Si eres dueño de un gato, sin duda te habrás dado cuenta de lo hábil que es para fingir que está bien cuando no lo está. Podría ser útil saber que este comportamiento es intencional: los gatos evolucionaron como cazadores y también son presas de animales más grandes. Si demuestra que está enfermo, adolorido o débil sería presa fácil para los depredadores en la naturaleza.
Es por eso que los gatos parecen normales mientras enfrentan enfermedades o molestias importantes. Además, parte de este mecanismo de preservación innata implica esconderse, razón por la cual los gatitos se alejan cuando se sienten mal. Por desgracia para nosotros los humanos, los instintos de supervivencia de los gatos hacen que sea fácil malinterpretar o pasar por alto las señales de que nuestros familiares felinos están sufriendo.
¿Cuáles son las buenas noticias? Las señales de malestar o de enfermedad felina están muy relacionadas con el comportamiento, lo que significa que, si monitoreas de forma constante los movimientos y la actividad de tu gato, podrás detectar incluso los cambios más sutiles. Es por eso que siempre invito a los dueños de gatos a observar el comportamiento de su mascota para detectar señales de malestar.
Conoces a tu gato mejor que nadie y eres su primera línea de defensa para detectar un problema de salud.
Las siguientes son señales comunes que debes tener cuenta en los gatitos y que debes atender con tu veterinario.
1. Mucho o poco acicalamiento. Los gatos son muy especiales con respecto a su pelaje y el aseo personal ya que es un comportamiento felino natural, por lo que, si tu gatito comienza a verse mal, es importante comprender por qué. Por ejemplo:
- Muchos gatos con sobrepeso u obesidad no pueden alcanzar ciertas áreas de sus cuerpos, en especial su parte trasera, y necesitan ayuda (sin mencionar un plan de pérdida de peso)
- La enfermedad dental y oral, en particular la estomatitis felina, puede ser muy dolorosa para los gatitos
- Los gatos mayores con deterioro cognitivo pueden olvidarse de su aseo, lo que acompaña a las señales clásicas, como más vocalización (en especial por la noche), confusión (mirar hacia el espacio), hacer sus necesidades fuera de la caja de arena y la pérdida de interés en interactuar con miembros humanos de la familia
2. Cambio en su peso (sube o baja). Si tu gato parece ganar mucho de peso, lo más probable es que sea el resultado de lo que come (por ejemplo, una alimentación seca), cuánto come (la alimentación libre es la principal causa de obesidad en los gatitos) y la falta de actividad física (muchos gatos que viven dentro de casa no hacen el ejercicio que necesitan).
Por otro lado, la pérdida de apetito es la primera señal de una enfermedad subyacente en los gatos. Puede haber muchas razones por las que no tiene apetito o se niega a comer, pero la falta de éste puede comenzar a dañar la función hepática dentro de las 24 horas siguientes. El problema es mucho más grave cuando se trata de gatitos de 6 meses o menos.
3. No permitir una caricia ni tener interés en la interacción social. Como mencioné antes, los felinos buscan de forma intencional lugares para esconderse cuando están heridos o enfermos. Si la interacción social o los hábitos de esconderse cambian, o si lo encuentras escondido en un lugar inusual (por ejemplo, la caja de arena), es motivo de preocupación. Esto es muy cierto si también muestra otras señales de incomodidad.
El estrés también puede hacer que los gatos se retiren, por lo que es importante considerar si sucede algo en su entorno o en la rutina diaria que podría causarle éste estrés.
4. Cambios en los hábitos de masticar, comer o beber. Si tu gato tiene dificultades para masticar, puede deberse a algo doloroso en su boca que necesita mayor investigación. Las posibilidades incluyen enfermedad dental o de las encías, un diente roto, estomatitis felina o reabsorción dental.
Los cambios en el apetito o en los hábitos alimenticios de tu gato pueden indicar muchos problemas subyacentes, desde enfermedades orales hasta trastornos gastrointestinales (GI por sus siglas en inglés) o cáncer. Si de manera repentina bebe su tazón de agua hasta secarlo, también se considera como una señal de atención. La sed excesiva (junto con la micción desmesurada) son síntomas de varios trastornos felinos, incluyendo problemas del tracto urinario y enfermedad renal.
5. Una caja de arena muy húmeda. Mucha micción suele ir de la mano con más sed y mayor consumo de agua. Esto en los gatos son señales de enfermedad renal aguda (repentina) o crónica.
Otro trastorno menos común que causa más micción es la diabetes insípida, un trastorno metabólico en el que los riñones no pueden reabsorber cantidades normales de agua, por lo que el gato elimina grandes cantidades de orina muy diluida.
6. Orinar o defecar fuera de la caja de arena de manera imprevista. Si nada ha cambiado en el entorno de tu gato y mantiene su caja de arena demasiado limpia, pero de repente orina o defeca fuera de la caja, podría ser una señal de un problema médico como enfermedad del tracto urinario inferior, diabetes, disfunción cognitiva o hipertiroidismo.
Otras razones por las que los gatos no usan la caja de arena, incluyen marcas de orina y aversión a la caja de arena.
7. Problemas para orinar: ¡este es un problema muy grave! Esto incluye molestias, esfuerzo e intentos frecuentes para orinar con poco éxito. Si tu gato llora mientras orina, no hace la cantidad normal de orina en la caja de arena, parece preocupado por esa área de su cuerpo o la lame demasiado, debes hacer una cita con el veterinario de inmediato. Existen varias causas subyacentes para las dificultades urinarias, algunas de ellas ponen en peligro la vida y pueden causar la muerte en pocos días.
8. Cambio en el nivel de actividad. Los gatos duermen la mayor parte del tiempo, incluso los gatos jóvenes y sanos, por lo que a menudo es difícil saber si las horas de sueño del gatito han aumentado. Si sospechas que tu gato duerme más de lo normal, en especial si también has notado otras señales, consulta al veterinario.
La "hiperactividad" o las repentinas e inesperadas explosiones de energía, en especial en un gato mayor, es una señal de que podría tener una tiroides hiperactiva, sobre todo si tiene mucha hambre, pero pierde peso. El vómito frecuente es otra señal de hipertiroidismo, por lo que, si esto le sucede a tu gato, asegúrate de hacer una cita con tu veterinario lo antes posible.
9. Incrementos o cambios en la vocalización. Algunos gatitos casi nunca vocalizan, mientras que parece que otros charlan sin parar con sus humanos. Dependiendo de su personalidad, también podrías saber la diferencia entre los sonidos felices de tu gatito y sus vocalizaciones cuando está molesto.
No debes ignorar los aullidos que salen de la nada y sin razón aparente, o el llanto continuo y fuerte, en especial si da una vuelta o parece incapaz de tranquilizarse. Estas son señales de que tiene mucho dolor y necesita ver a un veterinario de inmediato.
Algunas señales de enfermedad en los gatos se pueden manejar si les permites seguir su curso, por ejemplo, ocasionalmente rechazar una comida o una bola de pelo. Otras señales pueden ser tan repentinas, severas y atemorizantes que sabes de inmediato que necesitas llevarla al veterinario o al hospital de emergencia para animales.
La mayoría de los síntomas anteriores se encuentran entre esos dos extremos y tu veterinario debe tratarlos lo antes posible.