Muchas personas se sorprenden al descubrir que los peces hacen sonidos, pero en verdad lo hacen – y esa es sólo una forma en la que se comunican. Por ejemplo, un pez llamado Ronco es muy conocido por vocalizar, pero no tiene laringe, por lo que los investigadores se preguntaron de dónde venían los sonidos.
Entonces notaron que el barniz de los dientes del pez se había desgastado, y resulta que se debe a que el Ronco rechina repetidamente los dientes.1 Este movimiento es el que produce el “gruñido” y estos peces hacen este llamado al sentirse amenazados. Lo puedes oír tú mismo en el video anterior.
La producción del sonido, lo cual se cree que es un fenómeno relativamente nuevo en los peces, muy probablemente es una adaptación del mecanismo de procesamiento de alimentos. El movimiento de rechinido involucra las mandíbulas faríngeas, un segundo par de mandíbulas que generalmente utilizan para manipular y tragarse a las presas.2
¿De Qué “Hablan” los Peces?
Si fueras capaz de sintonizar los sonidos debajo de la superficie del océano, escucharías una verdadera sinfonía. Un estimado de 500 especies de peces “hablan” al realizar una amplia variedad de sonidos.
Algunos usan su vejiga natatoria, que es un músculo principalmente utilizado para subir y bajar de la superficie del agua, para hacer vibraciones que evocan sonidos. Tales ruidos pueden ser detonaciones, gruñidos, ruidos sordos, chillidos y notas musicales. Otros peces, como el Ronco, rechinan los dientes para hacer sonidos, mientras que otros crean burbujas, traquetean los huesos o repiquetean las mandíbulas.
Los sonidos podrían comunicar información para aparearse o desovar. Por ejemplo, un estudio realizado sobre el mero marrón Epinephelus marginatus reveló que los estallidos de baja frecuencia producidos por esta especie podrían estar relacionados con las demostraciones reproductivas generalmente realizadas durante las primeras etapas del comportamiento de cortejo.3
Otros sonidos pueden utilizarse para evitar a los depredadores o para otras razones que aún no se descubren. Puedes escuchar algunos sonidos de peces en los siguientes enlaces del New York Times:
- Sonidos de peces, parte 1: Pez Payaso, Pez Sapo, Arenque, Brótulas, y Corvina Negra.
- Sonidos de peces, parte 2: Perca Plateada, Cornvinata Real, Trucha Moteada, Corvina Roja, Corvina, Pez Sapo Ostra, y Anguila Rayada.
Los Peces Se Enojan y También Sienten Dolor
Se subestima mucho a los peces en términos de su capacidad para sentir tanto dolor emocional como físico. Es muy probable que no sea una coincidencia que el Ronco vocalice cuando se siente amenazado o cuando lo atrapan los pescadores…
El Dr. Culum Brown, profesor del Departamento de Ciencias Biológicas en la Universidad de Macquarie, cree que se les debe otorgar a los peces el mismo nivel de compasión y bienestar que a los vertebrados de sangre caliente, pero desafortunadamente, la mayoría de las personas sólo los ve como comida o mascotas (y como mascotas, a menudo no se les da el mismo cuidado que a los perros, gatos o aves). Escribe:4,5
“Parte del problema es el gran hueco entre la percepción de las personas acerca de la inteligencia de los peces y la realidad científica. Este es un problema importante, ya que la percepción pública dirige las políticas gubernamentales. La percepción de la inteligencia de un animal a menudo guía nuestra decisión acerca de si hay que incluirlos o no en nuestro círculo moral.
Desde una perspectiva de bienestar, la mayoría de los investigadores sugerirían que si un animal es sensitivo, entonces muy probablemente puede sufrir y por lo tanto debe ofrecérsele algún tipo de protección formal.
…A pesar de que los científicos no pueden brindar una respuesta definitiva acerca del nivel de conciencia de cualquier vertebrado no humano, la evidencia extensiva del comportamiento, sofisticación cognitiva y percepción del dolor de los peces sugiere que lo mejor sería brindarles el mismo nivel de protección que a cualquier otro vertebrado.”
Esto también aclara el tema acerca de mantener a los peces en un acuario, lo que debe hacerse con mucha atención para brindarles un ambiente natural y estimulante. Se encontró que los peces que viven en acuarios grandes con un hábitat complejo (es decir, estimulante) fueron menos agresivos que aquellos que viven en espacios estériles más pequeños.6
Los peces que viven en cuadrantes apretados poco inspirados mostraron un leve disgusto al desplegar sus aletas, y demostraron mayor enojo al perseguir, mordisquear, arremeter e incluso asesinarse unos a otros.
Se observó un comportamiento similar en los erizos de mar y en los tiburones blancos que se mantuvieron cautivos en pequeños ambientes. Claramente, algunos peces se vuelven más agresivos cuando son colocados en espacios confinados, y la agresión puede causar estragos a la vida de otros peces de la misma especie que comparten el mismo entorno, sin mencionar, si es que la investigación del Dr. Brown es correcta, el daño a su propia psique.
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¿Estás Considerando Tener un Pez Como Mascota?
Si ya has tenido a un pez como mascota, quizá sepas que así como los perros, gatos y aves, cada uno expresa su propia personalidad única. Ciertamente, las investigaciones sugieren que incluso los peces presentan diferencias individuales de comportamiento. Algunos son tímidos, mientras que otros son atrevidos. A algunos les gusta explorar y son más curiosos, activos o sociables que otros.7
De hecho, las experiencias de la vida, como ganar una batalla contra un rival, alteran el comportamiento futuro de los peces, así como las experiencias de la vida alteran el comportamiento de los seres humanos.8 Sabiendo esto, es crucial que todas las mascotas, incluso los peces, tengan un espacio para vivir que brinde satisfacción no sólo a sus necesidades físicas, sino también a sus necesidades mentales y emocionales.
Muchos acuarios pequeños, y especialmente las peceras, no le brindan el bienestar óptimo a los peces, particularmente si no se les añaden estímulos. Los acuarios más grandes con un hábitat complejo ayudarán a generar un comportamiento más natural y, probablemente, mayor bienestar para tus peces. Esto incluye:
- Brindarles un espacio amplio – al menos 24 pulgadas cuadradas de agua por cada pulgada de pez.
- Brindarles una bomba silenciosa y un filtro que mantenga el agua limpia y en movimiento.
- Instalar una bomba de oxígeno y un termómetro para monitorear la temperatura del agua (generalmente debería estar entre los 68° y los 76° F, pero depende de la especie del pez).
- Brindarle objetos que pueda explorar – plantas, rocas, estructuras, objetos de cerámica, etc. Es importante asegurarte de que los “muebles” que le añadas al tanque de tus peces no sean tóxicos.
- Mantén a tus peces en un área silenciosa lejos de los ruidosos televisores y radios, y fuera del alcance de la luz solar directa.
- Brindarle la clase correcta de alimento para la especie de pez (los requerimientos nutricionales de los peces pueden variar).
- Lavar el tanque regularmente y usar agua pura y sin sustancias químicas (la mayoría del agua de grifo contiene fluoruro, cloro e impurezas que pueden dañar a los peces)
- Ten cuidado de no asustar a tus peces con cambios súbitos de luz o ruido.
- Si tu pez parece estar enfermo, llévalo a un veterinario de peces junto con una muestra del agua de su tanque.
- Mientras que algunos peces se sienten mejor al estar solos, la mayoría disfruta la compañía y deberían mantenerse en parejas (o más).
Finalmente, cuando elijas los peces para tu tanque, sólo compra los que hayan sido criados en cautiverio, no los que vienen del océano.