Recientemente entreviste a uno de mis clientes, Grant Rupp. Whitney, su esposa, también estaba presente. Grant y Whitney son dueños maravillosos de varios perros y tienen una historia muy interesante que contar acerca de uno de ellos, Félix, un Labrador Retriever dorado.
![Félix el Labrador Retriever]()
Félix Antes de Enfermarse
Obtuvieron a Félix de un criadero y Whitney lo eligió cuidadosamente. Ella es la experta de la familia acerca del buen ADN canino. Los Rupp involucran a sus perros en muchos deportes y actualmente se dedican a la caza con labradores. Así que el perro que buscaba Whitney debía tener padres con habilidades comprobadas para la caza y Félix fue el cachorro que eligió finalmente.
Félix Se Enferma Después de Llegar a Casa de los Rupp
El criador le dio a Félix su primera ronda de vacunas a las seis semanas y los Rupp lo trajeron a casa cuando tenía ocho semanas.
Una mañana, aproximadamente 10 días después de que Félix llegó, el cachorro labrador, que era muy energético, no salió corriendo de su jaula como siempre. Whitney abrió la puerta y él simplemente se quedó ahí acostado, lo que definitivamente no era normal.
Whitney se preocupó inmediatamente, pero Félix salió al final y se comportó de forma natural. Salió para hacer sus necesidades y jugó con los demás perros. Pero, cuando Whitney puso su desayuno frente a él, se resistió inicialmente a comer. Finalmente comió, pero en menos de una hora vomitó un poco de espuma blanca.
Whitney supo que algo andaba mal, así que llevó inmediatamente a Félix al hospital de emergencias animal en su localidad. Félix había estado ahí el día anterior para un examen rutinario de sangre y de titulación de parvovirus y moquillo. Los Rupp querían asegurarse de que las vacunas de su cachorro, que habían sido suministradas a sus seis semanas, hubieran surtido efecto.
Cuando Whitney trajo a Félix a la misma clínica la mañana siguiente, se le informó que ya habían llegado los resultados y mostraban que no tenía anticuerpos contra parvovirus ni moquillo, lo que significaba que las vacunas no habían sido efectivas, y que no estaba protegido contra ninguna de esas enfermedades.
La razón por la que no funcionaron fue porque su sistema inmunológico no estaba todavía lo suficientemente desarrollado a las seis semanas, o porque todavía tenía bastantes anticuerpos de su madre, los cuales pudieron cancelar la vacuna.
Es por eso que, frecuentemente, es inútil una sola vacuna a las seis semanas, aunque muchos criadores la suministran de todas formas porque creen que es necesario darles algo a sus cachorros antes de mandarlos al mundo.
Félix Sufre Una Crisis Después de Ingresar al Hospital
Los resultados negativos del análisis de titulación les indicaron a los Rupp y a los veterinarios del hospital de emergencias que Félix podría tener parvovirus. Le hicieron un análisis y salió positivo.
![Félix Enfermo]()
Félix es Admitido al Hospital
Félix pasó dos días en el hospital en una jaula de aislamiento, sin mostrar ningún síntoma adicional. Corría en el área cercada, perseguía su cola, jugaba con sus juguetes, comía y de pronto,… entró en crisis. Durante esos dos días, todos tenían la esperanza de que el parvovirus de Félix sería leve, así que se sintieron devastados cuando el cachorro se puso muy, muy enfermo.
De hecho, estaba tan enfermo que los veterinarios le dijeron después a los Rupp que nunca habían visto que un cachorro con síntomas tan graves sobreviviera el virus.
Entonces Félix desarrolló el síntoma distintivo del parvovirus, la diarrea sanguinolenta. El virus descama el recubrimiento del intestino delgado, lo cual hace vulnerable al perro a la septicemia y a las infecciones secundarias. El pobre cachorrito estaba completamente letárgico y tuvieron que suministrarle fluidos de forma intravenosa y colocarle una sonda de alimentación. El personal del hospital de emergencias lo monitoreaba las 24 horas del día.
![Félix en Crisis]()
Félix Sufre Una Crisis
Desafortunadamente, no hay ningún tratamiento para el parvovirus, lo único que se puede hacer es darle al perro una terapia de apoyo y esperar que su sistema inmunológico gane la batalla contra la infección.
Félix necesitó transfusiones de sangre. Recibió sangre entera y plasma fresco congelado. También fue sometido a ultrasonidos para revisar la condición de su intestino y determinar si podría necesitar cirugía para reparar el daño que le estaba causando el virus.
Durante los siguientes 14 días, los Rupp recibieron dos llamadas del hospital para informales que su cachorro se estaba muriendo. Hubo un periodo de tres días en el que los veterinarios ni siquiera podían medirle la presión.
Tras la segunda llamada, Grant fue solo al hospital cerca de la media noche. Después de todo lo que había pasado, Whitney ya no podía lidiar con ello. Así que Grant fue a despedirse de su cachorro. Los veterinarios sugirieron que la eutanasia podría ser adecuada en ese momento, pero los Rupp decidieron que Félix continuara luchando por su vida, ya que había aguantado bastante tiempo.
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Desesperados, los Rupp Aceptan un Trasplante Fecal Para Intentar Salvar a Félix
Fue durante estos horribles momentos que Whitney y Grant me llamaron para dejarme saber sobre el estado de salud de Félix y preguntarme si había alguna forma de ayudarlo que les pudiera sugerir. Conozco a los Rupp porque Whitney es fotógrafa y ha tomado fotos de mis propias mascotas.
Whitney me llamó al celular y dijo: "Tenemos un cachorro que está muriendo". Le dije que, ya que Natural Pet Animal Hospital, donde atiendo a mis clientes, no tiene servicio de emergencias, Félix estaba en el lugar adecuado y en las manos correctas. Pero Whitney insistió. "Se está muriendo", dijo. "Nos dijeron que lo durmamos. ¿Hay algo que nos puedas recomendar?"
Entonces, decidí darles un consejo bastante inusual. Les sugerí un suplemento de inmunoglobulina A (IgA), el cual ya les había recomendado en el pasado para uno de sus otros perros. También les recomendé nosodes homeopáticos para el parvovirus. Y, finalmente, les sugerí un trasplante fecal.
Aunque los Rupp no habían escuchado nunca de un trasplante fecal, es un tratamiento que se ha usado ampliamente en la medicina humana y hay muchas investigaciones que lo respaldan. ¡A pesar de esto, fue una idea muy impactante para Grant y Whitney! Involucra tomar popó de un animal saludable y colocarla en un animal enfermo, para trasplantar la bioma saludable en el tracto gastrointestinal dañado.
El término técnico para el trasplante de popó es "trasplante de microbiota fecal." A pesar de lo repugnante que suena, los seres humanos lo han utilizado durante miles de años, especialmente para tratar a bebés que están al borde de la muerte por disentería, así como en otras infecciones terribles del tracto gastrointestinal.
Félix se Recupera Después del Trasplante Fecal
Grant y Whitney estaban desesperados. El pequeño Félix estaba a punto de morir y ellos estaban dispuestos a intentar lo que fuera. Sabían que no podrían empeorar más la situación, así que implementaron mis tres sugerencias y el mismo día siguiente Félix comenzó a recuperarse.
![Trasplante Fecal en Perros]()
Félix Recibiendo un Trasplante Fecal
Comenzaron con los tratamientos temprano en la noche, y aunque Félix no empeoró más, su mejora fue bastante lenta durante las primeras 24 horas. Pero, entre las 24 y las 36 horas después de los tratamientos, comenzó a verse y a actuar como el mismo cachorro de antes. No estaba completamente bien, pero estaba mejorando. Ya respondía a su nombre y se veía más lúcido de lo que se había visto durante casi una semana.
![Félix Recuperándose]()
¡Félix Sintiéndose Mejor!
Afortunadamente, el equipo de emergencias veterinarias que cuidó a Félix fue muy servicial y estuvo completamente dispuesto a permitir que los Rupp intentaran mis sugerencias. De acuerdo con Grant, los veterinarios dijeron "Sí, claro. Vengan e inténtenlo". Y ayudaron en lo posible; le inyectaron el suplemento IgA a Félix y asistieron en el trasplante fecal.
Hoy, Félix es un Perro Saludable y Feliz
Ahorra Félix, el cachorro maravilla, se ve fantástico. Ya pasaron ocho meses desde que se recuperó del parvovirus. Su tracto gastrointestinal no tiene ningún problema. Los Rupp fueron muy cuidadosos con su alimentación cuando salió del hospital. Le continuaron dando suplementos IgA, además de probióticos. Félix ha estado bien desde entonces.
De hecho, es un poco más chico que el resto de los labradores de los Rupp. De acuerdo con Grant, todos habían sobrepasado las 50 libras cuando tenían la edad de Félix; pero él pesa aproximadamente 40 libras. Su tamaño chico podría, o no, deberse al parvovirus. En cualquier caso, es un labrador de tamaño perfecto, feliz y saludable.
![Félix en la Playa]()
Félix en la Playa en Octubre 2015
Félix no necesitará nunca más una vacuna contra el parvovirus, debido a que sobrevivir el virus le ha dado inmunidad de por vida.
Esta es una grandiosa historia acerca de un cachorro que sobrevivió el parvovirus gracias a un increíble grado de trabajo intenso, dedicación y determinación, sin mencionar la gran cantidad de esperanza y oración. Los Rupp están agradecidos eternamente de que Félix logro sobrevivir, ¡y yo agradezco que pudieran venir hoy a compartir su historia!