- El sobrecalentamiento conduce a un golpe de calor. Cuanto más se sobrecaliente tu perro, más pesado jadeará. Algunas otras señales de sobrecalentamiento incluyen sed excesiva, temperatura del cuerpo elevada, ojos vidriosos, lengua o encías brillantes o de color rojo oscuro, e incremento del pulso y latido del corazón.
Si la temperatura corporal de tu perro llega a 109°F o más alto, el resultado es un golpe de calor. Las células del cuerpo comienzan a morir rápidamente. El cerebro se inflama, causando convulsiones. La falta de suministro de sangre al tracto gastrointestinal, causa ulceras. La deshidratación conduce al daño irreversible del riñón. Y todos estos sucesos graves ocurren en cuestión de minutos.
Es importante que los dueños de la mascota tomen todas las precauciones, para evitar su sobrecalentamiento. Cuando un perro está manifestando síntomas de golpe de calor, a menudo es demasiado tarde para salvarlo.
- Predisposición de la raza. Las razas braquiocefálicas, perros con caras cortas y "aplastadas" (e.g., Pugs, Boston Terriers, Bóxer, y Bulldogs) tienden a jadear mucho, porque muchas de ellas tienen dificultad para respirar de por vida. Debido a los retos que sufren estos perros con sus vías respiratorias superiores, a menudo no jadean eficientemente y están en un riesgo significativamente mayor de tener un golpe de calor. Es importante tomar precauciones si tu "braqui" tiene que viajar en avión o incluso en un automóvil. Una mascota braquiocefálica tendrá más dificultad que otras mascotas, para estar en un vehículo caliente.
Si tienes un “braqui”, es importante estar familiarizado con sus patrones de respiración normal, así podrás tomar una acción rápida si el patrón cambia. “Normal” para tu mascota no es igual que para los perros con hocicos largos. Si notas un aumento, amplificación o algún otro cambio en los sonidos respiratorios de tu mascota, es importante tomar nota de este.
- Dolor. Si tu perro siente malestar o está lidiando con una condición dolorosa, el jadeo pesado o frecuente puede ser una de las primeras señales de problemas. Si tu perro está jadeando por ninguna razón perceptible o en períodos irregulares; por ejemplo, en la noche cuando esta descansado normalmente, puedes concertar una cita con tu veterinario.
Ten presente que tu compañero canino no puede decirte que esta lastimado, así que depende de ti el darte cuenta de los cambios en su comportamiento que den señal de que podría tener dolor.
- Enfermedades del corazón y los pulmones. Uno de los síntomas de una condición cardíaca tal como la cardiomiopatía dilatada canina, es el jadeo excesivo. Otras señales incluyen, renuencia o disminución de la capacidad para hacer ejercicio, cansarse rápidamente, incremento de la respiración, y toser. También, puede haber episodios repentinos de debilidad o desmayo. Algunos perros con enfermedad cardíaca tienen abdómenes dilatados y respiración pesada debido a la acumulación de líquido.
Un corazón enfermo no puede bombear eficientemente la sangre alrededor del cuerpo, así que los tejidos se privan de oxígeno. El cuerpo de tu perro aumentará su índice de respiración para intentar compensar la carencia de oxígeno, y el resultado será el jadeo.
Dado que la capacidad del corazón para bombear disminuye, la presión arterial en las venas detrás del corazón puede aumentar. La congestión de los pulmones y la acumulación de líquidos, es común, y cuando los pulmones ya no pueden transferir más el oxígeno a la circulación sanguínea, la privación del oxígeno hace que el perro respire más rápidamente y con mayor fuerza. El resultado es el jadeo excesivo.
- El Síndrome de Cushing. Un perro con el Síndrome de Cushing, o el hiperadrenocorticismo, tiene glándulas suprarrenales que están soltando demasiado cortisol. El cortisol, es una hormona diversa que en cantidades excesivas puede crear un amplio rango de síntomas, uno de los primeros es un incremento del jadeo.
Otros síntomas incluyen, incremento de la sed y orina, aumento del peso (a menudo a pesar de una reducción en calorías), adelgazamiento de la piel y un cambio en el color de la piel, de rosado a gris o aún a negro, contusión, pérdida de pelo, e irritabilidad o inquietud.
- Anemia. Cuando un perro tiene un volumen de glóbulos rojos anormalmente bajo e insuficiencia de hemoglobina para llevar el oxígeno a los tejidos del cuerpo, él experimenta inanición de oxígeno. Como en el caso de la enfermedad del corazón y pulmón, una de las señales de inanición del oxígeno es el jadeo.
Otros síntomas de la anemia incluyen la debilidad, el letargo, la intolerancia al ejercicio, un ritmo cardíaco elevado, membranas mucosas pálidas (que usualmente se nota en la boca - las encías y/o la lengua se torna del color rosa pálido al blanco), la confusión mental, pérdida de apetito, respiración rápida, y el colapso. Si el animal está pasando una gran cantidad de sangre digerida desde el tracto gastrointestinal, habrá también heces negras alquitranadas.
- Parálisis laríngea. Éste es un desorden en el cual fallan los músculos y el cartílago que abren y cierran la laringe. Cuando un perro con esta condición inhala, los cartílagos laríngeos no se abren correctamente, haciendo difícil la respiración. El resultado es un flujo de aire restringido y jadeo ruidoso y áspero.
- Ansiedad, estrés, miedo y fobias. Los perros que están ansiosos, estresados, o tienen fobias al ruido, a menudo jadean. Esto se considera “jadeo conductual” y generalmente hay otras señales de malestar; por ejemplo, un bostezo repetitivo, caminar de un lado a otro, lloriquear o gemir, lamerse el labio, temblar, ocultarse, y en casos extremos, pérdida de control de la vejiga o del intestino.
Las reacciones de corto plazo a eventos desconocidos o estresantes, permite a tu perro prepararse para luchar o para tomar vuelo si es necesario; y es completamente normal. Sin embargo, una respuesta de temor crónico y prolongado puede causar desórdenes físicos y emocionales, que pueden potencialmente acortar la vida de tu perro y afectar negativamente su calidad de vida.
Si notas un jadeo anormal en tu perro, aunque de otra manera parezca estar bien, es importante hacer una cita con tu veterinario. Como sucede con todas las condiciones de salud, en caso de ser necesario, cuanto más pronto se diagnostique y se trate el problema, mejor será el resultado para tu compañero de cuatro patas.