Un Silencioso Efecto Secundario de la Cirugía Que Muchos Dueños No Conocen

Esofagitis

Historia en Breve

  • La esofagitis es la inflamación del esófago, el cual es el tubo que lleva el alimento y los líquidos de la boca hacia el estómago
  • En los perros y gatos, el reflujo gastroesofágico es la causa más común de esofagitis
  • Los síntomas de esta condición son la regurgitación, dificultad para tragar, y tos
  • El objetivo del tratamiento de la esofagitis es proteger el recubrimiento del esófago y disminuir la producción de ácido gástrico

Esofagitis es el término utilizado para describir la inflamación del esófago, el cual es el tubo muscular que transporta, de la boca al estómago, los alimentos y líquidos que se han tragado.

Las mascotas jóvenes con anormalidades congénitas del esófago tienen un mayor riesgo de padecer esofagitis. En los animales mayores, recibir anestesia durante una cirugía a menudo puede causar esta condición.

Una complicación potencial de la esofagitis es la neumonía por aspiración, que sucede cuando un perro o gato es incapaz de tragar adecuadamente los alimentos o los líquidos. También llamada neumonía por inhalación, es una condición muy grave, en la cual, sustancias como el vómito, alimento, cuerpos externos o ácido gástrico regurgitado se aspiran (inhalan) en los pulmones, lo que ocasiona que se inflamen y se infecten.

Causas de la Esofagitis

En los perros y gatos, el reflujo gastroesofágico (reflujo ácido) es la causa más común de esofagitis. El reflujo es una condición en la que el ácido estomacal logra pasar de vuelta al esófago e irrita el recubrimiento del tejido.

Otras causas de esofagitis son la ingestión de sustancias cáusticas, como medicamentos recetados, el vómito excesivo y repetitivo de los contenidos ácidos del estómago, infecciones, cáncer y trauma debido a objetos externos.

Las sustancias cáusticas que pueden causar esofagitis son los antibióticos tetraciclina y doxiciclina monohidrato. El problema sucede cuando una pastilla o cápsula se atora en el esófago durante un periodo y esto es más común en los gatos, que en los perros.

La esofagitis también puede suceder cuando un gatito lame una sustancia cáustica, como un desinfectante o producto de limpieza doméstico químico, de su pelaje mientras se acicala. A menudo, estos gatitos también desarrollan glositis (inflamación de la lengua) o, también, estomatitis (una dolorosa condición inflamatoria de la boca), las cuales son focos rojos de que el esófago también podría estar inflamado.

En relación a la esofagitis relacionada a la anestesia, la revista dvm360 explica:

“Quizá la causa más preocupante de esofagitis, después del reflujo gastroesofágico, sea la anestesia. Algunos pacientes que han sido anestesiados incluso para los procedimientos más rutinarios, como la esterilización o castración, experimentarán inesperadamente reflujo gastroesofágico severo durante la anestesia.

El problema es clínicamente silencioso cuando sucede, pero estos pacientes generalmente tendrán mal apetito o anorexia inmediatamente después de la cirugía y en los días posteriores.

Esta señal sutil es la primera onda de lo que podría convertirse, en sentido figurado, en un maremoto. Cuando persiste la inflamación esofágica, se podría ocasionar una contracción grave.”1

La esofagitis también puede ocasionarse al pasar una sonda de alimentación a través del esófago, después de la cirugía.

Síntomas de la Esofagitis

Hay varias señales de que tu perro o gato podría padecer esofagitis:

RegurgitaciónRenuencia a moverse o a acostarse
Mayor deglución Pérdida del apetito
Mayor cantidad de saliva u otras secreciones provenientes de la bocaPérdida de peso
Dificultad para tragarToser
Dolor al tragarFiebre
Llorar al tragar o después de hacerloDolor en el cuello al contacto
Estirar el cuello y levantar la cabeza al tragarSíntomas de neumonía
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Diagnóstico de la Esofagitis

A menos de que un perro o gato tenga neumonía además de la esofagitis, los análisis rutinarios de laboratorio (conteo sanguíneo completo, perfil bioquímico y análisis de orina) a menudo tendrán resultados normales.

Los rayos X – en especial los rayos X con bario – y el ultrasonido podrían ser útiles, pero los cambios ocasionados por la esofagitis son comúnmente sutiles y no son fáciles de detectar a través de estos métodos.

La endoscopía se considera uno de los mejores métodos para diagnosticar la esofagitis. El procedimiento involucra pasar un endoscopio por el esófago para visualizar las áreas de inflamación. Aunque es raro, el endoscopio también puede utilizarse para obtener muestras del tejido esofágico para una biopsia, o para eliminar un cuerpo externo.

Las lesiones causadas por la esofagitis pueden ir de leves a graves. Si los síntomas son leves, el veterinario podría sugerirte tratar a tu mascota sintomáticamente y ver si los síntomas desaparecen.

Opciones de Tratamiento

El tratamiento de la esofagitis depende de su causa y los síntomas que experimente el paciente. Las mascotas con esofagitis leve pueden tratarse en casa, pero aquellas con complicaciones, por ejemplo, con neumonía, deberán ser hospitalizadas.

El tratamiento se concentrará en proteger el recubrimiento esofágico, disminuir la producción de ácido gástrico y controlar el dolor. Las mascotas que no puedan o no deban tratar de tragar alimentos o agua por algunos días necesitarán recibir fluidos y nutrientes por vía intravenosa.

Si se determina que la causa de la esofagitis de tu mascota es el reflujo gastroesofágico (ERGE), yo recomiendo alimentarla con una dieta blanda, baja en grasa, con proteína baja a moderada, servida en varias porciones pequeñas frecuentes, en conjunto con inhibidores del ácido gástrico, medicamentos para cubrir y aliviar el recubrimiento esofágico, medicamentos para la motilidad gastrointestinal y los medicamentos adecuados si hay una infección.

Si se suministran antibióticos, también habrá que darle probióticos. Si se encuentra la bacteria H. Pylori (la bacteria relacionada a las úlceras estomacales), muchos veterinarios holísticos, entre los cuales estoy yo, han tenido mayor éxito al usar berberina (uva de Oregón), bismuto y DGL (raíz de regaliz deglicirrizinado). También podrían ser útiles las tinturas herbales de extracto de aloe y manzanilla, el mucílago de ulmus rubra, bicarbonato de sodio o algunos elíxires de la medicina tradicional china.

Después de que el esófago ha sanado, recomiendo cambiar a tu mascota a una alimentación de bajo residuo, balanceada y casera, que consista en vegetales y carnes blandas cocidas. He descubierto que muchas de las mascotas con ERGE padecen sensibilidad subyacente a los alimentos. Para tratar la raíz en estos casos, recomiendo eliminar los ingredientes alergénicos, como el gluten, arroz, soya y todos los alimentos transgénicos (GM). Eliminar todos los conservadores, colorantes, aditivos y emulsionantes también es una genial idea.

En conjunto con el control nutricional y la normalización de la secreción de ácido gástrico, he tenido éxito al usar la acupuntura y especialmente la quiropráctica para controlar el reflujo.

¿Por Qué Está Estrecho el Esófago de Mi Mascota?

Generalmente hablando, las mascotas con esofagitis que son diagnosticadas y tratadas rápida y agresivamente tendrán un resultado exitoso. Los perros y gatos con una enfermedad avanzada, especialmente al punto en el que el esófago ha generado una contracción (estrechamiento), tienen un pronóstico más pobre.

Si a causa de la esofagitis se ha estrechado el esófago de tu mascota, será necesario aliviar la situación con un procedimiento para dilatar el área afectada.

Esto se logra comúnmente al estirar la contracción con un catéter con balón, el cual es un tubo que se coloca en el esófago y luego se lleva hacia el lugar del estrechamiento. La punta del catéter se infla como un balón, lo que estira el esófago y alivia la contracción. El procedimiento debe ser realizado únicamente por un veterinario que haya sido capacitado para usar esta técnica.

Se cree que otros métodos para tratar la contracción esofágica, como la cirugía, son menos exitosos que la dilatación con balón.

Esta técnica no puede regresar el esófago de tu mascota a su estado normal, pero puede hacer que vuelva a ser funcional. Algunos pacientes sólo necesitan someterse al procedimiento una o dos veces, mientras que otros necesitan repetidas dilataciones.

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