10 señales sobre tumores en mascotas que no debes omitir

tumores en mascotas

Historia en Breve

  • Ahora, los veterinarios diagnostican más cáncer en un mayor número mascotas y cada vez más jóvenes que antes
  • Como dueño de mascota, es importante que conozcas los 10 signos típicos de cáncer en perros y gatos
  • Las medidas que puedes tomar en casa para ayudar a tu mascota a evitar el cáncer incluyen mantenerla en un peso saludable, proporcionarle una alimentación antiinflamatoria, reducir su exposición a toxinas y estrés crónico, y evitar vacunas innecesarias

Ahora, los veterinarios observan más incidencia de cáncer en un mayor número de mascotas y cada vez más jóvenes que antes. Según la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA, por sus siglas en inglés), alrededor de 1 de cada 4 perros desarrollará cáncer en algún momento de su vida, incluyendo a casi la mitad de los perros mayores de 10 años.

10 síntomas típicos que no debes ignorar

Los perros y gatos podrían desarrollar cáncer en casi cualquier parte del cuerpo, por lo que los síntomas pueden variar según los tejidos y órganos involucrados, así como la gravedad de la enfermedad. Si tu mascota demuestra cualquiera de las siguientes 10 señales de advertencia de cáncer, haz una cita con tu veterinario:

1. Inflamaciones inusuales que no desaparecen o que crecen. La mejor manera de descubrir bultos, protuberancias o áreas inflamadas en tu perro o gato es al acariciarlo.

2. Heridas que no sanan. Las heridas que no se curan pueden ser un signo de infección o cáncer y deben ser evaluadas por un veterinario.

3. Pérdida de peso. Una enfermedad podría ser la razón por la que tu mascota pierde peso, a pesar de no llevar una dieta.

4. Pérdida de apetito. La renuencia o negativa a comer es otro signo de una posible enfermedad.

5. Sangrado o secreción. El sangrado puede ocurrir por diversas razones, la mayoría indican un problema. El vómito y diarrea inexplicable también se consideran secreciones anormales.

6. Mal olor. Un olor desagradable es un signo típico de tumores en el ano, hocico o nariz.

7. Dificultad para comer o tragar. Este es un signo típico de cáncer de hocico o cuello.

8. Renuencia al ejercicio o bajo nivel de energía. Muchas veces, esta es una de las primeras señales de que una mascota no se siente bien.

9. Cojera persistente. La cojera tiene muchas causas, incluyendo el cáncer de los nervios, músculos o huesos.

10. Dificultad para respirar, orinar o defecar. El veterinario debe analizar estos síntomas lo antes posible.

Muchos de estos síntomas también se presentan con otros trastornos y enfermedades, pero independientemente de esto, cualquier mascota que demuestre uno o más de estos signos necesita atención veterinaria inmediata.

"La detección e intervención tempranas pueden ser la diferencia entre una cura y un mal resultado, así como la diferencia entre un procedimiento corto y sin complejidad o un protocolo de tratamiento costoso y largo", El Dr. Brandan Wustefeld- Janssens, profesor asistente de oncología quirúrgica en la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de Texas A&M, dijo para Houston Chronicle.

5 medidas que puedes aplicar para ayudarle a tu mascota a evitar el cáncer

1. No permitas que tu perro o gato tenga exceso de peso. Los estudios demuestran que restringir la cantidad de calorías que come un animal previene o retrasa la progresión del desarrollo de tumores en todas las especies. Menos calorías hacen que las células del cuerpo bloqueen el crecimiento de tumores, mientras que demasiadas calorías pueden causar obesidad, y la obesidad está estrechamente relacionada con un mayor riesgo de cáncer en los seres humanos.

Existe una relación entre el exceso de glucosa, mayor sensibilidad a la insulina, inflamación y estrés oxidativo, los cuales son factores en la obesidad y cáncer. Es importante recordar que la grasa no solo se acumula inofensivamente en el cuerpo de tu mascota. Produce una inflamación que a su vez, puede promover el desarrollo de tumores.

2. Proporciónale una alimentación antiinflamatoria. Todo lo que produzca o promueva la inflamación en el cuerpo aumenta el riesgo de cáncer. Las investigaciones actuales sugieren que el cáncer es en realidad una enfermedad inflamatoria crónica, promovida por el consumo de carbohidratos. El proceso inflamatorio crea un ambiente en el que proliferan células anormales.

Para crecer y multiplicarse, las células cancerosas necesitan de la glucosa de los carbohidratos, por lo que debes eliminar esa fuente de energía del cáncer. Los carbohidratos que debes eliminar de la alimentación de tu mascota incluyen los granos procesados, frutas con fructosa y verduras con almidón, como las papas.

Toma en consideración que todo el alimento seco o croquetas ("comida rápida") contiene alguna forma de almidón muy procesado y potencialmente carcinogénico. Puede elaborarse sin granos, pero no sin almidón porque no es posible fabricar croquetas sin utilizar algún tipo de almidón.

La correlación entre el consumo de comida rápida y el cáncer se ha establecido en seres humanos, y mi consejo es incluir la mayor cantidad de alimentos frescos y sin procesar que te sea posible dentro de la alimentación de toda tu familia.

Por lo general, las células cancerosas no pueden usar las grasas alimenticias para obtener energía, por lo que el alto consumo de grasas de buena calidad es beneficioso para los perros que luchan contra el cáncer, así como reducir la cantidad de proteínas y eliminar el consumo de carbohidratos. En esencia, es una dieta cetogénica.

Otra de las causas principales de los padecimientos inflamatorios es una alimentación rica en ácidos grasos omega-6 y bajos en omega-3. Los omega-6 aumentan la inflamación, mientras que los omega-3 la reducen. El alimento procesado para mascotas suele contener una alta cantidad de ácidos grasos omega-6 y muy pocos ácidos grasos omega-3.

Una alimentación saludable; es decir, que sea antiinflamatoria y ayude a combatir el cáncer, consiste en alimentos reales, enteros y de preferencia, sin procesar. Debe incluir proteínas de alta calidad, como carne muscular, vísceras y huesos.

También, debe incluir altas cantidades de grasa de origen animal, altos niveles de EPA y DHA (ácidos grasos omega-3) y algunos vegetales frescos con bajo índice glucémico. Esta alimentación apropiada para especies tiene un alto contenido de humedad y no contiene granos ni almidones.

Asimismo, te recomiendo asegurarte de que la alimentación sea equilibrada al seguir las recomendaciones de la dieta ancestral, que tienen estándares mucho más rigurosos (cantidades más altas de minerales y vitaminas) que nuestras recomendaciones alimentarias actuales para mascotas (AAFCO).

Algunos suplementos beneficiosos como los probióticos, hongos medicinales, enzimas digestivas y superalimentos verdes también pueden ser muy beneficiosos para mejorar la función inmunológica.

3. Reduce o elimina la exposición de tu mascota a las toxinas y minimiza el estrés crónico. Estos incluyen pesticidas químicos, como preventivos contra pulgas y garrapatas, químicos para el césped vinculados al cáncer (destructores de malezas, herbicidas, etc.), humo de tabaco, retardantes de llama, limpiadores para el hogar y productos para aromatizar el ambiente, como velas y difusores.

Ya que vivimos en un mundo tóxico y es casi imposible evitar toda la exposición química, también te sugiero suministrarle a tu mascota un protocolo de desintoxicación regular.

Según las investigaciones, también es importante identificar y eliminar las fuentes de estrés crónico en la vida de tu animal. Es crucial centrarse intencionalmente en enriquecer el ambiente a diario y generar oportunidades para que los perros expresen su naturaleza (es decir, jugar, olfatear y correr) de forma cotidiana, para que las mascotas estén felices y sanas.

4. Si tu mascota es un perro, en especial de raza grande o gigante, espera a que tenga de 18 meses a 2 años de edad para esterilizarlo o castrarlo. Los estudios han relacionado los procesos de esterilización y castración con mayores tasas de cáncer en perros. Aún mejor, investiga métodos alternativos para esterilizar a tu mascota sin alterar su equilibrio hormonal.

5. Evita vacunas innecesarias. Los protocolos de vacunas deben adaptarse para minimizar el riesgo y maximizar la protección, al considerar la raza, antecedentes, estado nutricional, estilo de vida y vitalidad general de la mascota. Sabemos que las vacunas pueden causar cáncer y que la prueba de títulos de anticuerpos es una forma responsable de garantizar que tu mascota tenga la inmunidad adecuada, en lugar de vacunarla en exceso cada año.

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