En la actualidad, los problemas digestivos en los perros son muy comunes, lo cual es una de las razones por las que muchos dueños de mascotas buscan información y orientación sobre la mejor alimentación para sus compañeros caninos.
Aunque tradicionalmente, la mayoría de los veterinarios han confiado en los fabricantes de alimentos para mascotas para proporcionar información sobre las necesidades nutricionales de los animales de compañía, por suerte, ahora existen investigadores y científicos fuera de la industria de alimentos para mascotas que también realizan estudios sobre la salud intestinal, microbioma y el papel que desempeña la alimentación.
Un ejemplo es un estudio de realizado en 2019 publicado por investigadores veterinarios de la Universidad de Pensilvania que sugiere que algunos perros con enteropatía crónica (CE por sus siglas en inglés), una forma de enfermedad inflamatoria intestinal (IBD), experimentaron mejoría con un cambio en su alimentación que inducía cambios específicos en su microbioma.
El microbioma desempeña un papel muy importante en la salud intestinal
La enfermedad inflamatoria intestinal tanto en humanos como en mascotas aún no se comprende por completo; sin embargo, sabemos que las poblaciones de microorganismos que habitan los intestinos, conocidos como microbioma intestinal, son un factor crucial. Es usual que los alimentos que comemos y les proporcionamos a nuestros compañeros animales influyan en su microbioma.
En el estudio de Penn Vet, los investigadores analizaron la conexión entre una alimentación "terapéutica" específica proporcionada a 29 perros con CE, su microbioma y remisión de la enfermedad. Lo que descubrieron fue que, los 20 perros cuya enfermedad entró en remisión, exhibían características determinantes en su microbioma y productos metabólicos relacionados.
En particular, el microbioma de los perros que lograron una remisión tuvieron mayores niveles de metabolitos, conocidos como ácidos biliares secundarios, que se producen cuando ciertos microbios intestinales consumen bilis liberada por el hígado.
Uno de los microbios amigables que produce ácidos biliares secundarios es el Clostridium hiranonis, que tuvo mayor presencia en perros cuya enfermedad entró en remisión. Estos perros también tenían menor cantidad de bacterias patógenas como E. coli y Clostridium perfringens, después de comenzar su alimentación.
Los investigadores realizaron dos estudios adicionales para comprobar su hipótesis de lo que realmente desencadenaba la remisión.
"Esto nos permitió demostrar que los ácidos biliares secundarios y el C. hiranonis no solo son biomarcadores de remisión, sino que en realidad pueden influir en el cambio", indicó para la publicación Penn Today, Daniel Beiting, autor principal del estudio y profesor asistente de Penn Vet. "Los ácidos biliares pueden bloquear el desarrollo de patógenos, y el C. hiranonis puede mejorar la salud intestinal en ratones".
Finalmente, los investigadores analizaron datos de niños con la enfermedad de Crohn (otra forma de enfermedad inflamatoria intestinal) que respondieron al tratamiento al llevar una nutrición enteral de forma exclusiva, que es una alimentación líquida especializada. Descubrieron que el microbioma de los niños presentaba mayores niveles de Clostridium scindens, otra especie de microbiana amigable que produce ácidos biliares secundarios.
Por qué no se recomiendan las croquetas para tratar la IBD
Los resultados del estudio de Penn Vet son interesantes por que refuerzan la idea de que un microbioma diverso puede ser beneficioso para la salud de los perros, en especial para su salud digestiva. Considero que todas las mascotas con IBD también podrían padecer disbiosis, que por fortuna se puede evaluar al analizar el microbioma.
En esta entrevista con la Dra. Holly Gantz de AnimalBiome hablamos sobre los beneficios de proporcionar una alimentación diversa y fresca para mantener el microbioma de nuestras mascotas equilibrado y fortalecido, y de esa forma favorecer la recuperación de la enfermedad gastrointestinal. La mayoría de los veterinarios está de acuerdo en que abordar un microbioma disbiótico y su respuesta inflamatoria profunda es la clave para sanar muchas enteropatías crónicas.
Sin embargo, no estoy de acuerdo que para lograr una mejor salud intestinal en perros con enfermedad inflamatoria intestinal, sea necesario recetar croquetas ultraprocesada y de grado veterinario que contienen proteína hidrolizada. Aunque el alimento procesado y apto para consumo, puede mejorar los síntomas gastrointestinales en algunas mascotas, valdría la pena señalar que un tercio de los perros en el estudio no logró la remisión cuando se le proporcionó una dieta "hipoalergénica".
Los investigadores apenas han comenzado a identificar las posibles consecuencias sistémicas, incluyendo las respuestas inflamatorias crónicas, por consumir productos finales de glicación avanzada presentes en los alimentos procesados a altas temperaturas (croquetas), lo que podría explicar por qué muchas mascotas no mejoran al recibir otro tipo de croquetas.
Publicidad
![Clic aquí para aprende más]()
![Clic aquí para aprende más]()
Primero, equilibra el microbioma y luego vuelve a construir el intestino
La recomendación alimenticia tradicional para perros con IBD, en especial los que presentan vómito o diarrea, es recibir temporalmente una dieta blanda y casera hasta que los síntomas mejoren, junto con medicamentos o nutracéuticos para controlar el vómito y la diarrea, en caso de ser necesario.
La dieta blanda que la mayoría de los veterinarios sugiere consiste en carne de res molida y arroz, pero en mi opinión no es tan efectiva como la dieta blanda altamente digerible y sin granos. Mi sugerencia es proporcionar carne de pavo molida, cocida, sin grasa y batata cocida o calabaza enlatada (real).
La carne de res tiene un contenido muy alto en grasa, lo que podría aumentar el malestar gastrointestinal y exacerbar la pancreatitis, en caso de que también la padezca. El arroz es un carbohidrato complejo e innecesario que a menudo se fermenta en el tracto gastrointestinal, lo que puede causar gases, inflamación e irritación GI adicional antes de transformarse en heces, y en muchos casos no se digiere.
Si a tu perro le han diagnosticado IBD y lleva una dieta blanda, te recomiendo colaborar con un veterinario integrativo, porque después de la dieta blanda, deberás elegir una dieta con ingredientes novedosos, equilibrada, baja en residuos, y de preferencia a base de alimentos frescos.
Una alimentación (nueva) novedosa le proporcionará al tracto gastrointestinal y sistema inmunológico de tu perro el descanso que tanto necesita, y la naturaleza antiinflamatoria de este tipo de alimentación favorecerá la sanación.
De igual manera, te recomiendo preguntarle a tu veterinario sobre la terapia restauradora de microbioma, que no es tóxica, influye en el cuerpo y puede tener un efecto muy positivo no solo en la salud gastrointestinal, sino también en la función de los órganos, sistema inmunológico e incluso en el comportamiento de tu perro.
Además, deberás examinar junto con tu veterinario los suplementos apropiados, incluyendo los protocolos específicos para equilibrar el microbioma y repoblar su intestino con bacterias saludables. Existen numerosas hierbas y nutracéuticos que son excelentes opciones para ayudar a mejorar la digestión y absorción, así como para reducir la inflamación gastrointestinal.
Para incluir estos suplementos, antes, durante o después de hacer el cambio en la alimentación, debes considerar la situación particular de tu perro. Hacer una transición demasiado pronto o de forma incorrecta podría agravar sus síntomas, por lo que te recomiendo que busques la orientación de un veterinario integrativo con experiencia en salud intestinal.
También es necesario revisar otros factores ambientales y de estilo de vida que impactan en el microbioma, incluyendo los desparasitantes recetados sin tener un diagnóstico de parásitos, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) en curso y pesticidas antipulgas, así como cualquier sustancia química ambiental en su entorno o estilo de vida de la mascota que podría contribuir a una inflamación intestinal sin tratar.
Los alimentos muy procesados son los mejores
Aunque, hay muchos factores ambientales y de estilo de vida que influyen en la salud intestinal de tu perro, el alimento que le das tiene un efecto directo en la diversidad de su microbioma y es el factor más importante para prevenir enfermedades y mantener su bienestar.
Si aún no lo has hecho, te recomiendo que no le des "comida rápida" altamente refinada (croquetas) a tu mascota y, en su lugar, le proporciones una alimentación nutricionalmente óptima y específica para su especie, es decir, alimentos aptos para consumo humano que contienen proteína animal de alta calidad sin adulterar, humedad, grasas y fibras saludables, con un contenido bajo o nulo de almidón.
La mejor opción para las mascotas es proporcionarles diversos alimentos caseros sin procesar o ligeramente cocinados, nutricionalmente completos, pero solo en el caso de los dueños comprometidos. Si no quiere prepararle una comida casera y balanceada, entonces una buena alternativa sería comprar un alimento fresco y prebalanceado disponible comercialmente.