Las Mascotas son Portadoras de Gérmenes - pero ¿Será un Problema o una Bendición?

Beneficios de los Perros

Historia en Breve

  • De acuerdo con la hipótesis de higiene, vivir en ambientes semi estériles puede causar problemas de salud ya que el sistema inmunológico no madura sin la exposición adecuada a una variedad de microbios
  • Estudios han demostrado que bebés que viven en casas con perros tienen bacterias intestinales más diversas, un indicador de un sistema inmunológico sano, que los niños que viven en hogares sin mascotas
  • Estudios también demuestran que los niños en edad escolar que crecieron con perros tienen menores incidencias de alergias y asma
  • La evidencia sigue creciendo de que la exposición temprana a mascotas hace que el sistema inmunológico aprenda la diferencia entre patógenos dañinos e irritantes ambientales inofensivos

Dado el tiempo y la pasión con la que la mayoría de nosotros pasamos limpiando el ambiente, a nuestros miembros de la familia de dos o cuatro patas y a nosotros mismos, es difícil imaginarse una situación en la que estemos demasiado limpios. Sin embargo, existe una teoría muy intrigante llamada la hipótesis de higiene que sugiere que podríamos estar pasándonos.

La teoría de la hipótesis de higiene, nacida al final de los años 1980, es que el gran incremento en alergias que se ha experimentado en el último siglo se debe a nuestros estándares de limpieza obsesivos.

Desde la llegada de los productos antibacteriales para cualquier uso imaginable, nos hemos vueltos híper vigilantes en tratar de evitar cada germen en el ambiente.

En la superficie, esto podría parecer un enfoque lógico, pero no todo el mundo está convencido. Se cree que la temprana exposición a bacterias y parásitos prepara al sistema inmunológico inmaduro para luchar contra infecciones peligrosas.

Además, este "detonador" del sistema inmunológico también le ayuda a aprender la diferencia entre amenazas a la salud serias como una infección de neumonía, e irritantes inofensivos como la caspa de las mascotas o el polen.

Cuando el sistema inmunológico permanece inexperimentado por la falta de exposición a patógenos reales, es más probable que realice ataques contra ambientes benignos.

Los Bebés con Perros en Casa Tienen Bacterias Intestinales Más Diversificadas

Existen investigaciones en constante aumento que parecen apoyar la hipótesis de higiene. Por ejemplo, múltiples estudios en los últimos 20 años sugieren que los niños criados en hogares con perros tienen menos alergias y asma que los niños que crecieron en hogares sin mascotas.

En el 2013, un grupo de investigadores guiados por la epidemióloga pediátrica Anita Kozyrskyj de la Universidad de Alberta en Edmonton, Canadá, evaluó las muestras fecales de dos docenas de bebés de cuatro meses, incluyendo a 15 que vivían con al menos un perro o gato.1

Los investigadores observaron que los bebés que viven con mascotas tenían una mayor diversidad de microbios intestinales que aquellos sin mascotas (lo cual es algo bueno). El desarrollo del sistema inmunológico está directamente relacionado con el microbioma intestinal, que es la vasta población de bacterias que viven en el tracto digestivo.

Los niños que crecieron con una exposición inadecuada a microbios, por ejemplo, las bacterias que se encuentran en el pelaje o patas de los perros, están más propensos a tener un sistema inmunológico que vea estas bacterias inofensivas por invasores extraños y las ataque, lo que se manifiesta en alergias o asma.

Muy recientemente, Kozyrskyj publicó los resultados de un estudio expandido que involucraba a 746 bebés, la mitad de ellos vivían con mascotas (especialmente perros).2 Al confirmar los resultados de su estudio a menor escala, descubrió que los bebés de 3 meses viviendo con mascotas tienen una mayor diversidad de microbios que los bebés en casas sin animales de compañía.

También es interesante que los bebés que viven con mascotas tuvieran mayores niveles de 2 tipos de microbios relacionados con bajas incidencias de alergias (bacteria Ruminococcus) y obesidad (bacteria Oscillospira).

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Los Niños en Edad Escolar con Perros Tienen Niveles Significativamente Menores de Asma

En un estudio realizado en 2015, un equipo de investigadores suecos intentó cuantificar la incidencia reducida de asma en niños que crecieron con perros.3 Los investigadores observaron el registro médico de más de 1 millón de niños nacidos en Suecia entre el 2001 y el 2010.

Habían cerca de 275 000 niños en edad escolar incluidos en el millón observado, y los investigadores descubrieron que los niños que tenían perros en casa tenían un índice 13% menor de asma que los niños en hogares sin perros.

De acuerdo con lo que Sujata Gupta escribió para el diario Nature:

"La idea de que las mascotas pueden aumentar el microbioma tiene todavía más sentido cuando se es visto bajo de la luz de la hipótesis de los viejos amigos, una mejora a la hipótesis de higiene. En esta teoría, la coevolución de los humanos con el ganado y los animales nos ha hecho dependientes de sus microbios para nuestra salud e incluso nuestra supervivencia.

Perder el contacto con estos 'viejos amigos' puede desequilibrar el delicado balance evolutivo."4

Algunos investigadores especulan que, ya que los humanos y caninos tienen una larga historia trabajando y viviendo juntos, nuestros microbiomas pueden estar relacionados de alguna manera. Puede ser que un bebé sin un perro, o un cachorro sin un humano, estén de alguna manera incompletos, de acuerdo con Gupta.

Los Miembros de una Familia con Perros Tienen Bacterias Similares en la Piel

Entonces, ¿cómo, exactamente, se intercambian las bacterias amigables entre perros y humanos? Nadie está seguro aún.

Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Colorado-Boulder demostró que los dueños de perros tienen más y diferentes bacterias en la piel que los que no tienen perros.5 Los microbios en cuestión son una mezcla entre bacterias inofensivas de la lengua de los perros (betaproteobacteria) y las patas (actinobacteria).

Los participantes en el estudio incluyeron a 159 personas y 36 perros de 60 familias, separados en cuatro grupos, incluyendo familias con niños en 6 y 18 años; familias sin niños, pero con uno o más perros; familias con niños y perros; y familias sin niños ni perros.

Los investigadores recolectaron muestras de piel (de la frente y palmas, o patas y lenguas) y muestras de desechos de todos los participantes (de dos o cuatro patas) para determinar cuáles bacterias estaban presente en cada locación.

El análisis de las muestras demostró que los miembros humanos de la familia comparten microbios similares en los desechos, la piel, y la boca.

Los investigadores descubrieron que el microbioma de la piel en las personas de familias con perros fue más similar entre ellos que los microbiomas en los miembros de una familia sin perros en el hogar. Esto sugiere que son los perros quienes esparcieron los microbios amigables.

Los investigadores notaron que muchas de las bacterias comunes entre perros y humanos se pasan a través de lamidos. Otro método de transmisión ocurre cuando los perros traen bacterias del exterior y los humanos en la casa las reciben.

Las patas y frentes de los perros son una fuente de gran número de diversos microbios.

¿Tener Perros Beneficia a las Bacterias Intestinales de un Adulto?

Todavía no está claro si los microbiomas de los perros benefician o no sólo a los niños o también a los adultos. Un pequeño estudio realizado por el psiquiatra Dr. Charles Raison del Grupo de Investigaciones Raison sugiere que no causa efecto una vez que una persona llegó a cierta edad.6

El estudio de Raison involucró a 20 adultos con edades entre 50 y 80 años a quienes se les dio perros de refugio para cuidar por un periodo de tres meses (con la opción de adoptarlo al final del estudio. Se tomaron muestras de la sangre, saliva, piel y desechos de los participantes antes de recibir a los perros, y después en intervalos de un mes por los tres meses de duración.

Fue interesante que mientras que los dueños temporales de los perros experimentaron un número de beneficios emocionales y psicológicos por tener a los perros con ellos, sus microbiomas no se vieron afectados. "Los perros claramente crearon un impacto en las emociones de las personas y sus sistemas inmunológicos, pero no en el microbioma", dijo Raison.7

Estos descubrimientos se alinean con estudios anteriores que demuestran que, en los humanos, el microbioma intestinal se forma en los primeros años de vida.

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