Alerta de infección urgente para quienes tengan mascotas

infecciones en mascotas

Historia en Breve

  • En la última década, las infecciones resistentes a los antibióticos han disminuido en los seres humanos, sin embargo, han aumentado a un ritmo alarmante en los animales de compañía
  • Uno de los principales factores de este problema cada vez mayor en las mascotas es la prescripción excesiva y el uso indiscriminado de antibióticos en las clínicas veterinarias
  • El tratamiento de infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos suele requerir el uso de medicamentos muy potentes que pueden causar daño hepático y renal
  • Como defensor de tu mascota, debes instar a tu veterinario a realizar pruebas de cultivo y sensibilidad con el fin de determinar qué tipo de bacteria sospechosa ha infectado a tu mascota y así, precisar el mejor medicamento para tratarla
  • Muchos veterinarios integradores tienen experiencia en el tratamiento de infecciones bacterianas y otros tipos de infecciones cutáneas sin antibióticos, al utilizar agentes naturales para reducir el crecimiento bacteriano

A menos que hayas estado completamente aislado, no cabe duda que has escuchado hablar del SARM: Staphylococcus aureus resistente a la meticilina. El Staphylococcus aureus es una cepa de bacterias que se encuentran por naturaleza en la mayoría de los animales, lo que incluye a los humanos. En tu perro o gato, esta es una bacteria natural en su piel, membranas mucosas y tracto gastrointestinal.

En ocasiones, las mascotas se infectan por su propia microflora y por lo general, estas son infecciones relativamente leves que se tratan fácilmente. Sin embargo, cuando la flora normal de una mascota desarrolla resistencia a los antibióticos, el panorama podría complicarse.

Cuando las bacterias mutan y se vuelven resistentes incluso a antibióticos muy potentes, como la meticilina, pueden causar enfermedades graves e incluso provocar la muerte en las mascotas.

En la última década, la incidencia de infecciones bacterianas resistentes a la meticilina en las personas ha disminuido gracias al uso más responsable de los antibióticos en la medicina humana. Un factor importante que contribuyó a esta disminución es el menor número de médicos que recetan antibióticos para las infecciones virales, las cuales no responden a ellos.

En la actualidad, casi una cuarta parte de las infecciones por Staphylococcus aureus en humanos son resistentes a la meticilina. Esta es una disminución aproximada del 50 % en los últimos años, no obstante, sigue afectando a más de 80 000 personas al año.1

Las infecciones resistentes a los antibióticos en las mascotas están aumentando a un ritmo alarmante

La buena noticia es que los casos de SARM en la población humana de los Estados Unidos han disminuido. ¿Cuáles son las malas? A nivel nacional, las tasas de infecciones resistentes a los antibióticos en animales de compañía están aumentando a un ritmo alarmante.2

Casi todos los días, el Dr. Jason Pieper, dermatólogo veterinario y profesor de medicina clínica veterinaria en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Illinois, ve casos de infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos en gatos, perros y otras mascotas.

Una cepa bacteriana que ve con suma frecuencia es el Staphylococcus pseudintermedius resistente a la meticilina (SPRM), que se encuentra en la piel de perros y gatos. (El S. aureus suele vivir e infectar a humanos, mientras que el S. pseudintermedius suele vivir e infectar a perros y gatos).

De igual forma, el experto ve casos de infecciones de pseudomonas en el oído, así como cepas de E. coli resistentes a los antibióticos, especies de enterococos y salmonela en el tracto gastrointestinal y urinario de las mascotas. A veces estas bacterias causan infecciones; y en otros casos, no lo hacen.

De acuerdo con el Dr. Pieper, desde 1999, cuando se identificó por primera vez el Staphylococcus resistente a la meticilina, su importancia ha aumentado en todo el mundo con una prevalencia de hasta 48 % en China, 40 % en América del Norte, 20 % en Europa y 12 % en Australia.

Los veterinarios siguen prescribiendo antibióticos en exceso

El editor de la revista académica Life Sciences (Ciencias de la Vida) de la Oficina de Noticias de la Universidad de Illinois le preguntó a Pieper que, en su opinión, qué estaba contribuyendo al problema de las infecciones resistentes a los antibióticos en las mascotas. A lo que el especialista respondió:

"Me parece que un gran problema es que las personas le dan antibióticos a los animales cuando no está indicado y no es necesario. Si el paciente va a someterse a una cirugía y existe un gran riesgo de infección, entonces es prudente administrar antibióticos. Sin embargo, en otras circunstancias, es mejor no hacerlo".

Pieper explica que, en su caso, a menos que ya haya una infección diagnosticada, nunca empieza prescribiendo antibióticos y, a su vez, toma una biopsia cutánea. En palabras del propio experto:

"Aun así, debo ver que la zona de la biopsia exhiba una infección. Me parece que muchas personas que toman biopsias siempre administran antibióticos, sea cual sea el resultado. Este tipo de prácticas deben cambiar para disminuir la probabilidad de resistencia".

Las investigaciones han demostrado que administrar antibióticos a los animales durante solo 1 o 2 semanas puede producir resistencia a los antibióticos, y la mayoría de las recetas de antibióticos para perros y gatos son por un mínimo de 21 días.

"La otra cuestión es que los veterinarios les están dando a sus pacientes antibióticos más potentes de lo que son apropiados. Algunos de los antibióticos más potentes, o de amplio espectro, inducen mutaciones en las bacterias que estimulan la resistencia y causan más problemas", explicó el veterinario.

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El tratamiento de infecciones resistentes a los antibióticos conlleva riesgos significativos

A veces, el experto debe tratar las infecciones resistentes a los antibióticos en las mascotas con lo que él llama antibióticos de "artillería pesada" que pueden causar daño hepático y renal.

Asimismo, cita un ejemplo de un paciente canino que se sometió a un tratamiento por problemas hepáticos derivados de un potente antibiótico cuyo consumo resultaba necesario porque su infección no respondía a otros tratamientos, incluidos los antibióticos.

Antes de administrar el antibiótico que dañó el hígado del perro, el Dr. Pieper hizo su labor al realizar una prueba de cultivo y sensibilidad para determinar qué antibiótico sería el más efectivo. Asimismo, menciona que:

"Un enfoque diferente es utilizar antisépticos tópicos sumamente agresivos que se aplican durante el baño o como aerosoles, espumas o cremas. Estos deben aplicarse en las áreas afectadas hasta 2 o 3 veces al día, y algunas veces ayudan a eliminar infecciones sin tener que recurrir al uso de antibióticos".

La importancia de las pruebas de cultivo y sensibilidad

El especialista cree que la comunidad veterinaria necesita aprender una lección de la medicina humana y comenzar a practicar el uso responsable de los antibióticos. La inflamación cutánea en las mascotas debe analizarse antes para determinar si se necesitan antibióticos.

"Veo demasiados casos donde tales pruebas no se realizan y los médicos prescriben antibióticos sea cual sea la causa. Esto está prolongando el problema", aseguró Pieper.

Como responsable de tu mascota y principal defensor de tu compañero animal, también debes participar activamente. Insta a que tu veterinario confirme la presencia de una infección bacteriana con pruebas de cultivo y sensibilidad antes de aceptar una receta con antibióticos.

Una prueba de cultivo y sensibilidad le dará a tu veterinario 2 datos sumamente importantes, esta identificará el organismo exacto que causa la infección y el medicamento que tiene más probabilidades de erradicarla.

Un cultivo es una simple muestra tomada del área infectada. Puede ser un poco de orina, heces, tejido infectado o cerumen. La muestra se incubará y se analizará regularmente con el fin de detectar el crecimiento del organismo. Conforme se vayan formando las colonias de organismos, cada una se analizará para identificar el tipo de bacterias, hongos o levaduras.

La parte de sensibilidad en la prueba consiste en colocar pequeñas cantidades de diferentes antibióticos en los organismos para determinar ante qué medicamentos las bacterias son más sensibles (reactivas).

Asimismo, las decisiones relacionadas al tratamiento deben incluir la selección de un antibiótico que se pueda administrar (por inyección, por vía oral o por vía tópica) con el fin de obtener un resultado óptimo en el área específica del cuerpo donde se encuentra la infección.

Realizar una prueba de cultivo y sensibilidad toma algunos días, por lo que es importante entender y aceptar que te irás de la clínica veterinaria sin una receta ni un diagnóstico definitivo.

Sin embargo, el tiempo adicional que toma identificar las bacterias y el medicamento al que mejor responden, permitirá definir un tratamiento preciso para la infección de tu mascota en lugar de adoptar un enfoque azaroso.

En vista de este rápido aumento en las tasas de infecciones resistentes a los antibióticos en las mascotas, dicho enfoque azaroso ha creado una situación peligrosa y potencialmente mortal para nuestros compañeros animales que debe abordarse.

Otras recomendaciones para quienes tengan mascotas

  • Recuerda — Las infecciones virales y fúngicas no responden a los antibióticos. La prescripción de antibióticos para tratar una infección viral es un clásico ejemplo del uso indiscriminado de los medicamentos, y es algo que sigue pasando en la medicina veterinaria. ¡No permitas que le pase a tu mascota!
  • Proporcionar la dosis de antibiótico adecuada en los intervalos correctos y seguir la prescripción al pie de la letra es fundamental, aun y cuando tu mascota parezca estar completamente recuperada antes de que se acabe el medicamento. Terminar la cantidad estipulada en la receta asegurará que la infección desaparezca por completo y evitará que tu mascota deba tomar otra ronda de antibióticos porque la primera no se administró en su totalidad y la infección no pudo ser erradicada.
  • Dale a tu perro o gato un probiótico para mascotas de alta calidad durante y después de la terapia con antibióticos. Dar un probiótico poblará nuevamente el intestino con las bacterias beneficiosas que el peludo miembro de tu familia necesita para tener un sistema inmunológico fuerte y en equilibrio.
  • Trabaja con un veterinario integrador que tenga experiencia en el uso de sustancias naturales, como el aceite de orégano, propóleos y extracto de hoja de olivo, para ayudar a reducir el crecimiento bacteriano. En lo particular, también uso aceites esenciales, plata coloidal, miel de Manuka y crema de Pavia para tratar de forma natural el SARM y otros tipos de infecciones cutáneas.

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