Contrario a lo que muchas personas creen, los perros (y gatos) podrían padecer una intoxicación alimentaria, pero generalmente no es tan sencillo como en el caso de los humanos.
La mayoría de las veces, cuando un perro exhibe síntomas, como vómito o diarrea, es porque consumió algo que no debería y que podría causarle intoxicación alimentaria. ¡Eso es porque, como la mayoría sabemos perfectamente, los miembros caninos de nuestra familia son propensos a ser comedores indiscriminados, también conocidos como carroñeros!
Sin embargo, dicho lo anterior, es importante comprender que algunas de las cosas que tu perro podría consumir (o que podrías proporcionarle sin saberlo) pueden causarle intoxicación alimentaria.
Cosas que comen los perros y que podrían causar intoxicación alimentaria
Carne rancia (en mal estado). Algunas personas creen erróneamente que, debido a que los perros pueden sobrellevar una carga bacteriana en los alimentos mucho mayor que los humanos, pueden consumir casi cualquier cosa y mantener su salud. Esta es una suposición peligrosa.
Existe una gran diferencia entre las cargas de bacterias que son oportunistas normales en las carnes frescas y saludables, y las carnes en mal estado cargadas con endotoxinas, que pueden matar a cualquier mamífero. No le proporciones a tu mascota ningún tipo de alimento en mal estado o que haya estado en el refrigerador durante varias semanas. Como dice el dicho: "si tienes dudas, mejor deséchalo". |
Animales muertos. Los cadáveres de animales muertos y en descomposición pueden ser portadores de todo tipo de bacterias y parásitos patógenos que podrían ser tóxicos para tu perro. Dado a que muchos perros les intriga el olor de los animales muertos al aire libre, es importante evitar que tengan acceso.
Si estás en un entorno natural y especialmente si tu perro está sin correa, debes asegurarte de enseñarle un comando confiable para soltar, así como permanecer lo más cerca para estar atento a su actividad. Mantente atento a las señales de algún olor tentador en el suelo o de que haya recogido algo con su boca, para tomar medidas de inmediato e interrumpir esta acción. |
Basura y composta. La comida podrida o mohosa que es desechada en los basureros podría provocar una intoxicación por alimentos en tu perro. Asegúrate de que todos los recipientes de basura dentro y fuera de tu hogar tengan tapa, y también, de que no tenga acceso a los contenedores/montones de composta. |
Heces. Muchos perros desarrollan un gusto por las heces, que generalmente pertenecen a otros animales, pero a veces también hacia las suyas. Aunque esta propensión parezca muy desagradable para los humanos, a menudo sucede todo lo contrario en los perros. Sin embargo, es evidente que comer heces (nombre técnico, coprofagia) puede representar un peligro para la salud de tu mascota.
Si tu compañero canino come un poco de heces de forma ocasional, deberás tomar medidas para evitarlo. Esto podría involucrar mantenerlo con la correa puesta y monitorearlo con cuidado cada vez que esté al aire libre, así como enseñarle un comando confiable para soltar el objeto.
También, podría implicar la reubicación de la caja de arena de tu gato a un lugar donde tu perro no tenga acceso, asegurarte de que los pañales sucios del bebé se desechen en un recipiente tapado, e incluso, de que todos los habitantes del hogar descarguen el inodoro después de utilizarlo. |
Alimento o premios para mascotas retirados del mercado. Si le proporcionas alimento o premios comerciales para perros, asegúrate de estar atento a los avisos de retiros comerciales para desechar de inmediato cualquier producto que haya sido retirado del mercado, sin importar la razón. Podrás encontrar una lista que se actualiza de forma continua en la página Recalls & Withdrawals de la FDA, así como instrucciones sobre cómo informar una queja sobre alimentos para mascotas. |
Carne cruda que podría contener parásitos. En función de la fuente, una buena regla general para proveer de forma segura cualquier tipo de pescado o carne cruda a las mascotas es primero congelarla durante tres semanas. (El tiempo de congelación necesario varía para diferentes parásitos, pero tres semanas los matará a todos). Si la carne fresca tiene parásitos, el proceso de congelación los matará y resolverá el problema.
Obviamente, tampoco debes proporcionarle las vísceras, estómago e intestinos delgado y grueso, de ningún animal, ya que estos son los órganos que albergan la mayoría de los parásitos. La excepción podrían ser las vísceras o estómago e intestinos de las vacas, porque generalmente este tipo de animal no alberga parásitos que puedan infectar a las mascotas. |
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Toxicidad versus intoxicación alimentaria
Algunos alimentos humanos son tóxicos para los perros, lo cual es una situación diferente a la intoxicación. Algunos de estos alimentos pueden ser seguros en pequeñas cantidades, mientras que otros podrían resultar mortales, incluso en pequeñas cantidades.
Un estudio italiano realizado en 2016 creó una lista de alimentos humanos que causan la mayor cantidad de envenenamientos en mascotas alrededor del mundo.
"Diversos alimentos que son perfectamente adecuados para el consumo humano pueden ser tóxicos para los perros y gatos", según indicaron las investigadoras Cristina Cortinovis y Francesca Caloni para LiveScience. "Por lo general, los episodios de intoxicación ocurren por la falta de información pública sobre la grave amenaza que pueden representar estos productos para los perros y gatos".
Los investigadores encontraron que, en el transcurso de una década, los reportes de casos de mascotas afectadas por toxicidad a nivel mundial involucraban con mayor frecuencia los siguientes artículos/categorías de alimentos. Los científicos no están seguros porqué algunos de estos alimentos, que son perfectamente seguros para la mayoría de los humanos, pueden ser mortales para los perros o gatos:
Chocolate y productos a base de chocolate. El chocolate está hecho de las semillas tostadas o teobromina del cacao. Las semillas tienen ciertas propiedades que pueden ser tóxicas para los perros y gatos, como la cafeína y teobromina, que son estimulantes naturales. Ambas sustancias estimulan el sistema nervioso central y el músculo cardíaco. También, relajan los músculos lisos, especialmente los músculos bronquiales, y aumentan la producción de orina en los riñones. Los estudios han demostrado que los perros son especialmente sensibles a la teobromina, en comparación con otros animales domésticos. Esto se debe a que los perros metabolizan la sustancia con mucha lentitud, lo que significa que permanece en su torrente sanguíneo durante un tiempo inusualmente prolongado. |
Plantas del género Allium (cebolla, cebollín, ajo y puerro). Las plantas del género Allium podrían enfermar a algunas mascotas (incluso ha habido muertes), mientras que otras no parecen afectadas. Los compuestos tóxicos presentes en las plantas Allium son los organosulfóxidos, que cuando son masticados, se convierten en una mezcla de compuestos de azufre que pueden dañar los glóbulos rojos de tu mascota. De acuerdo con LiveScience:
“Incluso, si un perro o gato solo consume un pedazo de cebolla (específicamente, 5 gramos de cebolla por kilogramo de peso corporal en los gatos, o entre 15 y 30 gramos por kilogramo en los perros), podría causarles trastornos peligrosos en su sangre".
Las intoxicaciones reportadas fueron causadas por el consumo de diversos alimentos y métodos de preparación, incluyendo ajo crudo y al horno, cebollas primavera de Cataluña (calcots), soufflé de cebolla, cebollas cocinadas con mantequilla y albóndigas al vapor sazonadas con cebollín chino. Los organosulfóxidos en las plantas Allium parecen sobrevivir tanto a la cocción como la deshidratación.
El ajo puede causar cambios en los parámetros sanguíneos cuando es en cantidades muy grandes (mucho más de lo que las mascotas consumirían de forma natural) o si se administra en forma de suplemento de ajo para humanos (que no recomiendo). Los perros pueden consumir de manera saludable un cuarto de cucharadita de ajo recién picado por cada 15 libras de peso corporal y obtener beneficios significativos, simplemente no le des cantidades excesivas. |
Nueces de macadamia. Las nueces de macadamia pueden causar graves problemas en los perros, incluso en cantidades muy pequeñas. Según el estudio, se informaron más de 80 casos de intoxicación durante un período de 5 años en Queensland, Australia, un área importante donde se cultiva nuez de macadamia. Por fortuna, no se informaron muertes. |
Frutas Vitis vinifera (uvas, pasas, sultaninas y grosellas). En una entrevista realizada en 2016, Melissa Gardner, especialista en inteligencia del FBI y ex oficial de inteligencia militar, expuso una teoría muy interesante y factible para explicar por qué las uvas y pasas, que antes eran seguras para las mascotas, ahora son tóxicas. Considera que los pesticidas a base de fluoruro utilizados en las vides podrían ser los responsables.
Según el estudio italiano, las uvas, pasas, sultaninas y grosellas, tanto crudas como cocidas, podrían causar insuficiencia renal en los perros. Sin embargo, no todos los perros tienen la misma reacción a estos alimentos. Por ejemplo, un estudio que analizó 180 casos de perros que consumieron uvas y frutas relacionadas, informó que algunos perros no presentaban síntomas después de consumir 2 libras de pasas, mientras que otros morían después de comer tan solo un puñado.
Esta información parece sustentar la teoría de Gardner de que, la forma en que se cultivan las frutas y no las frutas en sí, podría ser la causa de esta toxicidad. Por desgracia, según lo que Gardner descubrió durante su investigación, tampoco podemos suponer que las pasas u uvas orgánicas son seguras, por lo que mi recomendación es evitar alimentar a las mascotas con uvas, pasas y frutas relacionadas. |
Alimentos y productos que contienen el endulzante xilitol. El xilitol es un endulzante muy tóxico para los perros. Se utiliza para endulzar una amplia variedad de productos, incluyendo chicles y mentas sin azúcar, chicles de nicotina, vitaminas masticables, ciertos medicamentos recetados, productos para la higiene dental y productos horneados. Es lamentable que la intoxicación por xilitol en los perros haya alcanzado proporciones epidémicas. Hasta hace poco, se encontraba principalmente en productos que por lo regular no se les proporciona a los perros. En general, las intoxicaciones eran debido a que los perros probaban alimentos humanos, dulces o chicles, a escondidas. Sin embargo, ahora este endulzante está presente en ciertas mantequillas de cacahuate y frutos secos. |
Etanol en bebidas alcohólicas. Usualmente, la intoxicación por alcohol (etanol) en las mascotas ocurre cuando un perro prueba alguna bebida alcohólica. Asimismo, los perros también han padecido los efectos de toxicidad al consumir manzanas podridas, bayas endrinas, masa para pizza y pan sin hornear, los cuales contienen alcohol. Otras posibles fuentes de etanol incluyen a la pintura y barnices, algunos medicamentos, perfumes/colonias, enjuagues bucales y ciertos tipos de anticongelantes.
Al igual que en los humanos, cuando una mascota consume alcohol, su tracto gastrointestinal (GI) lo absorbe con rapidez y llega al cerebro. |
Si te encuentras en Estados Unidos y sospechas que tu mascota ha consumido alguna sustancia tóxica, puedes llamar a la línea directa del Centro de Control de Envenenamientos al 1-888-426-4435, o a la Línea de ayuda para envenenamiento de mascotas al 1-855-764-7661. Puedes comunicarte a ambas líneas directas las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año.
Si estás seguro de que tu mascota ha estado expuesta a una toxina, debes llevarla con tu veterinario o acudir al hospital de urgencias animales de inmediato. Si conoces o sospechas cual podría ser la sustancia que consumió, también debes llevarla.