Recientemente, me encontré con un poco de información nueva y prometedora sobre el pronóstico para los perros que eran tratados por distención abdominal o dilatación vólvulo gástrica (GDV).
En el caso de las personas que posiblemente no estén enteradas de esta cuestión, la enfermedad conocida como "distención abdominal" es exactamente como suena: el estómago expande varias veces su tamaño normal debido al gas atrapado, aire y, en algunos casos, líquido. En las personas, sentirse inflamado suele ser el resultado de llevar una alimentación desmedida y no hay nada de qué preocuparse.
No obstante, en el caso de los perros, un vientre inflamado podría convertirse rápidamente en una cuestión de riesgo para la vida. Si tu perro tiene una simple inflamación, también llamada dilatación gástrica, el estómago que esta distendido con gas y aire, se mantendrá igual. Esto podría ser doloroso para el perro porque la hinchazón presiona los vasos sanguíneos que se encuentran en el abdomen.
En el peor de los casos, la enfermedad progresa hasta convertirse en una dilatación vólvulo gástrica, en la cual el estómago inflamado se tuerce sobre sí mismo, lo cual expulsa el suministro de sangre hacia el estómago y el bazo, y produce un posible y significativo daño en otros órganos internos.
La dilatación gástrica con vólvulo es un evento posiblemente mortal en los perros; y si no se realiza un tratamiento, podría ocasionar la muerte en cuestión de horas.
Un Estudio Demuestra Que Sobrevive la Mayoría de los Perros Que Son Sometidos a Una Cirugía Por Distensión Abdominal
Un estudio epidemiológico reciente, realizado por un equipo de investigadores veterinarios británicos y australianos ha “... popularizado el mito de que la inflamación gástrica casi siempre es una sentencia de muerte para los perros afectados”, según el coautor del estudio, Dan O'Neill.1
Los investigadores analizaron los registros de más de 77 000 perros que fueron llevados a las clínicas veterinarias de urgencias en el Reino Unido, durante un período de 18 meses. De ese conjunto poblacional, 492 padecían GDV.
De los perros con GDV que llegaron a la clínica con vida, aproximadamente la mitad de sus dueños optó por una cirugía para corregir el problema. De los perros a los que se les realizó una cirugía, el 79 % sobrevivió la descarga.2
Además, el estudio reveló que las razas mixtas fueron mucho menos propensas a desarrollar una distensión abdominal, en comparación con los perros de raza pura; y las razas que presentaron un mayor riesgo fueron el Gran Danés, Akita, Dogo de Burdeos, Setter Irlandés, y Weimaraner. Los perros de raza pura tuvieron 5 veces más probabilidades de desarrollar GDV, en comparación con las razas mixtas.
Según los investigadores, los cuerpos que tenían mayor peso también estaban sumamente relacionados con GDV. Los perros que pesaron más de 88 libras, tuvieron casi 150 veces la probabilidad de desarrollar una distención abdominal, al igual que los perros que pesaban menos de 22 libras. Asimismo, las probabilidades aumentaron a medida que los perros envejecían.
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Como Podrías Evaluar el Riesgo de GDV en Tu Perro
El GDV se observa con mayor frecuencia en perros de edad avanzada, grandes y gigantes, de pecho profundo (al contrario de los perros con pecho de barril). Podría ser un rasgo parcialmente heredado, ya que muchos perros con GDV tienen familiares que también padecen esta enfermedad. Sin embargo, es importante considerar que aunque la genética parece desempeñar un rol, la distención abdominal podría afectar a cualquier perro.
Las razas con mayor riesgo incluyen:
Gran Danés |
Basset Hound
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San Bernardo
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Doberman Pinscher
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Weimaraner
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Antiguo perro pastor Inglés
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Setter irlandés
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Braco Alemán de pelo corto
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Gordon Setter
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Terranova
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Caniche estándar
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Pastor alemán
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Algunos estudios sugieren que proporcionar grandes cantidades de comida aumenta el riesgo de un perro, al igual que la comida rápida. Al parecer, los perros que devoran sus alimentos y tragan aire durante el proceso tienen un mayor riesgo de GDV.
Otros hábitos alimenticios que son considerados como factores de riesgo incluyen comer grandes cantidades de alimentos en cada comida, consumir una sola comida al día, hacer ejercicio poco después de comer, y beber grandes cantidades de agua inmediatamente después de comer.
Además, podrían desempeñar un rol las situaciones estresantes, después de consumir los alimentos; al igual que tener un temperamento generalmente temeroso o agresivo.
Los perros que son alimentados principalmente con alimento seco tienen un riesgo significativamente mayor de GDV,3 ya que, generalmente, los perros tragan cuerpos extraños no digeribles o de lenta digestión, debido una alimentación indiscriminada.4
Otros causas que se sospecha podrían ser factores de riesgo, son tener una mayor concentración de gastrina (la gastrina es una hormona que controla la liberación del ácido estomacal); menor motilidad estomacal y retraso en el vaciado gástrico (lo que significa que el alimento permanece en el estómago más tiempo de lo normal); y extirpación del bazo
Señales Que Debes Vigilar
Muchos de los signos prematuros de GDV podrían pasar desapercibidos fácilmente. Tu perro podría parecer ansioso. Él podría levantarse y estirarse, o mordisquearse o proteger su abdomen. Asimismo, también es común jadear y babear. Si tu perro tiene una inflamación simple, debería poder aliviar su presión al eructar.
Pero si la distensión abdominal ha creado un vólvulo, no podrá expulsar el gas y el aire porque la entrada y salida del estómago podrían estar cerradas.
Los signos de que tu perro ha desarrollado GDV son:
- Abdomen completamente distendido y lleno de aire
- Eructos, náuseas y/o vómitos infructuosos
- Evidente dolor abdominal que interfiere con sus movimientos
- Inquietud
Los perros que padecen GDV se deterioran muy rápidamente y presentan hinchazón, respiración agitada y encías pálidas.
Por Qué Debes Tomar Una Acción Inmediata
GDV podría convertirse rápidamente en un problema sistémico grave, porque la distensión estomacal de tu perro presiona los vasos sanguíneos, lo que dificulta su capacidad para bombear correctamente. La presión sobre el diafragma dificulta la respiración, y cuando el estómago se tuerce, la circulación sanguínea es inhibida aún más.
Las toxinas se liberan en el torrente sanguíneo, y el flujo de sangre hacia el corazón es comprometido. Esto podría ocasionar que un perro entre en un estado de shock en tan solo 20 minutos a una hora, después de que se produzca el vólvulo.
Dado que existen muchas posibilidades de que no puedas saber si tu mascota tiene una inflamación simple o distensión abdominal con vólvulo, debes llevarlo inmediatamente al consultorio de tu veterinario o al hospital de urgencias para animales más cercano.
Si es posible, adminístrale un producto homeopático como Belladonna, Nux Vomica o Carbo Veg (según los síntomas específicos que manifieste tu perro) de camino al veterinario, para tratar de mitigar la rápida progresión de esta emergencia.
Sin una atención veterinaria inmediata, el estómago de tu perro finalmente se rompería y le causaría una peritonitis, que es una infección abdominal fatal. El factor más importante a considerar para salvar a los pacientes que padecen GDV es el tiempo que transcurre entre la manifestación de los síntomas y la cirugía.
No puedo decir cuán importante es que tu perro reciba una atención veterinaria inmediata, si sospechas la presencia de una distención abdominal o GDV.
Diagnóstico y Tratamiento de GDV
GDV se diagnostica con radiografías. En primer lugar, tu perro será estabilizado con fluidos por vía intravenosa (IV) y oxígeno, y se intentará sacar el gas y el líquido acumulados en el estómago.
Una vez que tu perro se estabilice, será sometido a anestesia y cirugía para desenredar el estómago y conectarlo en el interior de la pared abdominal a través de un procedimiento llamado gastropexia.
La gastropexia debe realizarse tan pronto como sea posible, ya que la incidencia de GDV se repite a una tasa de casi el 100 % en los perros a los que no se les realiza una cirugía. La tasa de recurrencia después de una gastropexia es inferior al 5 %, y si bien, el estómago aún podría dilatarse (inflamarse), es poco probable que se tuerza.5
Durante la cirugía, se examinará el estómago de tu perro en busca de áreas dañadas que puedan necesitar ser removidas, como resultado de una mala circulación sanguínea. Algunas veces, el bazo también está torcido y debe desenredarse. En ocasiones, es posible que el bazo deba extirparse si se ha dañado significativamente.
Por lo general, se administran antimicrobianos para tratar las bacterias que se filtran en el torrente sanguíneo del intestino dañado. También, es posible que deban corregirse el pH sanguíneo y los trastornos electrolíticos.
Si se producen irregularidades en la frecuencia cardíaca, deben controlarse cuidadosamente, y es posible que también deban monitorearse los riñones.
Durante el primer par de semanas, después de la cirugía, tu perro no será capaz de hacer ejercicio, y debe llevar una dieta blanda en pequeñas porciones alimenticias junto con frecuentes y pequeñas cantidades de agua. La acupuntura podría ser beneficiosa para controlar el dolor y ayudar a estimular nuevamente las contracciones normales estomacales e intestinales.
La terapia con láser también podría ser útil para acelerar la curación y reducir el dolor que se presenta alrededor del área de la incisión.
Asimismo, recomendaría proporcionar un suplemento probiótico de alta calidad para repoblar el tracto digestivo con bacterias beneficiosas, así como suplementos nutricionales y hierbas adecuadas para apoyar a otros órganos, tal como los riñones.
Cómo Ayudar a Prevenir Que Tu Perro Padezca GDV
Si tu perro tiene un alto riesgo de GDV:
Proporciónale una alimentación a base de alimentos frescos, balanceados, apropiados para su especie, sin granos ni otros carbohidratos fermentables. |
Ofrécele dos o tres pequeñas porciones alimenticias por día a diferencia de una alimentación abundante (aun podrías practicar el ayuno intermitente junto con tu perro, si le proporcionas ambas comidas con 6 u 8 horas de diferencia). |
Reduce la velocidad con la que tu perro come, al alimentarlo con un tazón especial, tal como un tazón Brake-Fast. |
Asegúrate de que los alimentos que le proporcionas no contengan conservadores, ingredientes transgénicos (GM, por sus siglas en inglés), o ácido cítrico; e incluye probióticos y enzimas digestivas para ayudarle con su digestión y asimilación de los alimentos. |
No hagas que tu perro realice ejercicio vigorosamente durante una hora de comer, y no le permitas beber grandes cantidades de agua durante ese tiempo. |
Ten mucho cuidado de no permitir que tu perro tenga masticables o huesos recreativos, juguetes u otros objetos extraños que sean difíciles o imposibles de digerir. |
Minimiza el estrés de tu mascota. Asegúrate de que haga suficiente ejercicio (aunque, no justo después de sus alimentos, como ya comente anteriormente). La mayoría de los perros de raza grande necesitan hacer mucha actividad física todos los días, para mantener su tono muscular y rango de movimiento, disminuir los niveles de cortisol (hormona del estrés) y aliviar el aburrimiento. |
También, debes mantener la administración de las vacunas al mínimo, para disminuir el estrés inmunológico y limitar la cantidad de sustancias químicas a las que tu mascota está expuesta oralmente, vía tópica y a través del medio ambiente. |
Algunos veterinarios recomiendan realizar una gastropexia, como una medida preventiva en perros de alto riesgo que aún no hayan experimentado un episodio de distensión abdominal. Por lo general, el procedimiento se realiza al mismo tiempo cuando la mascota es esterilizada.
Mi primera recomendación sería tratar de prevenir GDV con una alimentación adecuada y otras opciones de estilo de vida. Sin embargo, si tu perro es propenso a esta enfermedad y tiene un familiar cercano (padre, hermano, descendiente) que ha padecido GDV, su mejor opción podría ser realizarle una gastropexia.