¿Cuáles son las causas de la epidemia de miedo y ansiedad en los perros?

epidemia de miedo y ansiedad en perros

Historia en Breve

  • El miedo y la ansiedad en los perros han aumentado al grado de considerarse una epidemia en Estados Unidos y es un problema grave que afecta tanto el vínculo entre humanos y animales como las estadísticas de abandono de los perros
  • Un estudio a gran escala que se llevó a cabo en Finlandia reveló que alrededor de las tres cuartas partes de los perros tienen comportamientos desfavorables a causa del miedo y la ansiedad
  • El miedo y la sensibilidad al ruido son las conductas más comunes; los resultados de la investigación sugieren que ciertos rasgos de conducta están relacionados y que los comportamientos indeseables podrían tener alguna predisposición genética
  • Es posible que la genética desempeñe algún rol en el comportamiento de los perros; sin embargo, es probable que el entorno sea mucho más importante, además de que es la única variable en la que los dueños pueden intervenir
  • Así que, si tu perro manifiesta un problema de comportamiento que aparenta no tener solución, elige con cuidado un entrenador de perros profesional para que te brinde ayuda lo antes posible

Si tienes la impresión de que algún perro se muestra más "nervioso" de lo habitual, eso es un hecho sin duda alguna. En la actualidad, el miedo y la ansiedad afectan con gravedad el bienestar de los perros y, según algunos expertos, la ciencia sugiere que los criadores deberían seleccionar animales que no son propensos al miedo para fines de apareamiento.

La sensibilidad al ruido encabeza la lista de problemas de conducta

Los resultados de un estudio que se llevó a cabo en 2020 por la Universidad de Helsinki en Finlandia indicaron que es común que los perros sufran ansiedad y presenten problemas de comportamiento, de los cuales, la sensibilidad al ruido ocupa el primer lugar.

Los investigadores examinaron los datos recopilados de 13 700 perros de 264 razas, de familias finlandesas, lo que lo convierte en uno de los proyectos más grandes en su tipo a nivel mundial. Poco menos del 52% de los perros eran hembras y las edades oscilaban entre las 10 semanas y casi 18 años de edad.

Las razas mixtas y las siguientes 14 razas constituyeron el 35% del total de los canes sobre los que se recopiló la información:

Boyero de berna

Schnauzer miniatura

Border Collie

Collie de pelo largo

Finlandés de la laponia

Pastor de las islas Shetland

Pastor alemán

Collie de pelo corto

Labrador retriever

Terrier irlandés de manto suave color trigo

Lagotto romagnolo

Perro de agua español

Pastor lapón

Staffordshire bull terrier

El equipo de investigación examinó la prevalencia de siete comportamientos indeseables en los perros:

  1. Sensibilidad al ruido (lo que incluye disparos, truenos y fuegos artificiales)
  2. Temor a los humanos, otros perros y lugares desconocidos
  3. Miedo a las superficies y altura
  4. Desatención e impulsividad
  5. Comportamiento compulsivo
  6. Agresividad
  7. Ansiedad por separación

El 73% de los perros muestra sensibilidad al ruido o tiene miedo

Los resultados del estudio revelaron que el 73% de los perros presentó un comportamiento no deseado.

  • Se demostró que la sensibilidad al ruido es el tipo de ansiedad más común, ya que un 32% de los perros tenía temor a algún ruido, y un 26% sentía temor a los fuegos artificiales
  • El miedo se posicionó en segundo lugar, ya que se encontró en el 29% de los perros, e incluyó el miedo a otros perros (17%), miedo a los extraños (15%) y miedo a situaciones desconocidas (11%)
  • La sensibilidad al ruido, en especial el miedo a los truenos, fue mayor en función de la edad, al igual que el miedo a las alturas y superficies, así como caminar sobre rejillas metálicas o pisos brillantes
  • Los perros más jóvenes fueron más propensos a dañar u orinar objetos cuando estaban solos, también a menudo eran más hiperactivos, impulsivos o distraídos, además perseguían sus colas más que los perros de mayor edad
  • Los machos exhibieron mayor agresividad, impulsividad e hiperactividad, mientras que las hembras fueron más temerosas

Los investigadores también encontraron algunas diferencias entre las razas. Por ejemplo, el lagotto romagnolo, terrier irlandés de manto suave color trigo y razas mixtas fueron los que presentaron mayor sensibilidad al ruido. El perro de agua español, pastor de las islas Shetland y razas mixtas fueron los que manifestaron más temor. Poco menos del 11% de los schnauzers miniatura exhibió agresividad a extraños, en comparación con el 0.4% de los labradores retriever.

Los investigadores también analizaron la relación en los comportamientos de cada individuo. Como en los estudios anteriores, se percataron de que los perros que exhibían miedo también eran agresivos con mayor frecuencia; asimismo, descubrieron algunos hallazgos que resultaron inesperados:

"Descubrimos una relación interesante entre la impulsividad, el comportamiento compulsivo y la ansiedad por separación", indicó Milla Salonen, coautora del estudio y candidata doctoral. "A menudo, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se presenta junto con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en los humanos, pero esta es la primera vez que se observa en los perros".

Los perros y humanos somos similares tanto fisiológica como conductualmente, además de que compartimos las mismas complejidades en el entorno social. Uno de los objetivos del equipo de investigación es obtener más información acerca de las enfermedades mentales en humanos.

"Con la ayuda de este proyecto y los datos, continuaremos investigando qué tan buen modelo de especie es el perro en la investigación focalizada en las enfermedades mentales en humanos. Nuestra investigación genética anterior indicó las mismas áreas genómicas del miedo y sensibilidad al ruido", expresó el investigador principal, profesor Hannes Lohi.

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El rol de la genética en la conducta no deseada

El equipo de investigación comparó la frecuencia de los rasgos de comportamiento entre las 14 razas, lo que incluye las razas mixtas, ya mencionadas y encontró diferencias significativas. Por ejemplo, los border collie perseguían y observaban las luces/sombras de manera más compulsiva, conductas que fueron menos frecuentes en las demás razas.

"Una de las mayores diferencias entre las razas fue en el temor a las personas desconocidas, ya que había una diferencia de 18 veces entre la raza más tímida y la raza más valiente; es decir, el perro de agua español y el staffordshire bull terrier", señaló Salonen.

Los investigadores señalaron en el estudio que muchos comportamientos indeseables, como el miedo y sensibilidad al ruido, pueden causar un estrés tan intenso en los perros que ocasione que los dueños los abandonen.

"Nuestros resultados indican que al parecer el comportamiento indeseable es heredado, lo que significa que, a través de una crianza cuidadosa basada en indicadores de comportamiento adecuados, podría disminuir la prevalencia de tales rasgos de comportamiento. Esto mejoraría la calidad de vida no solo de los perros, sino también de sus dueños", afirmó Lohi.

Aunque la genética podría ser un factor determinante, aún no determinado, en el desarrollo de comportamientos indeseables en los perros, existen otros factores que se relacionan con la "crianza" y no con la naturaleza. Es probable que las predisposiciones genéticas para ciertos comportamientos sean determinadas por las reacciones humanas a los comportamientos expresados, por lo que las experiencias del animal (y cómo respondemos a ellas) determina si el comportamiento mejora o empeora.

Y aunque soy una gran defensora de los programas responsables de reproducción de perros, no percibo la "crianza cuidadosa" basada en "indicadores de comportamiento adecuados" como un enfoque realista para mitigar el problema actual, al menos en Estados Unidos, dada la prosperidad del mercado actual de las fábricas de cachorros.

La cantidad de cachorros reproducidos de forma precaria para saciar el mercado de cachorros de Norteamérica supera con creces la pequeña cantidad de criadores éticos que evalúan responsablemente las fallas genéticas y de temperamento. Hasta que podamos educar a los compradores de cachorros sobre cómo seleccionar un criador de buena reputación, seguirán persistiendo los defectos de raza heredados, incluyendo los posibles problemas de temperamento.

La socialización del cachorro desde el día 1 al 64, antes de que sus nuevos dueños se lo lleven, es uno de los factores clave más impactantes que les ayuda a desarrollar su capacidad para sobrellevar el estrés a lo largo de su vida. En las fábricas de cachorros no se proporcionan las experiencias sensoriales y de manejo neonatales que son fundamentales para que los perros tengan un desarrollo saludable, lo que ocasiona que muchos tengan miedo y ansiedad de por vida.

Para los que tienen familiares caninos cuyo comportamiento necesitan mejorar de forma significativa, les recomiendo como primer paso realizar un chequeo veterinario para descartar una enfermedad subyacente que cause o contribuya al problema. Una vez superado el problema, les sugiero contratar a un entrenador profesional que no utilice el miedo en sus técnicas.

Elegir un entrenador de perros

Es evidente que ayudar a tu perro a moldear (o cambiar) su comportamiento comienza por encontrar un profesional de entrenamiento canino con experiencia que sea adecuado tanto para ti como para tu amigo peludo. Por eso es importante saber qué preguntas hacer y los criterios que debes aplicar al evaluar a las opciones potenciales. Cuestiones que debes considerar:

Áreas de especialización. Solo porque alguien sea un entrenador de perros no significa que tenga experiencia en todo tipo de situaciones imaginables en cuestión de entrenamiento. Por ejemplo, entrenar a un cachorro en obediencia básica requiere diferentes habilidades a las de ayudar a un perro de rescate a superarse de una ansiedad por separación. En función de las necesidades individuales de tu perro, podría ser muy beneficioso tratar de encontrar un entrenador especializado en una o más áreas.

Método de entrenamiento. Hay diversos métodos de entrenamiento y algunos son basados en castigos. Investigaciones científicas y la mayoría de los expertos coinciden en que el enfoque más humano y efectivo es el entrenamiento de comportamiento con refuerzo positivo.

Es importante evitar a los entrenadores que utilizan técnicas de castigo, basadas en el miedo o la teoría de la manada, ya que estos enfoques no tienen respaldo científico y son muy controvertidos en relación con los resultados positivos a largo plazo. Es indudable que obtendrás muy malos resultados si empleas técnicas de entrenamiento basadas en el miedo para tratar los temores y agresión de tu perro.

Educación. Dado que no existen certificaciones estatales o federales para los entrenadores de perros, es muy importante encontrar uno cuya experiencia incluya certificaciones, cursos de capacitación profesional y que se mantenga actualizado en los últimos avances de esta industria.

Referencias. De igual forma es importante solicitar referencias de las opciones potenciales y ponerse en contacto con sus clientes para conocer su opinión. ¿Utilizar los servicios de tal entrenador les pareció una buena inversión? ¿Están satisfechos con los resultados? Si un entrenador no puede o no proporciona referencias, es una señal de advertencia. Si tiene más de una mala evaluación y las quejas son válidas, también es una señal de advertencia.

Costo. Es recomendable obtener información muy clara sobre los costos de las opciones potenciales para no tener sorpresas. Para conocer el costo total, debes saber cuántas sesiones considera realizar el entrenador con tu perro.

Accede a directorios de profesionales caninos acreditados en los siguientes sitios web:

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