Últimamente, he notado que la industria de alimentos procesados tiene demasiadas discusiones acerca de lo que denominan humanización en los alimentos para mascotas.
Por un lado, admiten que ha sido beneficioso para su industria. Después de todo, cuando las personas consideran a sus mascotas como miembros de la familia (llamándolos niños peludos, bebés peludos, etc.), es mucho más sencillo manipular todas las emociones humanas a través de campañas publicitarias para vender productos.
Pero existe una gran preocupación de que haya una desventaja en todo este movimiento de humanización que han creado tan efusivamente. En pocas palabras, les preocupa que su comercialización haya colapsado tanto que los consumidores ya no confíen en la supuesta ciencia detrás de sus productos.
La realidad, a mi parecer, es que innumerables personas aprendieron que sin importar lo que se muestra en un paquete de comida, así como en la etiqueta, la publicidad televisiva o la supuesta ciencia, los medicamentos para la eutanasia todavía se encuentran en los alimentos de calidad. Y de algún modo, los niveles tóxicos de vitamina D continúan siendo incluidos en las alimentaciones "recetadas" para mascotas. Y así sucesivamente.
En mi opinión, la industria de alimentos procesados se encuentra repleta de problemas totalmente ajenos a si las personas consideran a sus mascotas como pequeños humanos o no.
Los "hechos científicos" detrás de los alimentos procesados
Recientemente, encontré un blog sobre la industria alimentaria para mascotas titulado como: “When humanization in pet food goes too far”. En donde el autor analiza “la ciencia frente a la comercialización en el desarrollo de productos alimenticios para mascotas y el peligro de dejar que esto impulse el desarrollo a costa de unos hechos científicos sobre los requerimientos nutricionales de las mascotas”.
El autor claramente identifica las técnicas de comercialización de la industria como un problema, pero tengo que aclarar los "hechos científicos" a los que hace referencia.
A mi parecer, las compañías de alimentos que realmente se interesan en promover los hechos científicos sobre los requerimientos nutricionales de las mascotas no financiarían la investigación científica diseñada para conocer los ingredientes biológicamente inapropiados que las mascotas pueden tolerar antes de enfermarse.
Este es un ejemplo de una investigación de alimentos con "hechos científicos" de un informe publicado con el título "Cats and Carbohydrates: The Carnivore Fantasy?" En el cual, los investigadores veterinarios sugieren que los gatos no son carnívoros. Cabe destacar que uno de los investigadores es profesor de la cátedra patrocinada por Royal Canin Veterinary Diets sobre nutrición clínica canina y felina en el Colegio de Veterinarios de Ontario.
De acuerdo con un artículo de la industria alimentaria para mascotas que analiza el siguiente informe:
"Una vez que los gatos logran digerir los carbohidratos, no pueden utilizar los productos finales como lo hacen los perros, como la glucosa. Los científicos descubrieron que, con el consumo de azúcar simple o monosacárido, la glucosa demoraba el doble en los gatos que en los perros.
Los gatos no tienen la capacidad de alterar su consumo de carbohidratos digeridos según la cantidad incluida en su alimentación, la cual es una función llevada a cabo correctamente por los perros.
Sin embargo, los autores de la revisión señalaron que la investigación es inconclusa acerca de la cantidad de azúcar necesaria para alcanzar la máxima absorción en los intestinos felinos. Lo que significa que los científicos no conocen si la concentración de carbohidratos en los alimentos felinos se encuentra por encima o por debajo de los limites utilizados por el sistema digestivo de los gatos.
Un estudio pasado, realizado en 1977, encontró que los gatos podían digerir del 40 al 100 % del almidón proveniente de los alimentos para gatos, dependiendo de la fuente de carbohidratos”.
Este es un ejemplo perfecto de cuán enfocados están los productores de alimentos procesados en cuanto a la cantidad de ingredientes biológicamente inapropiados que las mascotas pueden tolerar.
Cualquier persona interesada en la salud, longevidad y vitalidad a largo plazo de las mascotas debe enfocarse en los efectos metabólicos generales de los alimentos y ofrecer diferentes nutrientes alimenticios para que sus cuerpos hagan el mejor uso de ellos, en lugarde concentrarse en la cantidad y tipo de ingredientes inapropiados que pueden tolerar.
¿La investigación imparcial sobre los requisitos nutricionales no debería observar los hechos científicosde los alimentos ancestrales para las mascotas?
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Los perros y los gatos no deberían considerarse como pequeñas personas.
El autor del blog también considera que este tipo de industria necesita "informar de mejor manera a los consumidores sobre los alimentos y la nutrición de sus mascotas". Pero, es posible que la industria quiera ignorar esto.
Parecería que esta enseñanza, si se proporcionara por estas industrias, en algún momento las obligaría a explicar la razón por la cual ignoran los alimentos ancestrales en favor de ingredientes biológicamente inapropiados manipulados por razones aparentes, entre las cuales podemos encontrar:
- Para crear fórmulas que no causen enfermedades inmediatas en mascotas, pero que podrían causar problemas de salud a largo plazo
- Para mejorar sus resultados
- Para comercializar sus productos por medio de las emociones de las personas que tienden a "humanizar" a sus mascotas
El hecho es que, para vender sus productos, las industrias de alimentos procesados utilizan y abusan activamente de la tendencia de las personas de considerar a sus mascotas como humanos.
"Los perros y gatos no deben considerarse como personas pequeñas", redacta el autor del blog. Porque no lo son, y si la industria de alimentos creará alimentos adecuados para ellos en función de sus necesidades biológicas, sería mucho más sencillo convencer a las personas que las mascotas pertenecen a especies diferentes, las cuales requieren de una nutrición adecuada para cada especie.
Los hechos científicos que la industria de alimentos para mascotas continúa ignorando
No existe un "hecho científico" más asertivo acerca de los requisitos nutricionales de las mascotas" que la simple observación de cómo se alimentan en las mejores situaciones cuando existe una amplia variedad de fuentes alimenticias para elegir.
La composición genética y el funcionamiento interno de los gatos y perros domésticos continúan siendo similares a aquellos de sus ancestros carnívoros. No pueden mover la mandíbula de un lado al otro, únicamente de arriba hacia abajo, porque los carnívoros someten a su presa, la destrozan con sus dientes afilados, y la tragan sin masticar.
Los mamíferos omnívoros (como los humanos) cuentan con dientes afilados y molares anchos y planos diseñados para masticar. Los animales herbívoros cuentan con la boca llena de molares anchos y planos diseñados para masticar demasiadas veces. De hecho, los rumiantes como las vacas mastican su comida dos veces.
Todos los carnívoros cuentan con tractos digestivos muy cortos en comparación con los omnívoros y herbívoros. Esto se debe a que la naturaleza diseñó a los carnívoros para sobrevivir con el consumo de alimentos muy contaminados con patógenos. Los perros y gatos salvajes no eliminan el colon u otras partes del cuerpo repletas de bacterias de sus presas antes de consumirlas.
Sus tractos digestivos se encuentran diseñados para que los alimentos entren y salgan muy rápidamente para limitar la exposición a patógenos. El sistema digestivo de un carnívoro no se encuentra diseñado para fermentar los alimentos como los tractos gastrointestinales (GI) de los animales herbívoros.
La alimentación ancestral de un carnívoro incluye mucha variedad y variabilidad estacional porque ciertas presas se encuentran disponibles únicamente en ciertas épocas del año. Los perros y gatos salvajes prosperan con el consumo de alimentos frescos y vivos.
Los alimentos son densos en humedad (las presas cuentan con un 70 % de agua), moderados en grasa y tienen un alto contenido de proteínas y minerales Por supuesto, los macronutrientes deben estar balanceados con micro minerales para crear una alimentación nutricionalmente adecuada, pero la base de este tipo de alimentación es carne fresca y magra, grasas saludables y alimentos ricos en fibra (vegetales).
No existen presas con obesidad en la naturaleza, por lo que los perros y los gatos sobreviven adecuadamente con alimentos que contengan cantidades moderadas de grasa animal de buena calidad y un porcentaje muy bajo de carbohidratos. Los únicos carbohidratos que consumen los gatos salvajes son aquellos que se encuentran de forma natural en los tractos gastrointestinales de sus presas, además del ocasional consumo de hierba que proporciona fibra y enzimas adicionales.
Como conclusión para el blog y la industria de alimentos para mascotas, las mascotas eligen alimentos con menos del 12 % de carbohidratos. ¿Has calculado la cantidad de carbohidratos inútiles en los alimentos procesados? La mayoría de los alimentos para mascotas contienen cerca de 30 % al 60 % de carbohidratos, también conocidos como almidón o azúcar. Los carbohidratos inútiles (rellenos) son metabólicamente estresantes y desplazan a los aminoácidos que conducen a la obesidad, la cardiomiopatía dilatada (DCM), y diabetes.
Las mascotas se desarrollan adecuadamente con alimentos frescos (es decir, con alimentos con una vida útil de 8 horas). Los veterinarios tradicionales se comportan como médicos anticuados al tratar de convencer a las personas que los alimentos altamente procesados para mascotas son la mejor opción.
Simplemente es difícil explicar cómo los ingredientes (incluyendo el abastecimiento) y los métodos de fabricación utilizados en la gran mayoría de los alimentos procesados disponibles en el mercado, así como el producto terminado, se relacionan con la biología animal o con la nutrición que han evolucionado para su consumo.
Desconozco los propósitos de la industria de alimentos procesados con su justificación de "necesitamos instruir al consumidor", pero supongo que no se trata de nada bueno. Las grandes compañías de alimentos para mascotas han demostrado que no son confiables, y como resultado, un número cada vez mayor de personas los han rechazado por completo.