Según los investigadores de los Estados Unidos, Australia y Suiza, en cuestión de la supervivencia, el tamaño de los animales sí importa; en el caso de los que se encuentran en la “zona Ricitos de Oro”—que no son muy grandes, ni muy pequeñas, sino más bien del tamaño justo—tienen mayor ventaja.
El análisis de más de 27 600 especies (las que fueron evaluadas en la Lista Roja de la Unión Internacional Para la Conservación de la Naturaleza o IUCN), “la probabilidad de encontrarse en peligro de extinción fue positiva y estuvo significativamente relacionada con la masa corporal de las aves, peces cartilaginosos, [tales como los tiburones y rayas], y mamíferos”, dijeron los investigadores.1
Los animales que estaban en ambos extremos del espectro del tamaño fueron los que tuvieron un mayor peligro de extinción, ya que el punto de equilibrio era de 0.035 kilogramos. Cuanto mayor o menor era la masa corporal, más se incrementaba el riesgo de extinción, aunque por diferentes razones.
En un comunicado de prensa, la Universidad Estatal de Oregón (OSU, por sus siglas en inglés) indicó que la muerte ocasionada directamente por los seres humanos--a través de la pesca regulada y no regulada, caza de carne para consumo, uso de partes corporales para la medicina o debido a la captura incidental no intencional--fue la mayor amenaza para los animales de mayor tamaño. El autor principal William Ripple, un distinguido profesor de ecología en la OSU, dijo:2
“Muchas de las especies más grandes son asesinadas y consumidas por los seres humanos, y aproximadamente el 90 % de todas las especies amenazadas que pesan más de 2.2 libras (1 kilogramo) está en riesgo por la captura.”
Entre los animales pequeños, los que pesaban menos de 1.2 onzas (35 gramos), tal como la colibrí ventrizafiro, gecko gris y murciélago de hocico de cerdo, tenían un mayor riesgo, en este caso, por lo general, debido a la pérdida o modificación de su hábitat—en especial, la que estaba relacionada con la contaminación, agricultura y explotación forestal.
Los Grandes Herbívoros Están en Riesgo de Extinción
En consonancia con los descubrimientos presentados en el estudio, en 2015 un estudio de IUCN reveló que 44 de los 74 herbívoros terrestres más grandes (que es alrededor del 60 %) estuvieron en peligro de extinción (incluyendo 12 de ellos estaban en peligro crítico de extinción o extintos en la naturaleza). Además, aproximadamente el 58 % de estos animales tenía una creciente disminución de su población.3
Se estima que más del 70 % de las grandes especies de herbívoros son cazados por su carne, mientras que alrededor del 30 % son cazados para obtener partes corporales. Muchos no saben que un billón de personas alrededor del mundo depende de la carne silvestre para alimentarse, y los investigadores sugirieron que la disponibilidad de esta fuente alimenticia disminuirá hasta en un 80 % para 2050.4
Thomas Newsome, de la Universidad de Deakin y la Universidad de Sídney en Australia y coautor del estudio presentado, explicó que:5
“En el caso de los animales de gran tamaño, existe una necesidad urgente de que los seres humanos reduzcan el consumo de las especies sensibles a la captura, para disminuir los efectos negativos de la caza, pesca y captura con trampas... pero, finalmente, esto reducirá la tasa de crecimiento de la población humana, lo que será un factor crucial a largo plazo para eliminar los riesgos de extinción de muchas especies.”
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Los Peces Gigantes, Anfibios, Aves y Reptiles También Están en Riesgo
El estudio presentado señala la necesidad de proteger no solo a los animales emblemáticos, tales como los elefantes y rinocerontes, sino también a los grandes peces, anfibios y reptiles, incluyendo al tiburón ballena, esturión del Atlántico, avestruz Somalí, salamandra gigante China y dragón de Komodo.6
Por ejemplo, el avestruz Somalí es una enorme ave que no vuela, del Noreste de África. Está clasificada como una especie vulnerable, y su población ha disminuido debido a la caza para obtener sus plumas y como alimento, recolección de huevos, al igual que por la pérdida y degradación de su hábitat.7
La salamandra gigante China se encuentra en peligro crítico de extinción (el último peldaño antes de la extinción), ya que su población ha disminuido un 80 % en las últimas tres generaciones. Con una longitud de casi cuatro pies y un peso de hasta 66 libras en los adultos, esta criatura es la especie viva más grande de anfibios8 y vive en arroyos y lagos de montaña. De acuerdo con la IUCN:9
“La sobreexplotación comercial de esta especie para consumo humano es su principal amenaza. También, ha sufrido la destrucción de su hábitat (por ejemplo, por la construcción de presas) y la degradación de su hábitat (por ejemplo, debido a la contaminación del agua, ocasionada por las minas). Se cree que, aunque existe la crianza comercial de esta especie, la gran mayoría de las salamandras gigantes Chinas que son comercializadas provienen de la naturaleza.”
El esturión del atlántico, que podría llegar a tener 14 pies de largo, también está en peligro crítico de extinción. Especialmente, esto es trágico, debido a que esta especie es uno de los animales que han sobrevivido por más tiempo, ya que es anterior a los pterodáctilos, plantas con flores y tiranosaurios.10 Esta especie depende tanto del agua salada para vivir, como del agua dulce para reproducirse, y podría vivir hasta los 60 años de edad.
"Más del 90 % de su población ha disminuido en los últimos 75 años", señaló IUCN, "principalmente debido a la pérdida de su hábitat, junto con la contaminación y explotación [incluyendo a su captura incidental]".11
Los Animales Más Pequeños Están en Mayor Riesgo
Los animales más grandes son propensos a obtener más atención (y protección) que las pequeñas criaturas, pero estas últimas se encuentran en grave peligro de extinción de forma similar, en especial, las que viven en un hábitat de agua dulce. Aunque, por lo general, son demasiado pequeñas para ser explotadas por los humanos a través de la caza, la pérdida de su hábitat es un problema significativo, incluyendo su uso como áreas de alojamiento para humanos o cafetales.
Por ejemplo, la Afrixalus clarkei, mide tan solo 20 a 23 milímetros (mm) y es nativa de Etiopía. Únicamente vive en dos lugares conocidos, los cuales se encuentran amenazados, y la especie está en peligro de extinción, según IUCN.
Este tipo de rana vive en los bosques tropicales y los límites de los bosques, y requiere fuentes de agua dulce y cuerpos pantanosos para su reproducción. "Su principal amenaza es la pérdida constante de su hábitat debido a la tala selectiva, asentamientos humanos e invasión agrícola en pequeña y gran escala (incluyendo a las plantaciones de café)", informó la IUCN.12
El Cryptotora thamicola, nativo de Tailandia, también es una especie vulnerable, el cual tan solo mide 2.8 centímetros (cm) de largo. Estos peces son ciegos, no tienen ojos visibles y son capaces de subir rocas resbaladizas gracias a su condición pélvica única, que es similar a la que tienen los animales terrestres.13 Se estima que quedan menos de 2 000 ejemplares, y la especie es muy sensible a la contaminación, cambios en la calidad del agua y otras perturbaciones, incluyendo la actividad turística.14
Además, en el estudio se menciona al colibrí ventrizafiro, que se encuentra en peligro crítico de extinción. Esta pequeña ave, que tan solo mide 9 cm, es originaria de Colombia, pero debido a la pérdida de su hábitat, su población ha disminuido desde mediados de los años 70.
Se cree que solo quedan 50 a 249 ejemplares adultos silvestres, y que su población "ha disminuido rápidamente debido a la contaminación y la destrucción/deterioro de los manglares".15
Con tanta variedad de especies en peligro de extinción, es evidente que será necesario aplicar diferentes estrategias de conservación, en función de las amenazas particulares de cada especie--y estas estrategias deben ser implementadas lo antes posible.
Si esta tendencia continúa, los ecosistemas tal como los conocemos podrían cambiar para siempre, ya que las especies más grandes y pequeñas que se encuentran entre nosotros continúan muriendo. Los investigadores señalaron que:16
“[La] actividad humana parece estar lista para cortar tanto la cabeza como la cola de la vida en función de la distribución del tamaño... Esta compresión de la vida en función de la distribución del tamaño en los vertebrados, no solo representa un cambio radical en la arquitectura viva de nuestro planeta, sino que es como precipitar cambios trascendentales en el funcionamiento de la ecología.”