niños que experimentan la muerte de una mascota querida
  • El investigador descubrió que para los pequeños, las mascotas no son "sólo animales", sino que son consideradas de forma similar a los hermanos o mejores amigos
  • Los niños comprenden que algunas especies viven más tiempo que otras y son más propensos a aceptar la muerte de un animal que vivió todo su ciclo de vida, que la muerte repentina o inesperada de una mascota
  • Algunos niños aceptan el apoyo de familiares y amigos cuando una mascota fallece, mientras que otros prefieren sufrir en privado

Debido a que el promedio de vida de la mayoría de las mascotas es muy corto, en hogares con niños, los pequeños pueden ser testigos del ciclo de la vida — el nacimiento, vida y muerte de una mascota en la familia.

Un proyecto reciente de investigación analizó las reacciones, ideas y sentimientos de los niños al perder una mascota.

Las Mascotas Son Más Que "Sólo Animales" Para los Niños que los Quieren

El investigador, Joshua J. Russell, PhD, profesor asistente del comportamiento animal, ecología y conservación (ABEC, por sus siglas en inglés) en el Canisius College en Buffalo, NY, concluyó que las mascotas son más que "sólo animales" para los niños. Russell realizó entrevistas cara a cara a 12 pequeños de entre 6 y 13 años de edad.

"A menudo se ven a sí mismos como el centro del cariño de sus mascotas", dice Russell. "Describen a sus mascotas como si se tratara de sus hermanos o mejores amigos con quienes tienen fuertes conexiones".1

Un niño de 13 años cuyo gato murió golpeado por un automóvil le dijo a Russell que sentía que su "vida había terminado" en ese momento, y aún estaba conmovido por el evento dos años después. Russell cree que los niños "tienen un sentido distinto de justicia existencial acerca de si un animal vivió hasta una edad adecuada".

Los pequeños entienden que algunas mascotas, los hámsters, por ejemplo, tienen un periodo muy corto de vida, sin embargo, esperan que un perro o gato viva por mucho más tiempo. Además, el tipo de muerte que experimenta una mascota también es significativo.

De acuerdo con Rusell,"los niños cuyas mascotas vivieron toda la posible extensión de sus vidas -o más- manifestaron aceptación tras su muerte".

Los Niños Distinguen Entre una "Buena" o Mala Muerte de Sus Mascotas

Una niña de 11 años de edad, entrevistada por Russell, sufrió la pérdida de su querido conejillo de indias. Estaba triste y afectada por el fallecimiento de su mascota, sin embargo, también sentía que su conejillo de indias había vivido una buena vida y que era "su momento de morir".2

Los niños consideraron que la eutanasia era lo correcto para terminar con el sufrimiento de una mascota, sin embargo, si una mascota muriera de manera repentina o inesperada, es más probable que consideraran la muerte como "emocional y moralmente injusta". Para los pequeños, en dicha situación es más difícil aceptar la pérdida.

Al Igual que los Adultos, los Niños Tienen Diferentes Maneras de Superar la Muerte de una Mascota

Los niños que Russell entrevistó recibieron apoyo de su familia y amigos para afrontar la muerte de sus mascotas, sin embargo, algunos de ellos preferían hacerlo en privado. Querían "ir a su habitación, estar tristes y lidiar con la situación bajo sus propios términos", dijo Russell.

Muchas familias celebraron ceremonias religiosas o acontecimientos tales como plantar un árbol conmemorativo en honor al fallecimiento de la mascota. Los resultados sugieren que los padres deben brindar oportunidades a los pequeños de hablar acerca de sus sentimientos cuando fallece su mascota, y después darles orientación. También es importante proporcionar a los pequeños algo de tiempo a solas para sufrir el duelo.

No todos los niños a los que Russell entrevistó, estaban seguros de querer tener otra mascota. "Había quienes pensaban que estaría mal tener una nueva mascota debido a que tenían que honrar el recuerdo de la mascota fallecida", dijo.

Sin embargo, otros niños pensaron que tener una mascota nueva les ayudaría a sentirse mejor. "Lo explicaron como una oportunidad para comenzar de nuevo y sugirieron que reemplazar a un animal de compañía es más como comenzar una nueva relación que borrar los recuerdos de la anterior", dijo Russell.

De acuerdo con Russell, el pequeño de 13 años que perdió a su gato lo resumió mejor cuando dijo: "A veces la muerte es trágica, como cuando un gato es atropellado por un coche, sin embargo, en realidad la muerte es parte del ciclo de vida y la vida continúa".

Publicidad
Clic aquí para aprende másClic aquí para aprende más

Tips para Ayudar a Tu Hijo a Lidiar con la Muerte de una Mascota

Es mejor no hacer suposiciones acerca de lo que su niño está o no está sintiendo, lo que entiende y lo que no, o su opinión sobre lo que le pasó a su mascota. Los niños reciben información de muchas fuentes además de sus padres.

Con frecuencia, mamá y papá creen equivocadamente que su hijo tiene ideas y opiniones idénticas a las suyas, sin embargo, los niños filtran la información a su manera y llegan a sus propias conclusiones y creencias sobre experiencias y acontecimientos.

Habla con tu hijo acerca de la muerte de manera abierta y honesta, comparte tus propios sentimientos como una forma de alentarlo a compartir los suyos. Mantén abiertas las líneas de comunicación y es probable que descubras que tu hijo entiende bien lo que ha sucedido, o que tiene algunos conceptos erróneos que puede aclararle.

Una de las cosas más importantes que puedes hacer cuando tu familia pierde a una mascota querida, es evitar decirle a tu hijo cómo debe sentirse. No se debe criticar a los niños por llorar o decirles que "sean fuertes".

Puede ayudar a tu hijo a sufrir el duelo de manera productiva al ser abierto acerca de su propio sentido de la pérdida y tristeza. Se honesto sobre cómo se siente y no intentes esconder sus emociones, sin embargo, ten cuidado de no asustar a tu hijo con una expresión excesiva de dolor.

Llorar está bien. Lamentarse, gritar u otras expresiones emocionales demasiado dramáticas no son apropiadas frente a un niño quien lo ve como su refugio seguro. Comparte la tristeza de tu hijo, pero no lo abrumes con la tuya. Se el protector de tu hijo, incluso durante períodos de intenso dolor.

Cuando modeles una forma saludable de lidiar con el dolor, ayuda a tu hijo a entender de que otros experimentan dolor y tristeza al igual que él, que sus sentimientos son normales y aceptables y que no está solo durante ese momento difícil.

Sufrir un duelo es un proceso, no un acontecimiento. Se necesita tiempo para trabajar a través del proceso. El lado positivo es que la gran mayoría de los niños se adaptará a la pérdida de una mascota de manera normal y saludable si el enfoque de los padres es gentil, sencillo y honesto.