- Agresión
Desafortunadamente, en conjunto con la disminución de la capacidad auditiva, visual y del sentido del olfato, debido a la edad, tu perro podría sobresaltarse más fácilmente, y en algunos perros, esto podría causar agresión sin provocación alguna.
La situación requerirá que te conviertas en un detective, si es posible con la ayuda de tu veterinario, para encontrar las causas específicas o los detonadores de tal comportamiento, para que puedas implementar algún tratamiento o protocolo para su modificación. Quizá esta situación necesite de la ayuda de un veterinario experto en conducta animal y te animo a que contactes a uno, mientras más temprano, mejor, si tu perro adulto tiene episodios de comportamiento agresivo sin provocación.
- Ansiedad
Los perros que son propensos a la ansiedad, tanto de jóvenes como de adultos (por ejemplo, aquellos con fobia al ruido o ansiedad por separación), a menudo se vuelven más ansiosos conforme envejecen. Algunos signos del incremento de la ansiedad en tu perro son:
- Mayor sensibilidad e irritabilidad
- Los extraños o las mascotas desconocidas le generan miedo o agresión
- Disminución de la tolerancia al ser sujetado o, incluso, tocado
- Necesita estar constantemente contigo o demanda mayor atención e contacto físico
- Destrucción de puertas (comúnmente, la puerta principal por la que sales de tu casa) o se rehúsa a comer cuando no estás
El entrenamiento de refuerzo positivo puede ser útil para controlar el comportamiento ansioso de tu perro y, ciertamente no hará daño, siempre y cuando no te enfoques demasiado en los resultados. Es importante tener en mente que, así como durante años te has hecho cargo de la ansiedad de tu mascota, prepárate y planifica para la amplificación de estos problemas conforme envejece.
- Destructividad
Tristemente, algunos perros se vuelven destructivos conforme envejecen, lo cual es una situación que podría ser bastante inquietante para los miembros de la familia. Podrías perder una o dos de tus pertenencias más queridas durante esta etapa de vida de tu mascota, o también, podría dirigir su deseo de destrucción en sí mismo.
Algunos perros viejos desarrollan pica (comer objetos que no son alimento) por primera vez. Otros se sienten impulsados a lamer, chupar o masticar partes de su propio cuerpo, las de los miembros de su familia u objetos de la casa. El excavar y rascar también podría ser un problema.
Una vez más, es importante hablar con el veterinario acerca de cualquier tendencia destructiva que tu perro desarrolle para descartar cualquier problema físico subyacente. Mientras tanto, asegúrate de proteger tu casa contra perros y que tu mascota tenga suficientes huesos crudos y juguetes apropiados para entretenerse, pero únicamente cuando estés cerca y lo puedas supervisar.
- Hipersensibilidad, Miedos y Fobias
Si la visión o audición de tu perro adulto se van deteriorando, incluso su propia casa podría convertirse en un lugar aterrador. Las mascotas prosperan en la rutina y regularidad, y esto es especialmente cierto en los perros viejos que tienen problemas incluso para navegar el terreno familiar.
Es importante que en esta etapa de vida de tu perro su alrededor se mantenga constante. No muevas arbitrariamente sus platos de comida y agua, su jaula, su cama o sus juguetes. Trata de evitar el reacomodo de los muebles de tu casa. La hora de comer y las salidas para hacer sus necesidades deben ser consistentes de un día a otro, así como el tiempo para hacer ejercicio y jugar.
Si tu perro se está volviendo más sensible a los sonidos de la casa o del vecindario, pon un poco de música de fondo o mantén encendida la televisión para opacar el ruido.
- Evacuación Inadecuada
Si tu perro adulto pareciera haber olvidado su entrenamiento, existen varias causas posibles, ninguna de las cuales implica la desobediencia deliberada. Lo primero que hay que hacer es llevarlo al veterinario para descartar cualquier enfermedad subyacente. Una vez hecho esto, habrá que investigar otras posibles causas para la evacuación inadecuada, como la disminución de la movilidad, necesidad más frecuente de evacuar o un menor control de su vejiga o intestino.
Los primeros pasos que se pueden tomar para resolver el problema son: sacarlo más frecuentemente para que evacúe, o implementar por primera vez (o volver a implementar) el uso de una jaula. También es importante reconocer la diferencia entre el goteo de orina, sobre el cual tu perro no tiene ningún control, sin importar cuántas veces salga y orine.
- Agitación Nocturna
Algunos perros mayores desarrollan la incapacidad de dormir durante la noche. Los problemas relacionados con el envejecimiento que podrían ser la causa de este cambio en el comportamiento del perro son: la pérdida de visión u audición que afecta la calidad del sueño, necesidad de orinar más seguido, o una mayor respuesta al ruido, lo cual no le molestaba anteriormente.
Todos los perros, incluyendo a los maduros y ancianos, necesitan hacer el ejercicio apropiado para su edad y condición diariamente. Si tu perro hace ejercicio a diario, intenta aumentar el tiempo que pasa jugando o caminando. Si no hace mucho ejercicio, comienza a aumentar su nivel de actividad diaria. El objetivo es cansarlo físicamente para que pueda dormir mejor durante la noche.
Si tu perro necesita salir a orinar a media noche y está saludable (confirmado por un veterinario), podría estar tomando demasiada agua antes de dormir. Intenta retirar su plato de agua después de la cena y asegúrate que salga a orinar justo antes de irte a la cama.
Permite que tu perro duerma en tu habitación. Dormir cerca de sus humanos debería ayudar a aliviar la ansiedad que contribuye a su agitación nocturna.
- Obsesivo-Compulsivo
Son las conductas que el perro realiza una y otra vez, sin ninguna razón aparente. Una de ellas podría ser lamerse constantemente (comúnmente en una parte específica del cuerpo, como una pata), lo que puede causar una llaga. Otros comportamientos obsesivo-compulsivos pueden ser corretear su cola repetitivamente, girar, saltar, caminar de un lado a otro, “morder el aire” y mirar fijamente el vacío.
Si un chequeo completo realizado por el veterinario no muestra ninguna causa médica para el comportamiento obsesivo de tu perro, podría estarlo haciendo para aliviar sensaciones de ansiedad o conflicto. Una forma de intentar romper el ciclo es, simplemente, detenerlo justo en cuanto comienza este tipo de conducta, al hablarle tranquilamente, acariciarlo o masajearlo.
Si el comportamiento obsesivo es potencialmente peligroso o dañino y no crees poder manejarlo por ti mismo, habla con un veterinario holístico o con un especialista del comportamiento animal.
- Vocalización
La vocalización excesiva es más común en los gatos mayores que en los perros, pero si tu perro se ha vuelto más “hablador”, podría ser inquietante, ya que, como su protector, quisieras entender qué es lo que necesita.
El incremento de la vocalización podría ser causado por la desorientación provocada por el declive de sus funciones cognitivas. También podría significar que tu perro no escucha tan bien como antes, o que siente dolor.
Si el veterinario ha descartado cualquier condición médica subyacente, intenta entrenar a tu perro a responder a una ligera señal verbal como “silencio” o “shhh” y prémialo generosamente por sus esfuerzos. Sin embargo, ten en mente que es posible que no se dé cuenta de que está haciendo ruido, en cuyo caso no es probable que aprenda a callarse con una orden verbal. Si tal es el caso, sólo necesitarás distraerlo cuando vocalice, hablándole suave y reconfortantemente.