Recientemente, encontré un artículo en una publicación veterinaria convencional sobre el uso de nutracéuticos relajantes en clínicas veterinarias libres de miedo. La autora del artículo, la Dra. Julie Reck, veterinaria cuya clínica cuenta con una certificación libre de miedo, escribió:
"No estaba segura si debía incluirlos ['relajantes' nutracéuticos] en mis recomendaciones diarias para los clientes. Así que, me dispuse a buscar lo que 'sabía' que funcionaría, como trazodone y gabapentin. Conforme adquirí más experiencia en prácticas libres de miedo, empecé a toparme con diversas situaciones en las que los productos farmacéuticos no satisfacían todas las necesidades de mis pacientes".
Reck admite que antes de implementar una práctica libre de miedo, no tenía ninguna experiencia y era escéptica sobre los remedios complementarios de venta libre. Lo curioso es que, el proceso para obtener la certificación libre de miedo parece haberla vuelto más flexible para informarse sobre el potencial de los remedios que no son tóxicos, para disminuir la sensación de miedo, ansiedad y estrés (FAS) en sus pacientes.
Considero que este es una señal alentadora, porque en este momento, casi todos los veterinarios de los Estados Unidos se encuentran al menos familiarizados con el término "libre de miedo". De hecho, en los últimos años, los términos: libre de miedo y de bajo estrés se han convertido en algo común en la comunidad veterinaria, conforme cada vez más veterinarios se percatan de que no debe considerarse "normal" que los perros y gatos estén aterrorizados y estresados cuando acuden con el veterinario.
Como profesión, los veterinarios han empezado a comprender que el estado emocional de sus pacientes es tan importante como su salud física, incluso durante las visitas veterinarias.
Con suerte, como en el caso de Reck, el movimiento libre de miedo impulsará a que cada vez más veterinarios investiguen la gran cantidad de alternativas disponibles que no son tóxicas y que no nos enseñaron en la clase de farmacología de la facultad de veterinaria.
Un paso en la dirección correcta: uso de nutracéuticos antes que medicamentos
El dilema inicial de Reck consistió en tratar nuevos pacientes propensos a FAS, cuyos dueños buscaron acudir a su clínica porque contaba con la certificación libre de miedo. Como no tenía una relación previa con estos pacientes, no podía prescribir legalmente productos farmacéuticos tradicionales para relajarlos antes de su primera visita.
"A menudo es útil sugerir un suplemento relajante de venta libre para la consulta inicial y comenzar el proceso para disminuir la sensación de miedo, ansiedad y estrés (FAS) relacionada con las visitas veterinarias", indicó.
Una vez que Reck conoce y examina a la mascota, si aún presenta altos niveles de FAS, puede recetar legalmente los medicamentos. Está por demás decir que este no sería mi enfoque. Probaría diversos nutracéuticos, hierbas, otras técnicas relajantes y dejaría los medicamentos como último recurso.
Sin embargo, reconozco que la mayoría de los veterinarios siguen el modelo de la medicina occidental porque eso es lo que enseñan en las facultades de veterinaria y, a diferencia de los médicos holísticos e integrativos, los veterinarios convencionales no se han esforzado por aprender sobre las modalidades complementarias de curación.
La buena noticia es que cada vez más facultades de veterinaria alrededor del mundo ofrecen cursos optativos en medicina integrativa, porque los estudiantes solicitan una capacitación más diversificada.
Publicidad
![Clic aquí para aprende más]()
![Clic aquí para aprende más]()
Los nutracéuticos tienen un rol crucial en los protocolos de curación que no son tóxicos
Aunque es evidente que Reck prefiere el uso de medicamentos, admite que "algunos dueños de mascotas se sienten más cómodos al emplear la opción más suave y natural como tratamiento de primera línea". Para estos clientes, primero comienza con un nutracéutico y luego, si en una visita de seguimiento, la mascota sigue mostrando señales de miedo y ansiedad, Reck recomienda un medicamento o medicamentos.
Han pasado dos años desde que la clínica de Reck obtuvo la certificación libre de miedo y continúa utilizando nutracéuticos, pero solo de forma limitada. Al parecer los usa principalmente con pacientes nuevos y para "comenzar el proceso para abordar el FAS de manera gradual y progresiva", lo cual sugiere que probablemente considere a los nutracéuticos como el primer paso antes de saltar hacia los medicamentos.
"Los nutracéuticos son una herramienta eficaz para generar confianza con los dueños y forjar una relación duradera que se centre en la salud emocional y bienestar de la mascota", expresó Reck.
Si es un visitante regular de nuestra página de Mercola Healthy Pets, sabrá que, en mi opinión, los nutracéuticos eficaces y otras modalidades de curación que no son tóxicas casi siempre son mi primera opción. En mi experiencia, muchos trastornos en las mascotas, incluyendo el miedo, ansiedad y estrés, responden igual o mejor a las intervenciones naturales sin efectos secundarios.
Siempre que sea posible, mi objetivo es ayudar a los pacientes a mantenerse saludables o curarse sin recurrir a sustancias o tratamientos que puedan ocasionarles otros problemas en el futuro.
10 estrategias para acudir al veterinario sin miedo
Hay muchas cosas que las clínicas veterinarias y dueños de mascotas pueden implementar aparte de suministrar nutracéuticos o medicamentos para ayudar a los perros y gatos a sentirse menos estresados durante las citas veterinarias.
Las siguientes 10 recomendaciones de la Dra. Marty Becker (Fear Free: Taking the Pet Out of Petrified) fueron creadas para veterinarios y su personal, por lo que las he editado un poco para que también sean útiles para los dueños de mascotas.
Asimismo, las he perfeccionado de forma adecuada para reflejar mi propio enfoque de disminuir el miedo y ansiedad en las mascotas (que casi nunca involucra medicamentos o sustancias químicas).
1. Acude a consulta veterinaria con una mascota tranquila — Esto involucra asegurarte de que tu perro o gato haya recibido entrenamiento con jaula (o que esté condicionado a traer puesto un arnés de asiento para el automóvil) y que se sienta cómodo durante los viajes en automóvil. Para mantener a tu mascota relajada durante los días de citas con el veterinario, puedes emplear feromonas, Adaptil para perros o Feliway para gatos, nutracéuticos relajantes y cubiertas en jaulas transportadoras.
Los productos que utilizo, siempre junto con modificaciones de conducta, incluyen el acónito homeopático o Hyland's Calms Forte, Bach Rescue Remedy o una combinación de Spirit Essences para el miedo o estrés. Los nutracéuticos y hierbas relajantes que me han sido de utilidad incluyen la albahaca sagrada (Tulsi), valeriana, l-teanina, rodiola, ashwagandha, GABA, 5-HTP y manzanilla.
Como defensor de tu mascota, también es importante que mantengas la calma. Si te funciona, puedes reproducir música relajante en el trascurso del camino a la cita veterinaria.
2. Limita el consumo de alimentos antes de acudir con el veterinario — En especial, si tu cita es alrededor de la hora de los alimentos de tu mascota, puedes proporcionarle una cantidad menor de alimentos o no alimentarlo hasta que regrese a casa (si puedes hacerlo sin causarle problemas). Si tu perro o gato tiene un poco de hambre durante su cita, estará más dispuesto a responder a los premios que le ofrezca el personal veterinario. También, podrías llevar una pequeña cantidad de sus premios favoritos a la cita.
3. Minimiza el tiempo que pasas en la recepción de la clínica veterinaria — El área principal de la recepción o sala de espera de muchas clínicas veterinarias puede ser un factor desencadenante para las mascotas miedosas, debido a los olores, sonidos y presencia de otros animales y personas desconocidas.
Si no puedes llevar a tu mascota directamente a la sala de revisión después de hacer su registro, infórmale a la recepcionista que esperarás con tu mascota en tu automóvil hasta que haya disponible una sala de revisión. Si tu veterinario siempre llega tarde, llama con anticipación y pregúntale si llegará a tiempo. Si llega tarde, programa tu llegada para pasar la menor cantidad de tiempo en espera.
4. Elije una clínica veterinaria con salas de revisión específicas para cada especie — Si la clínica veterinaria a la que acudes no cuenta con salas de revisión separadas para perros y gatos, podrías considerar encontrar alguna que si las tenga. Lo ideal es que en las salas de revisión se utilice feromonas específicas para cada especie, junto con música relajante, coberturas en las paredes y ajustes de temperatura específicos para gatos o perros.
5. Crea una sensación de relajación en la sala de revisión — Hay una gran cantidad de medidas que tu veterinario y personal de la clínica pueden implementar para disminuir el estrés de tu mascota, incluyendo:
Estar en la sala de revisión antes de que llegues con tu mascota | Hablar en voz baja y hacer movimientos lentos |
Retirar la parte superior de la jaula transportadora de tu gato (o abrir la bolsa transportadora) y proporcionarle una toalla para que se esconda mientras se acostumbra a la habitación | Permitir que el perro olfatee los instrumentos antes de utilizarlos |
Evitar el contacto directo con tu mascota y esperar a que inicie la interacción | Suministrar un tratamiento tópico para el dolor antes de tocar un área del cuerpo de tu mascota que presente dolor |
Lanzar premios cerca de tu mascota, en vez de proporcionarlos en sus manos | Contar con superficies antideslizantes en la mesa de revisión y piso, si el veterinario examina al paciente en el suelo |
6. Siempre que sea posible, debe examinarse al paciente donde le resulte más cómodo — Las mesas de revisión tienden a generarles ansiedad a muchas mascotas (esa es la razón por la que se necesitan superficies antideslizantes, para ayudar a disminuir la sensación de estrés). Cuando sea posible, un perro o gato temeroso debe ser examinado en el piso (los pisos resbaladizos deben estar cubiertos con un tapete antideslizante), en el regazo del dueño de la mascota, o en el caso de los gatitos, en la jaula transportadora.
7. Trabaja con tu mascota para determinar el mejor método de "postura de cumplimiento" — La postura de cumplimiento significa simplemente la forma de sujetar o controlar a tu mascota que le resulte más cómoda, al tiempo que le permite al veterinario realizar los procedimientos necesarios. Una vez que tu veterinario sepa lo que funciona mejor en tu mascota, debe anotarlo en el registro del paciente, junto con el lugar en el que prefiere que lo examinen y cualquier otra información que ayude a disminuir su estrés.
8. Ayuda a que las inyecciones sean menos dolorosas — Originalmente, esto fue escrito como "ayuda a que las vacunas sean menos dolorosas" porque por desgracia, en muchas clínicas veterinarias, las vacunas aún se administran sin verificar si las mascotas han sido o no inmunizadas previamente. Esa no es la forma en que practico la medicina veterinaria, como ya sabrán mis visitantes regulares.
Una vez que los animales obtienen inmunidad protectora contra las vacunas básicas, rara vez necesitan "vacunas de refuerzo" adicionales y administrar más vacunas realmente no refuerza nada (ni brinda "más inmunidad"), excepto la posibilidad de generar reacciones autoinmunológicas.
Una simple prueba de titulación podría indicar si tu mascota se encuentra protegida o desprotegida de enfermedades que podrían poner en peligro su vida, lo cual es altamente improbable si ha recibido una serie de vacunas para cachorros o gatitos en su vida.
Dicho lo anterior, en mi opinión, debemos hacer que todas las inyecciones (especialmente los microchips, si tu mascota debe recibir alguna), extracciones de sangre (incluyendo las pruebas de titulación de anticuerpos) y otros procedimientos potencialmente dolorosos sean tan cómodos para nuestros pacientes, dentro de lo posible. Esto se puede lograr al utilizar agujas más pequeñas, anestésicos tópicos, distraer a las mascotas con premios y elogios, y otras técnicas.
9. Debe sedarse a una mascota según sea necesario — La sedación no necesariamente es algo malo, o una opción de último recurso. En ciertos casos, es lo más humano que podemos hacer para controlar el miedo y estrés de una mascota. Algunos pobres perritos, y especialmente los gatos, están tan traumatizados por las visitas al veterinario que se benefician de la sedación.
Por ejemplo, los gatos muy agresivos pueden controlarse mejor al inhalar gas de sevoflurano (similar al "gas de risa" empleado en pacientes dentales muy estresados) para disminuir la sensación de ansiedad. Soy una gran creyente de que los sedantes inyectables podrían evitarse fácilmente en todos los procedimientos, que de lo contrario, provocarían una respuesta de pánico en una mascota, la más común es durante el corte de uñas y limpieza profunda de las orejas.
10. Mantén el bienestar emocional y físico de la mascota — Es importante que, como defensor de tu mascota, al igual que el personal veterinario, primero se centren en el bienestar emocional de tu perro o gato. Solo después de que tu mascota se encuentre relajada (o de que un sedante haya surtido efecto) debes intentar realizarse el examen o procedimiento.
El hecho de que nuestros compañeros animales no puedan decirnos que se sienten ansiosos o asustados no significa que no lo estén, por lo que es de suma importancia que tanto los dueños como el personal veterinario tomen medidas para lograr que las mascotas estén lo más relajadas y cómodas posible, antes y durante las visitas veterinarias.