Las garrapatas se extienden a través de Estados Unidos y representan una amenaza significativa tanto para las mascotas como para las personas. Las garrapatas pueden transmitir múltiples enfermedades, como la enfermedad de Lyme y la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, con una sola mordida y muchas veces pasan desapercibidas ya que su saliva contiene anestésicos que evitan que tú o tu mascota sientan la picadura (y su constante alimentación).
Las garrapatas contraen enfermedades al alimentarse de los animales huésped. Usualmente, se considera a los venados como los principales portadores de enfermedades que contribuyen a la propagación de enfermedades transmitidas por garrapatas.
Sin embargo, otros animales pequeños, como los ratones, pueden llegar a ser más problemáticos. Por ejemplo, en el caso de la bacteria de la enfermedad de Lyme, los ratones de patas blancas infectan del 75 al 95 % de las garrapatas en etapa larvaria que se alimentan de ellos.1 Dichos patógenos en las garrapatas pueden ser transmitidos al huésped mediante la saliva que se libera durante el proceso de alimentación.2
Actualmente, los investigadores que están probando un nuevo método para controlar la propagación de enfermedades ocasionadas por garrapatas, lo cual implica enfocarse en el tipo de ratones de los cuales las garrapatas se alimentan.
Las "Cajas para garrapatas" impregnadas con insecticida ayudan a controlar a la población de garrapatas
El Sistema de Control de Garrapatas SELECT es una caja pequeña que funciona como una trampa que ayuda atrayendo a ratones y otros animales pequeños, como las ardillas, para que entren en ella. Una vez dentro, los animales entran en contacto con un paño que está impregnado de insecticidas similares a los que se encuentran en los medicamentos antigarrapatas que se les da a los animales domésticos.
El TCS está disponible comercialmente para profesionales en el control de plagas. Se registra que las cajas se venden actualmente en 26 estados.
La idea es que haya menores posibilidades de que los ratones se vuelvan huéspedes favorables para las garrapatas una vez que entren y posteriormente dejen las cajas, así cualquier garrapata que intente alimentarse de los ratones que fueron tratados terminarán muertas.
Un estudio de dos años de duración que pretendía evaluar la efectividad de las cajas TCS utilizadas en zonas residenciales resultó en la reducción del 88 % y 97 % de ninfas (garrapatas jóvenes) después del primer y segundo año de tratamiento respectivamente.3 Las cajas para garrapatas están diseñadas para ocasionar menores consecuencias ambientales a las del amplio uso de pesticidas en el medioambiente, sin embargo, se han reportado algunas desventajas.
En primer lugar, las cajas solo combaten etapas específicas dentro del ciclo de dos años en la vida de la garrapata y solamente exterminan a las garrapatas que hayan adquirido un huésped. Esto quiere decir que es posible que no se manifiesten reducciones significativas en la cantidad de garrapatas sino hasta meses o años después de su implementación.
Los investigadores señalaron que:
"Tales tiempos de retraso pueden afectar a la aceptación general del público y al uso comercial que se requiere para que el control significativo de garrapatas sea alcanzado con mayor rapidez".4
La ecóloga Felicia Keesing cuestionó los resultados del estudio ya que éste se analizó en los patios traseros de zonas residenciales pero tomó a la vida silvestre como punto de control en vez de usar una ubicación similar.5 Keesing está involucrada con el Proyecto Garrapata, un estudio de cinco años de duración que compara el uso del TCS con el uso de químicos en aerosol para el control de garrapatas en 24 vecindarios del distrito Dutchess en Nueva York.6
De acuerdo con el Proyecto Garrapata:
"Este estudio por fin responderá si se pueden prevenir casos de enfermedades ocasionadas por garrapatas al tratar las áreas alrededor de los hogares de las personas. Si este método logra prevenir las enfermedades seremos capaces de recomendar planes que podrían ser adoptados inmediatamente por municipalidades, autoridades, organizaciones comunitarias o vecindarios locales".
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¿Es posible que las cajas para garrapatas dañen la vida silvestre?
Aún cuando el uso de cajas contra garrapatas sea el menor de los males comparado con el uso de insecticidas en aerosol, el hecho es que nadie sabe qué repercusiones imprevistas podrían tener estas cajas en la vida silvestre, ya sea actualmente o a futuro. El ingrediente activo en las cajas es el fipronil, un insecticida para pulgas adultas que ocasiona trastornos en el sistema nervioso central de los insectos.
El fipronil se usa mucho en productos antipulgas y garrapatas para mascotas, en cebos para cucarachas y hormigas, productos de agricultura y químicos usados para tratar terrenos y campos de golf.
Está clasificado como un posible cancerígeno para humanos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, y en estudios realizados con animales la exposición de largo plazo a este químico se ha relacionado con convulsiones, disminución en los niveles de hormonas tiroideas, disminución de la fertilidad, retraso en el desarrollo y muerte.
Asimismo, el Centro Nacional de Información de Pesticidas señala que se detectó que el fipronil era altamente tóxico para animales marinos y de agua dulce, y para ciertos pájaros y abejas melíferas.7 También existe una preocupación sobre qué efectos podría tener el insecticida en animales de mayor rango en la cadena alimenticia, que se alimenten de los ratones que pasaron por el tratamiento.
No obstante, el Proyecto Garrapata declaró lo siguiente:8
"La concentración de fipronil en las cajas de trampa es 10 veces menor que la que se encuentra en productos tópicos para el control de pulgas y garrapatas (Frontline ®) usados en mascotas domésticas.
La probabilidad de entrar en contacto directo con el paño que contiene tan baja concentración de fibronil es escasa porque está encerrado en una caja a prueba de niños.
Este químico también es seguro para depredadores. Un depredador tendría que consumir aproximadamente 600 000 ratones que hayan sido tratados con fipronil para poder experimentar apenas un leve efecto por parte del químico".
¿Existen métodos naturales para el control de garrapatas?
No hay duda alguna sobre la amenaza que las garrapatas representan para las mascotas y las personas. Tan solo en 2016, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos recibieron reportes de más de 96 000 enfermedades causadas por piquetes de garrapatas, pulgas y mosquitos, superiores a las 27 000 que habían en 2004.9 No obstante, la naturaleza tiene una forma de controlar estas pestes y lo hace de forma natural a través de las zarigüeyas.
Una investigación realizada por Rick Ostfeld, un experto científico del Cary Institute of Ecosystem Studies, junto con sus colegas, reveló que más del 96 % de las garrapatas que tratan de alimentarse de las zarigüeyas no sobreviven ya que dichos animales se las comen al acicalarse.10
De acuerdo con el científico, las zarigüeyas actúan como "trampas ecológicas" para garrapatas larvales, al ser huéspedes de más de 5 500 durante una temporada y consumir a la mayoría de éstas mucho antes de que logren alcanzar la madurez.
En una entrevista con VPR (la fuente de noticias de la Radio Pública Nacional de Vermont) Keesing sugirió que es posible que las zarigüeyas sean más sensibles al percibir a las garrapatas en sus cuerpos de manera que pueden darse cuenta de su ataque y fácilmente las localizan para eliminarlas.11
Keesing señaló que otro punto interesante es que de aquellas garrapatas que logran alimentarse de las zarigüeyas muy pocas llegan a contraer la bacteria que ocasiona la enfermedad de Lyme, lo cual también significa que representan un menor riesgo para los humanos y mascotas.
Así que una forma para reducir la presencia de garrapatas en tu jardín es hacer amistad con las zarigüeyas, y si observas que hay una viviendo cerca no intentes matarla o reubicarla. También querrás revisar a tus mascotas de manera regular en busca de garrapatas, inclusive entre los dedos de sus patas, los plieges de sus orejas y ranuras de su piel.
Si sabes que darás un paseo en un área con alto riesgo de contracción de garrapatas, usa un repelente natural de garrapatas para que tu mascota sea un huésped menos atractivo y asegura que tu mascota tenga un sistema inmunológico fuerte. Lo anterior se logra con una alimentación a base de alimentos nutricionalmente balanceados y frescos, así como proveer a tu mascota de oportunidades para ejercitarse frecuentemente.
Si llegas a encontrar una garrapata, elimínala de inmediato por medio de pinzas o una herramienta para remover garrapatas. Enseguida, desinfecta la piel de tu perro con agua enjabonada o iodopovidona diluida (Betadine) y aplica una gota de aceite de lavanda en el área afectada.
La mayoría de los piquetes de garrapata son inofensivos, pero si sabes que tu perro ha sido mordido por una garrapata pídele a tu veterinario que le realice el análisis SNAP 4Dx o Accuplex4, que son pruebas de sangre para detectar enfermedades ocasionadas por garrapatas.
Los análisis se pueden realizar de tres a cuatro semanas después de haber eliminado la garrapata. Si no llegas a realizar alguno de estos análisis, tendrás que monitorear a tu perro de cerca durante varios meses para detectar señales de pérdida de apetito, letargo, cambio en su modo de andar, fiebre o cojeo inminente.
Todos los anteriores son síntomas de una posible enfermedad ocasionada por garrapatas y una vez que las mascotas muestran dichos síntomas es mucho más difícil poder tratarla.
Si vives en un área propensa a garrapatas, es posible que quieras llevar a tu perro a revisión para encontrar infecciones silenciosas ocasionadas por garrapatas cada seis meses como acción preventiva, ya que es mucho más fácil tratar estas enfermedades antes de la aparición de síntomas.