Muy pronto se comenzará a trabajar en Largo Argentina, un sitio arqueológico de Roma, para abrir las puertas de la famosa Área Sacra de la ciudad por primera vez. Largo Argentina se conoce como el lugar donde Julio César fue asesinado.
El sitio cuenta con cuatro templos romanos de la época republicana y las ruinas del Teatro de Pompeyo, el más grande de todos los que se llegaron a construir en la antigua ciudad. Bvlgari, la empresa de joyería de lujo, está financiando el proyecto, lo que incluye la instalación de puentes peatonales que se iluminarán por la noche.
El único inconveniente del plan tiene que ver con el lugar al que irán los gatos del santuario que se ubica debajo del nivel de la calle, detrás de un muro alto en una esquina del sitio. Se ha asegurado a los ciudadanos de Roma y del mundo entero que este proyecto no afectará a esas criaturas. La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, comentó lo siguiente para el periódico Wanted in Rome:
"El refugio felino no se tocará, se protegerá y los famosos gatos, tanto en Roma como en todo el mundo, permanecerán en el mismo lugar como custodios silenciosos de estos tesoros".
El santuario de los gatos se estableció de manera formal en 1994
Los felinos comenzaron a asentarse en Largo Argentina en 1929 durante las excavaciones que se llevaron a cabo en el sitio arqueológico. Con el tiempo, tanto los gatos callejeros como los abandonados empezaron a recibir los cuidados de una sucesión de "señoras de los gatos" hasta que se estableció el santuario para ellos en Torre Argentina de manera oficial en 1994.
El refugio fue fundado por Lia Dequel, quien falleció en 2013, y Silvia Viviani, una cantante de ópera retirada. Viviani tiene poco más de 80 años y aún trabaja en el santuario varios días a la semana. Los voluntarios brindan comida, refugio, atención veterinaria y mucho amor a los felinos que viven ahí y organizan la esterilización de gatos salvajes en Roma y sus alrededores como medida de control de población.
El desarrollo del proyecto de Largo Argentina tomará alrededor de un año y Fiona Shaw, quien ha sido voluntaria del santuario desde hace mucho tiempo, aseguró que anhela que los gatos puedan seguir "llevando la vida que deseen en las ruinas", ya que ese sitio sagrado ha sido su hogar durante casi un siglo.
"Muchos de los gatos que rondan por esa área son de los más tímidos y salvajes, ya que no están acostumbrados al contacto humano ni lo disfrutan y estamos seguros de que seguirán manteniendo una distancia segura de los visitantes si así lo desean", Shaw explicó.
"Es probable que los gatos que son más sociables no perciban la diferencia, ya que les gusta pasar el rato al interior o en el jardín donde pueden tomar el sol, aunque también disfrutan de las camas tan cómodas que hay y de la compañía de los visitantes. Lo más importante es asegurarse de que estén siempre a salvo y que no corran ningún peligro sin importar si se hacen restauraciones".
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Conoce un poco más acerca del santuario de los gatos
El Santuario de los gatos en Torre Argentina está a cargo de personas voluntarias y depende por completo de las donaciones de los visitantes, así como de un programa de adopción a distancia. El año pasado fue muy difícil debido al confinamiento y la falta de turistas en Roma.
Si bien la población actual en el santuario es de alrededor de 90 gatos, Shaw espera que ese número crezca de forma significativa debido a las restricciones que limitaron el programa de esterilización del refugio tras la pandemia. Si deseas obtener más información sobre el santuario, apadrinar un gato o hacer una donación financiera, accede al enlace de arriba que te llevará al sitio web correspondiente. También puedes visitar la página de Facebook del refugio.
Si te encuentras en Roma o estás planeando visitar dicha ciudad, puedes visitar a los gatos y hacer una donación en persona o adquirir algo en el santuario.
¿Gatos callejeros o salvajes? ¿Cómo notar la diferencia?
Los gatos callejeros son los que vivieron en compañía de personas en algún momento. Estos gatitos se separaron de sus humanos de alguna manera y no tienen hogar, pero, si no han estado en libertad por demasiado tiempo, aún permiten que se les acerquen y los acaricien.
Por otro lado, los gatos asilvestrados son aquellos a los que denominamos "salvajes"; en pocas palabras, son gatos que fueron domesticados y volvieron a un estado de vida libre o indómito. La mayoría de los gatos asilvestrados nacen en la naturaleza, no obstante, algunos de ellos pueden ser mascotas que, por alguna razón, volvieron a su estado silvestre con el paso del tiempo.
A diferencia de los callejeros, los gatos asilvestrados no confían en las personas, por lo que no nos permiten acercarnos a ellos. Su comportamiento al comer suele ser apresurado y furtivo, pero evitarán hacerlo si alguien está alrededor.
Es común que estos gatitos se oculten durante el día y deambulen por la noche, así que buscan lugares aislados para descansar sin que los encuentren ni los molesten. Suelen vivir en colonias y habitar lugares donde puedan refugiarse y obtener alimento y agua, como las áreas cercanas a los contenedores de basura. Asimismo, se les conoce como gatos comunitarios.
La diferencia más notoria entre los gatos callejeros y los asilvestrados es que, por regla general, los callejeros pueden volver a domesticarse y formar parte de una familia humana por el resto de su vida, mientras que los asilvestrados de más de ocho semanas de edad no se consideran aptos para la adopción. De acuerdo con la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA, por sus siglas en inglés):
"El detalle es que la mayoría de los gatos asilvestrados se comportan de forma salvaje, tímida o temerosa y es imposible predecir si serán capaces de adaptarse a la vida doméstica. Si bien los gatos comunitarios pueden tener la apariencia de una mascota, su forma de sobrevivir incluye evitar la interacción con humanos. Cuando se les brindan los cuidados adecuados, los gatos comunitarios son más felices al aire libre en su propio territorio."
Lo que podría representar un problema es que algunos gatos semicomunitarios en realidad son callejeros que muestran la misma timidez que la mayoría de los asilvestrados. Por alguna razón, suelen temer a los humanos mucho menos de lo usual, no obstante, muchos son incapaces de sobrevivir por sí mismos y las colonias de asilvestrados no los aceptan como miembros. Es posible socializar a algunos de ellos, pero depende de cuánto confíen en los humanos.
Algunos gatos callejeros pasaron por ese proceso y es posible que se hayan esterilizado y hayan recibido atención veterinaria. Sin duda, lo primero que debes hacer es acudir a una clínica veterinaria para que revisen a tu gatito. Los callejeros pueden contraer tiña, leucemia felina y rabia, entre otras enfermedades graves que pueden infectar a diferentes mascotas y humanos.
Por otro lado, es mucho más probable que los gatos asilvestrados tengan problemas de salud que representen un riesgo aún mayor. Después de todo, la mayoría nació y ha vivido al aire libre y es probable que muchos de ellos no hayan recibido ningún cuidado veterinario, a menos que se hayan recogido como parte de un programa de trampa, esterilización y retorno (TNR, por sus siglas en inglés), tema que abordaré pronto.