La condición llamada "inflamación” es exactamente lo que suena – el estómago expande varias veces su tamaño normal debido a la acumulación de gases, aire, y en algunos casos, fluidos. En los humanos el ocasional estómago inflamado normalmente es producto por comer de más y nada de qué preocuparse.
Sin embargo, en los perros, un estómago inflamado rápidamente puede volverse una situación de vida o muerte.
Si tu perro tiene una inflamación simple, también llamada dilatación gástrica, su estómago puede estar distendido por gases y aire pero mantiene su posición normal. Puede ser doloroso ya que la inflamación presiona los vasos sanguíneos en el abdomen. En el peor de los casos, el síndrome evoluciona a la dilatación gástrica vólvulo (DGV).
El DGV describe una situación en la que el estómago inflamado se tuerce, impidiendo el paso de la sangre al estómago y el bazo. La torsión gástrica es un padecimiento que pone en riesgo la vida de los perros.
Si no se atiende, el DGV puede provocar la muerte en cuestión de horas.
¿Mi Perro Está en Riesgo de Desarrollar DGV?
El DGV sucede con más frecuencia en los perros viejos, de razas grandes o gigantes y con pecho profundo (lo opuesto del pecho de barril). Puede ser una característica parcialmente heredada, ya que muchos perros con DGV tienen parientes en su linaje que también tienen esa condición.
Las razas con mayor riesgo son:
✓ Gran Danés | ✓ Basset Hound |
✓ San Bernardo | ✓ Dóberman Pinscher |
✓ Braco de Weimar | ✓ Pastor Inglés |
✓ Setter Irlandés | ✓ Pointer alemán de cabello corto |
✓ Setter Gordon | ✓ Terranova |
✓ Poodle Estándar | ✓ Pastor Alemán |
Es importante resaltar que aunque parece ser que la genética sí desempeña cierto papel, la inflamación puede afectar a cualquier perro.
Algunos estudios sugieren que comer en tazones elevados aumenta el riesgo, así como comer rápido. Los perros que devoran su comida y tragan aire en el proceso parecen tener mayor riesgo de DGV.
Otros hábitos alimenticios que se consideran factores de riesgo incluyen comer grandes cantidades en cada comida, comer sólo una vez al día, hacer ejercicio poco después de comer y tomar grandes cantidades de agua justo después de comer.
Pasar situaciones estresantes después de la comida, así como un temperamento generalmente temeroso o agresivo también pueden ser factores de riesgo.
Los perros que comen croquetas seco tienen un riesgo significativamente mayor de padecer DGV,1 así como los perros que se tragan objetos que no se pueden digerir o que se digieren muy lentamente, normalmente como resultado de comer indiscriminadamente.2
Otros posibles factores de riesgo incluyen la concentración de gastrina (la gastrina es una hormona que controla la liberación de ácido en el estómago); poca movilidad estomacal y tardar en desechar las comida (es decir que la comida se queda en el estómago más tiempo de lo normal); y extracción del bazo.
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¿Cómo Puedo Saber Si Mi Perro Está Inflamado?
Muchos de las primeras señales de DGV en un perro pueden pasar desapercibidas. Tu perro puede parecer ansioso. Es probable que se pare y estire o trate de sacar o proteger su abdomen.
También es común jadear y babear. Si tu perro tiene una inflamación simple, puede deshacerse de la presión al eructar.
Pero si la inflamación ha causado un vólvulo no podrá sacar el gas ni el aire ya que tanto la entrada como la salida al estómago estarán cerradas.
Las señales de que tu perro desarrolló DGV son:
- Abdomen particularmente distendido y lleno de aire
- Eructar, ganas de vomitar y/o vomitar
- Dolor abdominal que interfiere con sus movimientos
- Agitación
- Rápida disminución de su condición incluyendo una respiración rápida y poco profunda y encías blancas
Por Qué Debes Actuar de Inmediato
El DGV puede volverse rápidamente un problema sistemático grave porque la inflamación del estómago de tu perro hace presión a los bazos sanguíneos, inhibiendo su capacidad para bombear adecuadamente.
La presión en el diafragma hace difícil respirar y cuando el estómago se tuerce la circulación de la sangre se inhibe más.
Se liberan toxinas en el torrente sanguíneo y se complica el flujo sanguíneo al corazón. Esto puede causarle rápidamente a tu perro un estado de shock desde 20 minutos a una hora después de desarrollar el vólvulo.
Ya que es muy probable que no vas a saber si tu perro tiene una inflamación normal o una inflamación con vólvulo, debes llevarlo de inmediato con tu veterinario o al hospital de emergencia animal más cercano.
De ser posible, adminístrale Belladona homeopática, Nux Vomica o Carbo Veg (dependiendo de los síntomas específicos de tu perro) de camino al veterinario para intentar mitigar la rápida progresión de la emergencia.
Sin atención veterinaria inmediata, el estómago de tu perro se romperá y provocará peritonitis, una infección abdominal mortal. El factor más importante para salvar a los pacientes con DGV es el tiempo que pasa entre la presentación de los síntomas y la cirugía.
Debo recalcar la importancia de darle a tu perro atención veterinaria inmediata si sospechas de inflamación o DGV.
Qué Esperar en la Oficina del Veterinario
El DGV se diagnostica con rayos x. Primero estabilizarán a tu perro con fluidos intravenosos (IV) y oxígeno, y se intentará sacar los gases y fluidos acumulados del estómago.
Una vez que tu perro esté estabilizado, le aplicarán anestesia y le harán cirugía para destorcer el estómago y engraparlo a la pared abdominal mediante un procedimiento que se llama gastropexia.
La gastropexia debe de realizarse lo más pronto posible, porque el DGV reaparece en casi el 100% de los perros que no reciben cirugía.
El porcentaje de reincidencia después de la gastropexia es menos de 5 % y aunque el estómago aún puede dilatarse (inflamarse), es poco probable que se tuerza.3
Durante la cirugía el estómago de tu perro será examinado para encontrar áreas dañadas que necesiten removerse como resultado de la mala circulación sanguínea.
A veces el bazo también se tuerce y debe de destorcerse. Ocasionalmente puede ser necesario extraer el bazo si está dañado significativamente.
Normalmente se le dan antimicrobiales para protegerlo de la bacteria que se filtra en el torrente sanguíneo desde el intestino dañado. También podría haber problemas con el pH y los electrolitos que deben de corregirse.
Si ocurren irregularidades en el ritmo cardiaco deben de tratarse con cuidado y también es necesario monitorear los riñones.
Cuidados Post-Operatorios
Tu perro no podrá hacer ejercicio durante las dos primeras semanas después de la cirugía y debe de llevar una alimentación suave de porciones pequeñas junto con pequeñas cantidades de agua. La acupuntura podría ser benéfica para manejar el dolor y apoyar el regreso de las contracciones normales del estómago e intestino.
La terapia laser también podría ayudar a sanar el bazo y reducir el dolor alrededor del área de incisión.
También recomendaría un suplemento probiótico de alta calidad para poblar el tracto digestivo con bacterias amigables y suplementos nutricionales y hierbas apropiadas para apoyar a otros órganos como los riñones.
Cómo Prevenir/Evitar Que Tu Perro Padezca DGV
Si tu perro es de una raza con alto riesgo (o una mezcla con pecho profundo):
- Aliméntalo con comida natural apropiada para su especie sin granos ni otros carbohidratos fermentables.
- Dale de dos a tres comidas al día en lugar de una sola gran comida.
- Reduce la velocidad a la que come tu perro al darle su comida de un tazón especial como el Brake-Fast.
- Asegúrate de que la comida que le estás dando no contenga conservadores, ingredientes transgénicos o ácido cítrico y añade probióticos y enzimas digestivas para ayudar a la digestión y asimilación de la comida.
- No lleves a tu perro a ejercitarse hasta una hora después de comer y no le permitas beber grandes cantidades de agua durante ese tiempo.
- Procura que tu perro no tenga huesos de juguete, y otros juguetes para masticar u objetos extraños que puedan ser difíciles o imposibles de digerir.
- Minimiza el estrés de tu mascota. Asegúrate de que se ejercite lo suficiente (aunque no justo después de comer, como ya lo mencioné). La mayoría de las razas grandes necesitan mucho ejercicio físico diario para mantener su estado muscular y rango de movimiento, reducir los niveles de cortisol (hormona del estrés) y eliminar el aburrimiento.
- También debes mantener las vacunas al mínimo para reducir el estrés inmunológico y limitar la cantidad de químicos a los que tu perro se expone oralmente, tópicamente y en su entorno.
Algunos veterinarios recomiendan la gastropexia como medida preventiva en los perros con alto riesgo que aún no han experimentado un episodio de inflamación. El procedimiento normalmente se hace al mismo tiempo que la esterilización.
Mi primera recomendación sería intentar prevenir el DGV con la alimentación y estilo de vida correctos. Sin embargo, si tu perro es de una raza propensa a desarrollar éste padecimiento y tiene un pariente cercano (padre, hermano o hijo) que ha tenido DGV, la gastropexia podría ser tu mejor opción.