No hace mucho tiempo, un diagnóstico de virus de leucemia felina (FeLV) en un gato era una sentencia de muerte. Por fortuna, hoy en día la mayoría de los gatos diagnosticados con FeLV pueden tener una vida larga y saludable con los cuidados adecuados. Y hay muchos gatitos que viven con el virus.
Un estudio reciente sobre 62 301 gatos de 1 396 clínicas veterinarias y 127 refugios, determinó una tasa de prevalencia del 3.1 % de FeLV en Norteamérica, o alrededor de 3 millones de gatos.1
En realidad, hay tres tipos de virus de leucemia felina, FeLV-A, FeLV-B y FeLV-C. Los gatos podrían estar infectados con uno, dos o los tres tipos.
- El FeLV-A se produce en todos los gatos infectados con leucemia felina, y compromete severamente el sistema inmunológico
- El FeLV-B se presenta en alrededor de la mitad de los gatos infectados, y causa tumores y otros crecimientos anormales de tejido
- El FeLV-C solo se desarrolla en aproximadamente el 1 % de los gatos infectados con FeLV y causa anemia severa
¿Cómo se propaga el virus y cuáles son los gatos con mayor riesgo de infección?
El virus FeLV se propaga a través de fluidos corporales que incluyen a la saliva, secreciones nasales, orina, heces y sangre. Se transmite a través del contacto directo, principalmente por aseo mutuo, y uso compartido de cajas de arena, alimentos y tazones de agua.
Además, FeLV podría trasmitirse de una madre a sus gatitos, ya sea en el útero o mientras los amamanta. De igual manera, se puede transmitir a través de las mordidas y arañazos de un gato infectado. Se necesita una gran cantidad de virus para infectar a un gato adulto, por lo que es necesario un contacto prolongado o una mordida para que ocurra la transmisión.
Se estima que entre el 2 y 3 % de los gatos saludables se infectan con leucemia felina. La tasa aumenta al 13 % o más en los gatitos que están enfermos, muy jóvenes o son vulnerables a las infecciones.
Los que están en mayor riesgo de infección son:
- Gatitos nacidos de madres infectadas
- Gatos que viven con gatos infectados o que tienen un estado de infección desconocido
- Gatos que pueden estar al aire libre donde podrían ser mordidos por algún gato infectado
Etapas de infección
Hay dos etapas de una infección por FeLV. La primera etapa se llama viremia primaria; durante esta etapa, algunos gatitos son capaces de combatir el virus, lo que puede evitar que progrese a la segunda etapa, llamada viremia secundaria. Esta etapa presenta una infección persistente de la médula ósea y otros tejidos, y se considera irreversible.
Por lo general, entre dos y cuatro semanas después de exponerse al virus de leucemia felina, los gatos responden en alguna de las siguientes formas:
- Algunos gatitos no se infectarán debido a una exposición inadecuada o una buena respuesta de su sistema inmunológico
- Algunos desarrollarán una infección latente o regresiva, lo que significa que no eliminaron el virus por completo, pero su sistema inmunológico podría mantenerlo bajo control. Generalmente, estos gatos no demuestran signos de infección y no eliminan el virus por su saliva u otros fluidos corporales
- Los gatitos que no despliegan una respuesta inmunológica adecuada quedarán permanentemente infectados con FeLV. Estos gatos eliminarán grandes cantidades del virus y comenzarán a desarrollar padecimientos relacionados con FeLV en unos cuantos años. Esto sucede con mayor frecuencia cuando la exposición ocurre antes de que un gatito tenga 8 semanas de edad.
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Síntomas del FeLV
El FeLV genera un sin número de efectos negativos en el cuerpo de un gato. Es la causa más común de cáncer felino, puede originar diversos trastornos sanguíneos y diezmar el sistema inmunológico que no puede defender al cuerpo de otras infecciones.
Los patógenos comunes que se encuentran en el medio ambiente y que no causan daño a los animales sanos pueden causar enfermedades graves en un gatito con diagnóstico positivo de FeLV. Las infecciones secundarias son la causa de muchas de las enfermedades relacionadas con FeLV.
Al principio de la infección, muchos gatos no demuestran signos de enfermedad. Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad, la salud del gatito podría deteriorarse de forma gradual o padecer enfermedades recurrentes seguidas por períodos de salud relativamente buenos.
Hay una larga lista de síntomas relacionados con esta infección viral, que incluyen:
Pérdida de apetito |
Inflamación de las encías (gingivitis) y la boca (estomatitis) |
Pérdida de peso lenta y progresiva, seguida de una pérdida severa al final del proceso de la enfermedad |
Infecciones de la piel, vejiga urinaria y tracto respiratorio superior |
Pelaje en mal estado |
Diarrea persistente |
Ganglios linfáticos agrandados |
Convulsiones, cambios de comportamiento y otros trastornos neurológicos |
Fiebre persistente |
Diversos padecimientos oculares |
Encías y otras membranas mucosas pálidas |
Abortos espontáneos en hembras preñadas y otros problemas reproductivos |
Hay dos tipos de análisis sanguíneos para la leucemia felina que buscan un componente de proteína específico del virus. La prueba ELISA (ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas) puede detectar el FeLV en las etapas primaria y secundaria, y se puede realizar en una clínica veterinaria.
La prueba IFA (ensayo de anticuerpos inmunofluorescentes indirectos) solo detecta la viremia secundaria, por lo que la mayoría de los gatitos que dan positivo estarán infectados de por vida. Esta prueba se debe enviar a un laboratorio de diagnóstico y a menudo se utiliza para confirmar una prueba ELISA positiva para FeLV.
Tratamiento y manejo de gatos con diagnostico positivo de FeLV
No hay un tratamiento específico para los gatitos con FeLV; sin embargo, cualquier infección secundaria existente debe ser tratada. Recomiendo aplicar inyecciones del inmunomodulador de linfocitos T (T-cyte), que no es una cura, pero puede ayudar a mantener la calidad de vida de los gatitos con FeLV.
Los gatos con diagnóstico positivo de FeLV deben mantenerse en el interior del hogar, lo que evitará la propagación del virus a otros gatos, mientras que puede reducir el riesgo de que tu gatito se exponga a patógenos que su sistema inmunológico no podrá combatir. Los gatos con diagnóstico positivo de FeLV no deben reproducirse ni vacunarse.
Los gatitos infectados pueden nutrirse mejor al llevar una alimentación a base de alimentos frescos, nutricionalmente equilibrada, y apropiada para su especie.
A menos que tu gatito tenga un bajo recuento de glóbulos blancos—en cuyo caso recomiendo alimentos frescos cocidos—es bueno que consuma alimentos crudos, y alimentar a tu gato de forma celular podría hacer maravillas.
También, podrías seleccionar una alimentación a base de alimentos crudos disponibles comercialmente y que hayan sido pasteurizados a alta presión; esta es una gran opción para los gatitos que se encuentran en cualquier etapa del virus, y elimina el temor de proporcionarle alimentos crudos de veterinarios que no ofertan alimentos frescos ni adecuados.
Los gatos con FeLV deben ver al veterinario al menos dos veces al año para revisar la salud de sus ojos, encías, piel y ganglios linfáticos, así como para controlar su peso. En una de las dos visitas anuales, se deben realizar análisis de sangre y orina.
El seguimiento cuidadoso y consistente de la salud y comportamiento de tu gatito con diagnóstico positivo de FeLV es extremadamente importante para que puedas notificar a tu veterinario de inmediato sobre cualquier cambio.
He tenido mucho éxito en mantener a mis pacientes con diagnóstico positivo de FeLV muy saludables por medio de diversos suplementos naturales para apoyar su sistema inmunológico, que incluyen:
Asimismo, he tenido éxito al mantener asintomáticos a los gatos infectados con FeLV que aún no han desarrollado los síntomas de la enfermedad.
¿Cómo prevenir el FeLV y cuál es la perspectiva de los gatos infectados?
Por desgracia, los gatitos con diagnóstico positivo de FeLV y cuyos sistemas inmunológicos no son compatibles podrían sucumbir a una enfermedad secundaria en los siguientes 2 o 3 años después de contraer la infección.
De igual manera, es previsible que los gatos que adquieren una o más enfermedades graves relacionadas con FeLV, gatitos con fiebre persistente y pérdida de peso, así como con cáncer, tengan un tiempo de supervivencia mucho más corto.
El objetivo siempre debe ser identificar la leucemia felina antes de que un gatito se vuelva sintomático, y luego proporcionarle apoyo vitalicio para su sistema inmunológico. En estos casos, muchos gatos con diagnóstico positivo de FeLV podrían tener una vida completamente normal.
La única forma infalible de mantener a tu gato a salvo del FeLV es evitar su exposición al virus. Obviamente significa mantenerlo alejado de gatos que podrían estar infectados.
Si tu gato sale al aire libre, debe estar bajo supervisión atenta y constante, o en un recinto exterior seguro y a salvo—que evite que otros gatos entren y puedan morder o arañar a tu gatito por los costados o la parte superior del recinto.
Si tienes un gato que no está infectado, nunca permitas que los gatitos que no han sido analizados o estén en riesgo se mezclen con el tuyo. Mantén los gatos con diagnóstico positivo de FeLV separados de los gatos que no están infectados.
No recomiendo aplicar la vacuna contra el FeLV, ya que a menudo es ineficaz y se ha relacionado con el desarrollo de sarcomas en los gatos. Tampoco recomiendo que los gatos con diagnóstico positivo del virus reciban otras vacunas, ya que podrían estresar su sistema inmunológico.