Al considerar toda la alegría que tu perro trae a tu vida, es natural querer devolverle el favor. Pero, ¿qué se necesita para hacer feliz a tu perro? Aparte de lo esencial (comida saludable, un lugar acogedor y seguro para vivir y dormir, ejercicio al aire libre y afecto habitual), hay formas de mejorar la calidad de vida de tu perro de normal a excepcional. Y en realidad, ¡todos los perros lo merecen!
Deja que tu perro decida
Si pasas la mayor parte del tiempo con tu perro diciéndole qué hacer: A dónde ir, cuándo es tiempo de jugar y comer, dónde dormir y cuándo salir al aire libre, no eres el único, pero podría ser frustrante para tu perro y se sentirá liberado si le permites tomar decisiones. Esto puede implicar dejar que deambule libremente en un espacio seguro, que elija dónde explorar o ser libre de elegir si dormir en su cama o en el sofá.
Incluso puedes darle opciones de comida. En mi entrevista con Isla Fishburn, una conductista holística para perros, explicó cómo conserva una canasta llena de frutas y vegetales como batatas, calabaza, melón, brócoli, coliflor, ciruelas y peras, así como otro recipiente con nueces, semillas de girasol y de calabaza.
Las canastas son accesibles para sus perros, y ellos pueden elegir qué comer en el momento que deseen. Sin duda, debes poner su seguridad primero (la autoalimentación no funciona para todos los perros) pero el objetivo es intentar que tu perro tome decisiones por su cuenta, en la medida de lo posible.
Debido a que muchos perros no están acostumbrados a tanta libertad, es posible que en un principio haya que enseñarles el concepto de tomar decisiones. Pat Miller, editora de entrenamiento del Whole Dog Journal, ofreció el ejercicio "Tú Eliges" con el fin lograr precisamente eso:
- Sostén una golosina de gran valor en una mano y una golosina de menor valor en la otra.
- Muéstrale ambas golosinas a tu perro con tus manos abiertas. Él puede olerlas, pero no permitas que se las coma.
- Cierra los puños, di "¡Elige!" Y ofrécele ambas al perro con tus palmas hacia arriba, a aproximadamente 6 pulgadas de distancia.
- Cuando "elija" una mano al olfatearla primero, abre el puño y deja que se coma la golosina.
- Repite el proceso usando varios premios de valor, asegúrate de que la golosina de mayor valor no siempre esté en la misma mano.
- Cuando el perro muestre haber entendido el juego por su entusiasmo para elegir una mano, adáptalo a cosas generales al sostener dos de sus juguetes y permitir que elija uno. (Luego juega con él con ese juguete como un refuerzo de su elección).
- Generaliza aún más al buscar oportunidades para pedirle que elija, por donde caminar, qué tazón de comida degustar y quizás incluso qué collar y correa le gustaría usar. Comienza a ofrecerle opciones verbales como: ¿En el sofá o en el piso? ¡Tú eliges! ¿Adentro o afuera? ¡Tú eliges!
Involucra a tu perro en juegos
Si crees que a tu perro no le interesan los juguetes y juegos, podría ser porque no lo has intentado recientemente, o no de una manera que lo emocione. Ofrécele una variedad de juguetes hechos de materiales naturales, pero solo uno o dos a la vez. Déjaselos fuera por un día o dos, luego alterna con otros juguetes.
La investigación publicada en Animal Cognition encontró que los perros preferían olfatear o recoger un juguete novedoso en lugar de juguetes con los que ya habían jugado en 38 de los 50 casos, así que el simple hecho de alternar juguetes es una forma de avivar el interés del perro. Más allá de eso, date el tiempo para jugar con tu perro, en actividades como lanzarle algo para que busque, frisbee y el juego de la soga. Otros juegos que puedes probar incluyen encender un aspersor o generador de burbujas.
Dependiendo de la personalidad de tu perro, involucrarlo en actividades de olfateo K9 o entrenamiento de agilidad, así como de obediencia y aprendizaje de trucos, también puede mantener a tu perro física y mentalmente estimulado mientras que su vez sumas alegría a su vida.
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Proporciónale una variedad de alimentos, incluyendo huesos crudos recreacionales
La comida puede ser una fuente de alegría para tu compañero canino, pero evita caer en la trampa de alimentarlo con comida chatarra, incluidas las golosinas de mala calidad. En cambio, bríndale una amplia variedad de alimentos frescos, incluso alternando los premios para promover su interés. Te aburrirías (y carecerías de nutrientes) si comieras lo mismo todos los días, pues lo mismo aplica a tu perro.
Además de frutas y vegetales (con moderación), considera preparar premios hechos en casa con los ingredientes favoritos de tu perro. Los huesos crudos recreativos son grandes trozos de carne de res, fémur de bisonte o de otros mamíferos terrestres de gran tamaño, rótulas o huesos de la cadera llenos de médula, que también son muy recomendados para la mayoría de los perros sanos.
A la mayoría de los perros les encanta roerlos, y además de estimulación mental, masticarlos ejercitará su mandíbula y le ayudará a limpiar sus dientes. Hay reglas a la hora de proporcionarles cualquier tipo de masticables o huesos, así que asegúrate de que el tipo de masticable coincida con el tamaño, personalidad y estado de salud de tu mascota
Dale a tu perro la oportunidad de oler
Los perros exploran a través de su olfato y no permitirles detenerse a olfatear durante una caminata puede ser una experiencia muy frustrante. Marc Bekoff, Ph.D., profesor emérito de ecología y biología evolutiva en la Universidad de Colorado en Boulder, incluso llega a decir que "No permitir que los perros olfateen puede verse como una forma de privación sensorial que les quita información vital que necesitan para explorar su entorno".
Al menos una vez al día, dale tiempo a tu perro para que se encargue de ello y permite que olfatee todo hasta quedar satisfecho. Incluso puedes enseñarle a tu perro qué salidas son para hacer ejercicio y cuáles para explorar y olfatear al reservar una correa o arnés especial para cada propósito.
Aprende a hablar su idioma
Entre mejor comprendas los métodos de comunicación de tu perro, mejor podrás responder a sus necesidades y deseos, y en última instancia, lo harás más feliz. Por ejemplo, si tu perro muestra signos de miedo, estrés o timidez, como bostezar o lamer sus labios, depende de ti protegerlo de todo lo que le esté provocando ese miedo. Y no puedes hacerlo a menos que seas capaz de leer sus señales.
También trata de pensar como lo haría tu perro, al anticipar situaciones que es posible que no le sean favorables. El tintineo de sus placas es un ejemplo de algo que molesta a muchos perros, lo cual se puede evitar al colocarles cinta para que permanezcan juntas.
Por otro lado, trata de darle la oportunidad de hacer las cosas que lo hacen feliz, ya sea subirse al auto, acurrucarse en tu regazo, recibir un masaje en la panza o salir a caminar.
Recuerda también ser amable cuando le hables a tu perro. Las exploraciones cerebrales por imágenes de resonancia magnética funcional (IRMf) han revelado que el centro de recompensa (la región del cerebro que procesa las sensaciones agradables) en los cerebros caninos se vio bastante activada por los elogios, pero solo cuando éstos se pronunciaban en un tono alentador y optimista.
Curiosamente, los perros de dicho estudio no solo interpretaron el tono en el que se pronunciaban las palabras, sino que también parecían saber la diferencia entre palabras positivas y neutrales.
Dale a tu perro amor y afecto
En última instancia, es probable que tu perro se alegre si le devuelves incluso un poco del amor y afecto que él te demuestra. Tómate el tiempo de conocer a tu perro como un ser individual y de responder a su personalidad al ofrecerle los juguetes, rutas para pasear y golosinas de su preferencia.
Si tienes más de un perro, es probable que esto sea distinto en cada uno: A un perro le encantará dormir a tus pies, mientras que otro querrá estirarse sobre tu regazo. Comprender lo que hace único a tu perro, podría ayudarles a ambos a desarrollar un vínculo más fuerte que a su vez traerá más alegría a sus vidas.