Uno de los Tipos de Dolor Menos Tratados en Perros

dolor en perros

Historia en Breve

  • Aunque medir el dolor en los pacientes veterinarios ha sido una tarea difícil, el progreso es palpable
  • Cuando los pacientes no pueden explicar la magnitud de su dolor, valorarlo resulta todo un reto, no obstante, y afortunadamente, cada vez más veterinarios emplean las escalas del dolor
  • Algunos síntomas del dolor deben vigilarse en casa, por ejemplo, si tiembla, si se agacha y si jadea de manera excesiva
  • El dolor miofascial es un dolor muscular producto de factores desencadenantes y con frecuencia, no se diagnostica ni se trata
  • Las causas del dolor definirán el tratamiento de tu perro; existe una serie de terapias integradoras que pueden resultar beneficiosas

Medir el dolor es prácticamente una herramienta exclusiva de la medicina humana. Por ejemplo, el médico o la enfermera le puede pedir al paciente que indique la magnitud de su dolor en una escala del 1 al 10, donde 0 significa que no hay dolor, y 10 que el dolor es insoportable.

Lamentablemente, la comunidad veterinaria no ha podido seguir este precedente. De hecho, los dueños de mascotas me cuentan regularmente que los veterinarios no suministran analgésicos tras un proceso quirúrgico o algún accidente, aún y cuando el cliente los exige. Tanto sufrimiento innecesario me rompe el corazón y que los veterinarios no cumplan con su juramento para aliviar el sufrimiento, me exaspera.

Cómo Valorar el Dolor en los Pacientes Caninos

En la medicina veterinaria, los pacientes caninos no pueden indicarnos la magnitud de su dolor, por esta razón, la escala del dolor deber ser delimitada primordialmente por la observación. Esta escala puede implementarse tanto en perros que fueron sometidos a una cirugía como en cualquier mascota enferma o con una lesión.

Cada animal tiene un umbral de dolor particular, y debemos observar a nuestra mascota antes de suministrar algún analgésico o implementar cualquier procedimiento por más insignificante que parezca (por ejemplo, una extracción sanguínea), de esta manera, utilizaremos la escala del dolor de manera efectiva.

Asimismo, al momento de la observación, debemos tener en cuenta los factores médicos con el fin de determinar la magnitud del dolor del canino. Necesitamos conocer y considerar la media del dolor conforme al padecimiento del animal o el procedimiento quirúrgico a realizar. Esto es imprescindible ya que muchos perros pueden tolerar dolores intensos.

Las Diferentes Escalas del Dolor en las Mascotas

Las escalas del dolor, como las que presenta a continuación  la Universidad Estatal de Colorado (CSU), están dirigidas a los veterinarios y su personal, sin embargo, cualquier dueño las puede consultar si quiere saber cuáles son los síntomas a vigilar con el fin de determinar si su perro sufre dolor.1

0 en la escala de dolor

Ausencia del dolor. El paciente se encuentra feliz, actúa con normalidad, se mueve sin dificultades, su apetito es el habitual y (si fuese el caso) no trastoca la cicatriz de su cirugía. Su respuesta física total (la temperatura) es normal.

1 en la escala del dolor

Se presenta un ligero dolor. Por lo general se puede exteriorizar como una leve cojera, dificultad para levantarse o para acostarse, o bien, como un ligero aumento en la temperatura. El paciente come, mueve la cola y no está deprimido.

2 en la escala del dolor

Se presenta dolor moderado. El paciente muestra sensibilidad y puede lamer o masticar la cicatriz de su cirugía o su herida. Es posible que el paciente rechace los alimentos y parezca estar deprimido, además su respiración será lenta y poco profunda.

3 en la escala del dolor

Se presenta dolor intenso. Los síntomas son depresión, renuencia a moverse y sensibilidad en la cicatriz o herida. Por lo general el paciente no come, puede ladrar y recostarse, pero no puede dormir.

4 en la escala del dolor

Se presenta dolor insoportable. Además de mostrar todos los síntomas antes descritos en la escala 3, el paciente jadea de manera intermitente, su temperatura aumenta – incluso en reposo – ladra de manera constante, su depresión es profunda, sus pupilas están dilatas, se muestra agresivo y respira profundamente.

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Síntomas a Vigilar Desde Casa

Si sospechas que tu mascota está sufriendo, debes prestar atención a las sutiles señales. Por lo general, si un gato sufre dolor puede desaparecer, y si un perro está herido tendrá una expresión triste o tensa.

Por lo regular, los caninos no lloriquean ni lloran, a menos que su dolor sea intenso, por esta razón, aquí encontrarás otros síntomas que debes vigilar:2

Falta o pérdida del apetito

No te recibe como de costumbre

Tiembla/tiene escalofríos

Se agacha

Solo puede apoyarse sobre una pierna

Tarda más en orinar o defecar

Evita subir o bajar las escaleras

Jadea de forma excesiva

Qué Hacer si Tu Perro Sufre Dolor

Las causas del dolor definirán el tratamiento de tu perro, por esta razón, es vital que acudas al veterinario con el fin de que examine exhaustivamente a tu mascota.

Tras la evaluación de tu veterinario y conforme a la causa subyacente de su malestar, considera la siguiente serie de terapias integradoras que, en conjunto, funcionan de manera efectiva con el fin de minimizar los analgésicos:

Asimismo, existen algunas terapias más recientes que en lo particular he implementado con éxito, por ejemplo, la Assisi Loop, una terapia de campo electromagnético pulsátil. Además, existe una variedad de suplementos beneficiosos que puedes añadir a la alimentación de tu mascota, te reitero, esto se debe determinar con base en su diagnóstico y protocolo de tratamiento.

Este Tipo de Dolor en los Perros Puede Pasar Desapercibido

El dolor miofascial, es un dolor muscular común en los perros y producto de uno o diversos puntos desencadenantes, sin embargo, con frecuencia no se trata ya que no se puede observar en los rayos X ni en otras pruebas de diagnóstico. Como resultado, muchos perros sufren un intenso y crónico dolor muscular en vano.

En ocasiones, los puntos gatillo o desencadenantes son descritos como nudos musculares y son puntos focales de inflamación e irritación. Es posible que se encuentren en una fase activa o latente. En la fase activa, un punto gatillo puede causarle mucho dolor a tu mascota.

Si se aplica presión sobre el punto gatillo, el dolor puede extenderse hasta las extremidades u otras partes del cuerpo (esto se conoce como dolor referido). Asimismo, tu mascota puede tener puntos gatillo latentes y sensibles, sin embargo, estos no causan tanto dolor como los activos.

Ahora bien, incluso los puntos gatillo latentes pueden hacer que tu  perro sufra problemas como rigidez, y movimiento limitado.

Causas del Dolor Miofascial

Existen diversas situaciones que pueden ocasionar este tipo de dolor muscular. Algunas pueden ser repentinas, como una lesión producto de una torcedura inesperada, una caída o un golpe muscular. Sin embargo, con frecuencia la progresión tanto del dolor como la de los puntos gatillo, es paulatina.

Tal y como pasa en los humanos, los perros pueden sufrir dolores musculares por un desgaste o desequilibrio muscular. Por ejemplo, si tu perro a diario corre por toda la barda o por la artritis solo se recarga en una de sus patas traseras, algunos músculos se están utilizando más que otros, esto se deriva en la formación de puntos gatillo y un desequilibrio muscular.

Se denomina síndrome de dolor miofascial (MPS por sus siglas en inglés) cuando el dolor y la disfunción se vuelven crónicos. Desafortunadamente, en muy pocas ocasiones se hace mención del MPS en las escuelas veterinarias convencionales, por lo que a menudo pasa desapercibida y no se trata.

El veterinario Dr. Michael Petty señala en su artículo para dvm360:

"El síndrome de dolor miofascial es una condición difícil de diagnosticar en perros y pocas veces se trata. Esto ocurre pese haber sido reconocido como una dolencia hace más de 400 años y pese a haberse incorporado a la medicina humana hace casi 80 años. Muy de vez en cuando se enseña en el entorno universitario y no existen libros del tema.”3

Los posibles síntomas del dolor miofascial son debilidad, tensión muscular, rigidez y cojera, asimismo, tu perro puede saltar o estremecerse si presionas un punto gatillo y le duele.

Tanto los puntos gatillo como el dolor miofascial pueden convertirse en una afección crónica y progresiva sin el tratamiento adecuado.

Aliviar los Puntos Gatillo Como Tratamiento del Dolor Miofascial

Si sospechas que tu perro sufre de dolor miofascial, consulta a un veterinario holístico que tenga experiencia en localizar puntos gatillo. Tras ser localizados, su tratamiento puede ser variado.

Una de las opciones es la punción seca, la cual es bastante invasiva. Esta técnica implica el uso de una aguja de acupuntura que penetra la piel de tu mascota con el fin de estimular el punto gatillo. Esto puede liberar las bandas musculares del punto gatillo, además, puede disminuir el dolor y mejorar la función muscular.

Asimismo, La electroacupuntura y la acupresión pueden ser útiles para algunos perros que sufren dolor miofascial. Tanto la terapia con láser frío como la terapia con ultrasonido pueden ser beneficiosas para los perros que odian la acupuntura. La manipulación manual de los puntos gatillo mediante masajes o terapias focalizadas puede ser otra alternativa menos invasiva.

En lo personal, he descubierto que, si los problemas de los puntos gatillo persisten, la causa subyacente puede residir en una cuestión quiropráctica, por esta razón, si tu mascota no mejora, consulta a tu veterinario con el fin de realizar una valoración quiropráctica.