¿Tu Perro Te Vuelve Loco con Estos 2 Comportamientos Indeseables?

Entrenar Perros

Historia en Breve

  • Entrenar a tu perro mediante el castigo por lo general es una mala estrategia
  • Utilizar el castigo de manera incorrecta (lo cual casi siempre es el caso) puede crear un perro ansioso, temeroso e incluso agresivo
  • En el mejor de los casos, las técnicas correctivas, sólo enseñan a tu perro lo qué no debe hacer
  • El entrenamiento de refuerzo positivo enseña a tu perro un comportamiento alternativo y aceptable para reemplazar las conductas no deseadas
  • Los seres humanos no nacen sabiendo cómo entrenar de manera eficaz a sus perros, ni cómo comunicarse con ellos, por lo que recomiendo pedir consejos de entrenamiento antes de que la conducta se convierta en un problema
  • Hablar tus inquietudes sobre el comportamiento de tu mascota con un profesional capacitado en problemas de conducta es muy positivo

Cuando se trata de su compañero canino, uno de los conceptos más difíciles de comprender para los propietarios de perros, es que el castigo por lo general es ineficaz y a menudo es contraproducente. Es decir, puedes empeorar el comportamiento de tu perro usando técnicas correctivas.

Como lo explica el veterinario conductista Dr. Valarie Tynes:

"Cuando el castigo es usado de forma incorrecta, parecerá impredecible y confuso, por lo que muchas mascotas se vuelven ansiosas o temerosas con respecto al dueño que les impone el castigo. Cuando el castigo se usa en un intento de entrenar a un animal que ya tiene miedo o ansiedad, el miedo y la ansiedad tienden a empeorar y pueden desencadenar la agresión".1

De acuerdo con Tynes, se deben seguir tres reglas importantes para que el castigo (corrección) sea efectivo:

  1. El castigo debe imponerse cuando el comportamiento no deseado suceda
  2. El castigo debe ser administrado dentro de un segundo o dos después de la conducta inapropiada
  3. El castigo debe ser bastante desagradable como para que el perro deje de repetir el comportamiento no deseado en el futuro, pero no ser tan agresivo como para asustarlo

A menos que tu perro esté atado a ti de forma física (por ejemplo, mediante una correa y la correa esté ligada a ti de alguna manera), será extremadamente difícil estar con él en el momento en que hace su travesura.

Además, en mi experiencia, es rara la persona que puede imponer un castigo "justo" como para entrenar a un perro a no repetir una conducta sin asustarlo, o por el contrario, sin enseñarle a sólo ignorar las órdenes verbales.

En otras palabras, es fácil confundirse y exagerar un castigo o imponer un castigo mínimo. Si además le sumas ira a la ecuación, podrías provocar daño físico y emocional a tu perro. El otro lado de la moneda es que si el castigo es demasiado débil y ambiguo o informal, el perro aprende nada más a ignorarte.

Como señala Tynes:

"Cumplir con los tres criterios puede ser difícil. Es por eso que el método del castigo a menudo es ineficaz para resolver problemas de conducta y no debe ser la primera opción de entrenamiento. El entrenamiento de refuerzo positivo, en el cual los animales son recompensados por sus conductas adecuadas, es más seguro y efectivo".

Estoy absolutamente de acuerdo con esto, y quiero enfatizar mucho más sobre la importancia del entrenamiento de conducta de refuerzo positivo, no sólo para ayudar a tu perro a convertirse en un buen ciudadano canino, sino también para preservar y proteger el vínculo cercano e invaluable que tienes con él.

Porqué Falla el Castigo, Ejemplo 1: Perro que Ama el Sofá

Tynes muestra dos ejemplos de porqué por lo general el castigo no funciona. En el primero, un perro que no tiene permitido estar en el sofá es encontrado allí de forma habitual, la reacción de su propietario es gritarle y asustarlo con un periódico doblado cada vez que ocurre.

Al escuchar los gritos la respuesta del perro es bajarse del sofá sólo para regresar cuando su dueño no esté cerca. Como señala Tynes, que el perro continúe regresando al sofá cuando el dueño está lejos significa que una parte del tiempo está recibiendo una recompensa por su mal comportamiento.

¿Recuerdas la regla #1? "El castigo debe imponerse cuando el comportamiento no deseado suceda". En este caso, no es posible que el dueño del amante del sofá esté allí para imponer el castigo cada vez que la acción ocurre, por lo que el castigo no resuelve el problema a largo plazo.

Me atrevería a decir que la gran mayoría de los propietarios de perros se encuentran en una situación similar. La mayoría de las personas tienen vidas ocupadas, y no les es posible vigilar a sus perros las 24 horas del día, los 7 días de la semana y 365 días al año.

Además, las técnicas correctivas impuestas en repetidas ocasiones de alguna manera empeoran porque la frustración del dueño crece cada vez que el castigo no da resultados. Si la severidad del castigo aumenta, el perro puede crecer con miedo a su dueño, o un perro más agresivo puede responder con un gruñido o incluso podría intentar morder.

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Porqué Falla el Castigo, Ejemplo 2: Perro Saltarín

En el segundo ejemplo de Tynes, un perro saluda a las personas saltando sobre ellas y la respuesta del propietario es o golpearlo en el pecho con la rodilla o patearlo cada vez que lo hace. Como resultado, ahora el perro evita a su dueño porque las patadas lo asustan. Sin embargo, éste sigue saltando sobre los demás.

Como explica Tynes:

"Muchos perros se sienten muy tentados a saludar a las personas acercándose a sus caras. En la mayoría de los casos, patear o golpear con la rodilla a este tipo de perros es menos significativo que su deseo de saludar a las personas saltando sobre ellas”.

Creo que esta es excelente información que puede ayudarte a entender mejor la tentación de tu perro si también tienes un "saludador saltarín." ¿Has visto cómo algunas personas saludan a todo el que se encuentran con un abrazo y un beso? Parece que hay perros que se sienten inspirados de forma parecida.

De regreso al perro del ejemplo – ya que no todo al que saluda le responde su salto con un golpe o patada – (por fortuna) el castigo no cumple con la regla #2: “El castigo debe ser administrado dentro de un segundo o dos después de la conducta inapropiada”.

Tampoco cumple con la regla #3: “El castigo debe ser bastante desagradable como para que el perro deje de repetir el comportamiento no deseado, pero no ser tan agresivo como para asustarlo”

Según Tynes, este perro no siempre percibe la patada como castigo, sino que a menudo lo ve como un refuerzo a su comportamiento porque está recibiendo atención (aunque sea negativa).

Una Mejor Manera de Recuperar el Sofá

En el ejemplo número uno del perro amante del sofá, Tynes sugiere bloquearle el acceso a los muebles cada vez que se encuentre dentro de la casa sin supervisión. Otras opciones son la jaula para perros o limitarlo a permanecer en otra habitación de la casa.

Sin embargo, separar físicamente al perro de su amado sofá no le enseñará a no subirse, por lo que sugeriría la jaula o la habitación alterna sólo mientras su propietario le ayuda a aprender qué hacer en lugar de subirse a los muebles. El entrenamiento de conducta de refuerzo positivo se trata de mostrarle a tu perro lo que quisieres que haga en lugar de esa conducta que no quieres que tenga.

En este caso, el propietario necesitará enseñarle tanto una conducta alternativa o una manera de disuadirlo.

Un freno o disuasivo eficaz haría que sea incómodo para el perro subirse al sofá. Ejemplos: una funda de plástico para el sofá (a la mayoría de los perros no les gusta el plástico), o uno de esos tapetes de goma con los picos hacia arriba.

Enseñarle una conducta alternativa consiste en colocar cerca del sofá una cama cómoda para perros, incitándolo con recompensas, a acostarse en ella y premiándolo cada vez que lo haga. Una vez que el perro aprende a asociar la incomodidad con el sofá, y un delicioso premio con acostarse en su propia cama, el comportamiento del amante del sofá deberá desaparecer gradualmente.

Una Mejor Manera de Evitar la Conducta del Saltarín

Golpear a un perro saltarín o peor, patearlo a manera de castigo (o simplemente para alejarlo de ti) es otro ejemplo en el cual el perro no está aprendiendo un comportamiento más apropiado para reemplazar el no deseado. Además, puedes provocar lesiones a tu perro y/o a ti mismo al usar tu rodilla o pie contra él.

Y también está la cuestión de reforzar, de manera involuntaria, el mal comportamiento ya que le prestas atención cada vez que salta.

Este perro necesita una conducta alternativa que sea tan tentadora como el salto. Tynes sugiere enseñarle a sentarse como un saludo. Sentarse se convierte en la conducta alternativa que le es recompensada con caricias y/o un trozo de comida.

Mientras aprende a sentarse para saludar a las personas, es importante dejar de reaccionar cuando salte sobre ti. Dale la espalda, mantente recto e ignóralo. Esto es lo contrario a lo que quiere (atención) y le envía el mensaje de que no apruebas su rutina eufórica de saltos.

Entrenamiento de Conducta de Refuerzo Positivo para Perros en 5 Simples Pasos

El objetivo del entrenamiento de conducta de refuerzo positivo es usar los elogios verbales y el afecto para promover los comportamientos deseados en tu perro, así como recompensas de tamaño muy pequeño (del tamaño de un chícharo está bien e incluso puedes utilizar chícharos congelados si a tu perro parecen gustarle).

1. Utiliza órdenes cortas, de preferencia de una sola palabra para las conductas que desees enseñarle a tu mascota. Los ejemplos son Ven, Siéntate, Quieto, Abajo, Junto, etc. Asegúrate de que todos los miembros de la familia utilicen de forma habitual la misma orden para cada comportamiento.

2. Tan pronto como tu perro realice la conducta deseada recompénsalo con un premio y un elogio verbal. Hazlo cada vez que responda correctamente a una orden. Lo que quieres es que vincule la acción realizada con la recompensa.

Por supuesto, esto significa que necesitarás tener premios a la mano cada vez que le des alguna orden a tu perro.

3. Asegúrate de que las sesiones de entrenamiento sean cortas y divertidas. Quieres que tu perro asocie cosas buenas con obedecer tus órdenes. También quieres aprovechar el tiempo de entrenamiento como una oportunidad para fortalecer el vínculo que hay entre tú y tu mascota.

4. Retira de forma gradual los dulces o premios y sólo utilízalos de manera intermitente una vez que tu perro haya aprendido el nuevo comportamiento. Con el tiempo ya no serán necesarios, sin embargo siempre debes recompensar a tu perro con elogios verbales cada vez que obedezca una orden.

5. Continúa usando el refuerzo positivo para conservar las conductas que desees. El entrenamiento basado en recompensas ayuda a crear una variedad de comportamientos apropiados en su mascota, lo que genera sentimientos mutuos de confianza y seguridad.

Si tu perro está teniendo comportamientos inapropiados y no estás seguro de que puedes resolverlos por ti mismo, habla con tu veterinario, con un entrenador de conducta de refuerzo positivo, o con un conductista veterinario.

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