Recientemente, me animaron a leer un artículo publicado en una revista de la industria de alimentos para mascotas que hablaba sobre el hecho de que los dueños de mascotas se oponen al uso de organismos transgénicos (OGM) en el alimento para perros y gatos.
Esto es especialmente gratificante porque la llamada "ciencia" que respalda a este tema se ha esforzado por convencernos de que los ingredientes transgénicos son totalmente inofensivos tanto para las mascotas como para los seres humanos.
Aquí una breve pero perturbadora descripción de los organismos transgénicos utilizados en los cultivos estadounidenses:
"En los Estados Unidos, los cultivos OGM utilizados en los alimentos incluyen maíz amarillo, soya y algodón, en forma de aceite de semilla de algodón.
Compañías como Monsanto y DuPont modifican estas plantas para que contengan pesticidas derivados de la bacteria Bacillus thuringensis con el fin de que resistan a la aplicación de herbicidas (de glifosato particularmente, que es conocido por su nombre comercial Round-up), así como para darles otras características".1
Dicho de otra manera, estas plantas artificiales, modificadas por el hombre "nacen" con pesticida incluido y con la capacidad de soportar una fuerte exposición al glifosato (Round-up), que es un agente conocido por causar cáncer.
Los Consumidores Ya No Confían en los Consejos de los Científicos de la Industria Alimentaria
¿Realmente quieres comer esto o dárselo a tus peludos consentidos? Aparentemente no, de acuerdo con la encuesta NUTRO™ realizada a 1 500 dueños de perros que viven en los Estados Unidos. Dos tercios (65 %) de las personas encuestadas prefieren los ingredientes no transgénicos en el alimento de su mascota.2
Los consumidores creen que las técnicas naturales de agricultura son mejores para el medio ambiente y prefieren que los ingredientes contenidos en el alimento para mascota tengan una cantidad mínima o nada de pesticidas, herbicidas y fertilizantes sintéticos.
Curiosamente, parece que cada vez menos personas creen en los científicos que defienden el uso de organismos transgénicos. "Muchos consumidores ya no confían en la ciencia o en los científicos", dice Debbie Phillips-Donaldson de la industria de alimento para mascotas, "al menos no cuando se trata de sus propios alimentos o el alimento para su mascota".3
En respuesta a las afirmaciones hechas por los científicos en las que afirman que los productos transgénicos son seguros, los grupos de vigilancia de consumidores argumentan que en algún momento, las sustancias como las grasas insaturadas, BPA, tinte rojo no. 2 y gasolina con plomo también se consideraron seguras.
También argumentan que gran parte de las investigaciones sobre los organismos transgénicos y el glifosato ha sido financiada por las entidades que tienen algo que ganar.
Para un ejemplo de cómo los científicos han manipulados los hechos sobre los OGMs para obtener los resultados que mejor se adapten a sus propios fines recomiendo leer el artículo titulado The UK's Royal Society: a Case Study in How the Health Risks of GMOs Have Been Systematically Misrepresented. (Solo disponible en inglés)
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Las Ratas Alimentadas con Maíz Transgénico Sufrieron de Tumores, Daño en los Órganos Principales y Muerte Prematura
Un estudio realizado en el 2009 mostró que las ratas alimentadas con maíz transgénico sufrieron enfermedad hepática y renal después de un ensayo de alimentación de 90 días, esto también tuvo un efecto negativo en otros órganos, incluyendo el corazón y el bazo.4
Un estudio a largo plazo realizado en ratas que llevaban una alimentación que contenía maíz transgénico muestra que este grupo de ratas no sólo murieron antes que el grupo de ratas con una alimentación estándar, sino que también desarrollaron tumores mamarios, así como daño hepático y renal severo.
La mitad de las ratas macho y el 70 % de las hembras murieron prematuramente, en comparación con el 30 % de los machos y 20 % de las hembras en el grupo de control.5
El investigador principal del estudio realizado en el 2012, Gilles-Eric Seralini de la Universidad de Caen, cree que sus resultados, que involucran estudiar a las ratas durante toda su vida, dan una visión más completa y realista de los riesgos del maíz transgénico que los ensayos de alimentación de 90 días. Una rata de tres meses de edad sigue siendo un adulto joven.
En un estudio mucho más reciente, las ratas alimentadas con maíz transgénico durante 90 días sufrieron graves daños en la superficie de las membranas mucosas del yeyuno, que es una de las partes del intestino delgado.6 El daño incluyó vellosidades, que son estructuras similares a los dedos que se encuentran en el intestino y que absorben los nutrientes alimenticios.
Las vellosidades estaban deformes y aplastadas, con algunas células unidas entre sí. Las glándulas mucosas (llamadas criptas) eran anormales y los vasos sanguíneos estaban congestionados. Había inflamación alrededor de las áreas dañadas. Las células del revestimiento intestinal también tenían una estructura anormal.
Lo Que Todos los Dueños de Mascotas Deben Saber Sobre los OGMs
Si te estás preguntando cómo los ingredientes transgénicos afectan a tu perro o gato, desafortunadamente aún no tenemos información detallada. Sin embargo, en un reporte realizado en el 2009 sobre los alimentos transgénicos, los autores escribieron:
"Los estudios de toxicidad animal con ciertos alimentos transgénicos han demostrado que podría afectar tóxicamente varios órganos y sistemas. La revisión de estos estudios no debe realizarse por separado para cado alimento transgénico, pero de acuerdo con los efectos ejercidos sobre ciertos órganos podría ayudarnos a darnos una mejor idea de los posibles efectos sobre la salud de los seres humanos.
Los resultados de la mayoría de los estudios realizados con alimentos transgénicos indican que podrían causar algunos efectos tóxicos comunes tales como efectos hepáticos, pancreáticos, renales o reproductivos que podrían alterar los parámetros hematólogicos, bioquímicos e inmunológicos.
Las pequeñas cantidades de ADN ingerido podrían no descomponerse bajo los procesos digestivos y existe la posibilidad de que este ADN entre al sistema sanguíneo o bien sea excretado, especialmente en personas con una digestión anormal como resultado de una enfermedad gastrointestinal crónica o con inmunodeficiencia".7
El veterinario, el Dr. Michael W. Fox ha recopilado una extensa lista de los posibles riesgos de los alimentos transgénicos, incluyendo:
• El agente insecticida tóxico Bacillus thuringiensis, que está presente en la mayoría de los cultivos transgénicos de los Estados Unidos y que termina en el alimento de los animales y los productos de alimento para mascota.
• Los herbicidas glufosinato y glifosato se aplican a millones de hectáreas de cultivos transgénicos en todo Estados Unidos y otros países. Estos venenos son absorbidos por los cultivos—que fueron modificados genéticamente para ser resistentes a los herbicidas—mientras que dañan todo lo demás que crece en el área, así como gran parte de la vida acuática que se encuentra en las masas de agua cercanas.
Estos herbicidas provocan daño renal en los animales, disrupción endocrina, defectos de nacimiento en las ranas y son letales para muchos anfibios. El glifosato también se ha relacionado con abortos espontáneos, partos prematuros y linfoma no Hodgkin en humanos.
• Los nutriólogos y otros expertos en salud están comenzando a relacionar más estrechamente el aumento en las tasas de alergias humanas, incluyendo los problemas cutáneos y trastornos GI inflamatorios con el gran consumo de alimentos transgénicos y aditivos alimenticios—en particular, los productos de soya transgénica que contienen proteínas nuevas.
El Dr. Fox sospecha que el alto número de alergias cutáneas y alimentarias, así como otros tipos de alergias relacionadas con los trastornos GI, son causadas o empeoran con estas nuevas proteínas y otros contaminantes contenidos en los cultivos transgénicos.
• Estudios independientes sobre la seguridad de la alimentación de animales muestran efectos adversos o inexplicables causados por los alimentos transgénicos, incluyendo inflamación y crecimiento celular anormal en el tracto GI, así como en el hígado, riñones, testículos, corazón, páncreas y cerebro.
• Los cultivos transgénicos han demostrado ser inestables y propensos a mutaciones no planificadas—lo que significa que realmente no sabemos si el alimento que crecerá de estas plantas es seguro o nutritivo.
El consejo de Fox para todos los dueños de mascota es que sólo compren alimento orgánico certificado por la USDA.
También aconseja evitar todos los alimentos preparados incluyendo los aceites de cocina que contiene productos de maíz y soya, dado a que estos productos son los que más se producen con ingredientes transgénicos.
Además, te recomiendo eliminar los granos por completo de la alimentación de tu mascota. Los ingredientes de maíz y soya no son biológicamente apropiados para un perro o gato, incluso cuando se cultivan de forma convencional.
Ambos ingredientes están relacionados con una gran variedad de problemas para la salud en nuestras mascotas, incluyendo alergias, trastornos cutáneos, enfermedades orales, enfermedad intestinal inflamatoria y cistitis.