Los investigadores en el Institute for Animal Breeding and Genetics, de la Universidad de Medicina Veterinaria Hannover en Hannover, Alemania, ha identificado importantes variantes genéticas y sus vías interconectadas para el desarrollo de la displasia de cadera (DCC) en los Pastores Alemanes.
Los genes responsables de la displasia de cadera están involucrados en la formación del hueso y del cartílago. Más de 1,000 Pastores Alemanes fueron genotipados, y los científicos identificaron un gran número de polimorfismos de nucleótido simple (PNS) (el tipo más común de variación genética) por su relación con la DCC. Los resultados del estudio se publicaron en el diario PLOS ONE.1
Explicación de la Displasia Canina de Cadera
La displasia canina de cadera es lo que se conoce como una enfermedad poligenética multi-factorial, lo que significa que hay un componente genético en el desorden, más de un gen está involucrado y es ocasionado por una variedad de factores, los cuales no han sido completamente identificados.
Los perros con genes de displasia de cadera podrían desarrollar la enfermedad, o no hacerlo; un perro sin los genes de la DCC no corre peligro.
Un perro puede tener una excelente calificación de OFA y PennHIP (que miden la salud de la cadera) y aun portar los genes de la enfermedad, lo que significa que las futuras generaciones de cachorros pueden desarrollar DCC incluso si las generaciones previas no muestran signos de ella.
Un perro es diagnosticado con DCC si la unión de la cabeza del fémur y el acetábulo tiene una malformación, lo que ocasiona la separación de los dos huesos de la articulación. En la mayoría de los casos, el acetábulo no es lo suficientemente profundo para que la cabeza del fémur entre cómodamente en él.
En un perro con cadera saludable, la cabeza (del fémur) en la parte alta del hueso de la pierna entra perfectamente en el acetábulo. En los animales con DCC, la unión imperfecta ocasiona que se separen los huesos. Esta separación tiene como resultado la estructura anormal de la articulación unida por músculos, ligamentos y tejido conectivo débiles, que la sostienen.
El resultado es una articulación que se frota y se desgasta, en lugar de deslizarse suavemente durante el movimiento. Frecuentemente, el cuerpo intenta compensar a la articulación pobremente unida, al producir material óseo duro dentro y alrededor de ella, en un intento de estabilizarla. Esta alteración puede tener un efecto opuesto y generar una unión aún menos natural.
El deterioro y el desgarre de la articulación por el frote y el desgaste, eventualmente tiene como resultado la enfermedad articular degenerativa (EAD), que puede ser extremadamente dolorosa y debilitante para el perro.
Síntomas de la Displasia de Cadera
De acuerdo con PennHIP,2 un perro con DCC puede tener uno o varios de los siguientes síntomas:
✓ El desorden se desarrolla a los 5 u 12 meses para la forma grave; después para la forma crónica. |
✓ Baja tolerancia al ejercicio |
✓ Paso anormal |
✓ Renuencia a subir escaleras |
✓ Brinca como conejo al correr |
✓ Puede escucharse un “clic” cuando camina |
✓ Atrofia del músculo del muslo |
✓ Incremento en el ancho entre las orillas de la cadera |
✓ Dolor |
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La diagnosis de la displasia de cadera generalmente se realiza debido a que el perro muestra síntomas o como resultado de un examen estándar de cadera.
Si tu perro es sintomático, habrá signos de problemas de movilidad y dolor. El veterinario realizará un examen físico completo y le tomará rayos-X. Los problemas con las articulaciones son frecuentemente fáciles de ver en los rayos-X de los perros que presentan los síntomas. El veterinario también podría ser capaz de sentir lo suelto de la articulación de la cadera de tu perro y notará el dolor que ocasiona el extender o flexionar una de las patas traseras.
En los perros sin síntomas, la DCC se diagnostica frecuentemente durante un proceso de certificación OFA o PennHIP, que tiene el propósito de establecer la salud de la cadera de un animal.
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¿Qué Perros Desarrollan DCC?
Algunas razas de perros grandes son más propensas a la DCC que otras, y son: el Terranova, San Bernardo, Antiguo Perro Pastor Inglés, Rottweiler, Pastor Alemán, Golden Retriever, Malamute de Alaska, Labrador Retriever y el Samoyedo.
La displasia de cadera también se da, con menos frecuencia, en perros de razas más pequeñas y en los gatos.
Otros indicadores de la DCC pueden ser:
- Un cuerpo que es más largo que alto
- Un índice de masa corporal alto (IMC )
- Que el perro haya sido esterilizado o castrado
- Perros menores de un año que hayan sido diagnosticados con daños en la articulación de la cadera y microfracturas en el acetábulo.
- Perros jóvenes y de mediana edad con dolor y debilidad ocasionada por osteoartritis.
Si un perro desarrolla DCC y EAD/osteoartritis o no, y la gravedad de ésta, dependen de su naturaleza (componente genético) y crianza (entorno y nutrición).
Entorno, Nutrición y Displasia de Cadera Canina
Hay cosas que tú puedes hacer como dueño de una mascota para prevenir o reducir la gravedad de la displasia de cadera de tu perro. Por ejemplo, si estás planeando adquirir un cachorro de raza grande o gigante, busca criadores que certifiquen a sus perros con PennHIP. Las certificaciones OFA aún son el estándar establecido, pero PennHIP es un indicador mucho mejor de la salud de la cadera.
La cantidad de calorías que consume tu perro, especialmente entre los 3 y 10 meses de edad, pueden tener un impacto significativo en si un cachorro con genes de DCC desarrollará la enfermedad. La alimentación alta en calorías y carbohidratos pueden ocasionar que la complexión se desarrolle demasiado rápido para que el cartílago del cuerpo le siga el ritmo, especialmente en los cachorros de razas grandes. Una alimentación de porciones controladas, balanceada y apropiada para su especie le brindará a tu mascota la nutrición adecuada en las cantidades correctas a lo largo de su vida.
En un estudio realizado con cachorros de Labrador Retriever en 1997, los perros que se alimentaron “libremente” tuvieron un índice mucho mayor de displasia de cadera que los demás miembros de la camada, a quienes se les dio el mismo alimento, pero en porciones que equivalieron al 25 por ciento menos de aquella de los cachorros alimentados libremente.3
Los perros alimentados libremente también fueron un poco más pesados como adultos que los del grupo de porciones controladas – en promedio, por cerca de 22 libras.
La obesidad puede incrementar la gravedad de la displasia. El peso extra puede acelerar la degeneración de las articulaciones. Si se permite que tengan sobrepeso los perros nacidos con genes que los hacen propensos a la displasia de cadera, tendrán un riesgo mucho más alto de desarrollar la enfermedad y subsecuentemente, también artritis.
Ejercita a tu perro con actividades como correr y nadar. La meta es mantener una buena masa muscular, que pueda reducir la incidencia y gravedad de la DCC.
Evita las actividades que requieren que tu mascota brinque o cambie de dirección o se detenga repentinamente. No permitas que tu perro haga ejercicio o pase una cantidad significativa de tiempo sobre superficies resbalosas.
El Estudio Promoverá Mejores Elecciones de Crianza
De acuerdo con Lena Fels, co-autora del estudio, la crianza de perros se beneficiará significativamente de esta investigación:
“A pesar del uso de los Valores Estimados de Cría (EBV por sus siglas en Ingles) de DCC, los perros que padecen DCC no son pocos y frecuentemente el padecimiento es inesperado, de acuerdo con las EBV de los criadores. Esto representa grandes problemas para los criadores de perros. El trato a un perro que padece DCC es, con frecuencia, difícil y los perros sufren a menudo de esta dolorosa condición”.
Fels cree que la DCC puede ser prevenida mucho más efectivamente gracias a los resultados de este estudio.
El examen DCC de genoma completo está disponible en el Institute for Animal Breeding and Genetics y puede proporcionarse a todos los criadores y dueños de Pastores Alemanes.