Si eres un visitante habitual aquí y lees mis boletines de Mascotas Saludables, probablemente sabes que tengo un problema con el uso excesivo de antibióticos en la medicina veterinaria. Una razón es que, al igual que las personas, las mascotas pueden desarrollar alergias a los medicamentos que se recetan en exceso. Además, los antibióticos tienen efectos secundarios, muchos de ellos son a largo plazo.
Otra razón es la resistencia a los antibióticos, una amenaza mortal que se expande rápidamente y que es el resultado del uso demasiado frecuente e innecesario de estos medicamentos. Además, los residuos de antibióticos pasan por la cadena alimenticia, por lo que incluso si tu veterinario no le ha recetado antibióticos innecesarios a tu mascota, es muy probable que tu compañero animal esté expuesto a ellos de forma regular a través de sus alimentos.
Los perros y los gatos consumen antibióticos cuando comen alimentos que contienen carne de animales que fueron criados en fábricas, lo que incluye alrededor del 99 % de los alimentos para mascotas en el mercado actual. La excepción sería comprar carnes orgánicas de animales criados en libertad y preparar tu propio alimento para mascotas, o comprar uno de los muy pocos alimentos para mascotas que contienen carne orgánica de animales criados en libertad.
Antes de darle un antibiótico a tu mascota, debes insistir en esta prueba
Es importante comprender que las infecciones virales y fúngicas no responden a los antibióticos. La administración de estos medicamentos para tratar una infección no bacteriana es un ejemplo clásico de uso excesivo indiscriminado, lo cual veo que sucede con demasiada frecuencia en la medicina veterinaria. Los veterinarios no saben exactamente qué hacer con una mascota que estornuda, tose o presenta picazón, por lo que prescriben un antibiótico.
Es por eso que siempre invito a todos los padres de mascotas a insistir en un cultivo bacteriano y una prueba de sensibilidad cuando sospechan que su perro o gato tiene o se le diagnostica una infección. Antes de aceptar un tratamiento, si tu veterinario no lo sugiere, insiste en esa prueba.
Un cultivo es simplemente una muestra del área afectada. Podría ser un hisopo estéril sumergido en orina o un hisopo de tejido infectado, piel o secreción del oído. La muestra se incuba y monitorea para detectar el crecimiento del organismo, lo que por lo general comienza al día siguiente. Cuando se forman colonias de organismos, cada uno se examina para determinar qué tipo de bacteria está presente.
La parte de sensibilidad de la prueba consiste en colocar pequeñas cantidades de antibióticos diferentes sobre los organismos para ver a cuáles son más sensibles (susceptibles) las bacterias. La concentración mínima inhibidora (MIC, por sus siglas en inglés), es la concentración más baja de antibiótico que previene el crecimiento visible de bacterias, lo que le permite al veterinario elegir el antibiótico y la dosis correctos para tratar con éxito la infección de la mascota.
El proceso de toma de decisiones también debe incluir la elección de un antibiótico que se pueda administrar por inyección, vía oral o tópica para obtener resultados óptimos en el área específica del cuerpo donde se encuentra la infección.
Si tu veterinario le receta un antibiótico sin una prueba de cultivo y sensibilidad, significa que está adivinando qué tipo de organismo se encuentra presente y cuál es el mejor antibiótico para tratarlo, una práctica conocida como prescripción empírica. Aunque muchos veterinarios son muy buenos cuando adivinan, debido al creciente peligro de cepas de bacterias causantes de enfermedades resistentes a los antibióticos, considero que ya no hay margen de error.
Cada vez que se prescribe un antibiótico innecesario o inapropiado, aumenta la posibilidad de resistencia. Una prueba de cultivo y sensibilidad bacteriana le brinda a tu veterinario dos datos muy importantes: el organismo preciso que causa la infección y el mejor antibiótico para tratarla.
Solo en una situación de emergencia, el veterinario debe recetarle un antibiótico antes de poder realizar el cultivo bacteriano y la prueba de sensibilidad. Cuando llegan los resultados de la prueba, podrá cambiar los medicamentos en caso de ser necesario.
Una prueba de sensibilidad y cultivo toma un poco más de tiempo, por lo general un mínimo de 72 horas, por lo que debe estar preparado para dejar el consultorio de su veterinario sin un diagnóstico definitivo de qué tipo de bacteria está desarrollando exactamente. Ten la seguridad de que el tiempo adicional que toma identificar el tipo de bacteria presente y el medicamento necesario permitirá obtener un tratamiento preciso para la infección de la mascota en lugar de un enfoque de prueba y error.
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Una nueva prueba interna de cultivo y sensibilidad para las infecciones del tracto urinario
Dicho todo lo anterior, me alentó mucho conocer una nueva prueba de orina desarrollada por una compañía llamada Test & Treat. Es una prueba interna (lo que significa que se puede realizar directamente en el consultorio de tu veterinario) que identifica infecciones del tracto urinario (ITU) en mascotas y los mejores antibióticos para tratarlas.
Los signos de que tu perro o gato puede tener una infección del tracto urinario incluyen:
Orinar repentinamente en la casa o fuera de la caja de arena |
Lamido constante de los orificios urinarios |
Sangre visible en la orina o en la caja de arena; orina oscura o turbia |
Pérdida del control de la vejiga; goteo de orina |
Visitas frecuentes a la caja de arena; incapacidad para orinar o muy poca cantidad |
Vómitos, letargo, falta de apetito. |
Esfuerzo para orinar; postura encorvada; llanto por dolor |
Mayor consumo de agua de lo habitual |
Los resultados de la prueba "U-treat" se producen en minutos, lo que significa que los veterinarios no necesitan adivinar medicamentos mientras esperan los resultados de las muestras de orina que se enviaron a un laboratorio externo. También significa que tu mascota puede comenzar a recibir la terapia correcta de inmediato.
De acuerdo con VetSurgeon.org:
"Además, la compañía dice que la prueba ayudará a respaldar el uso responsable de antibióticos, lo cual es particularmente importante dado que se han encontrado cepas de enterococos identificadas en infecciones urinarias caninas que son resistentes a tres o más antimicrobianos".
La prueba U-treat tiene dos pasos. El primer paso detecta la presencia (o ausencia) de una infección urinaria bacteriana y toma 5 minutos. El segundo paso prueba la susceptibilidad a los antibióticos, y los resultados muestran la mejor opción de antibióticos, así como aquellos que no funcionarán debido a la resistencia de los antimicrobianos. El paso dos toma 45 minutos.
U-treat se evaluó en gatos y perros en la Universidad de Tennessee. Según VetSurgeon.org, la prueba demostró niveles altos de sensibilidad (97.1 %) y especificidad (92 %), en comparación con las pruebas de laboratorio. U-treat está actualmente validado para su uso en perros y gatos y también está en estudios para su uso en caballos. También en algún momento podría ocuparse para su uso en la medicina humana.
Asegúrate de administrarle los antibióticos a tu mascota tal y como le fueron recetados
Una prueba de cultivo y sensibilidad asegurará que tu perro o gato sane de forma más rápida y completa. Además, es importante administrar la dosis adecuada del antibiótico en los intervalos adecuados y agotar toda la receta, incluso si tu mascota parece estar completamente recuperada antes de terminar el medicamento.
Esto asegurará que la infección esté totalmente resuelta y evitará que tu mascota tenga que tomar otro curso completo de antibióticos porque el primero no se administró por completo y la infección no se eliminó de manera efectiva.
También asegúrate de reponer las bacterias saludables del intestino de tu mascota
Es importante reconocer que los antibióticos literalmente significan “anti-vida”. Matan de forma indiscriminada a todas las bacterias, tanto a las buenas como a las malas. Si tu perro o gato ha sido tratado con antibióticos, también se han destruido miles de millones de bacterias sanas en su tracto digestivo, lo que puede sentar las bases para otros problemas de salud, como trastornos digestivos, diarrea intermitente, mala absorción de nutrientes y disbiosis (síndrome del intestino permeable).
Es importante repoblar el sistema gastrointestinal (GI) de tu mascota con microorganismos beneficiosos (probióticos) durante y después de una terapia con antibióticos con el fin de restablecer un equilibrio saludable de bacterias intestinales. Esto también ayudará a mantener el funcionamiento óptimo del sistema digestivo de tu perro o gato, así como un sistema inmunológico fuerte.