La palabra cáncer infunde miedo en el corazón de cualquier dueño de mascota y con toda razón. Aunque no estoy completamente segura de etiquetar esta enfermedad como epidémica, la realidad es que nunca antes se habían visto tantos casos de cáncer entre mascotas jóvenes como ahora.
De acuerdo con la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA por sus siglas en inglés), aproximadamente 1 de cada 4 perros desarrollará neoplasia en algún punto de su vida y casi la mitad de todos los perros de 10 años de edad en adelante desarrollarán cáncer. Los perros desarrollan cáncer casi al mismo ritmo que los humanos.
Por desgracia, no hay muchos datos disponibles sobre las tasas de cáncer en gatos. Sin embargo, lo que sí sabemos es que ciertos tipos de cáncer, por ejemplo, el linfoma, son más comunes en gatos que en perros.
Diferencia entre neoplasia, tumor y cáncer
Cuando hablamos de cáncer en perros y gatos es muy importante entender el significado de ciertos términos que se utilizan con mayor frecuencia.
La neoplasia es el término médico utilizado para describir el crecimiento descontrolado y anormal de células o tejidos en el cuerpo, mientras que la palabra neoplasma describe el crecimiento anormal en sí. Los neoplasmas pueden ser benignos o malignos.
Por lo general, los neoplasmas benignos crecen de forma lenta y pueden desplazarse, pero normalmente no invaden los tejidos circundantes, ni se propagan a otras partes del cuerpo. Mientras que los neoplasmas malignos se comportan de una forma menos predecible, crecen a diferentes ritmos (incluido un ritmo muy rápido), invaden los tejidos circundantes y se propagan a otras partes del cuerpo.
Otros términos relacionados incluyen tumor o masa, ambos se utilizan para describir la apariencia física de un neoplasma. Aunque muchas veces se utiliza la palabra cáncer en lugar de neoplasia, solo los neoplasmas malignos se consideran cáncer.
Síntomas de cáncer en mascotas
Los perros y gatos pueden desarrollar neoplasia casi en cualquier parte de su cuerpo, por lo que los síntomas pueden depender de los tejidos y órganos involucrados, así como de la severidad de la neoplasia. Así que si tu mascota presenta cualquiera de los siguientes 10 signos de cáncer, haz una cita con tu veterinario:1
- Inflamaciones inusuales que no desaparecen o crecen — La mejor manera de descubrir bultos, protuberancias o hinchazón en tu mascota es acariciándola.
- Llagas que no sanan — Las llagas que no se curan pueden ser un signo de infección o cáncer y deben ser evaluadas por un veterinario.
- Pérdida de peso — Una enfermedad puede ser la razón por la que tu mascota baja de peso aunque no está a dieta.
- Pérdida del apetito — La renuencia o negativa por comer es otro signo de una posible enfermedad.
- Sangrado o evacuaciones — El sangrado puede ocurrir por varios motivos, la mayoría de los cuales son signos de advertencia. El vómito y diarrea inexplicables también se consideran evacuaciones anormales.
- Olor desagradable — El mal olor es un signo común de tumores en el ano, hocico y nariz.
- Dificultad para comer o tragar — Este es un signo común de cáncer de hocico o cuello.
- Renuencia a ejercitarse o bajo nivel de energía — Por lo general, este es el primer signo de que una mascota no se siente bien.
- Cojera persistente — La cojera tiene muchas causas, incluyendo cáncer de nervio, músculo o hueso.
- Dificultad para respirar, orinar o defecar — Tu veterinario debe evaluar estos síntomas lo antes posible.
Muchos de estos síntomas también son comunes en muchos otros trastornos y enfermedades, pero independientemente de cuál sea el problema, si tu mascota presenta uno o más de estos signos debes llevarla al veterinario de inmediato. Al igual que cualquier otra enfermedad, mientras más temprano sea el diagnostico, mayores son las probabilidades de obtener resultados positivos.
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El cáncer y el sistema inmunológico de tu mascota
Mi amiga y colega, la Dra. Nancy Scanlan, ha hecho numerosas investigaciones sobre el cáncer en mascotas. Durante una entrevista que le hice en 2017, me dio una explicación muy fácil de entender sobre la interacción entre el sistema inmunológico y el cáncer:
"Si todo va bien, el sistema inmunológico lucha contra el cáncer con dos o tres tipos básicos de células. Existen los macrófagos que son algo así como los que se comen la basura. Existen las células asesinas naturales. Esas no solo comen, destruyen. Buscan células anormales.
El tercer tipo son las células citotóxicas asesinas. Estas células están listas para destruir un tipo específico de célula. Para que se preparen, los macrófagos se comen las células y las entregan en partes a las células citotóxicas, que les enseñan a las células asesinas qué tipo de célula tienen que buscar y destruir".
Por desgracia, algunas veces las células de cáncer son capaces de esconderse para evitar ser atacadas por las células del sistema inmunológico. Una forma de esconderse es al cubrirse a sí mismas. Esto evita que el sistema inmunológico detecte los marcadores que indican que las células de cáncer son anormales.
"Cuando tienen células anormales, hay muy pocos marcadores que puedan indicarle al sistema inmunológico que son cancerosas", dijo la Dra. Scanlan. "Otro problema es que las células de cáncer están mutando constantemente y cada mutación tiene nuevos tipos de marcadores. Así que si las células cancerosas viejas están escondidas, aparecen células nuevas constantemente, por lo que el sistema inmunológico no puede reconocerlas como un problema".
Otra forma en la que se esconden estas células es al producir anticuerpos específicos que evitan que el sistema inmunológico las reconozca como cancerígenas.
"El cáncer es tan ingenioso", explicó la Dra. Scanlan. "Muta tanto que tarde o temprano habrá una población tan grande de células que el cuerpo no la puede controlar o la población es tan peligrosa que destruirá tantos tejidos que el cuerpo tampoco la puede controlar.
Aunque el sistema inmunológico esté peleando contra, digamos, el 90 % de las células cancerígenas, el 10 % restante se desarrollará gradualmente en la etapa final y fatal".
Qué hacer si tu mascota ha sido diagnosticada con cáncer
La Dra. Scanlan ofrece dos recomendaciones específicas para reforzar el sistema inmunológico de las mascotas diagnosticadas con cáncer:
"La primera es toda la familia de los hongos. Existe una gran cantidad de productos de hongos en el mercado. Las investigaciones sobre los hongos demuestran que estimulan las células del sistema inmunológico de la misma manera en que la terapia inmuno-aumentativa lo hace con los humanos. Hacen a las células del sistema inmunológico más fuertes, más activas y capaces de lograr más con los pequeños mensajeros químicos.
La segunda: Las hierbas chinas que estimulan específicamente el sistema inmunológico. En la medicina china, se llama Wei Chi. Además, existen hierbas que tienen efectos específicos en las células cancerígenas, las hierbas de la familia del astrágalo o medicina china con astrágalo como parte de la fórmula, junto con fórmulas que incluyan trébol rojo, essiac y hoxsey.
Los veterinarios holísticos estamos familiarizados con estos productos. Tratamos de utilizar las que tienen un mayor respaldo científico".
Si tu perro o gato es diagnosticado con cáncer o te preocupa su salud a futuro, lo primero que debes hacer es consultar a un veterinario holístico o integral, ya que la mayoría de los veterinarios convencionales tienen un conocimiento muy limitado en el uso de la nutrición dirigida, suplementos y otros tratamientos alternativos para tratar el cáncer.
Si no encuentras a un veterinario adecuado por tu zona, toma en cuenta que hay algunos veterinarios holísticos que dan consultas telefónicas. Cuando se trata de tratar ciertos tipos de cáncer, también puede ser importante buscar un oncólogo veterinario.
Ni todos los suplementos del mundo pueden revertir el problema causado por una mala alimentación, ya que esta última puede ser lo que está contribuyendo con el crecimiento de las células de cáncer.
Hacer la transición a una dieta a base de alimentos crudos y apropiados para la especie de tu mascota, rica en antioxidantes, grasas saludables, ácidos grasos y ultra-baja en carbohidratos es una parte fundamental de un protocolo de tratamiento del cáncer.
El cineasta digital Rodney Habib y yo produjimos un documenta sobre el uso de la dieta cetogénica como una estrategia metabólica importante para ralentizar o detener los tipos de cáncer agresivos en perros.
Si no puedes prepararle a tu mascota alimentos cetogénicos en casa, te recomiendo comprar alimentos frescos, disponibles comercialmente diseñados para combatir el cáncer. Además de la alimentación, tu perro o gato puede beneficiarse de las terapias complementarias como la terapia con oxígeno hiperbárico, terapia IV con antioxidantes, hongos medicinales y otras sustancias naturales, que tu veterinario integral puede recomendarte.
5 maneras de reducir el riesgo de cáncer de tu mascota
1. No permitir que tu mascota sufra sobrepeso — Los estudios muestran que el restringir la cantidad de calorías que come un animal previene y retrasa el proceso de desarrollo de un tumor.
Menos calorías hacen que las células del cuerpo bloqueen el crecimiento de un tumor, mientras que demasiadas calorías pueden llevar a la obesidad y la obesidad está estrechamente vinculada a un mayor riesgo de cáncer en los humanos.
Existe una conexión entre el exceso de glucosa, aumento de la sensibilidad a la insulina, inflamación, y el estrés oxidativo, todos estos son factores de la obesidad y cáncer. Es importante recordar que la grasa no se queda simplemente en el cuerpo de tu mascota sin perjudicarla. Sino que produce inflamación que puede propiciar el desarrollo de tumores.
2. Alimentarlo con una dieta antiinflamatoria — Cualquier cosa que crea o propicia la inflamación en el cuerpo aumenta el riesgo de cáncer. Investigaciones recientes indican que el cáncer es en realidad una enfermedad inflamatoria crónica. El proceso inflamatorio crea un entorno en el cual las células anormales proliferan.
Las células cancerígenas requieren de la glucosa en los carbohidratos para crecer y multiplicarse, así que debes limitar o eliminar la fuente de energía para el cáncer. Los carbohidratos a eliminar de la dieta de tu mascota son los granos procesados, fruta con fructuosa y verduras con almidón como las papas.
Ten en cuenta que todos los alimentos secos para mascotas contienen alguna forma de almidón. Puede ser sin grano, pero no puede ser sin almidón, pues no es posible fabricar una croqueta sin el uso de algún tipo de almidón.
Las células cancerosas por lo general no pueden aprovechar la grasa como energía, por lo que cantidades adecuadas de grasa de buena calidad son nutritivas para los perros con cáncer, junto con una cantidad reducida de proteína y nada de carbohidratos.
Otro de los principales contribuyentes de las condiciones inflamatorias es una dieta alta en ácidos grasos omega-6 y muy pocos omega-3. El Omega-6 aumenta la inflamación mientras que el omega 3 hace el efecto contrario. La comida procesada para mascotas normalmente se carga con ácidos grasos omega- y pocos omega-3.
Una dieta saludable para tu mascota, una que es antiinflamatoria y anticancerígena, consiste en alimentos realmente integrales, de preferencia crudos. Debe ser rica en proteína de alta calidad, incluyendo carne del músculo, órganos y hueso.
Debe incluir cantidades moderadas de grasa animal y altos niveles de EPA y DHA (ácidos grasos omega-3), unas pocas verduras frescas cortadas, con bajo índice glucémico. Esta dieta apropiada para la especie, es alta en contenido de humedad y no contiene granos ni almidones.
También te recomiendo asegurarte de que tu mascota lleve una dieta balanceada al seguir las recomendaciones de la dieta ancestral, que tiene estándares más rigurosos (mayores cantidades de vitaminas y minerales) que las recomendaciones alimentarias actuales para mascotas (AAFCO por sus siglas en inglés).
3. Reducir o eliminar la exposición de tu mascota a las toxinas — Estas incluyen pesticidas químicos como son los preventivos para pulgas y garrapatas, productos químicos de césped (herbicidas, pesticidas, etc.), humo del cigarro, retardantes de llama, y productos de limpieza (detergentes, jabones, limpiadores, hojas para la secadora, y desodorantes).
Debido a que vivimos en un mundo tóxico y evitar todo tipo de exposición química es casi imposible, debes proporcionarle un protocolo de desintoxicación periódica a tus mascotas.
4. Si tu mascota es un perro, especialmente de raza grande o gigante, evitar esterilizarlo o castrarlo por lo menos hasta la edad de 18 meses a dos años — Estudios han relacionado la esterilización y castración con el aumento de las tasas de cáncer en perros. Una mejor opción es investigar formas alternativas de esterilizar a tu mascota sin tener que alterar su equilibrio hormonal.
5. Rechazar las vacunas innecesarias — Los protocolos de vacunación deberían adaptarse a minimizar los riesgos y maximizar la protección, al tomar en cuenta la especie, la raza, los antecedentes, el estado nutricional y la vitalidad general de tu mascota.