Este no es un tema feliz, pero muy importante—planear el futuro de tu mascota para cuando ya no estés presente o en el caso de que ya no puedas cuidarla. Claramente no desearías que se convirtiera en uno de los medio millón de perros y gatos que son sacrificados cada año después de que sus dueños mueren y no haberse preocupados por ellos.
Decide Quién Cuidará de Tu Mascota
El principal y más importante paso en planear el cuidado futuro de tu mascota es decidir quién será su próximo guardián. Es posible que ya tengas una persona en mente--alguien con quien tienes un acuerdo mutuo para que intervenga en el cuidado de tus mascotas en caso de ser necesario.
Sin embargo, para la mayoría de nosotros este es un tema que requiere una cuidadosa consideración. A veces las personas más cercanas a nosotros—comúnmente familiares o amigos queridos--no son la mejor opción en términos de asumir la responsabilidad de tener una mascota.
Primero te recomendaría que pensaras en los detalles sobre como desearías que atendieran a tu mascota cuando ya no estés presente y luego pensar en quién es la persona más indicada y capaz de darle ese nivel de atención. Es probable que algunas personas no tengan el tiempo para atender adecuadamente a una mascota. Otras podrían estar ocupadas con sus estudios, cuidando sus hijos, etc.
Y, ¿Qué tal si desea que tu mejor amigo peludo siga llevando una alimentación a base de alimentos crudos o atención quiropráctica? ¿Crees que el nuevo guardián que estas considerando comparta tu filosofía general sobre el cuidado de mascotas?
Asegúrate que el posible guardián conozca tus expectativas y la cantidad de tiempo, esfuerzo y dinero que necesitará para cuidar a tu mascota--especialmente si la persona que estas considerando nunca ha sido dueño de una mascota.
El objetivo es evitar sorprender a un familiar o amigo con la custodia de tu mascota, ya sea porque no has platicado con él sobre el tema o no le has explicado los pormenores. Si tu mascota se va con alguien que no está preparado o se agobia por la responsabilidad de todo esto, él o ella podrían terminar llevando a su adorado compañero a un refugio de animales.
Cuando decidas quien será el próximo guardián de tu mascota, sería recomendable que también pensaras en un guardián de repuesto en caso de que tu primera opción no pueda llevarse a tu mascota cuando llegue el momento.
Tú y el guardián deben platicar detalladamente lo planes, y una muy buena idea es tener escrito el nombre, información de contacto del futuro dueño y plan de cuidado de tu mascota. Asegúrate que el guardián, familiares cercanos, visitantes y vecinos que conoces tengan copias fieles de esta información. También es una buena idea dejar una copia del documento en un lugar visible en tu casa.
¿Qué Tal Si No Tengo a Nadie Que Cuide de Mi Mascota?
Si crees que no tienes a nadie con las cualidades para el cuidado de tu mascota, hay opciones de adopción para darle un hogar temporal hasta encontrar una persona interesada. Éstas incluyen:
- El criador o refugio en donde compraste la mascota
- Una organización de rescate
- Refugio local de animales
- Su veterinario
- Su paseador de perros, cuidador de mascotas o el peluquero
Tendrás que planificar anticipadamente con una o más de estas personas u organizaciones para que se responsabilicen de tu mascota cuando llegue el momento, y un método para notificarles inmediatamente.
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Haciendo las Cosas Legalmente
Si olvidaste asignar la tutela de tu mascota en tu testamento o fideicomiso, el miembro de la familia de cuatro patas pasará automáticamente a su beneficiario residual (la persona o personas que recibirán todo lo que no fue asignado en los documentos legales finales). Si no tienes testamento un fideicomiso para cuando mueras, tu mascota se irá con tu familiar más cercano.
Cuando adoptaste o compraste tu mascota, ¿firmaste un contrato acordando devolver el animal al criador, refugio, o alguna otra entidad en el caso de que ya no pudieras cuidar a tu mascota? De ser así, es una buena idea adjuntar esos documentos en el testamento o fideicomiso y darle una copia a la persona que hayas asignado el cuidado de tu mascota, así como a todas las demás personas que pudieran necesitar esa información.
Tu testamento o fideicomiso es una herramienta que puedes utilizar para organizar legalmente el cuidado de tu mascota en caso de morir. Puedes incluir en el documento a una o más personas que estén de acuerdo en asumir la responsabilidad de tu mascota, junto con los bienes que deseas dejarle a esa persona para ayudar con los gastos.
Otra opción es dejar a tu mascota con una persona y el dinero con otra, con instrucciones sobre cómo pagarle al nuevo dueño los gastos relacionados con tu mascota.
Por desgracia, los testamentos no son leídos inmediatamente después de la muerte de una persona y las liquidaciones a veces pueden durar años. Además, las instrucciones específicas para el cuidado de una mascota presentes en un testamento no son ejecutables, tampoco se permite la distribución del dinero durante la vida útil restante del animal.
Así que incluir el cuidado de tu mascota en tu testamento es sólo un primer paso. También necesitarás un documento legal llamado fideicomiso para mascota o Pet Trust.
Desarrollar un Fideicomiso Para Mascotas
Hay diferentes tipos de fideicomisos para mascotas. Un fideicomiso tradicional para mascotas, que es legal en los 50 estados en los Estados Unidos te da un gran control sobre el cuidado de tu mascota después de tu muerte. Por ejemplo, puedes incluir:
- El fiduciario, que es la persona que se encargará de las finanzas de tu mascota
- El nuevo guardián (cuidador/beneficiario)
- Los gatos que el fiduciario reembolsará al cuidador
- El tipo de atención que recibirá tu mascota
- Lo que sucederá en el caso de que el guardián que elegiste ya pueda mantener al animal
Otro tipo de fideicomiso se llama un fideicomiso reglamentario u honorario para mascotas, que está activo mientras estés vivo y también después de tu muerte. Este tipo de fideicomiso controla la manera en que se distribuyen los fondos, incluyendo antes de tu muerte si así lo deseas.
Un fideicomiso reglamentario brinda más flexibilidad que un fideicomiso tradicional y es el más simple de hacer, especialmente si ya sabes quién será el guardián de tu mascota después de tu muerte, y esa persona sabe y acuerda con tus expectativas. Son poco los estados en Estados Unidos que no reconocen el fideicomiso reglamentario para una mascota.
Un tercer tipo de fideicomiso es un fideicomiso en vida revocable, lo que impide la tutela después de tu muerte. El beneficio de este tipo de fideicomiso es que puede eliminar la mayoría de los conflictos y desafíos de un testamento estándar.
A pesar de la triste naturaleza de esta garantía, en realidad no es algo difícil cuidar a una mascota en caso de muerte o que ya no puedas cuidarla. Y los guardianes de mascotas que se adelanten en planear estas cosas están tranquilos al saber que su adorado compañero animal estará bien atendido después de ya no estar con él.