Hace poco tiempo me encontré con un hermoso artículo en NOLA.com sobre uno de mis animales favoritos, la zarigüeya. La colaboradora Traci Howerton escribe:
"Las zarigüeyas son quizás uno de los animales más incomprendidos. Se consideran como criaturas sucias que por lo general terminan atropelladas. Sin embargo, las zarigüeyas son más inteligentes, limpias y beneficiosas para los humanos que muchas otras especies de la vida silvestre".
Y estoy totalmente de acuerdo. Muchas personas consideran que las zarigüeyas son una especie repugnante como las serpientes, murciélagos y los buitres. Las personas piensan que son sucias, que contienen enfermedades y que son feas.
He trabajado como rehabilitadora de vida silvestre durante los últimos 30 años y creo que es muy importante comprender que, aunque es posible que existan especies de animales que no son atractivas, todas merecen respeto. Todas las especies del planeta Tierra desempeñan un papel muy importante en el equilibrio del ecosistema. Espero que las personas piensen dos veces sobre el trato que sufren algunas especies solo por su apariencia o por conceptos erróneos que tienen de ellas.
Datos interesantes de la zarigüeya
Al contrario de lo que creen muchas personas, las zarigüeyas no son roedores. Son marsupiales, parientes de canguros y koalas, con bolsas integradas para llevar a sus bebés después de que dan a luz. Las zarigüeyas de Virginia son los únicos marsupiales en América del Norte.
Las zarigüeyas de Virginia han vivido en la tierra durante millones de años. Se les conoce como "fósiles vivientes" ya que son los mamíferos más antiguos del planeta. Tienen manos parecidas a las de los humanos y cada pie trasero contiene un pulgar.
Las zarigüeyas son adaptables y pueden vivir en cualquier lugar donde haya comida, agua y un refugio. Son pacifistas y nunca causan problemas. Por desgracia solo viven de dos a cuatro años.
Las zarigüeyas son una especie nómada, nocturna, solitaria y se pueden encontrar en todo Estados Unidos, son escaladoras, nadadoras, pero viajan por el suelo. Comen casi cualquier cosa, incluyendo carroña, caracoles, insectos, anfibios, frutas, vegetales muy maduros, hojas, hierba, huevos. Prueban casi todas las cosas que se encuentran en el camino. De hecho, la mayoría de las horas de vigilia se dedican a buscar comida. Una vez que han cumplido con su requerimiento de calorías, llega el momento de la siesta.
Las zarigüeyas tienen dos mecanismos de defensa muy interesantes. Si te encuentras con una, lo primero que hará es silbar. Luego abrirá la boca y te enseñará sus 50 dientes. Después, babeará como si tuviera rabia, lo cual es extraño ya que las zarigüeyas son uno de los pocos mamíferos que no transmiten la rabia, ya que su temperatura corporal natural es tan baja que es imposible albergar el virus.
Si esta imagen feroz no te asusta como se esperaba, el dispositivo de defensa número dos entra en acción. La zarigüeya se desmayará justo delante de ti, que es de donde viene la frase "hacerse el muerto”. Estos pequeños animales desprecian la confrontación hasta el punto de desmayarse de miedo cuando sienten el peligro.
Después de desmayarse, estará inconsciente de 30 segundos hasta por unas horas, dependiendo de la cantidad de adrenalina que libere. Al parecer, este es un sistema de protección muy bueno, ya que lo han utilizado durante millones de años. Por desgracia, cualquier depredador puede devorar a la zarigüeya mientras está inconsciente.
Aunque las zarigüeyas no son una especie que hiberna, si tienden a ser menos activas durante los meses más fríos del año. Las zarigüeyas están bien adaptadas para sobrevivir en el mundo, siempre que los depredadores, incluyendo la variedad humana, las dejen en paz.
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La basura de la naturaleza
Las zarigüeyas son el comité de limpieza de la naturaleza. A menudo comen sobras que la mayoría de los animales desprecian. Si dejas comida para mascotas o para humanos afuera y hay zarigüeyas en el vecindario, es muy probable que se devoren todas las sobras.
Las zarigüeyas tampoco son exigentes cuando se trata de dormir, cualquier edificio abierto, automóvil o árbol disponible es adecuado. Las personas a menudo encuentran zarigüeyas en el garaje. Si esto te sucediera, deja una puerta abierta, retira cualquier alimento y se irá sola.
Control de plagas natural y no tóxico
Cuando se trata de control de plagas, las zarigüeyas son ideales. Se alimentan de babosas y de otras plagas que dañan las plantas y, lo creas o no, también comen serpientes, incluso las más venenosas. De hecho, las zarigüeyas son conocidas por su capacidad para resistir la mordedura de casi cualquier tipo de serpiente y los científicos han logrado aislar una proteína proveniente de las muestras de sangre de zarigüeya que parece prometedora como anti-veneno.
Los ratones expuestos al veneno que recibieron el péptido de zarigüeya no demostraron efectos nocivos por el veneno, mientras que los ratones no tratados murieron en cuestión de horas. Parece que el veneno que se les proporcionó a los ratones tratados fue neutralizado por el péptido de la zarigüeya.
El mecanismo por el cual el péptido de la zarigüeya actúa contra el veneno de serpiente no se comprende por completo. Casi todo el veneno de serpiente contiene más de una toxina, por lo que parece poco probable que el péptido funcione al unirse a una sola toxina. Podría ser que la proteína del veneno se une a la proteína de la zarigüeya y deja de ser tóxica.
Las zarigüeyas también proporcionan un excelente control de garrapatas. Un estudio del año 2009 descubrió que más del 96 % de las garrapatas que intentan alimentarse de las zarigüeyas no sobreviven, ya que estos animales las consumen cuando se acicalan. Las zarigüeyas actúan como "trampas ecológicas” para las larvas de garrapatas, ya que albergan quizás más de 5500 en una temporada y consumen la mayoría de ellas antes de que alcancen la madurez.
Las zarigüeyas se comparan con las aspiradoras debido a su apetito voraz por las garrapatas. De acuerdo con el coautor del estudio Rick Ostfeld, autor de un libro sobre la ecología de la enfermedad de Lyme y científico principal del Instituto Cary de Estudios de Ecosistemas:
"Muchas garrapatas intentan alimentarse de zarigüeyas y solo pocas sobreviven a la experiencia. Resulta que las zarigüeyas son muy buenas peluqueras y nunca lo habíamos pensado, pero matan a la mayoría o a más del 95 % de las garrapatas que intentan alimentarse de ellas. Así que la razón por la cual las zarigüeyas nos protegen, es porque caminan por el bosque, aspiran garrapatas y matan a más del 90 %".
En cuanto a por qué las zarigüeyas consumen más garrapatas que otros animales, la coautora del estudio Felicia Keesing, Ph.D. sugirió en una entrevista con VPR (la fuente de noticias NPR de Vermont) que podrían ser más sensibles a la sensación de garrapatas en sus cuerpos, lo que les permite notar cuándo se adhieren y localizar donde se encuentran para eliminarlas.
Como rehabilitadora y educadora de vida silvestre, he tenido el honor de cuidar a dos zarigüeyas que no pudieron ser liberadas en la naturaleza y puedo confirmar que son las criaturas más sensibles que he encontrado. Pueden sentir cuando tienen pelos adheridos (como pelos de perro), así como otras fibras diminutas (como telarañas) que cualquier otra criatura no podría detectar. Creo que esta profunda sensibilidad cutánea contribuye a su capacidad para detectar garrapatas en sus cuerpos.
Hacer las paces con las zarigüeyas
Las zarigüeyas se encuentran entre los animales más amables y beneficiosos del bosque, e incluso cuando viven en áreas urbanas (a las que se adaptan muy bien) agregan valor al ecosistema y presentan poco riesgo para los humanos y las mascotas. Las zarigüeyas consumen muchas plagas además de garrapatas, incluyendo roedores, insectos y carroña.
Su búsqueda de alimento ayuda a mantener los suelos limpios y libres de alimentos que puedan atraer a otras criaturas indeseables. Si ves una zarigüeya que vive en tu patio trasero, no la mates ni intentes reubicarla (lo que podría dejar al animal con pocas posibilidades de sobrevivir).
Si dejas a la zarigüeya sola te darás cuenta que no ataca a las mascotas ni a la vida silvestre, no mastica los cables de los servicios públicos, no propaga enfermedades, no excava en tu jardín ni voltea los botes de basura. Al contrario, es un experto en el control de plagas, serpientes venenosas y roedores, y no pide nada a cambio. Tampoco se acerca demasiado a ti, ni la encontrarás en tu garaje, de hecho, es fácil alejarla.
"La próxima vez que descubras a una zarigüeya o veas una que camina junto a la cerca, ignórala”, escribe Howerton. "No quiere causar problemas y, de hecho, podría ser ideal tenerla cerca".