Es bien sabido que los seres humanos presentan numerosas diferencias tanto en el comportamiento como en el rendimiento cognitivo y algunas personas sobresalen debido a que tienen un desempeño excepcional en campos como la música, las matemáticas y la lingüística. De igual manera, existe una variabilidad individual en la cognición de los perros, por lo que algunos son capaces de realizar hazañas increíbles.
En un estudio que se publicó en Scientific Reports, se recurrió al aprendizaje de palabras para medir el intelecto de los perros. Por lo general, los caninos deben aprender el nombre de al menos dos juguetes diferentes para demostrar que son capaces de distinguir objetos, por lo que el estudio se propuso determinar cuántos perros podrían superar este desafío intelectual.
Algunos perros son superdotados
En el estudio, participaron 40 perros: 6 de ellos ya conocían el nombre de varios juguetes, mientras que a los otros 34 no se les había enseñado ninguno. Participaron en un intenso programa de entrenamiento que duró tres meses y tenía el objetivo de que aprendieran los nombres de dos juguetes nuevos, pero solo algunos tuvieron éxito, incluyendo a los seis perros que ya conocían algunos nombres y uno del otro grupo.
Los que pasaron la prueba con éxito, aprendieron al menos 10 nombres nuevos durante el período de estudio, a diferencia de los demás perros, de diferentes edades y razas, que no lograron aprender ninguno. Entre los perros que lo lograron, algunos aprendieron hasta 39 nombres distintos. Por otro lado, la mayoría de los participantes no pudo aprender los nombres de los objetos a pesar del intenso programa de entrenamiento al que se sometieron, sin importar su edad.
Los resultados sugieren que solo algunos perros tienen la habilidad especial de aprender los nombres de los objetos, y los investigadores se refirieron a ellos como superdotados en el aprendizaje de palabras. A pesar de que seis de los siete perros que aprendieron las palabras tenían conocimientos previos del vocabulario, sus dueños informaron que no los habían entrenado de forma específica para que memorizaran los nombres de los juguetes.
En cambio, "parecía que habían aprendido los nombres de los objetos de forma espontánea al jugar con sus dueños", según el estudio. Muchos de ellos incluso procedían de hogares en los que vivían varios perros y eran los únicos de la familia que demostraron tener la capacidad de aprender palabras.
Basándose en esta información y también porque una perrita de nombre Oliva tuvo éxito en el entrenamiento a pesar de no haber escuchado nombres de objetos con anterioridad, los investigadores creen que la experiencia previa y el entrenamiento formal no son necesarios para desarrollar esta habilidad excepcional con la que cuentan algunos perros por naturaleza. En lugar de eso, los investigadores llamaron talento a esta capacidad:
"Parece que los factores ambientales, sociales y otros factores individuales no específicos (como la motivación por los juguetes) no explican el desempeño excepcional de los 6 perros que ya conocían las palabras y de uno de los que no sabían ninguna. Nuestros resultados apuntan a que la habilidad específica de esos pocos individuos debe considerarse como un talento.
Por lo tanto, sugerimos que son talentosos para aprender palabras, en el sentido de que poseen una cualidad específica que los hace sobresalir entre la población típica y que su capacidad y desempeño excepcionales son paralelos al fenómeno del talento y la variación individual extrema en los rasgos cognitivos de los seres humanos".
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¿Existen ciertas razas caninas que son más inteligentes que otras?
Un resultado destacado del estudio es que los siete perros que aprendieron los nombres de los objetos fueron border collies, una raza muy conocida debido a su alto nivel de inteligencia. Ahora bien, 18 de los border collies que participaron en el estudio no aprendieron el nombre de ningún objeto, lo cual indica que es posible que los aprendices sean superdotados debido a factores genéticos.
Stanley Coren, Ph. D., quien es profesor de psicología, investigador neuropsicológico y autor del libro The Intelligence of Dogs, concuerda con que los border collies son la raza más inteligente, seguida de los poodles, los pastores alemanes, los golden retriever, los dóberman pinscher y los pastores de Shetland. Los perros que pertenecen a la "raza más brillante" pueden aprender comandos nuevos en menos de cinco repeticiones y obedecer a la primera orden el 95 % del tiempo, o incluso más.
Aunque tener un perro muy inteligente parezca ideal, Coren señaló que los perros más listos no siempre son las mejores mascotas. Requieren una intensa estimulación mental y física para sentirse felices y mantenerse ocupados; cualquier perro que experimente aburrimiento puede desarrollar problemas de comportamiento o volverse destructivo, pero un perro que sobresalga en inteligencia puede aburrirse aún más rápido de lo habitual.
En última instancia, "nuestro amigo de cuatro patas es parte de nuestra familia y no importa si es inteligente o no: lo que hace de él una excelente mascota es el amor, el cuidado y la comprensión que nos brindemos el uno al otro", señaló Coren.
No es buena idea que las personas midan el valor de su perro según la cantidad de juguetes que puedan decodificar; sin embargo, el hallazgo de que ciertos perros tienen una habilidad excepcional para hacerlo podría ayudar a resolver algunos de los misterios del aprendizaje y el intelecto humanos. El coautor del estudio, Adam Miklósi, del departamento de teología de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest, Hungría, declaró lo siguiente:
"Nos intriga esta diferencia interindividual extrema en un rasgo cognitivo (la capacidad de aprender cómo se denominan los objetos), y creemos que este es solo el comienzo de una travesía que nos llevará a comprender mejor cómo se origina el talento; es decir, por qué algunos individuos, humanos u otras especies, sobresalen en un campo determinado".