En muchos perros es fácil detectar cuando han llegado a la vejez, por el color cada vez más gris o blanco de su hocico, por su lentitud o inestabilidad cuando se levantan después de estar acostados o por su necesidad de tomar siestas más frecuentes.
Las señales corporales del paso del tiempo en los perros son fáciles de reconocer, pero a menudo los cambios conductuales que ocurren no siempre son tan obvios. Por lo general, en un perro de edad avanzada sin antecedentes de problemas de comportamiento, la causa es una enfermedad subyacente o el deterioro cognitivo. Así que, si el comportamiento de tu perro ha cambiado, es el momento de concertar una cita con su veterinario para realizar un chequeo.
Lo ideal sería que los pacientes adultos y geriátricos acudieran 2 o 3 veces al año con el veterinario, porque después de los 8 años (una edad más joven en razas grandes y gigantes), el bienestar y necesidades nutricionales de un perro podrían requerir un ligero ajuste cada 4 o 6 meses. En las mascotas adultas también es muy importante revisar el peso, tono muscular, rango de movimiento articular, alimentación, protocolo de suplementos y hábitos de ejercicio, al menos cada seis meses.
En un perro adulto, el diagnostico de deterioro cognitivo se determina por exclusión, lo que significa que se descartaron todas las posibles causas médicas de un cambio conductual (más información relacionada en breve). Algunas veces, los veterinarios utilizan el acrónimo DISHA para evaluar la disfunción cognitiva en un perro adulto:
Las señales clínicas de disfunción cognitiva se presentan en el 50 % de los perros mayores de 11 años y en el 68 % de los perros de 15 años o mayores.
Cualquier tipo de enfermedad subyacente tiene la capacidad de desencadenar problemas conductuales en las mascotas adultas. A menudo, si tu perro siente dolor o malestar general, debido a un problema musculoesquelético o gastrointestinal (GI), podría ocasionar que camine de un lado a otro, que le produzca inquietud, que se despierte durante la noche y que incluso exhiba comportamiento agresivo.
Por ejemplo, los perros con padecimientos musculoesqueléticos subyacentes podrían exhibir agresión al ser bajados de los muebles, tendencia a deslizarse sobre suelos lisos, lamido excesivo de las patas o articulaciones, así como mayor peso debido a una menor actividad.
Los problemas gastrointestinales podrían desencadenar una agresión alimenticia inesperada e inusual; por ejemplo, cuando tu perro se niega a comer, pero no quiere que le retires el tazón de alimento. Los perros podrían presentar náuseas que, a menudo puede expresarse como masticar cosas, comer en exceso o ser quisquillosos con los alimentos.
Las enfermedades endocrinas también podrían provocar cambios conductuales en los perros. El hiperadrenocorticismo (enfermedad de Cushing) puede causar irritabilidad, letargo, sed y micción excesiva e incluso agresión por los alimentos.
Al igual que con las personas de edad avanzada, los perros de edad avanzada tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades que pueden provocar cambios en su comportamiento. Es de vital importancia que la disfunción cognitiva en los perros sea un diagnóstico de exclusión. Las mascotas de edad avanzada pueden presentar muchos padecimientos que podrían simular los signos del deterioro cognitivo, por lo que es importante descartar todas las causas físicas debidas a un cambio de comportamiento.
Por ejemplo, una pequeña convulsión podría ocasionar que tu perro permanezca inmóvil y con la mirada fija. Si exhibe una actitud indiferente, podría tratarse de dolor. Las evacuaciones inadecuadas podrían ser causadas por una enfermedad renal. Estos trastornos y muchos otros pueden generar alteraciones en el comportamiento que no se relacionan con el deterioro cognitivo. Por tal razón es muy importante descartar todas las posibles causas alternativas, en especial en las mascotas de edad avanzada.
1. Debes proporcionarle múltiples oportunidades de ejercicio, socialización y estimulación mental. Los perros adultos e incluso los geriátricos deben hacer ejercicio cotidiano con el fin de mantener buena salud y condición física. Aunque es cierto que los perros de edad avanzada no pueden hacer ejercicio o competir con la misma intensidad que sus contrapartes más jóvenes, todavía necesitan hacer caminatas regulares y otra actividad física apropiada para su edad.
Existen tres tipos de ejercicios de fortalecimiento que también pueden ser de gran ayuda para los perros adultos:
- Los ejercicios de rango de movimiento pasivo pueden beneficiar tanto a las mascotas incapacitadas como a las que están físicamente saludables
- Los ejercicios de equilibrio y propiocepción (orientación espacial y movimiento) ayudan a las mascotas de edad avanzada a mantenerse flexibles y al mismo tiempo fomentan un mejor equilibrio y estabilidad física
- Los ejercicios de fortalecimiento están diseñados para trabajar los grupos musculares que ayudan a levantarse, caminar y correr
Sin importar su edad, tu perro siempre necesitará interacción social con otras mascotas y personas. Al igual que los humanos cuando envejecemos, si los perros no se mantienen activos e involucrados en la vida, su mundo puede convertirse en un lugar confuso y aterrador. Tu mascota necesita una exposición regular a otras mascotas y personas, pero nunca hasta el punto de una sobreestimulación. Los periodos cortos de socialización y de tiempo de juego en situaciones controladas son ideales.
Los rompecabezas con alimentos y los juguetes de liberación de golosinas brindan diversión y un buen entrenamiento mental, al igual que el trabajo de olfateo y breves sesiones de entrenamiento para refrescar su memoria o enseñarle una nueva habilidad.
2. Programa chequeos de salud regulares. Para cualquier mascota, sin importar su edad, recomiendo realizar dos chequeos de salud al año; sin embargo, esto se vuelve aún más importante con la edad. Mantenerte al tanto de los cambios físicos y mentales de tu compañero canino mientras envejece es la mejor manera de detectar de forma temprana cualquier proceso de enfermedad.
Solicítale a tu veterinario de medicina funcional que le realice un análisis de sangre, incluyendo una prueba A1c para verificar la salud metabólica y de los órganos internos de tu mascota, para así asegurarte de que estás identificando posibles problemas desde una fase temprana. Mantenerte al tanto de sus cambios físicos y mentales mientras envejece es la mejor manera de detectar de forma temprana cualquier proceso de enfermedad.
Vacunar en exceso es algo que los animales de edad avanzada no necesitan, así que protege a tu perro al practicarle la prueba de titulación de anticuerpos en lugar de administrarle vacunas adicionales. La prueba de títulos de anticuerpos mide la inmunidad de tu mascota. Lo más probable es que tu perro esté muy bien protegido. Utiliza esta prueba para ayudar a reducir su carga tóxica.
3. Minimiza el estrés en todos los aspectos de la vida de tu perro. Por suerte, hay muchas cosas que puedes hacer para ayudar a minimizar la ansiedad de tu perro. Los perros adultos y geriátricos, en especial aquellos con deterioro cognitivo, suelen sentirse desorientados, así que el hecho de que tu mascota lleve una rutina diaria constante puede ayudarla a mantenerse orientada, lo que a su vez reducirá su ansiedad. Intenta levantarte y acostarte a la misma hora todos los días, dale de comer a la misma hora y sal a caminar en un horario establecido.
Mantener a tu perro en un peso saludable y físicamente activo te ayudará a controlar su artritis y enfermedad degenerativa de las articulaciones conforme envejece, lo que garantizará su movilidad y comodidad. La acupuntura y métodos quiroprácticos, estiramientos y la hidroterapia (ejercicios acuáticos) también pueden ofrecer enormes beneficios para mantener la movilidad de los perros en sus últimos años de vida.
El masaje regular puede ayudar a mantener tonificados los músculos de tu perro de edad avanzada, así como reducir la distensión que se produce con el envejecimiento. Los masajes relajan los músculos, lo que facilita el rango de movimiento de tu mascota. También pueden mejorar la circulación y estimular el drenaje linfático. Pueden aliviar la rigidez de la artritis, lo que lo ayuda a mantener su paso normal y estilo de vida activo. Los masajes relajan los músculos que rodean las articulaciones, lo que también ayuda a promover una mayor movilidad.
Si tu perro tiene un poco de goteo de orina o incontinencia como resultado de su edad (y no es causado por una enfermedad subyacente que debe tratarse), entonces sácalo a hacer sus evacuaciones con mayor frecuencia. Si también tiene entrenamiento de jaula, puedes usarlo a tu favor. La acupuntura también puede ser muy beneficiosa para la incontinencia relacionada con la edad.
Si tu perro tiene problemas visuales y auditivos, utiliza señales de olor como aceites esenciales o productos con feromonas para ayudarlo a orientarse. También considera comprar o construir rampas si tiene problemas para subir al auto o para subirse a la cama o su silla favorita. Si se resbala o no está seguro en el piso de tu casa puedes colocar piso antideslizante, alfombra o tapetes.
Para problemas de sueño, intenta aumentar su nivel de actividad durante el día. Déjalo dormir en tu habitación. Dormir cerca de sus humanos debería ayudar a aliviar la ansiedad que podría contribuir a su agitación nocturna.
Guíalo con señales claras e instrucciones fáciles de seguir. Cuando hables con él, mantén tu voz tranquila, calmada y amorosa.
4. Proporciónale una alimentación nutricionalmente óptima, apropiada para su especie y a base de alimentos frescos. Una alimentación nutricionalmente equilibrada y apropiada para la especie de tu mascota, a base de alimentos frescos y rica en grasas saludables, incluyendo a los ácidos grasos omega-3, como el aceite de kril y otros como el aceite MCT, es muy importante para la salud cognitiva.
El mejor combustible para un perro de edad avanzada es una variedad de alimentos enteros, adecuados para un carnívoro. Elimina todos los carbohidratos refinados de su alimentación (que son azúcares innecesarios), así como los granos, papa y legumbres. Reemplaza esos carbohidratos innecesarios con proteínas adicionales de alta calidad. Elimina los alimentos extruidos (croquetas) para evitar los subproductos tóxicos del proceso de fabricación.
La mayoría de los alimentos procesados para mascotas se fabrican de una manera que crea subproductos que pueden afectar la salud cognitiva, incluyendo a las aminas heterocíclicas y acrilamidas, además de los productos finales de glicación avanzada (AGEs). Los alimentos frescos y biológicamente apropiados pueden ofrecer los nutrientes necesarios para nutrir el cerebro. Una alimentación adecuada puede reforzar el microbioma de tu perro, lo cual se ha relacionado con una mejor salud cognitiva en humanos y también se han observado mejoras en las mascotas.
5. Suplementos beneficiosos. A menudo, en perros con disfunción cognitiva y en mascotas de edad avanzada, los nutracéuticos pueden mejorar significativamente la memoria y sus efectos son duraderos. Los estudios de triglicéridos de cadena media (MCT), como el aceite de coco, demuestran que pueden mejorar significativamente la función cognitiva en perros mayores. La suplementación con MCT es una excelente forma de proporcionar una fuente de combustible instantánea para el cerebro de tu perro. Recomiendo añadir 1/4 de cucharadita de aceite de coco en sus alimentos por cada 10 libras de peso corporal, de forma cotidiana. Si le provees aceite MCT en vez de aceite de coco, debes comenzar poco a poco y utilizar menor cantidad, ya que las heces blandas son una característica frecuente al comenzar a consumir este suplemento.
De igual forma, recomiendo proporcionar una fuente de donantes de metilo, como la SAMe (S-adenosilmetionina), que puede ayudar en el proceso de desintoxicación y reducir su inflamación. Otros suplementos que debes considerar son los extractos de medusa, así como el glutatión y resveratrol, presentes en la Fallopia japónica. La Fallopia japónica ha demostrado ayudar a reducir el daño de los radicales libres y de los depósitos beta-amiloide.
El ginkgo biloba puede mejorar el flujo sanguíneo al cerebro. La fosfatidilserina y el ubiquinol, que es la forma reducida de CoQ10, pueden nutrir a las mitocondrias y mejorar la energía celular de tu perro.
Cuando se trata de suplementos, generalmente recomiendo enzimas digestivas y probióticos para todas las mascotas de edad avanzada. Asimismo, recomiendo proporcionar un suplemento de ácidos grasos omega-3, como el aceite de kril de fuentes sustentables (que es mi opción favorita, porque es el más limpio) o DHA de algas, para las mascotas que no toleran los mariscos.
La mayoría de los perros de edad avanzada pueden beneficiarse de los antioxidantes y de los suplementos para las articulaciones, como el sulfato de glucosamina con MSM, miristoleato de cetilo, membrana de cascarón de huevo o mejillón perna (mejillón de labios verdes), para apoyar el envejecimiento articular, así como fórmulas antiinflamatorias naturales (como la curcumina y enzimas proteolíticas) que pueden servir de apoyo para controlar el dolor.