Si has pasado algún tiempo con cachorros, probablemente, te habrás percatado de que al igual que las personas, también podrían tener hipo. Por un lado, un cachorro con hipo es increíblemente tierno, ¡sobre todo cuando el pequeño empieza a ladrar mientras tiene hipo!
No obstante, para muchos dueños de mascotas, también podría ser preocupante observar el pequeño cuerpo peludo del cachorro saltar por todos lados debido a un ataque de hipo.
Anatomía del Hipo
El "Hipo" es el término que se le da a un espasmo incontrolado o contracción del diafragma en un área en forma de cúpula del músculo esquelético que separa el pecho del abdomen del perro. Cuando respira, el diafragma se contrae y baja un poco para dejar espacio para que los pulmones se expandan con el aire.
Cuando exhala, el diafragma se relaja y vuelve a su lugar en la cavidad torácica, lo que ayuda a expulsar el aire de los pulmones. Generalmente, estos movimientos de contracción y expansión son suaves y rítmicos, pero de vez en cuando el diafragma tiene espasmos, lo que produce el hipo.
El Hipo y los Cachorros
Las buenas noticias son que el hipo es algo completamente normal para la mayoría de los cachorros y, en realidad, es posible que comience en el útero, antes del nacimiento. Se cree que el hipo ayuda a los cachorros en desarrollo, a ejercitar su sistema respiratorio y músculos relacionados.
A menudo, los cachorros saludables tienen problemas a lo largo del día, con episodios que duran entre algunos segundos y varios minutos. Por lo general, el hipo se detiene tan repentinamente como inició, y a menudo, se presenta después de comer o beber, especialmente si se trata de un cachorro que se atraganta con la comida. Los perros también podrían tener hipo cuando están emocionados, ansiosos o cuando ladran excesivamente.
La mayoría de los perros jóvenes son propensos a desarrollar una etapa de hipo, y por otro lado, la mayoría de los perros adultos rara vez padecen hipo.
Aunque la mayoría de los casos de hipo son inofensivos, muy rara vez podría ser un señal de un problema subyacente más grave, como un defecto respiratorio, neumonía, asma, pericarditis, o golpe de calor. Si tu cachorro o perro continúa con el hipo más allá de unas cuantas horas, es el momento de llamar a tu veterinario.
Como Ayudar a Un Cachorro Con Hipo
La mayoría de los episodios de hipo no duran mucho ni son dañinos para el perro. De hecho, la mayoría de los perros no parecen estar especialmente molestos por el hipo, a diferencia de, por ejemplo, los perros que padecen un estornudo inverso:
Pero si piensas que el hipo incomoda a tu cachorro (o ¡si esto te hace sentir incómodo!), enseguida se encuentran cuatro consejos que podrían ayudarte a detenerlo:
- Un trago de agua. Proporciónale un poco de agua a tu perro. Ya que el hipo es involuntario y a veces podría ser fuerte; para evitar una posible situación de asfixia, no debes alimentar a tu cachorro, en un intento por interrumpir este ciclo.
- Una distracción. Algunas veces, todo lo que necesitas para anular el hipo es distraer al cachorro con un juguete, un juego o un ejercicio de entrenamiento.
- Un masaje. Masajea suavemente el pecho de tu perro para ayudarle a relajar el diafragma.
- Un cambio de ritmo al caminar. Si se presenta un episodio de hipo cuando juega o corre, detenlo para dar una caminata y cambiar su patrón de respiración. Si empieza a tener hipo durante la caminata, impúlsalo a correr.
Para ayudar a reducir el número de episodios de hipo, busca un patrón en cuanto se presente el hipo en tu cachorro. Si puedes identificar el factor desencadenante, cuando sea factible, trata de evitarlo.
También, asegúrate de proporcionarle a tu perro una alimentación balanceada nutricionalmente, apropiada para su especie, a base de alimentos frescos, con muy bajo contenido de granos o sin almidón. Los alimentos para perros a base de granos podrían estar relacionados con el hipo, y además, entre más fácil de digerir y asimilar sea su comida, más saludable estará en general. De igual manera, debes proporcionarle agua limpia, fresca y filtrada, sin fluoruro ni cloro.
Si tu mascota es propensa a atragantarse con su comida (y tragar mucho aire, lo que podría precipitar un ataque de hipo), proporciónale porciones más pequeñas y frecuentes de alimento, o intenta aplicar alguna de las siguientes medidas:
- Utiliza un alimentador de rompecabezas, juguete dispensador de alimentos, una bandeja para hornear galletas o un molde para muffin, para frenar su atragantamiento
- Usa la hora de la comida para mejorar las habilidades de obediencia de tu perro o enseñarle nuevos comandos o trucos, y recompénsalo con bocados de comida, en vez de premios para entrenamiento
- Compra un tazón para alimentación lenta de acero inoxidable (no de plástico), tal como Brake-Fast; haz uno casero al colocar un objeto grande y redondo en el medio del tazón, o compra una pelota de alimentación lenta (o portion pacer, en inglés) de acero inoxidable o porcelana
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