Si eres un lector regular de nuestro sitio Mascotas Saludables, sabrás que soy muy fanática de la alimentación para mascotas hecha en casa. En mi experiencia, una alimentación casera cuidadosamente balanceada, cruda o ligeramente cocida, es la forma óptima de nutrir a los miembros de cuatro patas de la familia.
Lo maravilloso de la comida hecha en casa es que puedes elegir los ingredientes. Sabes la calidad de la carne que tu mascota está comiendo porque la elegiste tú mismo. Sabes que el producto está limpio porque lo compraste orgánico y/o tú mismo lavaste a mano los productos convencionales para quitarles cualquier residuo de pesticidas.
Preparar la comida de tu mascota tú mismo, puede darte tranquilidad en estos tiempos en que se ha vuelto difícil encontrar empresas de alimentos para mascotas éticas que utilicen ingredientes de origen local o incluso que estén elaborados en los Estados Unidos. Con la comida casera controlas por completo cada ingrediente que entra al cuerpo de tu mascota.
El objetivo de brindarle a tu perro alimentos con los que se desarrollará, es imitar lo mejor posible su alimentación ancestral sin gastar mucho dinero. Mi recomendación es proporcionarle la mayor cantidad de alimentos frescos y sin procesar como sea posible para tu bolsillo. Por ejemplo, si no puedes darte el lujo de brindarle sólo alimentos frescos, vivos y crudos, otra opción es darle snacks de alimentos frescos.
Las investigaciones demuestran que es beneficioso incluir cualquier cantidad de comida fresca en las comidas de tu perro. De 14 tal vez puedas permitirte de 2 a 4 comidas de alimentos frescos a la semana. O tal vez puedas optar por mitad y mitad, es decir, una comida de alimentos procesados para mascotas y una comida fresca al día.
De cualquier forma, lo importante es dar pequeños pasos hacia la mejor alimentación que puedas pagar para tu compañero canino.
1. Calabaza. La calabaza fresca, al vapor o hervida (o enlatada que sea 100% calabaza), es relativamente baja en calorías y alta en fibra soluble, lo cual es beneficioso para perros con trastornos gastrointestinales (GI). La calabaza ayuda a regular la función intestinal, que alivia la diarrea y el estreñimiento. También es una excelente fuente de potasio.
Mientras estamos en el tema de las calabazas, no pasemos por alto el valor de las semillas de calabaza crudas (pepitas), son una rica fuente de minerales, vitamina K y fitoesteroles. También contienen L-triptófano y son una buena fuente de vitaminas E, B y zinc.
Las semillas de calabaza también pueden ayudar a prevenir cálculos renales de oxalato de calcio, reducir la inflamación provocada la artritis y apoyar la salud prostática.
2. Moras Azules. Las moras azules están disponibles todo el año y son un excelente premio para los perros a la hora del entrenamiento. Las moras azules son ricas en fitoquímicos y antioxidantes, y también son una buena fuente de fibra, manganeso y vitaminas C y E.
Una buena regla general es utilizar como premio de 2 a 4 moras al día, por cada 10 libras de peso de tu mascota. Reemplazar con moras frescas o congeladas uno de los premios procesados que le das al día es una gran manera de aumentar los antioxidantes que tu animal doméstico obtiene de su alimentación.
3. Col Rizada. Es un vegetal crucífero verde oscuro, rico en vitaminas (en especial vitaminas K, A y C), hierro y antioxidantes. Ayuda a desintoxicar el hígado y también tiene propiedades antiinflamatorias.
Todos los días agrega de 1 a 3 cucharadas de col rizada cortada o picada a la comida de tu perro, dependiendo de su peso corporal, como una excelente fuente de fibra, nutrientes y antioxidantes de alimentos enteros.
4. Kéfir. El kéfir es una bebida láctea fermentada que contiene probióticos beneficiosos que apoyan el sistema inmunológico. Aunque la leche de vaca regular pasteurizada puede ser irritante para el tracto GI de tu perro, la leche fermentada es diferente. Una de las mejores y menos costosas maneras de adicionar bacterias saludables a la alimentación de tu mascota es convertir en kéfir la leche sin pasteurizar por ti mismo.
Todo lo que necesitas es la mitad de un paquete de gránulos de kéfir en un cuarto de galón de leche sin pasteurizar (de preferencia orgánica), el cual se deja a temperatura ambiente durante la noche. Agrega de 1 a 3 cucharaditas de este súper probiótico a la comida de tu perro 1 o 2 veces al día con el fin de mejorar las defensas de su tracto gastrointestinal en general.
5. Hongos. Algunos hongos son venenosos, así que obviamente deberás evitarlos. Las variedades atóxicas beneficiosas incluyen el hongo del árbol shii, ganoderma, maitake, melena de león, seta de cardo, trametes versicolor y el champiñón del sol. Todos los hongos que son seguros para las personas son seguros para las mascotas.
Los hongos pueden ayudar a regular la función intestinal, pero aún mejor, también contienen poderosas propiedades anticancerígenas y potenciadores del sistema inmunológico. Puedes cocinarlos ligeramente en una cantidad muy pequeña de aceite de oliva o coco antes de agregarlos a la comida de tu perro.
6. Brócoli. El brócoli apoya procesos de desintoxicación en el cuerpo de tu perro; contiene fibra saludable para ayudar a la digestión; es rico en nutrientes beneficiosos como potasio, calcio, proteínas y vitamina C; tiene propiedades antiinflamatorias; apoya la salud ocular; ayuda a reparar los daños de la piel, y fortalece la salud cardiaca.
Siempre prefiero los productos orgánicos locales, sin embargo, el brócoli cultivado de forma convencional es uno de los alimentos más limpios (más libres de pesticidas) que puedes comprar, así que consúmelo. Tu mascota puede preferir el brócoli al vapor, aunque muchos perros lo comen fresco sin ningún problema. Los tallos de brócoli picados también son excelentes golosinas de desintoxicación.
7. Sardinas. Los pescados son una rica fuente de ácidos grasos omega-3, que son esenciales para el bienestar de tu perro. Si complementas con pescado la alimentación de tu mascota, te sugiero que utilices sardinas en agua. Las sardinas no viven lo suficiente como para almacenar toxinas en sus cuerpos, y son una excelente fuente de omega-3.
8. Camote. El camote es ricos en betacaroteno y antioxidantes además de que contiene vitaminas A y C. Los camotes morados tienen potentes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden reducir el riesgo de metales pesados y radicales de oxígeno.
9. Vegetales fermentados. Los alimentos fermentados son potentes desintoxicantes y contienen niveles muy altos de probióticos y vitaminas. Las bacterias intestinales beneficiosas que proporcionan los probióticos descomponen y eliminan los metales pesados y otras toxinas del cuerpo, y realizan una variedad de otras funciones importantes.
Agregar de 1 a 3 cucharaditas de vegetales fermentados a la comida de tu mascota todos los días (dependiendo del peso corporal) es una excelente manera de proporcionarle probióticos a base de alimentos y nutrientes naturales. Conoce más sobre este potente complemento para la alimentación de tu perro.
10. Chía. La chía es una semilla derivada de una planta del desierto llamada Salvia hispánica que crece en abundancia al sur de México. Es una fuente de antioxidantes y ácidos grasos omega-3 de origen vegetal. Y a diferencia de las semillas de lino, las semillas de chía no necesitan molerse.
Las semillas de chía también proporcionan fibra, calcio, fósforo, magnesio, manganeso, cobre, hierro, molibdeno, niacina y zinc. Intenta espolvorear algunas semillas de chía sobre las comidas de tu perro, o mezcla algunas con un poco de aceite de coco para darle un snack súper nutritivo a la hora de ir a dormir.
Recuerda introducir gradualmente los nuevos alimentos a tu mascota. También es una buena idea primero consultar con el veterinario si tu perro tiene problemas digestivos u otros problemas de salud.