Muchas veces los veterinarios ignoran los indicadores de esta terrible enfermedad

enfermedad de cushing

Historia en Breve

  • El síndrome de Cushing (hiperadrenocorticismo) es una enfermedad que se caracteriza por la liberación continua de grandes cantidades de cortisol por parte de las glándulas suprarrenales
  • El Cushing puede producir una variedad de síntomas diferentes, que incluyen aumento de sed y micción, pérdida de cabello y aumento de peso abdominal
  • El síndrome de Cushing típico implica la sobreproducción de cortisol y puede ser suprarrenal dependiente o como es más común, hipófiso-dependiente; El Cushing "atípico" implica la sobreproducción de aldosterona u hormonas sexuales
  • Muchos veterinarios ignoran el aumento en los niveles de fosfatasa alcalina sérica (ALP) que experimentan la mayoría de los pacientes de Cushing y además, es una de las razones por la que muchos casos se diagnostican solo cuando la enfermedad está completamente desarrollada
  • El Cushing se desarrolla con el tiempo, así que la mejor forma de tratar esta enfermedad es identificar el síndrome pre-Cushing lo antes posible y reducir el riesgo de que se desarrolle por completo

El síndrome de Cushing es más común en perros, especialmente en las razas terrier, poodle, salchicha y el esquimal americano. En raras ocasiones se desarrolla en gatos.

El término médico para esta enfermedad es hiperadrenocorticismo. Hiper significa demasiado, adreno se refiere a las glándulas suprarrenales y corticismo se refiere a un síndrome que involucra la hormona cortisol. En pocas palabras, el hiperadrenocorticismo describe una enfermedad en la que las glándulas suprarrenales liberan una gran cantidad de cortisol.

La sobreproducción de esta poderosa hormona puede desencadenar una serie de problemas de salud

En el cuerpo de un perro sano, las glándulas suprarrenales liberan cortisol, conocida como la hormona de lucha o huida, en respuesta al estrés percibido, con el fin de que el perro pueda prepararse para luchar o huir por su vida. La liberación de cortisol también desencadena la liberación de glucosa desde el hígado. La glucosa, a su vez, le proporciona a las células de los músculos la energía que necesitan para luchar o huir.

El cortisol también afecta muchas otras funciones importantes en el cuerpo de tu perro, incluidas la presión arterial, el equilibrio electrolítico, el metabolismo de los huesos y las grasas, y la función inmune. El cortisol se secreta en respuesta a cualquier tipo de estrés en el cuerpo de tu mascota; ya sea física o emocional, a corto o largo plazo.

Si por alguna razón el cuerpo de tu perro regula su demanda de cortisol, las glándulas suprarrenales comienzan a producir esta hormona en exceso, lo que puede producir un estado de toxicidad. En el caso de los perros que experimentan estrés crónico en cualquiera de sus formas, las glándulas suprarrenales liberan más cortisol del que necesitan sus cuerpos.

Esta situación puede provocar una serie de trastornos graves, incluido un nivel elevado de azúcar en la sangre que puede causar diabetes presión arterial elevada que puede provocar enfermedades cardíacas y renales, hambre extrema en respuesta al exceso de glucosa quemada, adelgazamiento de la piel y el pelaje, disminución de la masa muscular y ósea, así como mayor riesgo de infección.

Si el cuerpo de tu perro está produciendo cortisol de forma continua, su función inmunológica se ve comprometida, lo que podría contraer infecciones en cualquier parte del cuerpo, especialmente las encías, los ojos, los oídos, la piel y el tracto urinario. Si tu perro tiene infecciones recurrentes o una infección persistente, es posible que la causa sea el exceso de cortisol.

Síntomas del síndrome de Cushing

La mayoría de los perros tienen algunos, pero no todos los síntomas de la enfermedad, a menos que el diagnóstico se realice demasiado tarde. Los síntomas de Cushing temprano más comunes en perros incluyen:

Aumento en la sed y micción, lo que puede provocar incontinencia

Hematomas

Jadeo alterado

Pérdida de pelaje

Aumento de peso abdominal (apariencia de barriga), a pesar de una reducción en el consumo de calorías

Irritabilidad o inquietud

Adelgazamiento de la piel y cambio de color de la piel de rosa a gris o negro, pérdida simétrica de pelaje en el costado

Con menor frecuencia, debilidad de las extremidades posteriores y coágulos sanguíneos

Estos síntomas son muy diversos y pueden afectar a tantos órganos diferentes debido a que cada centímetro del cuerpo de un perro contiene receptores de cortisol.

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¿Cushing típico o atípico?

Si tu perro es diagnosticado con hiperadrenocorticismo, es importante saber qué tipo de Cushing tiene.

El síndrome de Cushing típico suprarrenal dependiente o, el más común que es hipófiso-dependiente. Alrededor del 85 % de los perros afectados desarrollan la última forma, en la cual la glándula pituitaria envía demasiada hormona estimulante a las glándulas suprarrenales. Las glándulas suprarrenales responden secretando demasiado el cortisol. El 15 % restante de los casos son suprarrenal dependientes, en los cuales se desarrolla un tumor en una glándula suprarrenal, lo que provoca un aumento en la producción de cortisol.

No es raro que los veterinarios desencadenen involuntariamente los casos de Cushing típicos al prescribir una dosis demasiado alta de prednisona oral (cortisona sintética) o un ciclo de terapia con prednisona que es de larga duración. Si tu perro ha tomado prednisona durante un período prolongado de tiempo, está predispuesto al síndrome de Cushing.

La forma atípica de hiperadrenocorticismo ocurre cuando las glándulas suprarrenales producen en exceso aldosterona, una hormona que equilibra los electrolitos en el cuerpo. El Cushing atípico también puede ser el resultado de una sobreproducción de precursores de hormonas sexuales (estrógeno, progesterona y, rara vez, testosterona).

Diagnosticar el hiperadrenocorticismo puede ser todo un desafío

Muchas veces, el diagnóstico de Cushing es complicado. Por lo general, se realiza con análisis de sangre como la prueba de estimulación con ACTH (estímulo) y la prueba de supresión de dexametasona en dosis bajas. Para un diagnóstico definitivo de Cushing, ambas pruebas requieren de al menos dos extracciones de sangre para comparar los niveles de cortisol.

Después de confirmar el síndrome Cushing, tu veterinario deberá determinar si se trata del tipo suprarrenal dependiente o hipófisis dependiente. En mi opinión, la mejor manera de descartar un tumor de glándula suprarrenal es con una prueba de ultrasonido no invasiva. Sin embargo, algunos veterinarios prefieren hacer un tercer análisis de sangre llamado prueba de supresión de dexametasona en dosis altas.

Cualquiera que sea el método utilizado, no nada más es importante establecer un diagnóstico definitivo de Cushing, sino también determinar si la forma de la enfermedad es suprarrenal o hipofisaria.

Por desgracia, en la mayoría de los casos, la enfermedad se diagnostica después de que se ha desarrollado por completo y ya no hay forma de detenerla. Una vez que un perro desarrolla Cushing por completo, vivirá con la enfermedad por el resto de su vida. Es una enfermedad horrible que puede controlarse, pero no curarse.

Muchos veterinarios suelen pasar por alto los aumentos continuos y progresivos de los niveles de la fosfatasa alcalina sérica (ALP), una de las enzimas que por lo general aparece en niveles elevados en los análisis de sangre de rutina, hasta que se presentan varios síntomas de Cushing o el dueño se preocupa porque de repente su mascota está orinando por toda la casa o está perdiendo su pelaje.

El mejor enfoque proactivo es tratar de evitar que la enfermedad se desarrolle por completo. Por eso te recomiendo pedir una copia de los resultados de los análisis de sangre de tu mascota. Tu mascota debe envejecer con un análisis de sangre perfecto, o de lo contrario, tendrías que hacer algo al respecto.

Jamás permitas que un veterinario te diga que el análisis de sangre anormal de tu mascota es "algo normal para su edad", ya que esto significa que la enfermedad se está desarrollando sin que nadie haga nada al respecto. Si el nivel de ALP de tu perro es dos o tres veces más alto de lo normal, pregúntele a tu veterinario si tu perro podría estar en las primeras etapas de hiperadrenocorticismo.

La importancia de una detección temprana

La mayoría de los medicamentos actualmente disponibles para tratar el síndrome de Cushing tienen muchos efectos secundarios indeseables. Es muy importante que le preguntes a tu veterinario sobre todos los posibles efectos secundarios de los medicamentos. También te recomiendo que investigues por tu cuenta.

Trato de evitar el uso de Lysodren y otros medicamentos fuertes para el Cushing porque, en mi opinión, muchas veces, los efectos secundarios son peores que los síntomas con los que el animal está lidiando. Cuando es necesario recurrir a los medicamentos para tratar el Cushing, prefiero usar Trilostane, que tiene menos efectos secundarios. Obviamente, el objetivo es controlar la enfermedad antes de que se requieran dosis altas de medicamentos.

Sin embargo, si el Cushing ya se ha desarrollado por completo y tu perro necesita medicamentos para controlar la enfermedad, te recomiendo comenzar con la dosis efectiva más baja posible y usarlo junto con un protocolo natural para reducir los posibles efectos secundarios.

Pero mi principal recomendación es identificar el síndrome de pre-Cushing lo antes posible y reducir el riesgo de que tu mascota desarrolle la enfermedad por completo. Los perros simplemente no se despiertan un día y de la nada ya tienen la enfermedad - es algo que se desarrolla con el tiempo.

Por desgracia, muchos veterinarios convencionales ignoran los primeros signos de disfunción suprarrenal porque no saben qué hacer al respecto hasta que un perro no pasa la prueba de estimulación con ACTH. El problema con este enfoque es que lleva meses y, a veces, años para que un animal sea diagnosticado oficialmente con Cushing.

Esperar tanto tiempo para tomar medidas podría ser demasiado tarde. Considero que un perro tiene el síndrome pre-Cushing cuando muestra síntomas clásicos, pero aún puede pasar la prueba de estímulo. A menudo hay cambios menores en el análisis de sangre, por ejemplo, el UCC (proporción de cortisol: creatinina en orina) está ligeramente elevado, hay niveles elevados de colesterol y se ha demostrado que la elevación en ALP es inducida por el cortisol (tu veterinario puede verificar qué fracción de ALP proviene del cortisol vs. otras fuentes).

En muchos pacientes, he podido revertir el pre-Cushing con nutracéuticos, hierbas chinas, homeopatía, terapia nutricional y control del estilo de vida (reducir el estrés biológico y metabólico).

Mi consejo es ser proactivo y controlar anualmente el nivel de ALP de tu mascota, que debería ser parte de un "análisis de sangre de bienestar" de rutina, junto con un examen físico que evalúa la masa muscular, la condición del pelaje y una evaluación del estrés ambiental. Pídele a tu veterinario que establezca los niveles sanguíneos basales y trate cualquier elevación desde la línea basal a través de una prueba de detección como el UCC o CiALP para determinar si el cuerpo de tu perro secreta demasiado cortisol.

Jamás aceptes esteroides recetados para tu mascota a menos que sean necesarios para mejorar dramáticamente (y temporalmente) su calidad de vida (por ejemplo, si tu mascota tiene un trauma agudo en la cabeza y se necesitan esteroides para controlar la inflamación cerebral, etc.).

Conocer esta información te ayudará a controlar el pre-Cushing antes de que se desarrolle la enfermedad por completo. Y no ignores los síntomas. Si tu mascota tiene síntomas consistentes de tipo Cushing, sin importar cuán leves sean, vale la pena descartar un posible trastorno endocrino o suprarrenal.

Es durante la etapa de desarrollo de la enfermedad de Cushing cuando a muchos perros también les recetan protocolos de medicamentos tradicionales y agresivos, que solo deberían prescribirse cuando la enfermedad ya se ha desarrollado por completo y, esto muchas veces tiene resultados desastrosos.

Cuando se prescriben estos potentes medicamentos para la disfunción suprarrenal leve, por lo general, el resultado es una crisis addisoniana aguda en donde no hay suficientes hormonas suprarrenales para la función fisiológica normal. Un protocolo natural para manejar el pre-Cushing es esencial para evitar el hiperadrenocorticismo inducido por medicamentos (Addison's).

Consejos de prevención

Hay algunas medidas de prevención para reducir el riesgo de que tu perro desarrolle hiperadrenocorticismo, que incluyen:

Darle a tu mascota una dieta antiinflamatoria rica en humedad, nutricionalmente óptima y apropiada para su especie para reducir el estrés biológico; esto significa eliminar todos los granos y carbohidratos de su dieta, ya que los carbohidratos desencadenan la liberación de insulina y la insulina desencadena la liberación de cortisol

Ejercitar a tu perro diariamente para ayudarlo a combatir el estrés y promover la liberación de endorfinas

En lugar de esterilizar o castrar a tu mascota, considerar un procedimiento de esterilización que deje los testículos u ovarios de tu perro en su lugar; si eso no es posible, espera hasta que tu mascota haya alcanzado su tamaño adulto, y en el caso de las hembras, después del primer ciclo, o segundo, de preferencia

Minimizar la exposición a los xenoestrógenos

Investigar sobre las hierbas adaptogénicas y las sustancias naturales de refuerzo suprarrenal como la magnolia (rodiola), la ashwagandha y la fosfatidilserina

Controlar los niveles anormales de hormonas desde el principio a través de refuerzos naturales, como melatonina, DIM, terapias glandulares y linaza rica en lignanos

+ Fuentes y Referencias
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