Cómo eliminar el miedo relacionado con las visitas al veterinario

Mascotas sin miedo al veterinario

Historia en Breve

  • Un estudio reciente sugiere que la raza de un perro puede influir en el miedo relacionado con las visitas veterinarias; mientras que otros factores incluyen el estilo de vida, el lugar de adquisición de la mascota, su tamaño y su entorno social
  • Los autores del estudio también consideran que la prevalencia y la gravedad del miedo durante las visitas veterinarias están muy influenciadas por el entorno de la clínica veterinaria y las interacciones entre los humanos y los animales
  • Las tendencias veterinarias emergentes tratan de abordar el miedo de las mascotas, así como el miedo relacionado con las visitas al veterinario y el manejo del estrés; el objetivo de ambos enfoques es buscar el bienestar emocional de una mascota
  • Existen muchas medidas que las personas y los veterinarios pueden tomar para ayudar a las mascotas a eliminar el estrés antes y durante las visitas al veterinario

Un estudio publicado recientemente por investigadores de la Facultad de Ciencias Animales y Veterinarias del Campus Roseworthy de la Universidad de Adelaida en Australia, sugiere que el miedo relacionado con las visitas veterinarias tiene que ver con la raza, el tamaño y otros factores.

Los motivos del estudio fueron que los perros miedosos pueden lastimar al personal veterinario, a sus dueños y a ellos mismos, mientras que los dueños tienen menores probabilidades de visitar al veterinario de manera rutinaria. Cabe mencionar que, según los estudios, el estrés relacionado con el miedo o la ansiedad puede tener efectos negativos en la salud y la vida de los perros.

Más de la mitad de 26 555 perros mostraron cierto grado de miedo durante las visitas al veterinario

La información extraída por los investigadores de la Universidad de Adelaida proviene de las respuestas del dueño a una encuesta en línea del Cuestionario de investigación y evaluación del comportamiento canino (C-BARQ). El equipo obtuvo una muestra extraordinariamente grande que describe los comportamientos de 26 555 perros.

El C-BARQ muestra cómo es que las mascotas pueden experimentar miedo leve a moderado. Estos incluyen evitar el contacto visual, evitar lo que le temen, agacharse, encogerse, bajar o doblar la cola, gimotear, gemir, inmovilizarse y temblar. Las señales de miedo extremo incluyen encogimiento exagerado e intentos vigorosos de escapar, retirarse u ocultarse.

Con estos ejemplos, se le solicito a los encuestados que indicaran el nivel de miedo mostrado por su perro durante las visitas veterinarias. Más del 55 % de todos los perros mostraron algo de miedo durante las visitas veterinarias, mientras que el 41 % exhibió un comportamiento de miedo leve a moderado y el 14 % experimentó un miedo extremo.

La raza es uno de los factores más importantes cuando se trata del miedo durante las visitas al veterinario

Los investigadores encontraron que el factor más importante para predecir si los perros tendrán miedo es la raza (27.1 %), seguido del historial de roles o actividades (16.7 %), la proveniencia (15.2 %), el peso (12 %), la edad de otros perros en el hogar (9.5 %) y la relación del dueño con el perro (6.3 %).

Por grupo (según el Australian National Kennel Council), los perros más miedosos fueron los perros Toy, seguidos de las razas de perros mixtos y los sabuesos. Las razas con menos miedo fueron los perros de servicio (perros guardianes como el Doberman Pinscher; perros de trineo como el Husky siberiano y el perro de montaña Bernese).

Los perros de caza, como los spaniels y los perdigueros, tendieron a mostrar menos miedo durante los exámenes veterinarios.

Otros factores importantes que influyen en los niveles de miedo incluyen los siguientes:

  • Estilo de vida (historial de roles o actividades): los perros utilizados para la cría, exhibición y con un historial de trabajo mostraron menos miedo durante las visitas al veterinario. Los más propensos a tener miedo eran los perros de compañía sin actividades laborales.
  • Proveniencia: los perros adquiridos de un criadero o criados por sus dueños mostraban menos miedo; mientras que los perros provenientes de un amigo o pariente, o que fueron adquiridos en una tienda de mascotas tuvieron niveles más elevados de miedo.
  • Tamaño: no es de sorprenderse que los perros más grandes (más de 48 libras) experimentaran mucho menos miedo que los perros más pequeños.
  • Entorno social: los perros que vivían sin otros perros tenían más miedo que los perros que vivían con otros perros.
  • Relación con el dueño: los perros de dueños primerizos mostraron niveles más elevados de miedo durante los exámenes veterinarios.
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La prevalencia y la gravedad del miedo están muy influenciadas por el entorno de la clínica veterinaria y las interacciones entre los humanos y los animales

Dado que los factores de riesgo explicados anteriormente únicamente explican el 7% de la variación del miedo observada durante los exámenes veterinarios, los autores del estudio explicaron lo siguiente:

"Esto sugiere que el miedo exhibido durante las visitas veterinarias es común en los perros, pero el ambiente o las interacciones entre humanos y animales contribuyen más en la prevalencia y la gravedad de este problema que los factores demográficos".

¡Ahora lo estamos descubriendo! En mi opinión, ninguno de los factores de riesgo examinados en el estudio de la Universidad de Adelaida es tan importante como el entorno de la clínica veterinaria y el manejo que los perros reciben durante los exámenes de bienestar.

Por fortuna, en los últimos años, eliminar el miedo y el estrés se ha convertido en algo ­muy común en la comunidad veterinaria. Un número creciente de veterinarios han comprendido que las mascotas estresadas y miedosas no deben considerarse como "normales". Como profesión, los veterinarios han comenzado a aceptar que el estado emocional de sus pacientes es tan importante como su salud física, incluso durante las visitas al veterinario.

Pasos para eliminar el miedo durante las visitas con el veterinario

Existen innumerables estrategias que las personas y los veterinarios pueden implementar para disminuir el estrés durante las citas veterinarias. Los siguientes consejos del Dr. Marty Becker se publicaron en la revista veterinaria dvm360. Los cuales fueron creados para veterinarios y su personal, por lo que fueron editados para que sean útiles para las personas.

Fueron modificados para reflejar mi propio enfoque que busca reducir el miedo y la ansiedad en las mascotas (que casi nunca involucra productos ­farmacéuticos o sustancias químicas).

1. Reduce el estrés de tu mascota antes de visitar al veterinario. Esto implica que tu perro haya sido entrenado para utilizar una jaula (o que esté acondicionado para usar un arnés para el automóvil) y se encuentre cómodo durante los viajes en automóvil. Para mantenerlo tranquilo durante los días de visita, utilice feromonas como el Adaptil y los nutracéuticos calmantes.

Los productos que utilizo junto con la modificación del comportamiento, incluyen el acónito homeopático o Hyland's Calms Forte, Bach Rescue Remedy, o una mezcla de Spirit Essences para tratar el estrés o miedo durante el trayecto, así como durante la cita. Los nutracéuticos y hierbas relajantes que he encontrado útiles incluyen albahaca sagrada (Tulsi), valeriana, l-teanina, rhodiola, ashwagandha, GABA, 5-HTP y manzanilla que se pueden administrar unas horas antes de la visita al veterinario.

Como dueño de una mascota, también es importante que mantengas la calma. También podrías reproducir música relajante en el trascurso del camino a la cita veterinaria.

2. Limita el consumo de alimentos antes de acudir al veterinario. Especialmente si su cita es alrededor de la hora de comida, es necesario proporcionarle una menor cantidad o esperar a dársela hasta regresar (si es posible hacerlo de manera segura). Si tiene un poco de hambre durante la cita, es más probable que responda a los bocadillos que le ofrece el veterinario. Asimismo, es posible llevar un pequeño suministro de sus bocadillos favoritos a la cita.

3. Minimiza el tiempo que pasan en la sala de espera de la clínica veterinaria. El área principal de la recepción o sala de espera de muchas clínicas puede ser un factor estresante para las mascotas miedosas, debido a los olores, sonidos y presencia de otros animales y personas desconocidas. Si no es posible llevar al perro directamente a una sala de examen, se recomienda informar a la recepcionista que estarán esperando en el auto hasta que haya una sala disponible. Si el veterinario siempre llega tarde, llama con anticipación para preguntarle si llegará a tiempo. Si llega tarde, programa tu llegada para pasar la menor cantidad de tiempo en espera.

4. Elige una clínica veterinaria con salas de revisión específicas para cada especie. Si la clínica veterinaria a la que acudes no cuenta con salas de revisión separadas para las diferentes especies, se recomienda buscar alguna que si las tenga. Lo ideal es que en las salas de revisión se utilice feromonas específicas para cada especie, junto con música relajante, coberturas en las paredes y ajustes de temperatura específicos para gatos o perros.

5. Crea una sensación de relajación en la sala de revisión. Hay una gran cantidad de medidas que tu veterinario y personal de la clínica pueden implementar para disminuir el estrés de tu mascota, incluyendo:

Estar en la sala de revisión antes de que llegues con tu mascota

Hablar en voz baja y hacer movimientos lentos

Retirar la parte superior de la jaula transportadora de tu gato (o abrir la bolsa transportadora) y proporcionarle una toalla para que se esconda mientras se acostumbra a la habitación

Permitir que el perro olfatee los instrumentos antes de utilizarlos

Evitar el contacto directo con tu mascota y esperar a que inicie la interacción

Suministrar un tratamiento tópico para el dolor antes de tocar un área del cuerpo de tu mascota que presente dolor

Lanzar premios cerca de tu mascota, en vez de proporcionarlos en sus manos

Contar con superficies antideslizantes en la mesa de revisión y piso, si el veterinario examina al paciente en el suelo

6. Siempre que sea posible, es necesario que examinen al paciente dónde le resulte más cómodo. Las mesas de revisión tienden a ser una fuente de ansiedad para muchas mascotas (por lo tanto, se necesitan superficies antideslizantes para ayudar a reducir el estrés). Cuando sea posible, se recomienda examinar a un perro miedoso en el piso (cubra los pisos resbaladizos con una alfombra antideslizante), en el regazo de su dueño, o en el caso de los gatos, en la jaula transportadora (si es posible abrirla desde la parte superior).

7. Trabaja con la mascota para determinar cuál es la mejor posición de revisión. Se debe determinar cuál es la mejor manera de sujetar o controlar a tu mascota para una mayor comodidad, al tiempo que le permites al veterinario realizar los procedimientos necesarios. Una vez que el veterinario aprenda a manejar a tu mascota, es necesario que lo anote en su registro, junto con el lugar que prefiere ser examinada y cualquier otra información que ayude a reducir su estrés.

8. Disminuir el dolor de las inyecciones. Originalmente, fue redactado como "ayuda para que las vacunas sean menos dolorosas" porque en muchas clínicas, las vacunas aún se administran sin verificar si las mascotas han sido inmunizadas previamente. Esto hace que muchas mascotas se vacunen de manera innecesaria, lo que puede tener consecuencias negativas a largo plazo. Considero que es necesario determinar la necesidad de las vacunas antes de administrarlas mediante la extracción sanguínea conocida como prueba de títulos.

Dicho esto, necesitamos que todas las inyecciones (especialmente los microchips, de ser necesarios), extracciones de sangre (incluyendo las pruebas de valoración de anticuerpos) y otros procedimientos dolorosos sean cómodos para las mascotas. Esto se puede lograr al utilizar agujas más pequeñas, anestésicos tópicos, distrayendo a las mascotas con premios, y otras técnicas (como con el TTouch).

9. Sedar a las mascotas según sea necesario. La sedación no es necesariamente inadecuada, o un último recurso. En ciertos casos, es lo más humano que podemos hacer para controlar el miedo y estrés de una mascota. Algunos pobres perritos, y especialmente los gatos, están tan traumatizados por las visitas al veterinario que se benefician de la sedación. Soy una gran creyente de que los sedantes inyectables podrían evitarse fácilmente en todos los procedimientos que, de lo contrario, provocarían una respuesta de pánico en una mascota, la más común es durante el corte de uñas y limpieza profunda de las orejas. Esto es especialmente importante para las mascotas con traumas a las visitas veterinarias que han terminado mal.

10. Mantener el bienestar emocional y físico de la mascota. Es importante que el dueño y el personal veterinario se enfoquen primero en el bienestar emocional de la mascota. Únicamente después de que tu mascota este relajada (o de que el sedante haya surtido efecto) debes intentar realizar el examen o procedimiento.

El hecho de que nuestras mascotas no puedan expresar su ansiedad o miedo no significa que no lo estén sintiendo, por lo que es de suma importancia que tanto los dueños como el personal tomen medidas necesarias para alcanzar la relajación y comodidad, antes y durante las visitas veterinarias.

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