Esta Manera Tradicional de Calmar a los Niños También Tranquiliza a los Perros Asustados

Lectura Para Mascotas

Historia en Breve

  • Los expertos en comportamiento canino han descubierto que leerle en voz alta a los perros tímidos y asustados de los refugios, tiene un efecto calmante y les ayuda a comenzar a confiar de nuevo en las personas
  • En los refugios de los Estados Unidos, se han implementado varios programas de lectura, y la mayoría están diseñados específicamente para estudiantes voluntarios jóvenes que quieren ayudar a las mascotas sin hogar, y al mismo tiempo mejorar sus habilidades de lectura
  • Uno de estos programas, Shelter Buddy Reading Program, patrocinado por la Sociedad Protectora de Animales de Missouri, muestra resultados muy alentadores, tanto para los perros de los refugios, como para los jóvenes que trabajan como voluntarios para leer

Leerle a un niño durante una tranquila tarde o antes de acostarse, es una forma consagrada para que los padres creen un ambiente tranquilo, relajante y calmar a su hijo. Leerles en voz alta parece tener un efecto calmante en los niños, que pasan de estado activo a uno mentalmente pasivo.

Curiosamente, muchos perros de refugios asustados y tímidos, también responden positivamente cuando alguien les lee.

Este descubrimiento ha inspirado programas de lectura en varios refugios de animales en los Estados Unidos, y la mayoría de los programas están diseñados para niños que quieren ayudar a las mascotas sin hogar y, para al mismo tiempo, perfeccionar sus habilidades de lectura.

El Programa de Lectura Shelter Buddies

Uno de estos esfuerzos fue realizado por la Sociedad Protectora de Animales de Missouri (HSMO, por sus siglas en inglés), el cual recientemente lanzó el Programa Shelter Buddies Reading.

Este es un concepto simple y brillante. Los niños de 5 a 15 reciben entrenamiento y luego se ofrecen para sentarse al lado de las jaulas y leerles a los perros en el interior de estas.

Realmente, los voluntarios del refugio fueron ideados como resultado de un campamento de verano patrocinado por HSMO llamado "Kids for Critters".

Durante una semana en el período de verano, los estudiantes locales aprenden a ser guardianes responsables de mascotas. También, aprenden acerca de temas para el bienestar animal y el tratamiento humanitario de los animales.

Asistir a un campamento para animales inspiró a muchos de los niños a buscar más oportunidades para ayudar a las mascotas sin hogar, y posteriormente se creó Shelter Buddies Reading Program. De acuerdo con JoEllyn Klepacki, Director asistente de educación de HSMO:

"Los niños practican y perfeccionan sus habilidades de lectura, mientras ayudan a los perros de refugio asustados a perder el miedo. Es la situación de ganar-ganar más increíble-- y ha sido sumamente importante ver cómo se desarrolla".1

Los Niños Voluntarios Aprenden la Forma Adecuada de Interactuar con los Perros Tímidos

Primero, los niños interesados ​ asisten a una sesión de entrenamiento de 90 minutos en el refugio de HMSO. Durante la sesión, caminan por la zona de las jaulas donde se alojan los perros.

"Luego, llevan a los niños a un área donde imparten las clases, les piden cerrar los ojos", dice Klepacki, "y los invitan a imaginar cómo sería realmente ser uno de los perros del refugio. Preguntamos, ¿Qué escuchas? ¿Que ves? ¿Qué hueles?"2

Los jóvenes parecen tener un conocimiento innato de lo que los perros probablemente experimentan en sus jaulas. Mencionan ser capaces de oír los ladridos y gemidos de otros perros, y percibir los olores a orina y productos químicos de limpieza del refugio.

"Uno de los estudiantes dijo que en realidad podría imaginar a que huele el miedo de todos los demás perros", dijo Klepacki. "Este ejercicio es especialmente importante, ya que ayuda a los estudiantes a empatizar y experimentar cosas desde la perspectiva del perro".3

Además, los niños ven una presentación que les enseña sobre el lenguaje corporal canino y cómo se muestran los perros cuando están estresados. De igual forma, aprenden cómo acercarse a los perros de una manera que no sea agresiva ni amenazante.

También se les explica La razón por la que los niños necesitan sentarse afuera de las jaulas, en vez de en el interior con los perros. Debido a que tratan con perros traumatizados, su presencia dentro de la jaula posiblemente podría aterrorizar a un animal, lo que representa un peligro para el niño y el perro.

"Nuestro objetivo es proporcionarle a estos perros una opción", dice Klepacki, "en un entorno donde tantas cosas están fuera de su control".4

Asimismo, los niños aprenden la razón por la qué tienen que sentarse a los lados de las jaulas cuando les leen a los perros.

Es porque estar frente a un perro, pararse en la jaula, o hacer contacto visual, puede ser tomado como una señal de dominación o agresión por parte del perro. Los niños aprenden a estar simplemente presentes con los perros, en vez de forzar una interacción con ellos.

Por último, a los voluntarios se les enseña a utilizar "voces de biblioteca", calmadas y con un volumen bajo, durante la lectura y cuando conversan alrededor de los perros. También, aprenden a ver el libro en vez de ver directamente al perro.

Si un perro responde positivamente a un niño, el niño es instruido para ofrecerle premios a través de un tubo especial, para felicitarlo y recompensar el comportamiento interactivo del perro.

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Los Resultados del Programa Son Muy Alentadores

De acuerdo con Klepacki, los resultados del programa Shelter Buddies son inspiradores:

"Tenemos muchas fotos de perros que se escondían en la parte posterior de sus jaulas—con miedo, intimidados, encorvados y con el rabo entre las patas. A medida que estos niños les leen, realmente se puede ver una transformación gradual.

"Los perros asustados empiezan a voltear y mirar hacia adelante. Algunos se estiran y relajan. Finalmente, muchos avanzan hacia los niños. Todo es bajo los términos del perro. En muchos sentidos, se puede presenciar la creación de un lazo. Puedes ver como los perros responden a esos niños".5

Shelter Buddies también parece ser un gran éxito con los jóvenes lectores. En cada sesión de entrenamiento asisten hasta 25 niños, y los voluntarios pueden leer durante un máximo de dos horas por visita. Muchos niños se inscriben en varias sesiones cada semana.

Cuando un niño que se ha graduado de la capacitación llega al refugio para leer, este se registra en el contador del registro, recibe una tarjeta de identificación oficial con el nombre de voluntario, y selecciona un libro. Además, los niños reciben un marcador de libros que muestra las típicas señales de estrés canino. El marcador les recuerda lo que deben buscar la hora de elegir algo para leer a un perro.

A los jóvenes también se les anima que aparte de buscar perros tímidos, busquen a los que parecen ansiosos o agitados, ya que de igual forma, la lectura puede ser un alivio para ellos. Asimismo, un niño puede optar por leer a un perro al que le ha leído antes.

Un miembro adulto de la familia debe llevar a cada joven voluntario a las visitas en el refugio, y si así lo desean, pueden esperar en el vestíbulo mientras que su hijo le lee a un perro. La participación de los padres es esencial — le envía el mensaje a un niño de que lo que hace es importante.

"Como resultado," dice Klepacki, "tenemos niños entusiasmados por venir varias veces por semana a trabajar en sus habilidades de lectura, incluso traen libros específicos que creen que a algún perro en particular podría gustarle. Cada niño que se registra a una sesión de 10 horas de lectura combinada, obtiene una camiseta de Shelter Buddies".6

Por supuesto, la verdadera magia ocurre cuando un niño ve al perro que le ha leído y que ha abandonado el miedo. Los niños sienten que lo han logrado, lo que les impulsa a seguir leyendo y a hacer una diferencia en la vida de los perros.

+ Fuentes y Referencias
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