La autoconsciencia es la habilidad de ser consciente de tu propio cuerpo, personalidad y de tu ser y de poseer un conocimiento consciente de tus sentimientos y de tu comportamiento. Se cree que la mayoría de las especies poseen cierto nivel de autopercepción, sin embargo, se les atribuye a los seres humanos el grado mayor de dicha habilidad, así como a los simios grandes (chimpancés y chimpancés pigmeos), elefantes, delfines y urracas.
Estas especies han superado la conocida prueba del autorreconocimiento a través del espejo, desarrollada por Gordon Gallup en 1970. La prueba consiste en colocar una marca de color en la frente del animal y luego evaluar si este toca la marca cuando se mira en un espejo. Sin embargo, la prueba tiene limitaciones importantes, que incluyen poner en desventaja a los animales que dependen en gran medida del olor y el sonido, como los perros.
Investigadores de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest decidieron medir la autoconsciencia en perros a través de otro mecanismo, la consciencia corporal, que es "la capacidad de mantener en la mente información sobre el propio cuerpo, como un objeto explícito, en relación con otros objetos en el mundo".
Los perros pasaron la prueba con gran éxito, al reconocer sus propios cuerpos como obstáculos físicos, "lo cual es trascendental en la construcción de la autorrepresentación". Dado que tu perro reconoce su cuerpo como una entidad existente, es probable que tenga algún nivel de consciencia de sí mismo.
Los perros tienen consciencia corporal
Se ha medido la consciencia corporal de niños con el test de la frazada. Investigadores les pidieron a niños pequeños que les dieran una frazada sobre la cual estaban sentados. Si se movían de la frazada, para completar la tarea, se consideraba que habían logrado comprender que su cuerpo era un obstáculo y, por lo tanto, eran "conscientes de su cuerpo". Por lo general, solo los mayores de 18 a 24 meses pudieron completar la tarea con éxito.
Los investigadores de dicho estudio adaptaron esta prueba para perros, e hicieron que los perros recogieran un objeto adherido a una alfombra sobre la cual estaban parados. Si el perro se movía de la alfombra para darle el juguete a su dueño, demostraba consciencia corporal.
Al realizar el estudio con los 32 perros, los perros dejaron la alfombra frecuentemente y de forma rápida cuando el juguete estaba sujetado a esta que lo que hicieron durante el estudio de control, en el cual el juguete estaba sujetado al suelo. Según el estudio, que se publicó en Scientific Reports:
"Descubrimos que cuando los perros no podían pasar un objeto a su dueño, porque el objeto estaba adherido a la alfombra sobre la que estaban parados, era más probable que abandonaran la alfombra en la primera ocasión que en la parte del estudio de control. Argumentamos que la respuesta de los perros en la prueba principal se puede explicar en función de su consciencia corporal y la comprensión de las consecuencias de sus propias acciones.
Esta es la primera evidencia convincente de la consciencia corporal a través de la comprensión de la consecuencia de sus propias acciones en una especie de la cual no se sabía esto".
Una de las primeras y más básicas representaciones de la autoconsciencia en los seres humanos ocurre a los 5 meses de edad, cuando los bebés comprenden que sus propias piernas en movimiento son diferentes de las de una grabación.
El hecho es que el reconocimiento del propio cuerpo es una parte importante de la autorrepresentación y podría indicar que los perros son más conscientes de sí mismos de lo que creemos. El autor del estudio, Péter Pongrácz, biólogo de la Universidad Eötvös Loránd, le dijo a The Scientist:
"Para un perro el ser consciente de lo grande que es el cuerpo o de cómo el cuerpo puede ser un obstáculo, es algo que se debe de esperar. Este es un animal con un sistema nervioso complejo, es un animal inteligente, es un animal que se mueve rápido...
Si piensas en cómo comen los perros, puedes imaginar que un perro a menudo tiene que sujetar una porción más grande de comida y usar su propio cuerpo como contrapeso para poder quitar la carne de un hueso o lo que sea. Entonces, este es un contexto apropiado para medir esta capacidad cognitiva".
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Los perros poseen habilidades cognitivas complejas
Es razonable sugerir que los perros tienen la capacidad de tener consciencia corporal, dadas sus complejas capacidades cognitivas que incluyen:
- Empatía
- Aprendizaje social
- Teoría de la mente
- Seguir y proporcionar señales referenciales
Además, los perros tienen memoria episódica. A diferencia de la memoria semántica, que es el conocimiento de ideas y conceptos, como el conocimiento general del mundo o el conocimiento común, la memoria episódica es tu recuerdo individual de un evento, como lo que hiciste en tu último cumpleaños.
En un estudio, los perros pudieron recordar eventos pasados, como acciones humanas, incluso cuando ellos no esperaban ser evaluados, lo que proporciona evidencia de una memoria episódica, que está vinculada a la autoconsciencia. Los perros también pueden reconocer su propio olor y demostrar señales similares a los celos humanos, cuando sus dueños interactúan con un rival social que ellos perciben. En los seres humanos, los celos están estrechamente asociados con la autoconsciencia, así como con la teoría de la mente.
Los investigadores de Budapest instan a nuevos métodos "válidos a nivel ecológico" y "ascendentes" para detectar más signos de autoconsciencia en los perros. "Instamos un enfoque ecológico, lo que significa que, averiguaremos lo que puede ser razonable en estas especies para tener como componente al autoconocimiento", dijo Pongrácz. Si bien la tarea de la consciencia corporal es razonable, el experimento del espejo no lo es, ya que es un ejemplo de un enfoque "descendente":
"La autoconsciencia es un tema alucinante en la psicología comparada, así como en biología comparada. Sin embargo, los científicos prefieren adoptar un enfoque descendente: veamos cuál es [el comportamiento más complejo que podemos encontrar].
Y es evidente que terminan utilizando el experimento del espejo, lo cual no es malo y resulta interesante, no obstante, resulta ser un test de condición inapropiado. Primero que nada, ¿por qué considero que a los perros les interesa su apariencia? En segundo lugar, si un perro mira a otro perro en un espejo, incluso si tuviera una reacción, sería un encuentro antagónico que resultaría en: ¿Qué es lo que me ves?".
El hecho de que los perros fallen la prueba del espejo no significa que no tengan la habilidad de la autoconsciencia, sino que es el resultado del uso de un estímulo visual, en su lugar se podría utilizar el olor, el cual es más interesante para ellos. En última instancia, es muy posible que los perros sean más conscientes de sí mismos de lo que se pensaba.