En los Estados Unidos, los juguetes para mascotas son un gran negocio, que genera más de mil millones de dólares anuales. Los juguetes para perros representan el 75 % de dichas ventas, y si alguna vez has visitado el pasillo de juguetes para perros y has comprado más de uno, puedes entender por qué.
En total, la persona promedio gasta 48 dólares al año en juguetes para perros y 31 dólares al año en juguetes para gatos, lo cual puede ser una buena inversión, ya que los juguetes satisfacen una variedad de necesidades tanto para perros como para gatos. Existen juguetes de peluche que satisfacen el deseo de búsqueda y de caza de presas, pelotas de goma que ofrecen un buen juego de persecución y juguetes de plumas que permiten que los gatos "cacen".
Sin embargo, no todos los juguetes para mascotas son iguales y algunos pueden ser dañinos. Al elegir juguetes para las mascotas, es importante evitar los siguientes errores comunes.
1. No considerar los materiales. Dependiendo de dónde y de qué estén hechos, esa hamburguesa chirriante o el juguete de plumas de neón podrían ser tóxicos. La publicación Consumer Affairs analizó algunos juguetes para mascotas que se comercializan en Wal-Mart y que se fabricaron en China. Encontraron niveles peligrosos de plomo, cromo y cadmio, sin mencionar los ftalatos y otros disruptores endocrinos que afectan a las mascotas.
Las carnazas sintéticas hechas de nylon o plástico también pueden contener ingredientes cuestionables que lo mejor sería no dárselas a tu perro. En su lugar, elige juguetes fabricados con caucho 100 % natural, algodón orgánico u otros materiales ecológicos y sin contaminantes. Evítalo si tiene un olor químico fuerte. Evítalo si tiene colores brillantes.
Algunos de los mejores juguetes son hechos a mano, por personas o compañías muy pequeñas, y se encuentran en los mercados locales o en pequeñas tiendas independientes. Al elegir juguetes, es importante considerar con qué facilidad se pueden limpiar.
2. Elegir el tamaño incorrecto. Un juguete que es demasiado grande será difícil de transportar y para jugar de manera cómoda, mientras que un juguete demasiado pequeño representa un riesgo de asfixia o podría atorarse en el tracto gastrointestinal.
Algunos fabricantes de juguetes tienen tablas de tallas para determinar el tamaño correcto para tu mascota, pero, en términos generales, busca un tamaño que sea cómodo para tu mascota pero que no sea tan pequeño como para que pueda tragárselo.
3. Elegir juguetes con piezas peligrosas. Los juguetes para gatos a menudo tienen largas cuerdas elásticas o hilos colgantes, que tu gato podría tragar, además, podrían representar un peligro de estrangulamiento. Los juguetes con piezas pequeñas tampoco son una buena idea. Esto incluye juguetes con campanas, que se pueden tragar de manera fácil. Además, ni siquiera pienses en darle una bola de estambre.
Otras partes peligrosas incluyen plumas que tienen puntas puntiagudas, que pueden causar laceraciones y que se tratan con químicos peligrosos que pueden irritar el tracto gastrointestinal de tu mascota.
4. No comprar juguetes para cachorros o gatitos. Tu mascota está en la edad perfecta para explorar, por lo que es importante tener una variedad de juguetes para un desarrollo adecuado. Tu mascota en crecimiento necesita una variedad de juguetes con una gran diversidad de texturas y densidades para satisfacer su deseo de masticar a medida que cambian sus deseos de dentición.
Es importante rotar de manera constante los juguetes blandos, suaves y duros durante el primer año de vida, lo cual funciona para evitar que tu mascota encuentre cosas inapropiadas y peligrosas en casa para satisfacer sus necesidades de dentición.
Así que no esperes hasta que haya pasado la etapa de cachorro para complacerlo, ya que podría terminar siendo un problema. "Es muy importante que las mascotas jóvenes tengan juguetes para que se acostumbren a masticar o rascar juguetes en lugar de los muebles", según el Dr. Robert Ahn.
5. No ofrecer variedad. Si tu mascota parece aburrida de sus juguetes, es probable que lo esté. La investigación publicada en Animal Cognition encontró que los perros preferían olfatear o recoger un juguete novedoso en lugar de juguetes con los que ya habían jugado en 38 de los 50 casos, así que el simple hecho de alternar juguetes es una forma de avivar el interés del perro. La variedad es la mejor opción, por lo tanto, ofrécele una combinación de tipos y texturas, incluyendo juguetes de rompecabezas que brinden estimulación mental, para que las mascotas se diviertan.
Esto tampoco significa que tengas que gastar mucho dinero en juguetes nuevos cada semana. Puedes elegir algunos que resulten atractivos y rotarlos de manera regular. Cuando la novedad comienza a desaparecer, lo cual sucede dentro de unos días, llévate el juguete actual durante unos días mientras lo reemplazas por uno "nuevo".
6. Darle juguetes para niños. A muchos perros les encantan los juguetes de peluche, pero evita darle peluches para niños, ya que se dañan fácilmente y pueden tener piezas pequeñas que podrían ingerirse. Incluso si el peluche es para perros, una vez que se rasga, es importante desecharlo para que tu perro no intente comérselo.
"Es peligroso que una mascota se coma el relleno del peluche o el silbato de adentro. He visto que esto puede causar una obstrucción", explicó Mason Romero, veterinario y asesor de Betterpet.
7. No quitarle los viejos juguetes. Los juguetes para perros tienen una vida limitada, que puede durar minutos o meses, dependiendo de su durabilidad y del temperamento de tu mascota. Asegúrate de inspeccionarlos de manera regular para detectar bordes irregulares, rasgaduras u otros signos de desgaste y deséchalos si las piezas parecen flojas o si el juguete es frágil.
Para extender la vida útil de los juguetes favoritos de tu mascota, asegúrate de meterlos a la casa si tu mascota tiende a dejarlos afuera. Dejarlos afuera podría generar moho, congelación o desintegración. También son más propensos a romperse, ensuciarse y quebrarse. Entre las sesiones de juego, puedes mantener frescos los juguetes al rociarlos con una mezcla de vinagre y agua, y luego limpiarlos con un paño.