La mayoría de las personas que viven en lugares donde el invierno es frío y húmedo no salen con tanta frecuencia como las personas que viven en climas más templados. Eso significa que sus perros tampoco salen tan a menudo durante los meses más fríos del año.
A medida que comienza a aumentar de temperatura del clima y llega la fiebre primaveral, tanto los seres humanos como los perros que permanecieron al interior de sus hogares, están ansiosos por salir y compensar el tiempo perdido.
Hay un sólo problema con este plan: los perros que han pasado la mayor parte de su tiempo encerrados y en reposo, desde octubre o noviembre, deben comenzar poco a poco y reconstruir su tono muscular antes de que puedan aumentar su nivel de ejercicio con seguridad.
Como sucede con los músculos humanos, los músculos de los perros pierden tono y se atrofian debido a los largos períodos de inactividad. De hecho, incluso en cuestión de días, los músculos bien trabajados comienzan a perder tono y fuerza.
Después de cuatro o cinco meses de descanso en la temporada de frío, los músculos de tu perro se debilitan. Esto puede predisponerlo a una lesión si una vez que el clima aumenta de temperatura, de repente su actividad física aumenta demasiado.
Dos de las Lesiones Más Comunes en Perros Durante la Primavera
Como si fuera un mecanismo, todos los veterinarios observan dos lesiones específicas durante primera y verano, y ambas están relacionadas con el ejercicio: daños en las rodillas y tejidos blandos y problemas en el disco cervical y el cuello. La lesión de tejidos blandos más común que vemos involucra el ligamento cruzado craneal (LCC).
El LCC se encuentra en la articulación de la rodilla de tu perro, y las cepas y rupturas de este ligamento son comunes entre perros sin condición física y con sobrepeso. El daño al LCC causa dolor intenso e inestabilidad en la rodilla afectada. Los síntomas típicos incluyen cojera repentina y rigidez. También podrías notar que tu perro se sienta o acuesta de manera inusual, por ejemplo, con la pierna lesionada en una posición incómoda.
El único tratamiento eficaz para una ruptura completa del LCC es la cirugía, ya que estos ligamentos no volverán a unirse sin intervención médica. Por eso la prevención siempre es lo mejor.
Prevención de Lesiones del LCC en un Perro que se Ejercita Poco
Pasar de muy poca actividad a un estallido intenso de esfuerzo físico es una fórmula para lesiones. Así que antes de empezar localmente, comienza despacio y ayúdalo a alcanzar de nuevo el nivel de condición que tenía antes del invierno.
Este consejo también se aplica a perros guerreros de fin de semana. Veo muchas lesiones recurrentes en perros que se ejercitan y juegan con mucha intensidad con sus dueños durante el fin de semana, sin embargo, sólo tienen esa cantidad de actividad física durante los fines de semana. Entre semana muchos de estos perros hacen poco o nada de ejercicio, más que salir al patio a relajarse.
También es muy importante hacer que tu perro caliente antes de hacer ejercicio. Camina con él y aliéntalo a estirar sus extremidades antes de comenzar a realizar un ejercicio más intenso. La constancia es demasiado importante. Tu perro debe hacer algo de ejercicio todos los días para poder mantener una buena condición física y conservar sanos y fuertes los músculos y ligamentos que se encuentran alrededor de sus rodillas.
En mi experiencia, la alimentación también desempeña un papel en muchas lesiones de LCC, en específico, las deficiencias alimenticias de manganeso.
Por eso te recomiendo brindarle a tu perro una alimentación beneficiosa para sus ligamentos, balanceada, hecha en casa con alimentos frescos para que obtenga el consumo óptimo de nutrientes, incluyendo 3.1 mg de manganeso por 1000 kcal. Si es necesario compleméntalo con alimentos enteros o un suplemento como el Standard Process E-Manganese.
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Lesiones de Cuello y Disco Cervical
El segundo tipo de lesiones más comunes que observamos en perros durante el clima cálido, son los problemas del cuello y disco cervical, que son resultado de la tensión de su collar. Los perros son perros, incluso el perro mejor entrenado de repente saltará hacia delante y hará que su collar haga presión sobre su cuello.
Podría ser por perseguir un ratón u otra pequeña criatura que vea corriendo, por ver a un amigo perrito a lo lejos o a una persona que quiere saludar. A medida que tu perro se lance en dirección de lo que le causa emoción, hará que se tense la correa y su collar ejercerá mucha presión sobre su cuello y área cervical.
La presión puede dar como resultado una lesión en el disco cervical u otros problemas en el cuello. Los síntomas pueden incluir resistencia a mover o bajar la cabeza para comer o beber, y llanto de dolor al tocar el área de la cabeza o el cuello. En ocasiones, este tipo de lesión puede provocar cojera en una de las piernas delanteras.
Si su perro no ha salido a dar una buena larga caminata a causa del clima frío, es probable que jale su correa las primeras veces que lo saques a pasear en primavera. Esto provocará el tipo de presión en el cuello que debemos evitar, así que antes de llevarlo muy lejos de casa, comienza con un poco de reentrenamiento de buen comportamiento con correa.
Tips Para Hacer que los Paseos con Correa Sean Seguros (y Agradables)
Es muy buena idea reforzar las órdenes básicas antes de llevar a tu perro a dar la primera caminata de primavera. Insiste en que camine cerca de ti, a un ritmo que asegure que la correa nunca estará tensa. La holgura de la correa es fundamental para preservar la salud del cuello y disco cervical de tu perro a lo largo de su vida.
Jalar la correa en repetidas ocasiones no es una buena técnica de entrenamiento y sólo conduce a un traumatismo de cuello adicional (ocasionado por ti). Además, asegúrate de estar usando el collar correcto para tu perro. Si por lo general, tu perro se jala de la correa puede terminar con daño en la tráquea o las vértebras, en especial si es de una raza grande.
Por ejemplo, un perro de 70 libras que se jala de su correa de manera habitual, está ejerciendo 90 libras de presión alrededor de una pulgada de cuero o tela. Es una gran cantidad de presión para el cuello de un perro, y con el tiempo, una lesión será casi segura.
Si tu perro acostumbra jalarse de la correa y tú aún estás trabajando para mejorar su comportamiento con correa, te recomiendo utilizar una pechera, un collar de cabeza de cuero suave u otro artículo de contención, similar. Estos instrumentos distribuyen uniformemente el peso corporal de tu perro a través del artículo de contención y disminuyen toda la presión del cuello.
Ayuda a Tu Perro a Mantenerse en Forma Durante Todo el Año
Contrario a lo que muchos propietarios de mascotas creen, los perros no pueden hacer el ejercicio adecuado con sólo correr alrededor de la casa o patio trasero por sí solos.
De hecho, si los músculos de sus piernas no están tonificados, sus tendones y ligamentos no se estiran, ni son fuertes, y si sus músculos del núcleo no pueden sostener sólidamente su cuerpo en el lugar adecuado; la actividad física repentina en y alrededor de la casa puede dar lugar a los tipos de lesiones que con demasiada frecuencia trato en mi clínica.
Tu compañero canino necesita tu ayuda para mantener una buena salud esquelética por medio de ejercicios aeróbicos diarios, consistentes y controlados, que incluyan actividades como caminata, senderismo, natación, jugar a lanzarle algo y trotar a tu lado.
Dependiendo del lugar donde vivas, es mucho más fácil mantener en forma a tu perro en los meses de primavera y verano, sin embargo, tu objetivo debe ser que se ejercite durante todo el año.
Si vives donde los inviernos te prohíben tener mucha actividad al aire libre, deberás ser un poco creativo para encontrar maneras de ayudar a tu perro a mantenerse activo.