Un equipo internacional de científicos que estudian investigaciones anteriores sobre los efectos de los rayos ultravioleta B (UVB) en la vida marina han revelado una estrecha asociación entre los niveles de UVB y las tasas de mortalidad de la vida marina, en particular, algas, corales y crustáceos.
La contaminación (compuestos clorofluorocarbonados) está erosionando la capa de ozono, lo que aumenta la radiación UVB a niveles que afectan a la vida animal y vegetal. Este equipo de investigación, que incluyó a científicos de Chile, España y Australia, es el primero en documentar el papel de la radiación UVB en el deterioro de los ecosistemas marinos de todo el mundo.1
¿Cuál es la Causa de la Disminución Mundial de la Fauna Marina?
La radiación UVB interfiere con la fotosíntesis, absorción de nutrientes, crecimiento y reproducción de ciertas especies, pero hasta ahora, nadie había tratado de calcular el daño que hace a la fauna marina.
De acuerdo a la Dra. Moira Llabres del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados en España, "la radiación UVB representa una gran amenaza para la vida marina, ya que afecta a los ecosistemas marinos de la parte inferior hasta la parte superior de la cadena alimentaria."
Los daños causados por la radiación UVB podrían ser un factor importante pero ignorado en cuanto al declive de la vida marina, ya que los científicos se han centrado principalmente en los efectos del calentamiento global y la acidificación del océano y la eutrofización (una forma de contaminación del agua).
Por ejemplo, de acuerdo con Llabres, el krill disminuyó 60 veces en abundancia en el Océano del Sur entre 1970 y 2003. Durante el mismo período de tiempo, la radiación UVB aumentó considerablemente.
"La disminución de los corales en los trópicos y subtrópicos es consistente con el aumento de los niveles de UVB, por lo que el aumento de la temperatura del agua no podría ser la única causa de esta disminución," dice Llabres.2
El Agujero en la Capa de Ozono No Ha Sido "Reparado"
Llabres y sus colegas están preocupados de que el agujero en la capa de ozono ya no es una prioridad en la agenda ambiental. El Protocolo de Montreal, firmado en 1987, es un acuerdo de cooperación ambiental que pretende eliminar las sustancias como los clorofluorocarbonos (CFC, por sus siglas en inglés) que dañan la capa de ozono. El acuerdo fue un éxito en detener el deterioro de la capa de ozono y establecer las bases para su recuperación, pero la recuperación aún no ha sucedido.
El impacto de la radiación UVB no ha sido completamente abordado hasta la fecha gracias a dos ideas falsas fundamentales: uno, que el Protocolo de Montreal ya "reparo" la capa de ozono, y dos, que la radiación UVB no penetra a profundidades significativas en las aguas del océano.
Los expertos no prevén que el agujero en la capa de ozono se recuperará durante décadas, en parte debido a que los CFC necesitan alrededor de 50 años para llegar a él.
"Creo que más investigaciones deben centrarse en los efectos de la radiación UVB en los ecosistemas marinos debido a que los niveles altos de radiación UV continúan llegando a la biosfera," dijo Llabres. "Va a ser de vital importancia conocer cómo la radiación UVB afecta a la depredación entre los organismos en las comunidades marinas."
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Se Necesita una Mayor Investigación Sobre el Efecto de la Radiación UVB en los Ecosistemas Marinos
Los efectos de la radiación que se discuten en el estudio principalmente afectan a los organismos que viven cerca de la superficie del océano, como los huevos y larvas de invertebrados y peces, que están expuestos a niveles muy altos de UVB.
Pero el informe también indica que la fauna marina en el hemisferio sur parece ser más resistente a la radiación UVB que los organismos en el hemisferio norte. Además, la resistencia ha aumentado con el tiempo, lo que sugiere que las altas tasas de mortalidad de organismos marinos sensibles en el hemisferio sur, donde los niveles de radiación UVB han aumentado más, ya han sido seleccionadas por organismos más resistentes.3
La lección es que el aumento de la radiación UVB en los últimos 40 años podría ser un factor no reconocido de la disminución generalizada de la vida marina a menudo atribuida a otras causas, como el calentamiento climático y otros impactos.