Si lees esto, es muy probable que seas el dueño (o que estés muy relacionado con un dueño) de un perro adorable y ocasionalmente travieso. Quizá tengas dos o tres perros en tu casa, pero no los cambiarías por nada del mundo porque son tu familia y una parte esencial de lo que conforma tu mundo.
Además de compartir al menos un poco de historia, brindan una compañía muy necesaria, aligeran un poco el ambiente de vez en cuando, y aman de forma incondicional. Sin embargo, cuando descubres que un pequeño ser humano se sumará a la familia dentro de muy poco tiempo, es posible que te produzca dudas sobre los aspectos de salud con respecto a ti, tu futuro hijo y las mascotas amorosas que dependen de ti.
Posiblemente haya pocas cosas que te hagan contemplar la situación de tu cachorro o cachorros, ya sea que se sientan excluidos o estén descuidados.
Si por lo regular pasas mucho tiempo con tu perro y sabes que eso podría cambiar después de la llegada del bebé, tal vez sería una buena idea comenzar a separar gradual e intencionalmente más tiempo para "ti" durante el embarazo, lo que puede permitirle a tu perro adaptarse al nuevo patrón.
En DVM 360, la médica veterinaria, Sarah Wooten, hace recomendaciones sobre cómo manejar esta transición, desde la perspectiva de tu perro:
"No necesitas comenzar a ponerle menos atención a tu perro, pero si lo haces, debes empezar lentamente a limitar tu interacción con el tiempo para que haya menos posibilidad de que tu perro note la diferencia.
(Las demandas físicas del embarazo pueden hacer que esto ocurra de manera natural). Si te preocupa que tu perro se sienta aburrido o solo, considera inscribirlo en una guardería para perros, para que acuda algunas veces por semana".1
Si eres una mujer embarazada, quizá se te ocurra otra cosa que involucre tener otro perro para que el que ya tienes no se aburra o sienta solitario una vez que su nuevo "hermano" comience a absorber más de tu tiempo.
La respuesta depende de qué tan social sea tu perro, junto con un sin número de variables diferentes. Si se desarrolla mejor al recibir atención y le encanta interactuar con personas y otros perros, le irá bien al tener un compañero con el que comparta afinidades para entretenerse.
Sin embargo, no hay garantía de que un perro nuevo se lleve bien con tu perro que ya está bien adaptado a la familia, además de que tendrás dos (o más) perros que alimentar y limpiar después. Wooten sugiere primero imaginar tu vida con dos perros y un bebé.
Tal vez debas esperar un período de tiempo después de la llegada del bebé, para determinar si la solución final es tener dos perros, o de nuevo—si tiene sentido y podría funcionar—mejor recurrir a la guardería para perros algunas veces por semana. Como en tantas cuestiones, probablemente el tiempo lo dirá.
Futuros padres: Más preguntas (y respuestas) sobre su bebé peludo
¿Qué pasa con respecto a los problemas de comportamiento que has pensado corregir en tu perro pero que nunca has logrado? Aun con toda la emoción de la inminente llegada de un nuevo y pequeño ser humano, es posible que también experimentes un poco de angustia relacionada con la falta de habilidades sociales de tu perro.
Desde luego que no querrás que tu adorado perro comience a utilizar el suelo como su letrina, o que entierre los juguetes del bebé.
Sin embargo, la ansiedad que tu perro experimenta podría ocurrir porque él percibe tu tensión; sabe que algo ha cambiado. Si te parece que el tiempo de preparación se agota y haz perdido tu oportunidad, Wooten alienta a los futuros padres a no rendirse tan fácilmente.
Es posible que haya un sin número de malos hábitos que debas corregir en tu adorable perro antes de que su vida cambie para siempre; no obstante, ahora es el momento perfecto.
Argumenta que:
"Los perros podrían manifestar ansiedad cuando están cerca de una mujer embarazada, o es posible que no reaccionen en lo absoluto. Los perros ansiosos pueden hacer travesuras y masticar cosas. También, podrían hacer sus eliminaciones o evacuaciones en la casa debido a la ansiedad por el cambio en sus vidas.
Estos son los comportamientos que debes limitar o corregir lo antes posible. Si no has llevado a tu perro a un entrenamiento de obediencia, ahora es el momento perfecto para aprender nuevas conductas, reforzar los buenos y detener los malos comportamientos".2
En vez de sacar y usar desesperadamente el manual que tu veterinario te proporcionó para darle algunas indicaciones de conducta a tu perro, agrega Wooten, una mejor idea sería abordar el entrenamiento de obediencia con un profesional que cuente con las certificaciones apropiadas, tales como:
- CAAB o ACAAB—conductista animal aplicado certificado
- DACVB— veterinario conductista certificado por la junta
- CCPD-KA—Entrenador profesional de perros certificado
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Algunas recomendaciones para entrenar perros
Hay algunos excelentes consejos para entrenar perros en caso de que esperes acelerar el proceso de entrenamiento del perro, y son muy sencillos, pero implican evitar el entrenamiento negativo o a base de castigos y adoptar el refuerzo positivo.
Algunos de los problemas más comunes en el comportamiento de los perros son:
- Falta de socialización. La socialización adecuada de los perros consiste en acostumbrar a tu perro a tener contacto con extraños e interactuar con niños, otros perros y animales, como gatos. Es crucial que te asegurares de que tu perro no experimente ansiedad o agresión, en especial con otros perros.
- Tu falta de paciencia. El refuerzo positivo solo es eso—positivo. Nunca debes gritarle, golpearlo ni jalar la correa de tu perro; solo harás que tu perro te tema.
- Inconsistencia. Debes educarte al igual que a tu perro, cuando se trata de que se comporte de forma civilizada, y la clave es tener consistencia. Cuando tu perro no te obedezca no repitas los comandos, utiliza palabras diferentes a las que esté familiarizado o no haya seguido.
- Falta de recompensas. Los premios, contacto visual con palabras optimistas y acariciar a tu perro son excelentes maneras de demostrarle que estás satisfecho con su comportamiento. De lo contrario, podría compararse con un jefe que te ignora cuando trabajas arduamente.
- Entrenamiento muy largo. Realizar las sesiones de entrenamiento durante mucho tiempo podría ser agotador e incluso confuso para tu perro. Realiza unos excelentes 10 minutos de entrenamiento de forma enfocada y entusiasta, luego reanuda el proceso otro día.
Un detalle adicional que debes considerar es que, cuando un cachorro se encuentra en entrenamiento, tendrá que ser monitoreado de forma constante. De esa manera podrás alentarlo cuando se comporte como debería y, desalentar—gentil pero firmemente—comportamientos que no te satisfagan, en el momento en que sucedan.
No solo hace que el entrenamiento sea más exitoso, sino que refuerza una relación cercana y de confianza bilateral, y te ayudará a confiar en que tu nuevo y pequeño ser humano estará en la casa con un perro bien educado.
¿Está bien dejar que tu perro ‘bese’ al bebé? (Y otras respuestas)
Una de las preguntas más frecuentes para las personas que se preparan para la llegada de un nuevo bebé al hogar, es si su perro podría afectar su salud o la salud del bebé. La respuesta de Wooten es que los parásitos intestinales como los anquilostomas y lombrices intestinales se encuentran presentes en los perros, y podrían infectar a los seres humanos.
Por lo general, los anquilostomas y lombrices intestinales se transmiten a los perros cuando consumen suciedad o heces contaminadas, o caminan sobre tierra contaminada, lamen sus patas e ingieren huevos.
Los cachorros podrían adquirir tales parásitos si la leche de su madre está infectada. Además, los perros pueden comer inadvertidamente tenias o tricocéfalos cuando ingieren animales pequeños, como pájaros o ratones. A menudo, los perros se debilitan y sienten aletargados porque están anémicos y desnutridos, y podrían morir si no se realiza ninguna intervención.
Los seres humanos podrían contraer anquilostomas al tener contacto inconscientemente con los huevos o larvas en el suelo contaminado por animales silvestres o mascotas. Las larvas del anquilostoma también podrían penetrar la piel humana, y son invisibles a simple vista.
PetMD explica que si las larvas de anquilostoma penetran en la piel humana, pueden generar larvas migratorias cutáneas, lo que podría ocasionar "una inflamación posiblemente grave y con cicatrices", adicionalmente:
"[S]i los huevos de ascárides (lombrices intestinales) son ingeridos, podrían originar una enfermedad llamada 'larva migratoria visceral', en la cual pequeñas larvas de gusano migran a través de la pared intestinal de la persona, hacia los tejidos del cuerpo. Luego crecen hasta un tamaño más grande casi en cualquier parte del cuerpo. La enfermedad ocular es una típica secuela de la 'larva migratoria visceral'.
Los niños corren un mayor riesgo, en especial si el comportamiento de juego es en un entorno en pueda haber heces de perro, gato o mapache... como en un caja de arena. Una sola hembra adulta—de Toxicara canis—podría poner hasta 100 000 huevos al día que se transfieren al entorno del perro (o gato) por medio de las heces.
Por favor... siga los estrictos principios de saneamiento siempre que las mascotas y los niños tengan un contacto cercano".3
De acuerdo con Pets and Parasites,4 una vez infectados con las lombrices intestinales, estas podrían representar un riesgo significativo para los seres humanos ya que causan problemas oculares, cardiacos, pulmonares y neurológicos en las personas, y los niños y mujeres embarazadas están especialmente en riesgo.
Por esa razón, debes asegurarte de visitar al veterinario para desparasitar a tu perro, y hacerlo de forma regular. También puedes hacerlo con algún kit de desparasitación casero de venta libre, pero no es algo que debería tratarse con un remedio comercial, a menos que tu veterinario te haya recomendado alguno.
También podrías ayudarle a tu perro a prepararse para la llegada del nuevo bebé
Es posible que tu perro esté familiarizado con los niños, incluso los que son ruidosos, pero tener un recién nacido es una cuestión muy diferente. Es posible que veas fotos y videos de bebés riendo mientras un perro besa y acaricia con su hocico la cara del bebé; Wooten indica que aunque no hay mucha investigación sobre si es o no una buena idea:
"En términos generales, los veterinarios y pediatras no recomiendan dejar que la mascota lama o se acurruque con el bebé. (Recuerda los parásitos intestinales...) En cuanto a dejar al bebé en el suelo, no importa qué tan bien portado creas que sea tu perro, nunca debes dejar bebés o niños pequeños sin supervisión en una habitación con un perro".5
Debido a que los bebés hacen movimientos torpes y repentinos, a los que posiblemente los perros no están acostumbrados, por no mencionar los sonidos que emiten, hay una dinámica diferente con los bebés, en comparación con tener niños pequeños en la casa.
Por esta razón, debes permanecer cerca mientras tu perro conoce al nuevo pequeño y debes continuar supervisando en las semanas y meses siguientes, en el inter de que tu perro se acostumbre a su nueva normalidad.
Junto con las imágenes y sonidos que un nuevo bebé añade en la casa, también hay olores sobre los cuales los perros están perfectamente conscientes.
Es posible que debas ayudarle a tu perro a relacionarlos de forma positiva al permitirle olfatear los artículos nuevos para el bebé, como la cuna, mantas y juguetes—¡Simplemente no permitas que tu perro acceda a ellos, por razones obvias! Incluso puedes reproducir grabaciones en tu teléfono del sonido de balbuceo, llanto o risa de bebés, para acostumbrarlo a esos nuevos ruidos, seguido de un premio.
Una forma de pasar tiempo con tu bebé y tu perro al mismo tiempo, y aumentar el tiempo para formar lazos afectivos en un entorno normal, es al salir a caminar con los dos. Hace que todos salgan a tomar aire fresco, puedes empujar la carriola de tu bebé para hacer ejercicio y tu perro puede quemar un poco de energía al mismo tiempo.
En cuanto a los horarios, eso es algo que también deberá cambiar, y aunque sin duda te encontrarás despierto a horas en las que no estabas acostumbrado anteriormente, lo mismo puede decirse de los perros, que por lo general están al tanto de todo lo que sucede a su alrededor.
Antes de la llegada del bebé, intenta cambiar gradualmente la alimentación de tu perro, ejercicio y momentos de juego, en especial si están bien establecidos. Si te preocupa que tu perro no pueda hacer sus evacuaciones cuando lo necesite, instalar una puerta para perros para que pueda establecer su propio horario podría ser una solución perfecta en ese aspecto de la transición.
Lo que hay que considerar es que los perros no piensan de la misma manera que las personas. Los perros ni siquiera piensan como niños, por lo que no tienes que preocuparte de que tu peludo bebé se sienta ignorado o excluido si pasas más tiempo arrullando al bebé que a él.
Asegúrate de que tu cachorro haga ejercicio todos los días y dale mucho amor, y ten la seguridad de que se adaptará muy bien en un hogar que ahora tiene una persona más que amar, y con el tiempo, un nuevo compañero de juegos.