Les invito a que celebremos la alegría que experimentamos gracias a nuestras mascotas, ya sea que tengan aletas, alas, pelaje abundante o rizado o sean de una clase distinta. Sin embargo, hagamos de esta una oportunidad para crear conciencia sobre las necesidades de la gran variedad de mascotas que esperan en los refugios por encontrar un nuevo hogar.
1. Conexión. Nuestras mascotas permanecen unidas a nosotros sin importar lo mal que nos sintamos o comportemos. Permanecen con nosotros a cada minuto del día. En esos momentos en que nos sentimos ignorados o apartados del mundo, sentimos la conexión con nuestras mascotas que nunca desaparece.
2. Amor incondicional. Nuestras mascotas nos brindan la definición misma de amor incondicional. Nos aceptan tal como somos cada minuto del día. Nos aman todo el tiempo, ya sea cuando estamos fuera o cuando volvemos a casa. Nos aman cuando estamos enojados o tristes, cuando somos agresivos o cuando perdemos la paciencia. Nos aman cuando les prestamos atención y también cuando los ignoramos. El amor de una mascota es constante y eterno, además de que nos ayuda a recordar a lo largo del tiempo que alguien nos necesita y que somos importantes y valiosos.
3. Comunicación. Las relaciones estrechas evolucionan a partir de una comunicación clara y coherente. La relación se daña cuando la comunicación no es confiable o se usa de manera nociva. Nuestras mascotas se comunican con nosotros a través de su lenguaje corporal y comportamiento. Es nuestro trabajo aprender el idioma que hablan y comunicarles lo que esperamos y apreciamos de su comportamiento.
4. Amistad. No resulta extraño que nuestros compañeros caninos sean los acreedores al título "el mejor amigo del hombre". Nuestros perros son una compañía invaluable, al igual que nuestros gatos, hámsteres, aves, tortugas y muchas mascotas más. Gracias a ellos nos sentimos menos solos, desconectados y aislados. En recompensa por aprender a comunicarnos con nuestra mascotas, encontramos en ellas las mejores consejeras cuando estamos confundidos, molestos o si lo único que necesitamos es un amigo con quien hablar.
5. Mejor salud física y mental. Nuestras mascotas tienen una influencia positiva en nuestra salud. Diversos estudios demuestran que tener una mascota puede ayudar a reducir la presión arterial y los niveles de colesterol, mejorar la salud cardiovascular, aliviar la depresión por el padecimiento de enfermedades graves y aumentar la tasa de supervivencia después de un ataque cardíaco. Las mascotas también nos dan una razón para vivir y enfocarnos fuera de nosotros mismos. El que alguien nos necesite nos hace sentir bien y nos motiva a cuidarnos.
Según varios estudios, es probable que sea más beneficioso interactuar con mascotas que con amigos. Los amigos humanos son capaces de juzgarte, por otro lado, tu compañero de cuatro patas te acepta tal como eres en cada momento de su vida juntos.
Es posible que la profundidad emocional que caracteriza a los animales sea una de las razones por las que creamos un vínculo tan fuerte con ellos. Muchos animales son capaces de llorar y de mostrar otras emociones. Si una mascota es parte de tu vida, ten por seguro que el amor que siente por ti es fuerte y duradero.
6. Alivio del estrés. La vida de muchos de nosotros está llena de ocupaciones y fuentes de estrés, el cual puede disminuir de distintas maneras; sin embargo, no cabe duda de que volver a casa con una mascota es una de las mejores. Jugar con tu compañero emplumado o peludo, es una forma increíble de relajarse y de que las mascotas liberen su entusiasmo. El simple hecho de tener contacto físico con otra criatura tiene el potencial de reducir los niveles de cortisol y desencadenar la liberación de endorfinas.
7. Vivir "el momento". Los humanos tienden a pasar mucho tiempo arrepintiéndose por algo del pasado o sintiéndose ansiosos por el futuro. Es un desperdicio de tiempo, pero la mayoría de las personas tienden a vivir en el pasado o en el futuro en lugar del presente.
Nuestras mascotas, nos ayudan a vivir en el presente, ya que experimentan cada momento con entusiasmo y alegría y nosotros podemos seguir su ejemplo.
8. Perdón. La mayoría de nosotros podemos recordar un momento en el que ignoramos a nuestra mascota o perdimos la paciencia y le hablamos con demasiada brusquedad. Y nuestra mascota nos perdonó inmediatamente. Nuestras mascotas no guardan rencor. No se castigan a sí mismas ni a nosotros por los insultos del pasado. Nos perdonan de inmediato con el corazón abierto.
Si bien nunca podremos pagarles a nuestras mascotas por los regalos tan valiosos con los que llenan nuestras vidas, lo que PODEMOS hacer es tener presente que se encontrarán de lo mejor si les brindamos consistencia al proporcionarles una alimentación saludable, procurar que hagan ejercicio diariamente, estructurar su rutina diaria y darles mucho amor. Estas son las "cosas sencillas de la vida" que forman la base de una existencia sin estrés, llena de equilibrio y alegría.