Estoy segura de que la mayoría de ustedes sabe acerca del brote de influenza canina que ocurrió durante los meses pasados. En la mayoría de los casos nos concentramos en el área de Chicago y en otras partes del Medio Oeste. Atlanta también reportó varios casos confirmados.
Este mapa de monitoreo del virus de influenza canina compilado por el Animal Health Diagnostic Center (AHDC) del Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell muestra los casos reportados a lo largo de Estados Unidos de marzo a julio.
El amplio brote de gripe canina en el área de Chicago ha sido identificado como el virus de influenza canina A (CIV), y es causado por una cepa que es nueva en Estados Unidos, la Influenza Canina H3N2. Los brotes anteriores han sido identificados como Influenza Canina H3N8.
Cómo Se Transmite el Virus
La nueva cepa H3N2 fue identificada originalmente en el sur de China y Corea del Sur, y se deriva de una cepa de gripe aviar que ahora tiene la capacidad de infectar a los perros.
El virus H3N2 contagia a los perros y gatos que viven o visitan lugares como refugios animales, guarderías para perros, y parques caninos. Desde mediados de agosto, sólo se ha reportado un caso confirmado de un gato infectado con H3N2. El gatito fue llevado al veterinario después de una semana debido a leves signos respiratorios que se desarrollaron en aletargamiento y falta de apetito. El gato recibió tratamiento y se recuperó completamente.1
De acuerdo con el Dr. Richard Goldstein, doctor de medicina veterinaria y Primer Oficial Médico de un Centro de Medicina Animal en Nueva York:
"Los virus se pueden propagar antes del comienzo de los signos clínicos y los brotes se deben generalmente al contacto directo de perro a perro y por la transmisión de fomes o aerosol en ambientes estresantes con una densidad alta de población, como en las instalaciones médicas veterinarias, de guardería nocturna y diurna o de aseo; albergues animales; tiendas de mascotas; deportes caninos u otras competencias."2
El CIV se transmite por el contacto cercano con un perro infectado, a menudo en un espacio restringido. Ya que los perros infectados liberan una cantidad relativamente baja del virus, el contacto casual no es de mayor preocupación.
Los perros son más contagiosos durante el periodo de incubación del virus, que dura entre 2 y 4 días. Durante este corto periodo de tiempo, los perros se infectan y liberan el virus a través de las secreciones nasales, pero aún no muestran signos de enfermedad.
Casi el 100 por ciento de los perros expuestos al CIV se infectan, y la mayoría de ellos (80 por ciento) desarrollará los síntomas. Afortunadamente, el índice de muerte es bajo (menos del 10 por ciento).
Todos los perros son susceptibles, sin importar su edad, género o raza.
Síntomas de la Influenza Canina
Los síntomas de la influenza canina comienzan 2 o 3 días después de que el perro ha sido infectado. Los días en los que se libera más el virus son el 3 y 4 después de la infección, y la enfermedad disminuye rápidamente una vez que ha respondido el sistema inmunológico a la presencia del virus.
Si un perro aún está tosiendo después de los 10 días, él o ella ya no es infeccioso. Es posible que la tos se deba al daño al tracto respiratorio. Una infección de CIV por si sola generalmente no es seria, sin embargo, la infección más la presencia de otros virus respiratorios podría ocasionar neumonía bacterial.
Los síntomas comunes de una infección de CIV duran de 1 a 2 semanas y son:
- Tos paroxismal (espasmos de tos, ataques de tos)
- Laringitis
- Tos seca o arcadas
- Rinitis (nariz congestionada)
En algunos perros, especialmente los cachorros y perros que no hayan recibido vacunas, los síntomas pueden ser bastante severos, como los cuatro mencionados anteriormente más anorexia (pérdida de apetito), aletargamiento, fiebre y dificultad para respirar. En estos pacientes, la enfermedad también podría durar más tiempo.
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Análisis de Diagnóstico para las Etapas Tempranas y Posteriores de la Enfermedad
Ya que el virus H3N2 generalmente se presenta en conjunto con otros patógenos respiratorios, en las primeras etapas de la enfermedad puede ser benéfico que los veterinarios realicen un panel respiratorio canino PCR (reacción en cadena de la polimerasa). Este panel PCR analiza en busca de adenovirus canino, virus de moquillo canino, virus de parainfluenza canina, coronavirus respiratorio canino, neumovirus canino, Bordetella bronquiséptica y micoplasma cynos en conjunto con la matriz de PCR de influenza.
El panel, ofrecido por Cornell´s AHDC e IDEXX Laboratories, también puede identificar las muestras positivas de influenza A de H3N8 y de la nueva cepa H3N2.
Los perros que han tenido síntomas durante más de 7 días deberían ser diagnosticados a través de un análisis de anticuerpos, y para este momento, generalmente, el virus mismo puede detectarse. El AHDC ha desarrollado un análisis que detecta anticuerpos de la nueva cepa del virus H3N2.
Opciones de Tratamiento para el CIV
El acercamiento veterinario tradicional para tratar la influenza canina involucra la administración a corto plazo de antibióticos y dosis antiinflamatorias de glucocorticoides para aliviar la tos. (Estos medicamentos no curan la infección ni reducen la duración de la enfermedad).
Se recomienda reemplazar los collares regulares con collares de cabeza (ejemplo, el collar líder gentil), no exponer a los pacientes al humo o a la contaminación y disuadirlos de ladrar.
Otras terapias tradicionales pueden ser los antitusígenos (hidrocodona, butorfanol) siempre y cuando no haya infección bacteriana, y liberación de antibacteriales en aerosol o nebulizador, en los pacientes con infecciones bacterianas secundarias. También recomiendo difundir aceites de eucalipto de alta calidad.
Los perros enfermos deben estar aislados y requieren cuidados paliativos, como mantenerlos hidratados, apoyo calórico y terapia complementaria de oxígeno, de ser necesario. También puede ser benéfico traer a los pacientes a un ambiente cálido y húmedo por periodos cortos, por ejemplo, el baño, mientras su dueño toma una ducha.
Los cuidados paliativos holísticos involucran añadir al protocolo del perro astrágalo, uña de gato y equinácea.
Vacunas Contra la Gripe Canina
Hay vacunas contra la cepa de influenza canina H3N8, que fue descubierta en 2004 y que era la única cepa de influenza canina encontrada en Estados Unidos hasta 2015.
Yo no recomiendo las vacunas contra la influenza canina, ya que no previenen la infección. La vacuna puede reducir la liberación viral una vez que está presente la infección, y podría disminuir la severidad de los síntomas y su duración, pero no evita que tu perro adquiera el virus de la influenza.
Además, probablemente la protección cruzada de la vacuna contra la H3N8 sea mínima o nula en el caso de la H3N2, ya que varios de los casos recientes de la cepa H3N2 en el área de Chicago ocurrieron en perros que habían recibido la vacuna contra la cepa H3N8.3
Cómo Ayudar a Que Tu Perro se Mantenga Fuera del Alcance de la Gripe
Si tu perro está expuesto al virus de la influenza A, siempre y cuando su sistema inmune esté saludable, será asintomático (no mostrará síntomas) o se recuperará rápidamente sin cuidados médicos.
Para mantener el sistema inmune de tu mascota en condiciones para combatir la gripe:
- Bríndale una alimentación balanceada y adecuada para su especie.
- Evita las vacunas innecesarias y el uso excesivo de medicamentos veterinarios y de preventivos químicos de parásitos y pestes.
- Reduce las toxinas ambientales a las que está expuesto tu perro, lo que a su vez reducirá su carga tóxica y estrés biológico.
- Habla con tu veterinario holístico acerca de los estimulantes naturales para el sistema inmunológico, como la cúrcuma, orégano y el ajo fresco, así como sobre las hierbas y aceites esenciales para difusor que combaten los virus y que apoyan al sistema inmune.
- Si vives en el área de Chicago o en otra localidad donde haya brotes de gripe canina, mantente alejado de los lugares donde se congregan grupos de perros, como parques e instalaciones de cuidado diurno.