No regañes a tu perro por esto, dice el experto en comportamiento animal

redes sociales para exhibir a los perros

Historia en Breve

  • Los videos y fotos publicados en las redes sociales para exhibir a los perros, donde algún can es regañado por un mal comportamiento, siguen siendo igual de populares desde que comenzó la tendencia hace ya varios años
  • Mientras que algunas personas afirman que puede dañar la dignidad y autoestima de un perro, la mayoría de los expertos en mascotas coinciden en que probablemente las miradas de "culpabilidad" que suelen tener cuando los regañan por hacer algo malo, son en realidad su respuesta ante la reacción de su dueño
  • Un experto cree que cuando los propietarios adoptan la costumbre de regañar a sus mascotas, pueden confundir a los perros, que son lo suficientemente inteligentes como para saber cómo reaccionar para apaciguar la situación
  • Si quieres desarrollar un fuerte vínculo con tu perro y hacer que confíe en ti, es fundamental que seas imparcial y constante; parte de la imparcialidad es asumir la responsabilidad de que cualquier cosa inadecuada que haya hecho tu perro probablemente haya sido incitada por tus acciones
  • Independientemente de si salta sobre las personas, cava u orina en el lugar equivocado, existen comportamientos de tu parte, es decir, consistencia e imparcialidad, que pueden más allá para ayudar a serenar la situación en lugar de intensificarla

Los has visto en todas las redes sociales – perros con esa mirada llena de pena y el semblante afligido cuyos dueños los confrontaron con diversas preguntas tras haber encontrado trozos (o pedazos enteros) del relleno del sofá, la tierra que estaba en las macetas o periódicos hechos trizas por toda una habitación, y a veces por toda la casa.

Algunas personas verán este tipo de publicaciones y pensarán que es una "vergüenza" que alguien piense que es divertido exhibir el mal comportamiento de los pobres cachorritos que acaban de hacer algo que es natural para los perros.

(Video solo disponible en Ingles)

Por ejemplo, existe un incidente que fue publicado en YouTube por un hombre llamado Mali Vujanic que tituló el video como “Guilty!” (¡Culpable!).1 Tal y como puede verlo previamente, dicho video muestra a 2 perras con expresiones contrastantes que supuestamente revelaban la triste historia, sobre todo porque se encontraban cerca de una bolsa vacía de premios para gatos.

Una de las perras realmente parecía sentirse culpable y según un redactor de la revista The Atlantic:

"La primera perra, una Golden Retriever, parecía tener la conciencia limpia mientras estaba recostada tranquilamente. Pero la segunda, una Labrador amarilla llamada Denver, estaba sentada en un rincón, temblando y con la mirada baja, haciendo lo que Vujanic llamó 'su cara de yo lo hice'.

Vujanic se quedó sin aliento por la aparente admisión de culpa: '¿Hiciste esto?’ Denver movió la cola con nerviosismo e hizo una mueca. 'Ya sabes lo que hay que hacer, a la jaula’. Y la perra se recluyó dócilmente".2

Macy, la primera perra, parecía no tener reparos en ser confrontada, aunque evita el contacto visual. Y cualquiera se puede dar cuenta claramente de que la segunda perra, Denver, tenía la palabra "culpa" escrita en la cara y evidentemente sentía remordimiento. Ver el video completo con la música triste (pero curiosamente apropiada) es casi doloroso.

Todo en la conducta de Denver suplicaba misericordia, comprensión y profunda tristeza por su debilidad. Cada vez que Vujanic le preguntaba "¿Hiciste esto?", Denver bajaba su pobre cabecita más y más. Pero cuando se le pidió que mirara hacia arriba y afrontara las consecuencias, en realidad parecía que Denver tenía oculta una sonrisa cursi. Todo un acto de alarde.

Exhibir a las mascotas: Un fenómeno de las redes sociales

El video de Vujanic publicado en 2011, que a la fecha de este artículo ha conseguido 51 millones de visitas, es promocionado como el precursor de la locura actual de "exhibir a las mascotas". Los perros culpables son sorprendidos en el acto o son obligados a soportar una reprimenda, gritos y la publicación del incidente en las redes sociales. Por lo general, se publica una foto de un perro que parece preocupado (o adorablemente desdeñoso) con un cartel en el cuello que relata su crimen.

Por ejemplo, una foto muestra un perro con una pequeña gorra blanca y la cara avergonzada, parado a un lado de un cartel que dice, "Yo mastico las tapas de los pernos del inodoro. Ahora debo ponerme el sombrero de la vergüenza."

Otra imagen dice: "He sido un buen perro durante 2 días. Ups", pero el número 2 está tachado y puedes ver al lado del perro una caja de donas vacía. Algunas de las pruebas palpables del mal comportamiento canino son zapatos sin tacón, rollos de toalla de papel, platos rotos y, a veces, en el fondo, todo un caos. Los perros son llamados "tontos" y "monstruos adorables".

Es un pasatiempo tan popular que un libro con fotos de perros avergonzados, que fue publicado en 2013, se incorporó a la lista de best-sellers del New York Times.3 La mayoría están publicadas para que las personas se rían, y muchas fotos son divertidas, pero hay quienes están convencidos de que exhibir a los perros es equiparable a un acto de crueldad.

De acuerdo con los defensores, socava la dignidad de un perro y fomenta la burla de los animales. Por fortuna y contrario a lo que se hubiera esperado, en el video de Vujanic no hubo tantos comentarios del tipo, "¿cómo pudiste exhibir a ese pobre perro de esa manera?". Sin embargo, hace que a uno se pregunte – ¿Denver se dio cuenta que había hecho algo inapropiado?

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El mito de la culpa y el remordimiento en perros

Alexandra Horowitz, que dirige el Horowitz Dog Cognition Lab4 (Laboratorio Horowitz de Cognición Canina) en el Barnard College ubicado en Nueva York, dice que la apariencia facial de un perro, sobre todo ante un "delito" que ha cometido, realmente no es vergüenza o remordimiento.

La experta hace referencia a un experimento realizado en 2009 en el que se les pidió a los propietarios que les dijeran a sus perros que no comieran un premio apetecible. Después, se les pidió a los propietarios que abandonaran la habitación.

Entonces:

"La científica se deshizo del premio o se lo dio al perro. Cuando los dueños regresaron, les dijeron – independientemente de la verdad – que su perro lo había comido o bien, que no lo había hecho. Si los dueños pensaban que sus perros se habían dado el gusto de comerlo, empezaban a regañarlos y los canes mostraban un sinfín de miradas culpables.

Sin embargo, los perros que no habían comido el premio eran más propensos a parecer culpables en comparación con los perros que sí lo habían comido – siempre y cuando sus dueños los regañaran".5

Otro grupo de científicos que escribió un artículo sobre el tema en 2012 señaló que, probablemente el remordimiento que los humanos creen ver, se debe más a una "respuesta sumisa que ha resultado conveniente ya que reduce el conflicto entre el perro y el humano".6

El diario The Atlantic hace referencia a una religión pre-islámica en Persia e India conocida como zoroastrismo, y su texto, llamado el Avesta,7 reverenciaba e incluso deificaba a los perros, no obstante, especificaba castigos para aquellos que habían cometido crímenes "de manera voluntaria", por ejemplo, morder a las personas u ovejas sin ladrar.

Las cortes en la Europa medieval no notaban grandes diferencias entre los perros y personas que habían cometido algún crimen. Los perros a menudo eran convocados a la corte, se les imponían sentencias de cárcel, azotes o muerte igual que a los humanos. Sin lugar a dudas la cultura de la época dio por sentado que los perros "malos" sabían que su comportamiento era inaceptable, pero continuaron con el mismo de todos modos.

La estudiante de doctorado Julie Hecht, que estudia el comportamiento animal en la ciudad de Nueva York, cree que cuando los propietarios adoptan el hábito de regañar a sus mascotas, pueden confundir a los perros, que son lo suficientemente inteligentes como para saber qué respuestas les pueden ocasionar menos inconvenientes.

En resumidas cuentas, cuanto más se castiga a los perros, más terminan haciendo las cosas que los metieron en problemas. Los perros de "respuesta sumisa" asumen que pueden ser parte de un "ciclo ansioso de destrucción y apaciguamiento", explicó Hecht, lo que finalmente quebranta la confianza del animal en su ser humano.

Sencillas soluciones para (al menos ciertos) comportamientos inadecuados

Lo que algunas personas observaron tras ver el video de Vujanic es que era bastante claro que el dueño de Denver, quien dejó afuera los premios del gato desde un principio, fue el causante del problema.

De la misma forma que los humanos que quieren llevar una alimentación saludable saben perfectamente que no deben comer las galletas o papas en la alacena, pero lo hacen de todos modos. Darles a los perros la responsabilidad de contenerse no solo es poco realista, sino también algo cruel.

Una cosa es enseñarles a ser obedientes, algo que eventualmente podría salvar no solo tu vida sino la de ellos, pero como alguna vez señaló un sabio, con frecuencia el humano necesita más entrenamiento que el perro.

Si quieres desarrollar un vínculo fuerte con tu perro y lograr que confíe en ti, la imparcialidad y la consistencia son fundamentales. Parte de la imparcialidad es asumir tu propia responsabilidad. Por ejemplo, es una verdadera tontería que te enojes con un perro por defecar en tu habitación si no has previsto que salga a pasear puntualmente.

De manera similar, guardar los zapatos resulta algo lógico si existe la posibilidad de que tu perro se sienta tentado a morderlos. No dejes el paquete de toallas de papel en el suelo a un lado del armario – ponlo en el estante y cierra la puerta. Los alimentos – los tuyos, los suyos y los del gato – deben colocarse en un lugar que no pueda alcanzar, al igual que las plantas, celulares y cables eléctricos que no quieres que muerda.

Una mejor solución: Entender y trabajar con el comportamiento canino (y felino)

Tal y como Life Hacker observa, queremos que nuestras mascotas se porten bien, pero siguen siendo "seres silvestres en el fondo". Esperar (u obligarlas) a que sigan un nuevo conjunto de reglas básicas que fueron diseñadas para los humanos está en contra de su naturaleza. Por ejemplo, mordisquear es un acto propio de los perros – e indudablemente de los cachorros.

Una razón por la cual los perros mordisquean puede estar relacionada con el fortalecimiento de sus mandíbulas y dientes. Podría tratarse de una afección dental o médica que involucre su estómago o un comportamiento compulsivo, cuestiones que deben ser atendidas por un veterinario. Sin embargo, si sospechas que tu perro está mordisqueando cosas porque simplemente está aburrido, algo tiene que cambiar – de tu parte, no la del perro.

Cuando morder se convierte en algo negativo, también conocido como "masticación destructiva", implica la destrucción de objetos valiosos. Recuerda que un perro que no ha sido entrenado no puede distinguir entre el juguete masticable que le diste y la base del antiguo soporte de la planta de tu abuela. Sin embargo, notarás que esto ocurre con mayor frecuencia cuando tu perro está solo en casa o sin supervisión.

Life Hacker aconseja:

"No dejes que esto ocurra. Algunas veces, masticar (cosas como cables o plantas tóxicas) es peligroso para las mascotas, por lo que es importante abordarlo y detenerlo.

Algunos dicen que los disuasores alimentarios no son recomendables, pero la ASPCA no se opone a estos elementos que están específicamente diseñados para este fin. No obstante, siempre ten cuidado con lo que dejas que tu mascota coma.

No le des juguetes que se parezcan a artículos inapropiados; por ejemplo, no le des un zapato viejo para masticar porque no sabrá distinguir entre el viejo que puede masticar y un nuevo par. Si tu mascota mastica para jugar, asegúrate de jugar con ella".8

Cómo manejar el ‘mal’ comportamiento canino

Un comportamiento canino "inadecuado", que es difícil de tratar y francamente puede parecer intolerable en ocasiones, es cuando tus cosas son destruidas. Life Hacker señala: "He descubierto que aprender a vivir cómodamente con (mascotas) se resume en 2 factores básicos: Entender y trabajar con su comportamiento".

He aquí otros problemas con los perros (ya sea que sientan mal por hacerlo o no) y las posibles soluciones:

Se le cae el pelo en todas partes. Está por demás decir que si a tu perro se le cae más pelo de lo que crees que está justificado, recuerda: Son seres peludos, y la cantidad de pelo que se le cae no es algo que puedan controlar, pero tú sí que puedes controlarlo.

Aproximadamente 2 veces al año necesitan deshacerse del pelaje. Prácticamente cualquier sitio de mascotas te indicará con qué frecuencia debe cepillarse la raza de tu perro (o gato) en particular. A menudo, es 2 veces por semana.

Las herramientas de aseo y los champús naturales para mascotas desenredan el pelaje de fondo y los cepillos de "auto acicalamiento" con los que tu mascota se puede frotar pueden ayudar con el problema. Una escobilla de goma que puedas pasar sobre tus muebles y alfombras antes de pasar la aspiradora puede facilitar la limpieza de la casa.

Establecer una rutina de limpieza también servirá para este propósito, al igual que un tipo de alimentación apropiada para su especie. Si no puedes lidiar con la situación, la próxima vez investiga y adopta una raza que mude menos de pelo.

Orinar en cosas. Lo primero que debes hacer si ocurre este problema es averiguar si se trata de un problema médico. Después de eso, puedes hablar con tu veterinario sobre los factores desencadenantes, como personas extrañas, otros perros (o gatos) o bien, incluso el olor de los mismos en tu ropa.

Esto es lo que no debes hacer:

"La mayoría de los expertos coinciden en que gritarles es algo terrible. Simplemente hace que tu mascota te tenga miedo y no aprenderá que su comportamiento es incorrecto, solo aprenderá a temerte".9

Consulta nuevamente los aspectos básicos del entrenamiento positivo para ir al baño si tu perro está teniendo accidentes que estás convencido que no son un problema médico.

Salta sobre ti. Al parecer, cuando los perros saltan sobre las personas, es porque quieren ponerse al mismo nivel que ellos para saludar. Reírse, involucrarse con entusiasmo o hablar fuerte solo refuerza el comportamiento; incluso los amantes de los perros consideran que este hábito es más molesto (y tal vez incluso más aterrador) de lo que crees.

Ignorarlo tampoco lo curará. Una mejor manera es enseñarle que si se sienta cuando las personas estén saludando, recibirá caricias al instante, rascaran su cabeza y obtendrá premios, que es mucho mejor que usar la rodilla para defenderte. Si el salto persiste, dale la espalda inmediatamente e ignóralo.

Los perros se vuelven 'empáticos' cuando oyen 'ese tono' en tu voz

Business Insider10 describe de forma concisa la empatía, un término relativamente nuevo creado por escritores de ciencia ficción, como alguien que es excepcionalmente receptivo a las emociones ajenas.

Los empáticos no pueden evitar ser "esponjas emocionales", al absorber el alto nivel de miedo, euforia, ira o angustia en los demás. Curiosamente, las personas que sienten una conexión emocional más fuerte con sus perros afirman que su can puede sentir cuando están tristes o incluso ansiosos; algo en el lenguaje corporal y el tono de voz del humano puede ser la alerta.

Probablemente no exagero cuando digo que la mayoría de los perros son empáticos en automático. Parecen estar "sintonizados" con los estados de ánimo de sus propietarios.

Peter Neville, profesor del Centre of Applied Pet Ethology (Centro de Etología Aplicada de Mascotas) en el Reino Unido quien fue citado por The Telegraph, explica su noción de lo que realmente podría estar pasando cuando las personas expresan sorpresa, enojo o incluso diversión mientras ponen toda su atención en sus perros, quienes responden, con la interpretación humana de una mirada de "lo hice y estoy sumamente apenado":

"Tal confrontación, si bien pretende ser una diversión para los propietarios, puede ser poco compasiva porque el perro no puede experimentar o sentir empatía con estas emociones y simplemente se siente amenazado por su atención negativa en tales momentos".11

Los perros pueden aprender del buen comportamiento y el mal comportamiento. Todo depende de cómo tú, la persona favorita de tu perro, manejes ambos tipos. Tanto tu postura como el tono de tu voz son herramientas que puedes utilizar para hacer que las situaciones sean "momentos de enseñanza".

Solo asegúrate de sincronizar tus reacciones mesuradas con la duración del comportamiento tanto como sea posible con el fin de que pueda comprender la conexión. Esa es la mejor manera de reforzar lo bueno y desalentar lo malo.

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