Las mascotas y sus dueños a menudo tienen problemas similares y este riesgo compartido se extiende incluso hasta a la diabetes tipo 2. Aunque se sabe que esta afección prevalece e incrementa en humanos, se cree que también podría estar en aumento en perros y gatos.
Muchos de los factores de riesgo de la diabetes tipo 2 en humanos, incluyendo la alimentación, obesidad y el nivel de actividad física, son los mismos que influyen en el riesgo en perros y gatos, mientras que la exposición a factores de riesgo ambientales, como contaminantes y sustancias químicas que alteran el sistema endocrino, es probable que también se compartan entre los humanos y sus mascotas.
Esto llevó a los investigadores a analizar si las mascotas y sus dueños comparten el riesgo de desarrollar diabetes, y los resultados demuestran que existe una relación significativa, pero solo para perros y no para gatos.
Si tu perro tiene diabetes, tu riesgo incrementa en un 38%
El estudio analizó datos de 208 980 parejas de dueños de perros y 123 566 parejas de dueños de gatos. Aunque no hubo relación entre la incidencia de diabetes en gatos y el desarrollo de diabetes en sus dueños, tener un perro con esta afección se relacionó con un riesgo 38% mayor de que el dueño también la padezca. La pregunta entonces es ¿por qué?
"Es posible que los perros con diabetes puedan servir como centinelas para los comportamientos de salud diabetogénicos compartidos y las exposiciones ambientales", sugirieron los investigadores. Por ejemplo, se sabe que los perros y sus dueños a menudo comparten ciertos factores de comportamiento, salud y de estilo de vida, como los niveles de actividad física. La obesidad es un factor de riesgo de diabetes tanto en perros como en las personas y estudios anteriores relacionaron la obesidad en las mascotas con la obesidad en sus dueños.
En un estudio realizado en 2017, el 78% de los dueños con sobrepeso u obesidad tenían perros con sobrepeso u obesidad, incluyendo todos los perros del estudio diagnosticados con disfunción metabólica relacionada con la obesidad. En otro estudio también se descubrió una relación entre el grado de sobrepeso de los perros y el índice de masa corporal (IMC) de sus dueños.
En un estudio realizado en 2010 en donde se descubrió que los dueños de perros con obesidad a menudo también tenían obesidad, los investigadores observaron que dichos dueños hablaban con sus perros sobre muchos temas y estaban menos preocupados por contraer las enfermedades de sus perros, lo que interpretaron como "humanizarlos" demasiado.
De acuerdo con investigadores de la Universidad de Copenhague los perros con sobrepeso u obesidad tienen el doble de probabilidades de tener un dueño con sobrepeso u obesidad.
"Dada la investigación anterior sobre el riesgo compartido de [tener sobrepeso] entre los dueños de perros y sus animales, creemos que los hábitos alimenticios compartidos y los niveles de actividad física podrían relacionarse", dijo para el sitio web The Guardian, Beatrice Kennedy de la Universidad de Uppsala en Suecia e investigadora del estudio de la diabetes. Sin embargo, es probable que también contribuyan otros factores.
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¿Será responsable la salud intestinal compartida?
Tener una mascota provoca cambios en la microbiota de los seres humanos y esos cambios también podrían estar involucrados en el riesgo de enfermedad. Los perros se consideran como "el nuevo probiótico" porque exponen a las personas a una amplia gama de microbios caninos. De hecho, un estudio descubrió que tener un perro aumentaba la exposición a 56 especies bacterianas mientras que tener un gato aumentaba la exposición a 24.
Además, los bebés que se exponen a las mascotas desde sus primeros días de vida tienen una mayor diversidad en su microbioma intestinal, incluyendo una mayor cantidad de Ruminococcus y Oscillospira, que están relacionados con un menor riesgo de atopia y obesidad infantil.
Hay una alta probabilidad en la relación entre la diabetes y el intestino, en especial si se considera un estudio que confirmó que, al igual que los humanos con diabetes tipo 2, los gatos con diabetes también tienen una menor diversidad microbiana intestinal. Los investigadores involucrados en el estudio presentado explicaron:
"Por lo tanto, es posible que las comunidades microbianas compartidas puedan influir tanto en la salud del dueño como en la del perro y que los patrones alimenticios y de actividad física también puedan afectar la microbiota intestinal en los dueños y sus mascotas de manera similar".
Mejorar la salud de las mascotas es una gran motivación
Si a tu perro le diagnostican diabetes, nada garantiza que tú seas el próximo; sin embargo, esto podría servirte como motivación para realizar cambios más saludables en el hogar, por el bien de los animales y los humanos que viven allí. A menudo, los dueños de mascotas están dispuestos a hacer cambios en la salud de sus mascotas que ni siquiera ellos mismos podrían hacer, por lo que esto puede servir como una motivación para mejorar la salud y el bienestar en general.
Una de las mejores formas de evitar la diabetes tipo 2 en las mascotas es por medio de una alimentación en porciones, con menor índice glucémico y específica para cada especie, que consista en una variedad de fuentes de proteínas sin adulterar, grasas saludables, vegetales con poco contenido de almidón y frutas. Lo más importante que puedes hacer es mantener el consumo de carbohidratos inferior al 20% de su alimentación. Además, se requiere que los perros y gatos realicen por lo menos 20 minutos de ejercicio aeróbico diario.
Estos tres pasos, además de evitar demasiadas vacunas, pueden ayudarte a mantener a tu peludito de cuatro patas en excelentes condiciones de salud. Si deseas vigilar más de cerca la salud metabólica de tu mascota, pídele a tu veterinario que le realice una prueba llamada A1CARE, la cual puede detectar diabetes clínica y subclínica o transicional.