Muchos veterinarios convencionales siguen recomendando utilizar preventivos químicos contra pulgas y garrapatas, a pesar de que existen alternativas no tóxicas. Esta opción es perjudicial para la salud de las mascotas. Por ejemplo, el fipronil, un insecticida que se encuentra en los productos Frontline, Sentry, Hartz y otros productos para pulgas y garrapatas, se ha clasificado como posible carcinógeno humano.
Los medicamentos contra pulgas y garrapatas para perros también son el veneno # 2 para los gatos según la Línea de ayuda de envenenamiento de mascotas (Pet Poison Helpline). De hecho, se han reportado eventos adversos neurológicos tanto en perros como en gatos tratados con productos para pulgas y garrapatas que contienen isoxazolina, un insecticida químico. Sin embargo, lo que cada vez es más evidente es que los riesgos de los productos no son solo para tu mascota.
El medioambiente también sufre las consecuencias por productos químicos para pulgas y garrapatas; los investigadores descubrieron que dichos químicos son omnipresentes en las vías fluviales, y tienen efectos desconocidos en el ecosistema.
Los productos antipulgas contaminan los ríos ingleses
Investigadores del Reino Unido comenzaron a estudiar el papel que desempeñan los productos veterinarios contra las pulgas en la contaminación de los ríos ingleses debido a su potencia y uso generalizado.
"El fipronil es uno de los productos antipulgas que más se utiliza y estudios recientes demostraron que se degrada a compuestos que son más tóxicos para la mayoría de los insectos que el propio fipronil", dijo la autora del estudio, Rosemary Perkins, de la Universidad de Sussex, para The Guardian. "Nuestros resultados son muy preocupantes".
Buscaron la presencia de fipronil, fipronil sulfona, sulfuro de fipronil (conocidos como fiproles) e imidacloprid en 20 ríos ingleses entre 2016 y 2018. La Agencia de Medio Ambiente recolectó muestras de agua durante la vigilancia química de rutina. El análisis demostró que las sustancias se habían extendido, y se detectaron en el siguiente porcentaje de muestras analizadas:
- Fipronil, 98.6 %
- Fipronil sulfona, 96.5 %
- Sulfuro de fipronil, 68.7 %
- Imidacloprid, 65.9 %
Otro dato importante es que los productos químicos se detectaron en niveles muy dañinos. Las concentraciones promedio de fipronil fueron 5.3 veces su límite de toxicidad crónica de 3.2 ng/l, mientras que las concentraciones de fipronil sulfona fueron 38.1 veces su límite de toxicidad de 0.17 ng/l. El imidacloprid también se encontró en niveles superiores a los límites de toxicidad en siete ríos.
El autor del estudio, Dave Goulson, de la Universidad de Sussex, explicó para The Guardian: “El problema es que estos químicos son muy potentes. Creemos que tendrán un impacto significativo en la vida de los insectos en los ríos”.
Debido a que los niveles más altos de sustancias químicas se detectaron aguas abajo de las plantas de tratamiento de agua, los investigadores creen que el uso urbano, incluyendo el baño de mascotas y los perros que nadan en los ríos, podrían ser la causa principal de la contaminación:
“Los sitios aguas debajo de las plantas de tratamiento de aguas residuales tenían los niveles más altos de fipronil e imidacloprid, lo que respalda la hipótesis de que podrían ingresar cantidades muy altas de productos veterinarios contra las pulgas a las vías fluviales a través de los desagües domésticos”.
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Cómo se extiende la contaminación ambiental
También se detectó fipronil e imidacloprid en la bahía de San Francisco de California. El Programa Regional de Monitoreo de la Calidad del Agua en la Bahía de San Francisco (RMP) considera que el fipronil es un contaminante emergente de preocupación moderada, y también se han detectado productos de degradación del químico en los sedimentos de la Bahía a niveles comparables a los umbrales de toxicidad.
El imidacloprid también se considera una sustancia química de preocupación moderada. La contaminación del agua con fipronil se relacionó con efectos tóxicos en las larvas de mosquitos de agua dulce. La sustancia química se ha detectado en las aguas residuales que entran y salen de ocho plantas de tratamiento de alcantarillado en la Bahía, y se descubrió que las instalaciones no eliminan niveles significativos de fipronil o compuestos relacionados.
De acuerdo con la investigadora Rebecca Sutton del San Francisco Estuary Institute, "Estos productos químicos se adhieren a nuestras manos cuando acariciamos a nuestras mascotas, a nuestra ropa y la ropa de cama de la mascota, por lo que cuando nos lavamos las manos o la ropa, todo esto se va por el desagüe".
De hecho, en un estudio en el que los voluntarios trataron a sus perros con un producto que contenía fipronil y luego los bañaron 2, 7 o 28 días después, se detectaron cantidades significativas de fipronil y fiprol en el agua que utilizaron con niveles que disminuyeron a medida que incrementó el tiempo desde la aplicación. Sin embargo, el fipronil era detectable 28 días después de la aplicación.
“Los resultados confirman una vía directa de pesticidas a las aguas residuales municipales a través del uso de productos tópicos en los perros y el posterior baño por parte de peluqueros profesionales o dueños de mascotas en el hogar”, escribieron los investigadores en Science of the Total Environment.
Los expertos piden detener el uso de los tratamientos químicos anuales antipulgas
La aplicación anual (o más) de productos químicos contra las pulgas a tu mascota podría poner en riesgo su salud y el medioambiente. Los expertos piden que se reevalúe este consejo obsoleto. Matt Shardlow de Buglife dijo para The Guardian:
“Han pasado tres años desde que destacamos por primera vez el riesgo para la vida silvestre de los tratamientos antipulgas y aun no se ha tomado ninguna medida reglamentaria. La contaminación masiva de todos los cuerpos de agua con fipronil es impactante y existe una necesidad urgente de que el gobierno prohíba el uso de fipronil e imidacloprid como tratamientos antipulgas”.
Por suerte, existen muchas opciones no tóxicas cuando se trata de mantener las plagas lejos de tus mascotas. Las alternativas que recomiendo son:
Un disuasivo de plagas natural y seguro |
Aceite de cedro (manufacturado especialmente para mascotas) |
Tierra de diatomeas natural y de uso tópico (evitar contacto con ojos, nariz y boca) |
Ajo fresco (1/4 de cucharadita de ajo recién picado por cada 15 libras de peso corporal) |
Ofrécele a tu mascota alimentos frescos, nutritivos y apropiados para su especie para reforzar las defensas de su sistema inmunológico |
Baña y cepilla a tu mascota con regularidad e inspecciónalo por completo para verificar la existencia de parásitos (si pasa mucho tiempo al aire libre, es importante revisar a tu mascota y a ti mismo en busca de garrapatas durante la temporada de garrapatas) |
Usa un peine para pulgas y garrapatas para exfoliar la piel de tu mascota mientras eliminas o expones los insectos (nada reemplaza la evaluación física de las garrapatas) |
Asegúrate de que el ambiente exterior e interior no sea atractivo para estos insectos |